Capítulo 5

- Auch!- dijo Jane y se río maliciosamente, Corin los miro con odio y se fue

- Eso no se hace Alec- dijo Demetri

- Ella se lo estaba buscando – espeto Jane, Alec hizo caso omiso y comenzó a mirar el árbol donde yo estaba, al principio pensé que me miraba pero no, era solo coincidencia, el no miraba nada en especial, estaba perdido entre sus pensamientos.

- Que le paso a Corin, casi me muerde cuando salio!- dijo un chico que se acercaba a los demás, el le agarraba la mano a una joven de tez muy clara, también vampira.

- Es que Alec la puso en su lugar- dijo Jane

- Ohh, otra vez discutiendo he!- dijo el joven que recién había llegado, era rubio y alto.

- No quería discutir con ella, es solo que desde que terminamos se ha puesto mas irritante que nunca y mira que ya vivimos muchos años juntos- aclaro Alec

- Eso es cierto, pero no es motivo para que la trates así- dijo Demetri con amargura

- Es que…..

- Es que nada, Alec, tu terminaste muy mal con ella, la trataste como basura, así que creo que ahora deberías de ser mas cortes- dijo la chica que recién había llegado. Una muchacha de cabellera castaña, larga y ondulada.

- No tiene que ser cortes, no tiene ningún obligación con ella- dijo Jane pero Alec se apresuro a decir.

- Ok Chelsea, tratare de serlo- Dijo sin ganas de discutir.

- Y…….- dijo Chelsea

- Y?- pregunto Alec

- Ver por ella tonto

- Ah……bueno- dijo y desapareció dentro de la casa

- Yo creo que no debiste de hacer eso Chelsea- dijo Jane con severidad

- Por que no? Ella aun lo ama

- Pero el no! Duh! No se nota?

- No seas tan celosa, tu hermano tiene que crecer- dijo el joven que tenia a Chelsea

- Lo se Aftón, pero no con ella, antes que Corin prefiero a esa mortal- dijo ella refiriéndose a mi con repugnancia- además tener amantes solo lo desconcentra.

- Que mortal?- pregunto un vampiro que salía de entre las sobras de la casa

- Mi señor Aro- dijo Jane, todos saludaron con las cabezas – Alec, se ha hecho amigo de una mortal, llamada Mía

- Mía?- dijo Aro- y que quiere con ella, alimentarse o es algo mas serio?

- El no lo sabe aun- dijo Demetri

- Seria interesante no les parece?, quisiera que la traiga para conocerla, para saber sobre su pasado y ver si realmente le conviene- dijo Aro y se agarro las manos

Mi corazón comenzó a palpitar muy rápido, al parecer ese vampiro tenia algún poder y si yo iba a conocerlos, de seguro sabría mis intenciones y me mataría. En que locura me había metido?

- Sienten eso?- pregunto Jane levantando la cabeza y poniéndose alerta.

- Que?- pregunto Demetri

- El latir de un corazón, fuerte y acelerado- dijo ella observando el bosque oscuro

- Jane, te aseguro que no es humano, quien nos estaría espiando?- dijo Demetri. Todos rieron- debe de ser un gato o un búho talvez

- Si, pero seria mejor que investigue no le parece mi señor?

- No, Jane. Si es humano lo oleríamos, asi que no es necesario. Vine aquí a decirles que hoy  me apetece salir de caza por los pueblos aledaños, alguno me acompaña?

Todos accedieron y salieron en menos de un minuto, espere un tiempo prudencial y baje del árbol. De la que me había salvado esta noche.

Corrí lo mas rápido posible, llegue hasta donde estaba el maletín hermético, me cambie de ropa con mi pijama de color negro y trate de subir por el balcón, pero no logre hacer nada.

- Demonios! Y ahora que ago?- dije en un susurro.

