jueves, 23 de junio de 2011

Capitulo 12 - Fire Girl

- Sebastian? Tu eres Sebastian?- pregunte algo sorprendida y el asintió ligeramente con la cabeza.- Pero que nos has hecho!!!- grite furiosa y lo mire con odio.
- Yo no hice nada, ustedes consumieron las píldoras- hablo con una ligera sonrisa y con un movimiento ligero de hombros, como si que nos estuviéramos muriendo fuera totalmente relevante.
- Pero…- negué con la cabeza algo confundida.
- Cree esas píldoras para que inhibieran nuestros poderes- hablo la chica llamada Azazel- no fue mi culpa que se la dieras a un Anastie.- mire instintivamente a Leo con horror, yo le había hecho. Por cumplir mi estúpida fantasía ahora Leo estaba enfermo.
- Lo lamento, a sido mi culpa- dije con mucha tristeza y con las lagrimas contenidas en mis ojos. Leo negó con la cabeza y tomo mi mano con fuerza. Se incorporo como pudo hasta estar sentado a mi costado.
- Que quieres Sebastian?- pregunto con voz firme a pesar de lo débil que estaba.
- Hablar con ella, no le haré daño si ella no se resiste- dijo aquel muchacho mientras me tendía la mano. Bufe ligeramente y voltee el rostro para ver a Leo.
- Ni hablar yo no dejo a Leo.
- Leo no estará solo Alice, estará con migo y prometo cuidarlo bien- dijo Azazel con voz calmada.
- No…- dije desconfiada.
- Le daré el antídoto, pero sabes? si pasa más tiempo puede ser demasiado tarde. Si su calor corporal baja más llegara a morir- hablo la muchacha y yo me tense de inmediato.
- Te quiero- le dije a Leo y le di un ligero beso.
- Cuídate- hablo el casi arrastrando las palabras y me soltó la mano. Asentí con la cabeza y recibí la mano que me tendía nuevamente Sebastian. Cuando salimos de la habitación me di cuenta que estábamos en un lugar con paredes empedradas e igual de húmedas. Me solté bruscamente de su mano y me plante en el piso para recibir explicaciones.
- Que quieres?!- pregunte irritada y lo mire con furia.
- Hablar con tigo, que no se nota?- pregunto con un tono fingido de inocencia.
- Deja de ser ridículo y contesta mis preguntas ok?
- Dale, pregunta- hablo mientras asentía con la cabeza ligeramente y me hacia un gesto con la mano para que prosiguiera.
- Tu eres el chico de mi sueños?
- Si
- Y para que me quieres?
- No soy yo el que te quiero, no me tomes a mal pero no eres mi tipo- hablo y una ligera sonrisa de burla apareció en su rostro. Lo mire con cara de pocos amigos y el hizo un movimiento con las manos en todo de rendición.- ya va, ya va. Sabes que no tienes sentido del humor
- Créeme que lo pierdo en estos casos.- hable con pura frialdad. Sebastian sonrío divertido.
- La que te quiere es Fox- hablo Sebastian y yo me quede paralizada.
- Que?!
- Como oíste sorda! Ella me ha mandado a buscarte. Te esta esperando arriba- dijo y me jalo para que volviera a caminar. – Por ordenes de tu madre tuve que vigilarte todo este tiempo, te hubiera traído mucho antes de lo esperado pero Leo estaba siempre con tigo y no podía entrar solo a la urbe, seria un suicidio y no pienso malgastar mi hermosa vida en alguien como tu- dijo y se encogió de hombros.- lo que lamento, es que por mi egoísmo, ya te convertiste en una de ellos.
- El hecho de que haya pasado la prueba de la confianza no significa que confíe en Magnus!!.- trate de gritar pero la voz se me resquebrajo. Sebastian me miro algo extrañado pero comprendió de que la droga si me estaba afectando.
- Toma esto, te hará sentir mejor- dijo y me dio una bolita verde.
- Como se que no es otra droga que me pondrá peor?
- Hay! Te dije que confiaras en mi- hablo el con molestia y sin decir nada la trague.
- Pensé que eras un hijo de Fleaur- dije después de unos instantes en que la pastilla hacia efecto.
- Y lo soy, bueno algo así. Soy un hibrido pero el fuego que me apareció primero fue el azul, desde pequeño lo utilice, por eso mi piel es fría. Ya recién hace unos años, los años que llevo con tu madre, he comenzado a utilizar el fuego rojo.
- Entiendo y de donde conoces a Leo y a Fox? – Sebastian sonrío ligeramente
- A Leo lo conozco de Bristol, le vendía buenas dosis de drogas especiales para nuestras razas, se llaman Aderex, son muy buenas te las recomiendo…- hablo y me dio un ligero empujoncito con el codo como si fuera mi amigo de infancia o algo así, cosa que no era. Lo mire con cara de pocos amigos y seguí avanzando.
- Entonces de seguro que también te vi allí- dije después de un rato.
- Es muy probable, también te observaba en Bristol y bueno Leo comenzó a sospechar y me malogro el plan por que pensó que yo estaba interesado en tu amiguita esa. Y a tu madre, bueno, supongo que ella tendrá que contártelo- dijo mientras comenzamos a subir una gradas. Mi cuerpo cada vez se sentía mejor y eso me alegro de sobre manera, después de todo Sebastian no mentía. Pronto llegamos hasta una zona mucho mas acogedora, parecía el pasillo de una casa, estaba tibio y reconfortante.
- Mejor que pases sola y una cosa, no le grites.- Me abrió la puerta que estaba frente a nosotros. Al entrar sentí el calorcito de una chimenea y vi a justo en frente mío a Fox. Tenia puesto un vestido largo de color negro. Su rostro era idéntico al de la foto, seguía teniendo el cabello corto y algo alborotado, era hermosa aun que me intimidaba un poco.
- Hija- hablo con una ligera sonrisa y se acerco a mi. No me movi ni un solo centímetro, estaba anonadada por que al fin veía a mi madre. Sentimientos encontrados aparecieron de improvisto. Por un lado, estaba molesta con ella por que me había dejado pero a la vez estaba contenta por encontrarla al fin.
- Fox – susurre con suma frialdad.
- Mi niña Sebastian te a traído a salvo
- Me drogo creo que eso no es “a salvo”. Además puso en peligro a Leo.
- Leon esta aquí?- pregunto Fox con seriedad.
- Si y esta enfermo, la pastilla que tomo…
- Tranquila, Azazel lo debe de estar tratando y ella…
- Porque?- pregunte con brusquedad
- Porque, que?
- Por que me abandonaste y ahora haces que un loco drogadicto me traiga hasta aquí.
- Yo no quise abandonarte Alice. Todas las urbes me buscaban y tu eras tan solo una bebe, no podía tenerte con migo si quería que estuvieras protegida. Pero trate de darte lo mejor…
- Esas familias no eran lo mejor, créeme.- ella asintió con la cabeza.
- Lo se y lo lamento, Milos hizo que pagaran…- hablo con una ligera sonrisa malvada.
- Milos? El esta con tigo?
- Si, le pedí que te trajera pero apareció Leo y su hermano y pues no se pudo además que tu desconfiaste tanto…pero yo quería que vinieras y ahora que estas libre me doy cuenta que ha demasiado tarde, ya confías en Magnus- hablo con tristeza. Negué con la cabeza rotundamente.
- Fox, Charlie me enseño el cuaderno de mi padre, gracias a ello pude pasar la prueba de la confianza. Jamás podría confiar en alguien que mato a mi padre e hizo tanto daño.- Fox sonrío con alegrías y se acercó mucho mas a mi. Sin previo aviso me dio un abrazo que jamás había sentido, lleno de amor, como solo una madre lo podía dar.
- Gracias a los dioses que estas de nuestro lado.
- Yo no he dicho que estoy de su lado- susurre . Mi madre se alejo de mi y me observo perpleja- primero necesito saber que pasa…nadie me dice nada y ya estoy harta. – Fox suspiro y me pidió que tomara asiento.
- Hay un grupo de humanos que nos esta exterminando, tienen armas tan poderosas que nos consumen por completo pero creemos que hay alguien mas poderoso detrás de ellos por que simplemente no logramos entender que unos simples humanos acaben con todos con tanta facilidad y sin dejar rastro. Aun no sabemos que es exactamente lo que quieren solo se una cosa…
- Que?
- Ellos no los quieren muertos.
- Que, a los híbridos?
- Si, hay muchos mas que tu en el mundo, como Azazel y Sebastian. Ahora mucho mas que antes, que se creía que no podía existir alguna unión entre elegidos hijos de Fleaur y Anastis. Pero ahora que los humanos se han dado cuenta de que existe una nueva raza mas fuerte, los raptan y ya no se les vuelve ver nunca mas. Pequeños niños, personas adultas , han estado desapareciendo en estos últimos meses, lo peor de todo es que no sabemos que les hacen.
- Que?! Ósea…
- Estas en peligro Alice, Magnus lo sabia no entiendo como te dejo salir hoy.
- No me dejo- dije negando con la cabeza- yo….yo me escape. Espera no entiendo. Dices que Magnus esta al tanto de todo?- pregunte con temor, entonces al final de cuentas no lo había engañado.
- Si esta al tanto de lo que pasa
- Mierda! Y yo que pensé que lo había engañado.
- No, espera querida, no te asustes. Magnus sabe que están raptando a los de tu raza pero jamás a sabido con claridad como son. El único que los investigo a fondo fue tu padre y el se llevo su secreto a la tumba.
- Pero dejo…
- Un cuadernillo que solo tu, Charlie, Jena y yo conocemos. No hay nadie mas que sepa de el.- asentí con la cabeza.
- Charlie sabe de ti?
- No cariño, era mejor que no supiera de mi, pero me alegra que se quedara en la urbe, se nota que te educo y protegió bien.
- Tu le hiciste esa cicatriz?
- Por su puesto que no!- dijo furiosa- fue John! No puedo creer que creas que yo…
- Tranquila, solo tenia que preguntar, Charlie me dijo que no fuiste tu.
- Fue Jonh
- El padre de Leo?
- Aja.- contesto con frialdad y miro la chimenea
- Donde esta su madre? Alicia verdad?- Fox volteo y me miro con intensidad a los ojos.
- Esta muerta.
- Ella no esta muerta, Leo la vio y se y estoy muy segura que tu no pudiste matarla.- Fox asintió con la cabeza muy pensativa.
- No esta acá, actualmente esta en Berlín.
- Que hace haya? No es donde esta la otra cede de los Anastie, donde trabaja el padre de Leo?
- Es exactamente ese lugar, al igual que John, Alicia busca a gente, estamos en guerra lo recuerdas? Todos están buscando hibridos como si de oro se tratara. - Suspire con fuerza, en que demonios me había metido?
- Ahora que haré yo?
- Tienes que irte- hablo mientras miraba su reloj.- por lo visto lo mas antes posible por que esta a punto de amanecer.
- Pero…
- No te preocupes Ali, podrás venir todas las noches que quieras solo prométeme una cosa.- hablo y me toco los hombros
- Lo que quieras.
- Cuídate mucho hija y no confíes en Magnus.
- Jamás lo haré.- En ese instante Sebastian entro a la habitación.
- No es que me guste interrumpir Fox pero tengo que informarte algo.
- Habla muchacho, que es?
- Ya sabes- hablo el algo nervioso mientras entraba por completo a la habitación- conozco a Leo desde hace mucho y se que es muy impulsivo, se que si se entera que su madre esta viva, mandara todo nuestro trabajo al tacho…
- El tiene derecho a saber…
- Calla, estoy hablando con Fox!- me corto Sebastian con seriedad. Fruncí el seño pero no dije nada mas.
- El punto es que, Azazel y yo hemos creído conveniente meterle Sifrinidae.
- O vaya.- hablo Fox algo sorprendida
- Que es eso? Pero que le has hecho!- grite y mis manos se prendieron en fuego. Fox tomo mi muñeca con calma he hizo que se apagaran.
- Necesito que me hagas otro favor Ali. La Sifrinidae es un compuesto que hace que la gente crea que a alucinado cosas, no separa la realidad de la ficción.
- Y que quieres que haga?
- Convence a Leon de que esto no sucedió, de que jamás estuvieron aquí.
- Pero Fox, el merece saber la verdad.
- Lo se hija, créeme que lo se pero por el momento es mejor que no lo sepa.
- Y como vendré aquí sino es con su protección?
- Yo me encargare de eso, cuando tu madre tenga ganas de verte o tu quieras venir. Solo sube a tejado y yo estaré allí- hablo Sebastian y me sonrío picadamente.
- Que acaso no tienes vida?- le pregunte con una mirada glacial
- Mi vida ahora eres tu- dijo el en un tono coqueto que casi me hace vomitar.
- La misión de Sebastian es cuidarte así que, que no te parezca raro que te pise los talones de vez en cuando- respondió madre con una ligera sonrisa solo que eso no me dio ninguna gracia.
- Ok, entonces ahora que?
- Adiós- dijo Fox rápidamente, me dio un beso en la frente y sentí como Sebastian me daba un golpe en la nuca y me desvanecía en los brazos de mi madre.
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Este cap es muy pequeño para mi gusto, ya estoy por entrar en exámenes y por eso no he podido hacer mucho pero prometo publicar mas, el próximo viernes.
Por otro lado hace poco me contacte con una chica llamada Nia. Ella es nueva en esto (es su primer blog) y por lo que he leído de su historia “Llanto de un ángel” es muy talentosa, en verdad que su historia pinta genial, tan solo con el nombre ya me dice que se pondrá bueno. Recién va por el primer capitulo pero ya parece hasta un libro ^^. Espero que pasen, Nia se los agradecería mucho. Ya saben que para una primeriza y hasta para mi que ya tengo dos años, es emocionante ver gente nueva en tu blog. (Pueden creer que es tan buena que con dos días de creado su blog ya tenia un premio? Es increíble xD) por todo eso, se las recomiendo.




Lu!!

viernes, 17 de junio de 2011

Capitulo 11- Fire girl

Apenas bajamos las escaleras de caracol David fue llamado por Jena que ya estaba cambiada con un uniforme totalmente negro.

- Lo siento chicos- hablo encogiéndose de hombros- ya tenemos que ir a prepararnos.
- Puedo ir con ustedes?- le pregunte a Jena y ella negó con algo de tristeza
- Me encantaría pero por ordenes del general tu debes descansar.
- Baahh pavadas ya estoy en forma- replique mientras David me iba soltando mi mano. Se la aprisione y busque su mirada para que me apoyara pero al parecer la discusión con Leo le había dejado pensativo y triste.
- Ve a descansar Alice, te lo mereces- hablo y me dio un ligero beso en los labios.
Sin ni siquiera mirar a Jena que de seguro estaba completamente anonadada, junto nuestras frentes y toco mi rostro con mucha delicadeza, ya me había acostumbrado a su calor, no era muy fuerte y era fácil sentirse bien con el.
- Prometo festejar tu libertad como es debido luego, si?- asentí ligeramente con la cabeza. Volvió a unir nuestros labios y se alejo de mi.
- Los veo bien allí ha!- dijo Jena con una mirada picara antes de irse y me dio un ligero codazo. Sonreí con tristeza mientras veía como mis dos mejores amigos se iban. Quería acompañarlos, por un instante quería pertenecer a esta lucha que aun no tenia explicación para mi pero eso tendría que esperar.

Me dirigí a mi habitación, me quite la ropa formal, me bañe con agua fría, (por que ya no me molestaba en lo mas mínimo) me puse algo de ropa cómoda y ya en mi cama me quede dormida. Era raro pero preferí no pensar en nada, no quería darle vueltas al asunto de David por que sabia que había cometido un gran error al aceptarle, estaba muy segura que si esto terminaba algún día, habría mas de un herido y yo no quería eso. Tampoco quería pensar en la actitud de Leo pero inevitablemente al estar diciendo eso ya estaba pensando. Dándole tantas vueltas al asunto me quede dormida…

- Graduada he!- hablo aquel muchacho que hace tiempo ya no escuchaba.
Todo estaba oscuro, ni siquiera podía ver mis manos pero de alguna manera sabia que el estaba caminando cerca a mi. Prendí con un ligero movimiento una flama roja y el instintivamente prendió una flama azul. – no lo hagas- me advirtió, sentí como una ráfaga pasaba tan rápido que apago mi flama con violencia.
- Que quieres?- le pregunte mientras trataba de buscarlo con la mirada pero no podía ver nada otra vez.
- Nada, solo pasaba a felicitarte…- hablo con un tonito de voz que me recordó a un gato a punto de cazar a su presa.- eso quiere decir que ya eres uno de ellos….te vendiste al fin de cuentas, pensé que eras mas fuerte!- dijo algo molesto
- Y lo soy!- grite. Quería explicarle que no me había vendido pero preferí no hacerlo, después de todo ni si quiera sabia quien era.
- Eres una simple marioneta Alice, que no te das cuenta? Te utilizaran de cebo y luego te mataran- hablo el y una risita perversa resonó en el silencio.
- Nadie me utilizara!- grite molesta- ahora soy libre! Puedo hacer lo que quiera!- grite nuevamente con mucha mas fuerza he impotencia que antes
- Demuéstralo- hablo aquel muchacho y comenzó a reírse mas fuerte- ya veras que no puedes.

Fue lo ultimo que escuche de el. Desperté furiosa con el cuerpo impregnado en sudor, tenia las manos calientes, lo cual me demostró que no había controlado mi cuerpo, que talvez había hecho fuego control mientras dormía. Vi el reloj, se me había pasado la hora del almuerzo de largo y ya estaban a punto de servir la cena pero no tenia mucha hambre así que me volví a meter en la ducha y me quede un largo rato allí.

Claro podía salir cuando quisiera, ya era libre no? Estoy segura que podía. Después de un largo rato en la ducha me aliste como para salir. Unos zapatos de tacón altos, un pantalón muy pegado, una blusa verde y una chaqueta negra. Normalmente no vestía así pero por alguna razón, quería arreglarme y salir a bailar, divertirme como nunca para demostrar que si era libre.

Cuando ya estaba totalmente preparada. Tome un poco de dinero de la cajita que tenia Jena para emergencias debajo de su cama y salí sin mas. Al llegar al gran portón de salida descubrí que habían dos guardias en ella. Me acerqué a ellos con paso firme y al verme, se pusieron tensos y me serraron el paso.

- Que pasa?- pregunte.
- Ordenes de Magnus. – hablo uno de los guardias.
- La señorita Alicia tiene que descansar.- recitó el segundo.