Como pude ser tan tonta? Pensé la única solución era entrar por las puertas del castillo, pero el internado era tan grande, que pase una hora buscando alguna puerta que no fuera de metal o que por lo menos no hiciera tanto ruido para que la abriera, pero no había ninguna. Hasta que vi, mi ultima oportunidad. Había un farol prendido así que allí abría una puerta y si tenia buena suerte seria de madera. Pero la suerte, esa noche no estaba de mi lado por que cuando me acerque mas a la puerta vi a dos cuerpos muy juntos, era una joven esbelta, tenia una cabellera perfecta, no tan larga pero si rubia y un vestido rojo que le llegaba a la rodilla, muy ceñido por cierto. El joven a quien besaba con locura tenia el cabello castaño, muy parecido al de Alec y lamentablemente llevaba el uniforme, así que era Alec y la muchacha debía de ser Corin. Un leve dolor apareció en mi corazón, pero tan rápido como vino se fue y es que yo no había venido a enamorarme, había venido a asesinar a alguien.

Mi plan era quedarme quieta aun en la penumbra para que no me lograran ver pero eran vampiros y me vieron al instante.

- Quien esta hay?- pregunto Corin y en menos de un segundo se acerco a mi, Alec hizo lo mismo. Corin me jalo para que la luz del farol diera a mi rostro aun que las dos sabíamos que no era necesario.

- Hay!- dije al mismo tiempo que la luz penetraba en mis ojos

- Mía?- pregunto Alec sorprendido.

- Si, lo siento, creo que interrumpí algo – dije tratándome de safar de las manos de Corin pero era fuerte, demasiado fuerte.

- Si que lo hiciste- dijo ella

- No, no lo creo- dijo incomodo Alec, después de unos minutos de silencio muy incomodo Corin dijo:

- Y Alec, no me vas a presentar a tu amiguita?- pregunto viéndome con deseo de alimentarse. El la miro con amargura.

- Ella es Mía, Mía, ella es Corin- hablo rápidamente con sequedad.

- Mucho gusto- dije tratando de verme lo mas buena posible pero lo cierto es que ardía de coraje.

- El gusto es mío- dijo acercándose peligrosamente, Alec con un movimiento de la mano hizo que ella parara y lo mirara irritada- bueno creo que me tengo que ir, no me acompañas Alec? – pregunto y se mordió el labio inferior.

- No, me encargare de que Mía regrese a su cuarto- dijo mirándome, evite echarme a reír por lo ridícula que se había visto Corin justo en el instante en que Alec me dedico una leve sonrisa, sus ojos eran de color rojo vampírico. El temor vino a mi en ese momento, por que no había traído mis dagas y Alec al parecer estaba con esa vampira así que no me necesitaba.

- Bueno, adiós Alec- dijo ella y luego le dio un beso en la comisura de los labios- adiós Mía – dijo y sonrío maliciosamente, como si Alec en realidad estuviese a punto de comerme.

- Adiós- dije, ella salio corriendo a trote, no muy rápido pero aun así desapareció en el bosque en tan solo unos minutos- deberías de ir con ella no? Total es tu novia.

- No es mi novia y prefiero estar contigo que con Corin

- Es que como vi el beso tannnn apasionado que se dieron, yo pensé que si eran. Oye, se supone que soy tu amiga, puedes confiar en mi- dije viendo sus ojos rojizos.

- Confío en ti y por eso te lo digo ella no me importa y ese beso fue una metida de pata, una total estupidez o mejor dicho una despedida.

- Ooo...creo que ella no lo entendió así.

- Que importa- dijo con los hombros ligeramente encogidos- oye y desde cuando estas fuera del internado?

- Desde las 9 creo, salí a caminar, no sabia que las 9 era la hora tope así que cuando regrese todo estaba serrado, he vagado desde entonces

- Asu! Ya vas casi 5 horas fuera y todavía con esa ropa (ya que la pijama negra era muy delgada) toma, ponte esto- dijo entregándome la chompa verde del internado, me la puse y di un respingo por que estaba mas helada que el propio ambiente.