“Maldita sea!” pensé para mis adentros, aquel chico tenia razón a pesar de ser supuestamente libre no podía salir. Bufe furiosa pero no dije mas.

- Gracias- hable tranquila y desaparecí de allí con rapidez.

Sin ni siquiera pensarlo dos beses camine en dirección a las gradas de caracol. Apenas perdí de vista a los guardias corrí con toda la velocidad que pude hacia las gradas y lo que descubrí es que sin cansarme y en poco tiempo ya había llegado hasta el techo. Me asombre de la velocidad que había adquirido, no era tan rápida como los hijos de Fleaur, por su puesto que no, pero de ser rápida si lo era y mucho. Sentí la brisa en cada parte de mi cuerpo y no pude resistir al escalofrío que paso por mi columna vertebral. Camine lentamente hasta el borde y observe la ciudad desde allí. La distancia que me separaba de la libertad era muy alta, no lograría saltar desde allí sin hacerme daño. Jamás lo había intentado pero algo dentro de mi me decía que no era buena idea. Sin tan solo hubiera estado alguien para infundirme el valor lo hubiera hecho pero tenia mucho miedo. Retrocedí unos cuantos pasos hasta sentirme segura y me di por vencida. seguí viendo la ciudad de Londres en pleno apogeo nocturno y suspire de pura impotencia, quería salir pero mi temor me lo impedía. Me quite los tacones, ya de nada servia tenerlos puestos y me dispuse a salir cuando escuche un movimiento que provenía de las gradas y cada vez se hacia mas notorio. Me escondí entre las sombras y espere a que alguien llegara. Leo entro pero no estaba solo, el muy descarado traía a Jessie y estaba tan hambriento de ella que ni siquiera habían terminado de subir y ya se besaban con locura, como si la vida se les fuera en ello. Sentí una punzada de dolor en mi pecho y con todas mis fuerzas trate de no gritar para no ser descubierta.

- Este es tu lugar secreto?- pregunto entre jadeos Jessie mientras se dejaba quitar la chaqueta con mucha facilidad por Leo.
- Aja- hablo Leo y comenzó besar su cuello como si estuviera hambriento.

Trate de cerrar los ojos y quedarme callada pero simplemente no podía y no me quedaría a contemplar lo que pasaría después. Tome aliento y trate de visualizar otro lugar por donde huir. La única salida era la puerta pero estaba segura que me verían al salir así que comencé a caminar lentamente entre las sombras. Llegue hasta el borde de la derecha, observe la parte de abajo y por suerte había un techo continuo, era la parte baja de la torre, podía llegar allí sin mayor problema por que después de todo no era tan alto no? Tome aliento, talvez mas de la cuenta…

- Escuchaste eso?- pregunto la voz de Leo
- No hay nada amor- hablo Jessie y al parecer lo siguió besando por que el se calló.

La rabia e impotencia recorrió mi cuerpo por completo. Di un paso mas adelante, si moría o me hacia daño ya no importaba, todo era mejor que esto. Me deje caer dando el siguiente paso. Sentí un revuelto en el estomago pero después de un segundo ya estaba abajo. Sonreí, lo había logrado y lo mejor de todo no había dolido en absoluto, solo había sido como saltar de una grada a otra o bajar de la cama, no, talvez eso no, pero no se había sentido mal. Corrí por el techo de tejas sin mirar atrás por el temor que tenia de que Leo se hubiera dado cuenta. Llegue hasta el borde de ese techo y otra vez salte sin pensarlo mucho, después de unos cuantos saltos mas, estaba en plena avenida ya. Me puse los tacones con rapidez y tome un taxi.

- A The Cardinals por favor- hable al recordar que Libby siempre mencionaba ese bar cuando regresaba de Londres.

El bar, después de todo no había estado muy lejos, pero si un tanto escondido ya que quedaba en una calle muy pequeña y empedrada que parecía antigua. La gente iba y venia de los otros bares pero yo solo quería ir a The Cardinals después de todo, supuestamente era bueno. Ya que pedían identificación y yo no tenia, me tuve que colar con rapidez entre la gente y gracias al cielo que no me lograron ver. Adentro la música electrónica sonaba a todo volumen. Las luces psicodélicas giraban por todos lados, dando la sensación de que ya no estaba en Londres sino en Bristol. Suspire con tristeza, aun que lo deseara ya no estaba allá. Me acerqué al bar y pedí un Jagerbomb solo tenia ganas de tomar y olvidar así que después de tomar eso, pedí un shot de tequila y así me fui tomando uno tras otro, tras otro sin medir reparo en que ya comenzaba a marearme. Me pare y sentí de sopetón como todo el trago llegaba a mi cerebro, mordí mi labio inferior para ver en que estado etílico estaba y me di cuenta que no lo sentía así que sinceramente estaba perdida. Camine algo tambaleante hacia la pista de baile, por que quería saltar, bailar y olvidarme de todo y de todos.

- He ten cuidado- hablo de imprevisto un chico al quien le empuje sin querer aun que para mi se interpuso en mi camino.
- Lo lamento- dije de mala gana. El chico volteo a verme y me sonrío ligeramente lo que hizo que mi cuerpo se erizara.
- Te conozco?- le pregunte a aquel muchacho, no se le veía muy bien el rostro por las luces de colores pero estaba seguro que lo había visto en algún lugar. Llevaba un polo manga cero, un rosario de madera como collar y unos jeans gastados. Su cabello estaba alborotado como si recién si hubiera despertado y tenia unas prominentes ojeras que demostraba todo lo contrario.
- Lo dudo.- hablo el y se alejo pero yo no pude evitar agarrar su mano. Estaba a temperatura casi normal, algo mas frío creo yo pero era normal si estaba vestido así en pleno invierno.- que me tocas?- pregunto algo divertido. Pero sin decir ni una sola palabra me llevo a otra zona mas oscura.
- Hey suéltame- hable algo asustada y sentí como mis sentidos despertaban del adormecimiento del alcohol.
- Tranquila chica, se supone que me has tomado así la mano por que quieres esto no?- pregunto y me mostró una bolsita en los dedos.
- Así que de allí te conozco, vendías droga en Bristol- hable con una ligera sonrisa. No recordaba muchas caras de los que un día me habían vendido pasta pero estaba seguro que el era uno de ellos.
- Shuu que te van a oír- hablo el muchacho y observo a los costados. – la tomas o la dejas?
- Cuanto?
- Cincuenta
- estas loco?! Que son pep pills super poderosas?- pregunte con sarcasmo. El sonrío divertido.
- Es algo nuevo, realmente es genial- hablo el y abrió la bolsa, dentro había dos perfectas bolitas de color violeta azulado que según yo brillaban a pesar de la oscuridad. La pensé por un segundo.
- Las dos por 50- hable observando su expresión con detenimiento
- Estas loca? Esto vale mas puedo ir…
- Tómalo o déjalo- hable mientras le ponía los 50 euros en el pecho. El muchacho sonrío otra vez.
- Me gusta tu actitud- dijo mientras me quitaba el dinero y me lanzaba la bolsita. La tome rápidamente en el aire mientras aquel muchacho se mezclaba otra vez entre la gente.
Pensé por un instante, tenia ganas de una buena dosis pero sabia muy bien que si lo hacia, con el alcohol en mi sangre seria peligroso luego, así que me contuve y me guarde la pequeña bolsita en el bolsillo de mis pantalones.

Me dirigí ahora si a la pista de baile y comencé a saltar entre la gente, que estaba mucho mas ebria y drogada que yo. Serré los ojos y comencé a sentirme libre otra vez. Como los viejos tiempos, yo, mi soledad y la perfecta música electrónica. Pero lo bueno dura poco, a medio minuto de bailar alguien me tomo de la cintura. Abrí los ojos y observe a un muchacho, alto, fornido y calvo frente a mi.

- Bailamos? - pregunto el muchacho o mejor dicho hombre adulto por que pasaría de los 30 años.
- No bailo con mayores- hable con sorna y me aleje de el con sutileza hasta la zona alejada del centro, cerca a la parte donde había comprado las anfetaminas.
- Dije que bailamos y no acepto un no por respuesta- hablo aquel chico y me empujo contra una de las columnas
- Y yo dije que no!- hable molesta y trate de empujarlo pero el hombre me tomo de los brazos con violencia e intento besarme.

Gire bruscamente el rostro para un lado y vi como por unos segundos todo transcurría en cámara lenta. Hice contacto visual con el muchacho que poco antes me había vendido las píldoras, al parecer quería venir a ayudarme pero una muchacha de cabellos negros se lo impedía. Entonces me di cuenta que yo si que podía defenderme. Hice que una de mis manos hirviera en calor y cuando estuve a punto de darle un golpe me soltó de improviso.

- Creo que la chica dijo que la dejaras en paz- hablo Leo con voz retadora y le dio un cabezazo tan fuerte que el hombre se tambaleo y dio unos pasos para atrás mientras trataba de mantener el equilibrio.
- Leo…- dije con asombro pero en vez de ver como se peleaba, gire rápidamente la mirada para ver al chico de las drogas pero ya no estaba. Al poner nuevamente atención en Leo me di cuenta que estaba enzarzado en una pelea con aquel tipo y que otro (supongo amigo del calvo) ya se acercaba a golpear a Leo con una silla por la espalda.
- Leo!- grite alarmada pero no había tiempo para que el reaccionara.

Sin pensarlo dos veces prendí nuevamente mi puño en fuego y le di un golpe en la cara tan fuerte que sentí como mis nudillos se agrietaban. El hombre calló para atrás. Leo se paro y observo lo sucedido. Furioso me tomo de la mano que ya no tenia fuego y se escabullo entre la gente. Me jalo por la callecilla sin decir ni una sola palabra, solo caminaba sin soltarme la mano. Cuando estuvimos lo suficientemente lejos me soltó y bufo furioso pero no dijo nada. Mire mi reloj después de un largo rato de caminata, el bar había estado mucho mas lejos de lo que esperaba y ya eran las 3 de la mañana, las callecillas estaban mas vacías que nunca a pesar de ser sábado, solo podía escuchar el eco sordo de mis tacones al chocar contra el pavimento. Me comencé a preguntar una y otra vez, que hacia aquí, por que lo seguía si podía irme a otro lado pero al ver su rostro con un moretón en el pómulo la respuesta callo de inmediato, era Leo y quien mas podía ser? Como siempre yo tenia que estar allí siguiéndolo, a pesar de cómo me trato esta mañana y de haber visto como se comía a besos a Jessie. Me odiaba a mi misma por eso, por que estaba allí a pesar de todo. Odiaba que el me tratara como algo insignificante. Ningún hombre, jamás me había tratado así y a pesar de eso dejaba que el lo hiciera a su antojo, porque? Talvez por que el me hacia sentir cosas que nadie me había hecho sentir nunca.
Comenzamos a caminar mas deprisa ya que, la lluvia amenazaba con iniciar y aun faltaba un largo trayecto a casa. Giramos por una de las callecillas que nos llevarían al gran reloj de Westminster, hogar dulce hogar o mejor dicho prisión asquerosa prisión.

- No me vas a dar alguna explicación?- le pregunte, harta del silencio.
- Debería?- pregunto el con frialdad y a pesar de mostrar toda la indiferencia del mundo, al fondo de mi ser sabia que le importaba por lo menos un poquito. Sino, no podía explicarme porque me había sacado de ese bar de mala muerte y se había ganado una pelea por nada. Vale estaba a punto de ser besada por un horrible calvo pero que rayos tenia que hacer Leo allí?
- Deberías- repetí y trate de captar su mirada, pero el solo miraba al frente y seguía caminando.
Me quede parada y cruce los brazos. El camino unos cuantos metros y luego volteo a verme. Era tan perfecto, me mordí el labio sin poder evitarlo al ver que venia hacia mi. Se quedo a unos pocos centímetros observándome con detenimiento, trate de contenerle la mirada pero esos ojos azul noche aun hacían que me intimidara un poco.
- Estabas en peligro, mi deber era salvarte- dijo el mientras me agarraba del los brazos. Me perdí en sus palabras y con alegría recibí la lluvia que comenzaba a caer en grandes gotas y nos mojaba por completo.

Después de unos segundos, el me tomo del brazo y a velocidad me metió en una de esas cabinas telefónicas de color rojo que tanto me gustaban. La cabina era pequeña y gracias a eso Leo estaba muy cerca a mi, a través de la tela de mi ropa y de la suya, sentía su piel de un calor infernal, que hacia que mi piel se erizara pero no me importaba, el simple contacto con él era para mi un deleite, hace mucho que no había estado así y ya lo esperaba con ansias. Mi corazón comenzó a palpitar aceleradamente. El me miro con una sonrisa picara y poco a poco puso su mano en mi mejilla, mi corazón comenzó a palpitar aun mas rápido, sentía que estaba a punto de salirse por la excitación que me producía tenerlo tan cerca de mi.

- Eres una niña tonta- dijo al fin, no era como un insulto igual que las otras veces, mas bien era algo tierno, con una dulzura que muy pocas veces le había visto demostrar. Al sentir mi corazón Leo volvió a sonreír y se acercó un poco mas pero no me beso, solo se quedo allí observándome, deleitándose con mi tortura.
- ¿Crees que esto mejorara algún día?- pregunte tratando de romper el hielo ya que, la situación comenzaba a incomodarme un poco. El me miro algo extrañado- ¿alguna vez conseguiré que mi corazón deje de saltar fuera de mi pecho cuando me tocas?- termine de preguntar y sonreí al final a lo que el hizo lo mismo, ¿quería jugar? Yo también jugaría, pensé mientras me acercaba un poco mas, nuestros cuerpos mojados se tocaban por completo, su rostro estaba tan cerca al mío que sentía su aliento tan adictivo y su aroma a menta y sangre que me derretía por completo.
- Espero que no, me fascina sentirlo. Cada vez que lo ago, hace que quiera mas de ti…sabes?- dijo el y termino de acortar el espacio que nos separaba con un beso.

El beso me dejo por un instante petrificada. Hace tanto tiempo que esperaba esto que ya me había olvidado de lo adictivos que eran sus besos. Lo deseaba tanto como el a mi y no había nada que nos pudiera detener en este momento. Entrelace mis brazos en su cuello. Me tomo de la cintura y con ligereza me subió al pequeño estante que tenia la guía telefónica, sentí la presión del teléfono publico en mi espalda pero no me importo. Sin dejar de besarme apoyo todo su cuerpo en mi y eso me dejo casi sin aliento. Sentí como su cuerpo tan caliente secaba mi ropa y llegaba a mi piel, dolía pero ahora eso no importaba, solo nosotros dos hasta que recordé la perfecta sonrisa de David aquella mañana, nuestras manos entrelazadas y el “si, quiero estar contigo” que le dije mientras le daba nuestro primer beso. Me separe de Leo entre jadeos y con algo de brusquedad.

- Esto esta bien?- pregunte sin aun poder respirar con normalidad
- A que te refieres?
- A besarte estando con tu hermano?- pregunte con frialdad y Leo se quedo un instante quieto, sin saber que decir o como actuar pero no me soltó, mas bien se acerco mas a mi.
- Solo por un instante, puedes dejar de hablar de David?- pregunto mientras me ponía algunos mechones de cabello detrás de mi oreja- Este es nuestro momento, ya habrá tiempo para David luego…. Hay Alicia para los dos.- dijo con esa sonrisa socarrona y arrogante de nuevo. Le jale del cabello y su cabeza se fue ligeramente para atrás. Me acerqué a su rostro y le hable al oído.
- No vuelvas a decir eso Leo- dije con frialdad y seriedad, como jamás me había comportado con el.- no es gracioso.
- Ok- dijo el con algo de pesar y extrañeza por mi cambio de actitud tan repentino. Solté con brusquedad su cabello- lo…lo lamento, bien?- hablo y yo sonreí con complicidad. Quería seguir jugando. Leo me había dejado con las ganas y un simple comentario no malograría la noche.
- Bien- dije y volví a apresarlo con mis brazos. Nuestros labios se fundieron nuevamente en un beso mas apasionado que el anterior, sin remordimientos ni temores.

Ahora solo existíamos los dos. Como el dijo, ya abría tiempo para pensar en David y Jessie luego, ahora solo teníamos que disfrutar el momento. Después de besarlo por unos minutos interminables me aleje ligeramente de el y mire su pómulo que ya estaba menos hinchado pero seguía rojo y con algo de sangre.

- Pero mira lo que te hizo ese bruto- dije mientras pasaba mis dedos ligeramente por su rostro.
- y mira lo que hiciste tu por mi- hablo el, tomo mi mano que de hecho tenia un poco de sangre y la beso.- todo este tiempo.- hablo mientras me miraba a los ojos- espere este día con ansias, que seas libre para estar de nuevo a mi junto a ti.
- Enserio? Pero si ya no confiabas en mi - dije y gire mi rostro para que viera la pequeña cicatriz que me había dejado.
- Lo lamento tanto…estaba molesto. – hablo y acaricio mi mejilla
- Con migo?
- No, con Magnus, por no cambiarte de tutor aun que yo se lo pedí.
- Pero…
- Es que no podía verte, no quería verte todos los días sin demostrarte lo que sentía. Pero ahora es otra cosa, estas libre…
- Relativamente. No me dejaron salir y por eso tuve que escapar por el tejado.
- Si lo sabia, tu….- quiso seguir hablando pero le tape la boca con un dedo.
- Shuuu no hables de eso, ni de nada de la urbe por hoy si?- le pregunte y recordé las pastillas. – Leo? Quieres olvidarte de todo por un momento?- pregunte nuevamente y entrelacé mis manos a su cuello.
- Si pero como?…
- Tengo esto- hable y con una mano saque la bolsita de pastillas. - Hazlo por mi- dije mostrando el par de pastillas que ya tenia en los dedos
- Estas loca, tu no puedes probar eso, ya estas limpia, además…
- Vamos, solo será una vez y no seré solo yo- dije y me acerqué mas a el, rose sus labios con los míos y luego acerqué mi boca a su oído- acompáñame….- lo mire nuevamente mientras me mordía el labio inferior para provocarlo. Leo suspiro ligeramente y se acercó mas a mi.
- Dame entonces- dijo y abrió la boca. Una sonrisa cómplice apareció en mi rostro mientras le ponía delicadamente la pastilla en la boca. Al instante, me metí la mía y antes de que pudiera decir algo o arrepentirse le bese y juntos tragamos lo que nos llevaría a las nubes.

No tardamos mucho tiempo en perdernos. Entre beso y beso ya me sentía muy mareada y con ganas locas de reír. Veía que cada gota de lluvia tenia un color diferente, era sorprendente. Leo al parecer se sentía igual, me sonreía como jamás lo había hecho.