- Gracias- dije e inevitablemente me quede mirando sus ojos el bajo la mirada, recién se dio cuenta que no llevaba las lentillas- oye, no te preocupes, yo no me ago paltas por que en las noches te guste ponerte lentillas rojas, como un friki- dije tratando de ayudarlo, el sonrío y dijo:

- Enserio no te parece raro?

- No, he visto cosas peores, uno de mis amigos se ponía lentillas con forma de ojos de gato para salir en la noche, tengo amigos frikis así que te acepto.

- Te juntas con locos?- pregunto el y yo lo mire con cara de pocos amigos.

- Si, justo tengo uno frente mío.- dije y le sonreí.

- Lo siento se que yo también soy algo raro…

- Algo? Ahora ser muy raro significa algo raro. – dije y reí. El me miro con seriedad. Volví a reír. Sabes que no me importa, yo acepto a los amigos tal y como son. Solo te estaba molestando.

- Si, gracias.- dijo el y sonrío ligeramente

- No hay de que, oye y supongo que hoy ya no saldremos no?

- Por que no?

- Por Corin, talvez se enoja.

- Corin! Ya te dije que no estoy con ella así que no hay problema, ya te lo he dicho!

- Bueno, bueno entonces si la salida sigue en pie, tendré que irme a dormir por que ya casi son las 2 no?

- Si, pero esta puerta esta cerrada

- No lo creo- dije y es que como era una pequeña puerta de madera, seria muy fácil mover los grilletes desde adentro, me concentre tan solo unos segundos y luego me acerque a ella- esta abierta Alec

- Que? La suerte te acompaña- dijo un poco extrañado

- Si, así es- mentí

- Será mejor que te acompañe, ese lugar no te gustara para nada

- Por que no?

- Por que es la cocina, nunca has entrado a ese lugar y tiene pasillos muy…muy oscuros

- Ok, será mejor que me acompañes por que ya no quiero estar sola en la oscuridad, además me perdería.

- Estaba bien.- hablo el y me estrecho con un brazo por un instante.

Me quede extrañada y apenas pude me safe sin que fuera muy notorio. Entramos los dos a la cocina, era muy grande, tenia muchas estancias y lavamanos. Las pareces eran de mayólica crema y algunas de piedra, en una mesa de madera al lado derecho había un canastón lleno de frutas, al verlo mi estomago rugió como un demonio. Puse mis manos a mi estomago para tratar de callarlo y mi rostro se puso muy rojo, Alec echo una carcajada y dijo:

- Tienes hambre?

- No que va, mi estomago esta loco- hable con cara de pocos amigos. Rió mas fuerte.

- Sírvete lo que quieras

- Esta bien, quiero mmm…- comencé a buscar entre las estancias, era muy difícil ver sin luz, pero me las arregle para encontrar un refrigerador, al abrirlo visualice una caja de leche, la saque y en una estancia encontré un montón de seriales, escogí uno al asar, puesto que no veía. Alec me entrego rápidamente un tazón y una cuchara

- Gracias

- No hay de que, vamos?

- Si vamos- dije, el me ayudo a llevar la leche y el serial

Subimos unas gradas de piedra y abrimos una puerta de madera, habíamos llegado a uno de los pasillos que llevaban al comedor , así que de vez en cuando habían algunas lámparas que iluminaban un poco la estancia. Después de caminar 10 minutos por los pasillos, al fin llegamos a mi habitación, busque mi llave en el bolsillo de mi pijama y por suerte la encontré, abrí la puerta, todo estaba como lo había dejado, Alec entro junto a mi y dejo todo en mi mesa de noche.

- Adiós Mía espero que duermas bien- dijo con una gran sonrisa

- Adiós y gracias por todo- dije y me senté en mi cama

- No te olvides que mañana vendré a recogerte a las 12 si?

- No me olvidare

- Ya, adiós – dijo y cerró la puerta con cuidado para no hacer ruido.

Comí mi cereal con leche, por suerte había escogido Chocapic así que estaba feliz y al fin llena. Me dormí fácilmente y es que estaba muy cansada.

Al día siguiente desperté por unos golpes en la puerta.