- Es tu primera vez?- le pregunte mientras le tomaba de la mano y salíamos a mojarnos en la lluvia de colores
- Con esta cosa si- dijo mientras dejaba que la lluvia chocara con su rostro
- Y antes que probaste?
- Y eso importa ahora?- me pregunto con una sonrisa y me beso en los labios. Negué con la cabeza y comencé a correr por las calles.
- Ya no importa nada!!!- grite y me deje llevar.

No se cuanto corrimos, solo sabia que todo se veía mas colorido, la gente, la lluvia. Todo tenia sombras de colores. Nos echamos en el pasto de un parque, no se si cercano o no por que ya habíamos perdido la noción del espacio y el tiempo.

- Todo es tan raro y bello- hablo Leo mientras con un rápido movimiento se echaba encima mío y me daba un beso. Sentí su calor corporal y me dio un estremecimiento.
- Estas frío- dije con nerviosismo y todo paso muy rápido.
- Que tal?- pregunto una voz distinta a la de Leo. Observe detrás de el y vi al muchacho de las drogas.
- Que?!- pregunto Leo pero al voltear aquel chico le dio un certero golpe en la cabeza y Leo calló inconciente a un costado mío.
- Leo!- grite llena de miedo y moviéndolo para que reaccionara.
- Tranquila, pronto estarás cerca a el- dijo una voz femenina y sentí un fuerte golpe en la cabeza que me llevo a la inconsciencia.

Al despertar estaba en un lugar oscuro, húmedo y frío. Me sentía mas fría que nunca, jamás había tenido esta temperatura corporal. Trate de prender una flama en las manos pero no pasaba nada. Una y otra vez intente pero solo salían chispas. Donde estaba? Me agarre la cabeza y sentí un punzante dolor en mi nuca y recordé todo.

- Leo?- pregunte en un susurro y trate de caminar pero me sentía debilitada y adolorida así que solo me limite a gatear.
- Aquí estoy- hablo el en un susurro ronco, parecía exhausto y débil.
- Donde?- pregunte y trate de tomar su mano. Por suerte estaba cerca a mi.- estas tibio….por que?- pregunte asustada mientras me acercaba mas a el y lo abrasaba, parecía mucho mas debilitado que yo.
- No lo se, pero me duele la cabeza.
- Despertaron he!- pregunto una muchacha mientras abría una puerta y la luz se colaba por ella haciendo que me costara ver.
- Quien eres? Que quieres!- grite mientras trataba de verla y me ponía en posición protectora frente a Leo pero realmente ni siquiera podía pararme.
- Azazel no asustes a nuestros invitados- hablo otra voz y se acercó. Prendió una flama en su mano color azul. Y por fin reconocí a aquel muchacho, el mismo de mis sueños, el mismo que me había vendido la droga.
- Tu…
- Sebastian- hablo Leo y el muchacho sonrío con malicia, la misma sonrisa que me dio temor en mi sueño.
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No se por que últimamente mis capítulos suelen ser muy largos u.u este prácticamente son 10 hojas, bueno será motivo de que lean bastante =) y que talvez me tarde en publicar (talvez). Allí están las fotos de los dos nuevos personajes espero que les gusten si tienen otra recomendación o sugerencia para el personaje de Sebastian me dicen.

domingo, 12 de junio de 2011

Capitulo 10 - Fire girl

Y desde aquel día todo cambio para siempre. Ya no volví a soñar nuevamente con aquel muchacho y aun que trataba de comunicarme con el era muy difícil si una no sabia cual era su nombre o como era. Tampoco tuve más visiones o por lo menos no sabia como diferenciarlas de un sueño normal ya que no volvieron a ser tan intensas como antes. Los entrenamientos eran arduos y excesivos. Tenia que aprender en meses lo que los hijos de Fleaur y Anastie habían dominado en años y eso no era todo, además de entrenar tenia que dominar el arte de la lucha junto a Leo lo cual no fue tarea fácil. En primer lugar, siempre tenia que estar David o Jessie, al parecer Magnus se divertía con la idea de que Leo y yo nos atraíamos pero por alguna extraña razón no estábamos juntos, por que, cabe recalcar que Magnus jamás se enteró de la verdadera razón de nuestro alejamiento. En segundo lugar estaba la estúpida de Jessie que cada vez era más cariñosa con el y yo simplemente no podía hacer nada al respecto. De por si ninguna de las dos nos llevábamos bien, yo tenia ese repele a las chicas como ella, muy alegres, chillonas y sobre todo melosas y ella tenia un repele a las chicas como yo, siempre desganadas y malhumoradas por lo menos en frente de ellos dos. Y en ultimo lugar esta el hecho de que Leo y yo nos habíamos tomado nuestra actuación muy en serio, talvez demasiado. Leo evitaba mirarme a los ojos, era sarcástico, cortante y muy maleducado con migo, cada vez que podía besaba a Jessie y le demostraba todo su amor, lo cual dolía tanto como un puñal directo en el corazón solo que esto no me mataba de una sola sino que prolongaba mi agonía.

Han pasado un meses y por ordenes de Charlie no hay ni un solo instante que pueda estar sola en presencia de Leo. Ósea, fuera del entrenamiento donde esta David o Jessie, tengo que caminar con Jena o con Charlie pero jamás sola. Después de todo ellos saben que mi control no es muy bueno y seria muy probable que si me encuentro a Leo solo, le hablaría mas de la cuenta y todo nuestro plan se iría al cacho….

Han pasado dos meses y he conseguido mi libertad parcial, digo que es parcial por que hoy me he cambiado de cuarto y si, aun no puedo salir a la superficie pero es un gran paso considerando que ya no podía soportar estar con Scarlett y que Magnus ya tiene la suficiente confianza en mi como para dejarme elegir a mi nueva compañera que claro esta es Jena. Al principio en verdad creí que era dulce y buena muchacha pero ahora me doy cuenta que es todo lo contrario, bueno, se puede decir que es buena con migo solo si esta de buen humor y hasta es dulce de vez en cuando pero si que es muy ruda la mayoría del tiempo y tiene mucha fuerza además de ser una mala influencia que de alguna manera me hacer recordar la antigua yo. Talvez, es la primera persona en la que confío plenamente, por ser tan parecida a mi, jamás nos hemos mentido, nunca, por que con ella no tengo vergüenza de demostrarme como soy y ella no tiene miedo de demostrarme su lado sensible como cuando me contó que lo que mas le dolía es que al nacer su madre murió por ella o que le teme tremendamente a convertirse en una chica como Scarlett y Jessie.
En fin, se puede decir que es la primera persona a la que considero una hermana del alma.

- Es la prueba final querida- hablo entre bromas.
- No bromees con esto Jena, sino funciona puedo dejarte una fea cicatriz.- hable y me senté en la cama junto a ella.
- Yo también podría dejarte una cicatriz…- dijo con una sonrisa algo torcida
- Y por eso no me estoy riendo!- grite con un tonito fingido de molestia.
- Lista? Querida miedosa?- pregunto con una sonrisa amplia.
- Lista y no soy miedosa- hable con cara de pocos amigos.
Prendimos las dos nuestras flamas, ella con su encendedor azul y yo con solo mis dedos. Suspiramos y cerramos los ojos con fuerza mientras nuestras manos se acercaban poco a poco. Toque su palma extendida y el fuego no me quemo, así que abrí rápidamente los ojos.
- Te quema mi flama?- le pregunte después de un segundo en el que veía como nuestras manos y flamas estaban perfectamente sincronizadas.
- Tu crees que si me quemara estaría así?- pregunto ella y ajusto mas mi mano. Las dos nos miramos y comenzamos a reír al unísono.
- Ahora si se puede decir que somos hermanas del alma- hable con una sonrisa
- Eso me encanta- dijo ella y me abraso con cariño.

Ya pasaron tres meses. La urbe últimamente a tenido mucho movimiento, los soldados vienen y van de un lado para otro. La guerra se ha hecho mas evidente ahora pero lamentablemente aun no tienen la suficiente confianza para compartir con migo lo que sucede. De vez en cuando Charlie me cuenta cosas, como que han encontrado a mas niños muertos tanto hijos de Fleaur como Anastie el problema es que nadie sabe quienes son los asesinos, los únicos que talvez los vieron ya están muertos por que cabe recalcar que nuestros asesinos no dejan huella alguna y ya vete tu a saber con que nos matan para no dejar ni rastro.
David a estado cada vez mas cercano a mi, me ha llegado a contar cosas muy intimas, como la relación poco amical que lleva con su padre que por cierto hasta ahora no conozco por que trabajo actualmente en la sede de Moscú y cuanto extraña a la madre de Leo, ya que la quería tanto como a su madre aun que eso sea un secreto . Es extraño pero me gusta su compañía, no quiero que esto se confunda como un romance por que no estoy preparara para eso, no siento nada aun…pero me gusta tener a David como amigo aun que no pueda confiar tanto en él como en verdad quisiera hacerlo.
A pesar de todos mis intentos de mantener una amistad fuera de relaciones hoy ha sido diferente…

Me sonrío amablemente y me hizo sentar a su costado, en la pequeña sala de estar que a estas horas de la noche ya estaba completamente vacía.

- Por que me has hecho salir de mi cuarto? sabes que Jena se molestara.
- Eso no importa- dice con una sonrisa radiante y toma mi mano entre las suyas como siempre lo hace, con mucha naturalidad y talvez ese a sido mi error desde el principio. Siento un repentino presentimiento y me pongo algo nerviosa. – pasa algo?- me pregunta al ver que me estoy moviendo algo incomoda.
- No, es solo que…
- Ya se, ya se. Querías saber para que te he traído no?- asiento débilmente con la cabeza pero algo me dice que ya lo se y que no quiero que me lo diga. Me quita los mechones de cabello que tengo en la cara por que realmente mi cabello esta revuelto y me sonríe, esta vez con una dulzura que me hace sonreirá de igual manera. Su sonrisa es radiante, el es una de las únicas personas que me hace sonreír con tanta normalidad, sin hacer esfuerzo alguno y sin embargo alguien me impide dar el paso siguiente. Y ese alguien es Leo.
- David talvez me confunda pero se lo que me quieres decir- hablo con voz tensa y apagada.
- Y que es?- pregunta algo nervioso
- Dar el siguiente paso no?- le pregunto con el mismo nerviosismo. Esto es incomodo, demasiado diría yo.
- Pero…hay un pero verdad? Por que no te noto animada…
- Es que ahora no hay tiempo para eso David aun que lo quisiera con todo mi ser, se que ahora mi prioridad esta en otro lado.- David asintió con la cabeza y me solto el rostro. Baja la mirada, mas que molesto parece desilusionado. No puedo soportar verlo así y aun que se que esta mal, le levanto el mentón y lo miro directamente a los ojos.
- Espérame- digo bajito y apenas lo digo se que he cometido un gran error. David me toma con las dos manos el rostro y se acerca mucho mas a mi. Temo que me va dar un beso pero algo mejor pasa. Me sonríe nuevamente y besa mi frente con cariño.
- Te esperare cuanto quieras- habla y no puedo evitar abrasarle con toda la fuerza que tengo.
- Gracias- digo tristemente por que todo a sido una mentira egoísta, lo he hecho para no quedarme sin él y para no herirle por que no podría soportar perder a otro hermano Herión.

Ya pasaron 4 meses, todo ha estado relativamente bien hasta hoy. La relación con David prácticamente se ha estancado desde aquel día pero por suerte no se ha malogrado, aun sigue allí para mi. No me siento cómoda al pensar que podríamos ser algo mas que amigos, simplemente no me cabe en la cabeza y es que aun siento esto tan fuerte por Leo que hace que mi corazón se acelere tanto cuando me ve de esa forma tan única. Y además esta la esperanza de que mi premonición se cumple y por fin pueda estar nuevamente con el, lo espero con ansias y a menudo sueño con eso. Y si, se que David es un caballero y siempre ha estado allí para mi, hasta muchas veces se ha portado realmente dulce y si que me he planteado una y otra vez dar el siguiente paso pero simplemente siempre caigo en la cuenta de que aun prefiero a Leo y que lo que sentía por el se a incrementado más de lo que quisiera. Y bueno, hablando de él, siempre creí que había algo escondido, ya saben, que aun había ese sentimiento de aquel día de despida, cuando me demostró que confiaba en mi pero… Hoy tristemente me di cuenta que todo eso había quedado atrás y que la estúpida esperanza ya se había esfumado para siempre.

Me miro con suma intensidad como siempre lo hacia y se abalanzó a mi. Lo esquive como pude y trate de prender la flama entre mis manos pero era inevitable, esta era mi debilidad, cada vez que Leo me miraba así, mi corazón se aceleraba como si fuese a explotar y toda mi concentración se iba al tacho.
- Que te concentres!- grito malhumorado mientras con un rápido movimiento prendía su flama entre sus dedos y se acercaba a toda prisa para darme un golpe.
Aun que de alguna manera eso se veía peligroso, yo sabia que no era así, su fuego no me quemaba, por lo menos hace unos meses no lo había hecho y a fin de cuentas esto solo era practica. Trate de concentrarme serrando los ojos con fuerza pero este era un entrenamiento y eso jamás se hacia. Leo lo sabia y con lo que hizo me quiso dar una lección solo que talvez se le fue de las manos. Sentí como algo caliente rozo mi rostro como un filudo cuchado, ardió como nunca y sentí como al instante mi pómulo comenzó a sangrar. Abrí los ojos de golpe y toque instintivamente mi rostro. Vi mis dedos con sangre sin entender bien lo que había pasado hasta que todo cobro sentido. Leo me acababa de lanzar un lengüetazo de fuego y este si me había quemado….ya no confiaba en mi. Vi sus ojos que demostraban frialdad absoluta y eso de alguna manera me hizo caer de mi estúpido sueño, el ya no me quería, se había terminado enamorando de Jessie, se había creído su actuación.

- La has herido!- grito David y se acercó a mi, pero yo lo pare haciendo un gesto con la mano.
- No te acerques David, esto aun no a terminado- dije con frialdad, me seque con la manga la sangre que aun quedaba. Prendí una llamarada de fuego en mis dos manos y me prepare para la acción.
Como nunca comencé a hacer los movimientos que Leo me había enseñado y que jamás me había gustado hacerlos por que simplemente no los necesitaba para que mi fuego se hiciera mas potente. Con cada movimiento le lanzaba bolas de fuego y el trataba de esquivarlas pero no lo lograba y estas chamuscaban su ropa.
- Para Alicia, lo vas a lastimar!- Chillo Jessie pero yo no pare y seguí haciéndolo. Toda la rabia que tenia por aquella traición se reflejaba en eso.
- No, que no pare, a ver si me vence- hablo por fin Leo
- Y créeme que lo haré!- hable y salte hacia el. Un lengüetazo de fuego salio de mi mano derecha he hizo que Leo tropezara y cayera al suelo de bruces, el lengüetazo que ahora parecía un látigo fino me sirvió para detener a Leo en el suelo, le puse el látigo justo antes de que chocara su cuello y lo quemara por completo.- No vuelvas a dañarme Leo- dije con suma seriedad mientras lo miraba directamente a los ojos. El sonrío con frialdad.
- Por lo visto me acabas de vencer- dijo evitando lo que le había dicho. Hizo un movimiento felino y se paro pese a que el fuego de mi látigo le dañara un poco el cuello.

Desde aquel día perdí todas las esperanzas con Leo, ya no me quería, ya no le importaba y yo le guardaba un profundo rencor por la herida que me había hecho en el rostro, y talvez por que se había logrado olvidar de mi tan rápido y a mi me costaba tanto hacerlo.

Ya han pasado cinco largos meses y según Magnus ya estoy preparada para graduarme y hacer la prueba de la confianza pero yo aun no logro dominar la técnica que me permitirá mentirle y pasar esa prueba así que prácticamente no estoy lista. Estos últimos días me he sentido tan sola, no solo por que Jena y David están haciendo guardia en las noches y prácticamente duermen todo el día sino por que entender que a Leo ya no le importo, me ha dejado un hueco en el corazón lleno de soledad, y si se que es cursi pero nunca había sentido esto por alguien, jamás había creído poder sentir algo tan intenso y ahora que no es correspondido, duele, duele tanto.
Trato de llenar ese hueco escribiendo cartas a mi padre, lo cual muestra mi estado tan deprimente pero ni modo. No se las escribo a Fox por que se que ella si podría leerlas y aun que no conozco a ninguno de los dos, por alguna razón tengo mas simpatía por Oliver que por Fox a pesar de que el ya no esta y que nunca lo conocere.

Seis meses y de alguna manera me ciento feliz, ya controlo todas las técnicas, tanto de fuego azul como rojo, me he vuelto una experta en lucha y….

- Puedes dejar de escribir y ayudarme con esto!- grito Jena que trataba una y otra vez ( inútilmente por cierto) de subirse el cierra del vestido negro.
- Ok, ok- hable mientras cerraba el cuadernillo y lo escondía debajo de mi almohada
- No entiendo que sentido tiene ponerse ropa tan formal para una ceremonia como esta.- hablo malhumorada.
- Hey, es mi gradación y tu asenso como oficial superior, no te pone feliz eso?- le pregunte con una ligera sonrisa. Hace ya mucho que Jena no trabajaba como profesora del colegio, ahora era una soldado como yo y estaba a punto de acender. La guerra se había hecho mucho mas notoria ahora, cada día morían mas Anastie e hijos de Fleaur y lo peor de todo es que aun no encontrar a los verdaderos responsables.
- Me alegro por ti Ali- hablo ella mientras me sonreía por el espejo- al fin podrás salir de aquí, pero subir de rango realmente a mi no me gusta nada, me da mala espina…
- Por que?
- Por que, que voy a hacer yo con un grupo de soldados inexpertos? Lo único que lograre es que nos maten.
- Talvez eso es lo que quiere Magnus- se me escapo decir pero ella no se sorprendió.
- Puede ser…- dijo pensativa
- Hey, ni Charlie, ni yo lo permitiremos- dije con una gran sonrisa.
- Eso espero miedosa, por que si no me cubres la espalda cuando yo te necesite te juro que te matare yo misma- dijo con un tono burlón.
- Ja ja que graciosa.- dije con un tono juguetón- ya estas lista.- hable observándola en el espejo. No había cambiado mucho, su cabello seguía igual de rubio aun que un poco mas largo y sin esas molestosas trenzas que jamás se quitaba, su rostro estaba idéntico igual que su carácter solo había cambiado su atuendo ya que en vez de llevar esos jeans y polo desabrido como la primera vez que la conocí, ahora llevaba un hermoso vestido negro, muy ceñido a su cuerpo.- te vez estupenda.
- Me veo como un payaso, sin ofender- dijo con una sonrisa mientras veía mi vestido verde oscuro. La mire con cara de pocos amigos pero no dije nada, sabia que bromeaba y además a mi tampoco me gustaba el vestido que me había regalado Magnus.
Salimos de la habitación y como todos los días desde que había llegado a la urbe, David me esperaba, solo que esta vez vestía formalmente y se veía mas sexy de lo normal.
- Mmm te vez bien David, deberías de vestirte mas seguido así- se burlo Jena y nos dio un poco de espacio.
- No le hagas caso en serio te vez bien- hable y le arregle la corbata. David me sonrío y ligeramente me acaricio el rostro.
- Nerviosa?- pregunto en un susurro
- Un poco, como todos en su graduación
- Lo harás bien.- hablo y yo asentí con la cabeza. Claro que lo tenia que hacer bien, si fallaba no solo perdería mi libertad sino también moriría. La técnica que utilizaría era muy complicado pero claro esta David no estaba enterado de nada y era mejor así.
- Vamos?- le pregunte después de un rato y entrelacé su mano a la mía. No éramos pareja o no, pero me había acostumbrado a hacerlo y estoy segura que si no lo hacía me sentiría mas desprotegida de lo que me sentía ya. Lo mío con David era algo complicado, había pasado de una amistad a ser algo mucho mas fuerte sin un previo enamoramiento. Por que aun que lo quería no lo amaba y eso me impedía verlo con otros ojos a pesar de que si me alejaba de el sabia muy bien que sufriría mas que cuando perdí a Leo.

Trate de sacar esos pensamientos de mi cabeza y caminamos por los pasillos hasta la sala central de la urbe. La gente iba y venia, todos vestidos formalmente igual que yo. Entramos en la estancia y David soltó mi mano.
- Suerte- dijo y me dio un beso en la mejilla muy cerca a mis labios, lo que hizo que me estremeciera..
- Gracias- dije con una ligera sonrisa y me dirigí a mi lugar.
La sala estaba organizada en una media luna partida a la mitad , una de las mitades era para los invitados en general y la otra para los que estaban a punto de graduarse. Justo al centro de todo y delante nuestro había un gran pedestal de plata y detrás de el un trono en el que se sentaría Magnus. Me senté en mi lugar, junto a gente que no conocía pero que posiblemente serian mis compañeros de batalla en algún momento y con el rabillo del ojo izquierdo logre ver a Leo y Charlie, conversando en la primera fila. Me alegro verlos allí por que eso significaba que eran miembros de honor, que se habían reivindicado de alguna manera. Se escucho una música de fondo, todos nos paramos y Magnus entro junto a su Scarlett. La ceremonia había comenzado y ya no había vuelta atrás. El protocolo inicio pero no le preste atención en absoluto, lo único en lo que pensaba era en el momento de mi iniciación que se acercaba cada vez mas. Comenzaron a pasar los que ascenderían de cargo, Jena fue una de las ultimas, recibió una medalla y luego unas palabras de Magnus. Pasaron a los reclutas que ascenderían a soldados, me removí en mi asiento algo ansiosa. Las personas pasaron una a una y como era de predecir yo fui la ultima.
- Alicia.-dijo Scarlett, ni un apellido o apodo solo Alicia. Me levante de mi lugar y camine lentamente hacia ellos. Sentí un zumbido molesto en los oídos, por mi nerviosismo, era ahora o nunca. Inhalé profundamente al llegar frente al pedestal y vi los ojos oscuros de Magnus que se veían tan agotados.
- Lista?- pregunto Magnus.
- Mas que nunca mi señor- hable con una ligera sonrisa.
- Entonces demuestra que confías en mi- hablo el y puso su mano apoyada en el pedestal.
- Deposito mi entera confianza en usted, mi alma y todo mi talento para que sepa guiarme con su gran sabiduría y amor a mi ser.- hable con firmeza y le mire de frente, sin demostrar miedo o rencor solo un respeto profundo y la confianza que jamás sentiría en el.
Mientras mis manos se iban acercando a la suya, mi cuerpo se iba relajando cada vez mas, deje que con cuidado fluyeran las dos flamas dentro de mi ser, la llama caliente y por así decirlo la llama fría, juntas se unieron en mis manos y con un ligero movimiento deje que las dos salieran en forma de una flama naranja, que ardía parsimoniosa con la mano de Magnus dentro. Me miro algo sorprendido, quizás jamás confío en que lo lograría pero allí estaba, le estaba engañando y a cada momento veía en sus ojos que se estaba creyendo toda la mentira.
- Bienvenida a la urbe Alicia- hablo con voz fuerte y una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.
Escuche como toda la estancia aplaudía. Hice un ligero movimiento con la cabeza que demostró que estaba agradecida, sonreí e hice que mi flama se apagara de golpe, voltee a ver a toda esa gente que ahora confiaba en mi y les sonreí nuevamente.
Por un instante sentí que los defraudaba por que les estaba mintiendo, no estaba allí para ayudarlos con su venganza sino para ayudar a mi madre o por lo menos irme con ella. Este jamás había sido mi hogar sino mi prisión exclusiva y por eso no confiaría jamás en ellos, digan lo que digan o hagan lo que hagan, era la misma gente que meses atrás me excluía y trataba con repugnancia. Un claro ejemplo era la madre de David que ahora aplaudía totalmente orgullosa y meses antes me había tratado tan mal.
Magnus dio unas palabras mas antes de que la ceremonia terminaba y al concluir todo, lo primero que hice fue acercarme a Charlie que estaba junto a Jena, Leo y otros personas que no distinguí bien. Al llegar frente a el le sonreí ampliamente y le abrase con todas mis fuerzas.
- Lo lograste pequeña- me dijo al oído
- Y lo todo gracias a ti. – en todo este tiempo me había dado cuenta por que mi madre llego a confiar tanto en este hombre, era prácticamente como un ángel de la guarda para mi, protector y amable a su manera, era el padre que jamás tuve.
- Hey, hey también merezco un abrazo no?- pregunto Jena. Me aleje de Charlie ligeramente y le di el abraso que merecía.
- Es un gusto conocerla con su nuevo cargo, señorita Jena- hable con un tonito burlón y una sonrisa se dibujo en mi rostro.
- Y es un gusto conocer a la libra Alice- hablo ella con la misma sonrisa.
- Felicitación Alicia- hablo la voz fría de Leo. Gire para verlo y le sonreí con algo de nostalgia. Tenia caso seguir molesta con el y guardarle rencor? Talvez no pero aun no podía evitar tratarlo diferente. Simplemente estar cerca a el me ponía incomoda y nerviosa.
- Gracias- hable casi inaudiblemente. Al mismo tiempo que sentía una mano pasarse por mis hombros.
- Al fin, al fin, al fin- hablo con total normalidad David
- Al fin- repetí con alegría y le di un besito en la mejilla, lo que hizo que el me mirara con un extraño brillo en sus ojos llenos de felicidad. Observe sin querer a Leo que estaba justo frente a nosotros y nos miraba con seriedad, pensé que diría alguna broma molesta o seria malcriado pero al contrario solo me miro directamente a los ojos, tomo una de las copas con champaña que nos entregaban los mozos y me sonrío con ligereza.
- Un brindis por la libertad de Alicia y el asenso de Jena- hablo y en ningún momento dejo de mirarme con esa intensidad que poco a poco había perdido el efecto en mi.
Los brindis siguieron por unos interminables minutos mas y aun que me sentía feliz prefería irme lo mas antes posible pero David y los demás me lo impedían.
- Supongo que ahora que estas libre tendremos que salir a divertirnos no?- pregunto Jena con una sonrisa cómplice.
- Eso me parece genial!- hablo David- después de todo hoy es sábado y hace mucho que…
- Lamentablemente el deber les espera jóvenes soldados- habló un hombre. Y no era cual quiera, al girar todos hacia el descubrimos que era Daniel Wong. Hombre de rasgos achinados, talvez de la edad de Charlie o un poco mayor, actualmente era el general de las tropas. Vestía un traje militar elegante con un montón de insignias que reconocían su talento como tal.
- Perdón General?- pregunto Jena.
- Usted y el señor David están en la misma tropa señorita Jena así que será mejor que me acompañen.- hablo y la alerta en nuestros rostros debió de ser evidente por que Daniel prosiguió- el señor Magnus dice que usted Alicia debería de tomarse un descanso por lo menos por hoy, ya se ha esforzado demasiado estos últimos meses- hablo y me sonrío calidamente cosa que no me hizo ninguna gracias, por que se los llevaban tan pronto?
- En una hora, espérame en el comedor, quiero decirte algo importante- susurró David a mi oído y yo asentí ligeramente con la cabeza. Me dio un beso fugaz en la mejilla y camino detrás del general igual que Jena que con un ligero movimiento de hombros y una mueca nos demostraba que ya estaba resignada a seguir las ordenes y la responsabilidad de su nuevo puesto.
- Sabia que esto pasaría- hablo Charlie mientras nos separábamos de los demás para estar más cómodos, solo Leo nos acompaño.
- Tranquilo, van a estar bien- hablo Leo sin perder de vista la conversación privada que tenia un grupo minúsculo con Daniel Wong al fondo de la estancia.
- Eso espero- hable y tome un sorbo de la champaña que me quedaba- a ti no te llamaron?
- No, mi grupo patrullará la próxima semana así que esta la tengo libre- hablo el. Leo era por el momento solo soldado pero estaba segura de que pronto lo ascenderían a un puesto mayor y al fin comenzaría a buscar a su madre. Y bueno cabe recalcar que esta era la conversación mas larga que me había dado fuera del entrenamiento.
- Que suerte- hable sin ánimos aun preocupada por mis amigos.
La conversación siguió, aun que en la mayoría Leo y yo nos limitamos a responder las preguntas que hacia Charlie en vez de hablar entre nosotros. lo dije antes y lo vuelvo a recalcar, nuestra situación era tensa e incomoda.
- Charlie, todo esto…ya sabes, me a dejado exhausta, puedo….
- Ve a tu encuentro con David- hablo el con una sonrisa y me sonroje ligeramente
- Gracias- hable y salí de allí sin ni siquiera despedirme de Leo.
Camine por los pasillos con rapidez hasta llegar al comedor y antes de llegar a la puerta sentí una mano tocar la mía y llevarme a otro lado.
- David- hable algo sorprendida mientras David me redireccionaba hacia otro lugar.
El solo me dedico una sonrisa y siguió corriendo. Pronto descubrí con sorpresa y algo de melancolía que comenzábamos a subir por las gradas de caracol. Subíamos al techo, como la primera vez que Leo me llevo. Al llegar me hice la sorprendida y maravillada con la hermosa vista solo para que David no sospechara nada.
- Es hermoso- hable con una sonrisa recordando aquel lugar, no había subido desde el día de la remembranza allí y era lindo volverlo a ver, observar desde arriba tan hermosa vista de todo Londres
- Si, la madre de Leo lo traía aquí, el me lo enseño cuando, ella murió. Es como nuestro lugar secreto y especial- dijo observando el lugar y ajustando un poco mas nuestras manos.
- Solo ustedes dos lo conocen?- pregunte con algo de curiosidad
- También Lilian.
- No te creo, de seguro que Leo a traído ya a Jessie por aquí.
- No, claro que no, ese fue el pacto. Eso es solo un lugar especial para la familia o para las personas muy, muy especiales- hablo y me miro de frente. Sentía su respiración algo agitada, su corazón acelerado cerca al mío, quise ver a otro lado pero solo podía ver su rostro, ese rostro al que tanto me había acostumbrado.
- Jessie es importante para el- hable bajito tratando de quitar algo de importancia a nuestro acercamiento pero al parecer no lo había logrado.
- Talvez….- hablo el y me quito los cabellos de la cara con mucho cariño- pero no te he traído aquí para hablar de él sino de nosotros…
- Y que quieres saber de nosotros?- pregunte algo nerviosa.
“Por favor no lo digas, por favor no lo digas” pensaba una y otra vez.
- Ali…yo…yo te quiero mucho- hablo el y me acaricio el rostro
- Yo también David…
- Entonces te das cuenta que tenemos algo especial? Algo que esta mas haya de la amistad verdad? – asentí con la cabeza, era cierto y todo un hecho pero...- hace mucho que quiero preguntar esto pero no me atrevía, ya saber por lo que hablamos ese día pero hoy…
- Cambio algo?…
- Ya te graduaste, estas libre y sin presiones así que, me preguntaba si…tu….si tu ya estarías dispuesta a estar con migo.
Lo mire totalmente pasmada, me lo había dicho, me lo había dicho y sin embargo no me salía el “no” por respuesta, talvez…. “Es momento” me dije a mi misma “da el gran paso y sigue con tu vida” ,“Leo lo hizo, por que tu no?”
- Si- dije en un susurro y rodeé su cuello con mis brazos.
No sentía por el lo que una persona siente al estar enamorada pero sabia que lo haría, sabia que aprendería a quererlo de la misma forma que el lo hacia. Me acerqué mucho mas a el y el me atrajo con sus manos sobre mi cintura.
- si quiero estar con tigo- dije con una sonrisa, mas decidida que nunca y David unió nuestros labios en un tímido beso que fue subiendo y subiendo de intensidad. No era Leo, claro que no pero tampoco besaba mal, es mas, me gustaba. Apegue nuestros cuerpos mucho mas y comencé a revolver su cabello con las manos, nuestra respiración era entrecortada, de alguna manera habíamos esperado esto desde hace mucho.
- Te quiero…- dijo mientras apegaba nuestras frentes.
- Hay pero que entretenido…- hablo Leo con frialdad. Di un respingo y me aleje de David mientras observaba a Leo perpleja. Pero que hacia aquí?
- Leo vete…- hablo David mientras entrelazaba nuestras manos.
- No, ustedes lárguense de aquí este es mi lugar. No tenias derecho a traerla David!- grito furioso Leo
- Pero con que derecho dices eso!- le dije molesta y le rete con la mirada.
- David, prometimos traer solo a las personas que nos importaban mas en este mundo- hablo Leo obviando totalmente lo que le había dicho.- Alicia a mi no me importa en absoluto así que si quieres quedarte con ella, lárguense de aquí!- grito.
- A mi si me importa idiota- hablo David tan molesto como jamás lo había visto. – lamento que siempre Leo lo arruine.- dijo furioso y fulmino a su hermano con la mirada pero este no se resquebrajo.
- No te preocupes, vámonos de aquí, después de todo ahora soy libre y puedo ir a donde quiera- hable y salimos de allí.

[…]

- Estamos tan cerca de tenerla- hablo el muchacho mientras observaba la discusión que acontecía en el techo de una de las zonas del palacio Westminster. La muchacha que estaba a su costado regocijada por las sombras asintió con la cabeza y sonrío con malicia.
- Será fácil ahora que nos quitamos de encima a León y tenemos a ese debilucho de David Herion como su acompañante.
- Y si así no fuera- hablo el muchacho con tranquilidad recordando las visiones que había tenido de Alicia- recuerda que siempre estas tu para ayudarme.
- Lo se…lo se. – hablo ella con una sonrisa mas grande aun y le mostró a aquel muchacho la bolsita que tenia entre las manos. – jamás se resistirá a estas.- concluyo y los dos sonrieron con complicidad.

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El capitulo esta muy largo, jamás había hecho uno tan largo y hubiera seguido escribiendo sino me hubiera dado cuenta de que eran ya 13 hojas!! Bueno respecto a lo que puse en el anterior capitulo, si estaba algo cabreada por que no sabia que ocurría pero ya me di cuenta que fue por la música que había puesto u.u lastima, en verdad me gustaba pero si la quieren escuchar, esta en el índice. O por cierto, alguna de ustedes lo ha visitado ya? Sin mas que decir me despido. Espero que comenten. Y de ninguna manera cerrare el blog.

Lu

martes, 7 de junio de 2011

Capitulo 9 - Fire Girl

- Bipolar!- repitió entre risas amargas Leo.- No tengo nada contra ti niña, ya te lo he dicho y lo vuelvo a repetir, no me importas en absoluto…- hablo y sentí como un puñal entraba directamente a mi corazón. Ahora comprendía por la dureza de sus palabras que no era una actuación para protegerme, no, solo había hecho eso para conseguir información de mi parte y lo habia conseguido.
- Como te atreves a jugar así con ella Leo- hablo Jena y le dio un golpe en la espalda que hizo que el avanzará a trompicones.
- Siéntate ahora- hablo Charlie con la misma seriedad que antes.
- Y si no quiero que?- pregunto Leo con ese tono de insolencia que siempre tenia cuando hablaba con los profesores del colegio.
- Yo te cojo- hablo Jena, escuche en clic, su mano en un instante se encendió en llamas y tomo la muñeca de Leo lo que hizo que este gruñera de dolor- y te siento!- concluyo mientras hacia que Leo se sentara con brusquedad. Era extraño ver a una chica tan delgada y con apariencia tan dulce, siendo tan ruda y sobre todo controlando así de bien a Leo.
- Au! Eso no fue necesario Jen- hablo Leo mientras se agarraba la muñeca adolorida
- Con tigo jamás se sabe Leon, - le dijo mientras tomaba sus manos y las amarraba atrás o por lo menos les ponía ese incomodo gel- después de todo- dijo acercándose sigilosa a su cuello- eres igual a tu padre- escupió las palabras con repugnancia y Leo bramo con furia.
- No soy igual a el, jamás lo seré!- grito Leo
- Pues te estas convirtiendo en una viva imagen de él- hablo Charlie con calma pero a la vez dureza.- Dime Leo que te pidió Magnus el día que Alice llego?
- Me interrogo, tu mismo lo viste!
- No me refiero a eso, me refiero a que cuando Alice salio de su interrogatorio, tu entraste y a mi me pidieron salir. Que es lo que te pidió Magnus?
- Que me quedara aquí, que ya estaba de nuevo bienvenido
- Que mas?
- Pues nada mas hombre! Que no entienden que solo me quise divertir con ella- dijo mirándome con frialdad y yo evite bruscamente su mirada, no estaba lista para ver esos ojos, no después de todo lo que había pasado.
- Mientes- hablo Jena y le dio un fuerte golpe en el cuello y luego jalo sus cabellos para atrás.- Ya no soy paciente como antes Leo, dinos lo que queremos o te juro que la cicatriz que le dejo tu padre a mi padre también quedara bonita en tu rostro.
- Le propuse….- dijo entre dientes después de retar con la mirada a Jena un largo rato- le propuse…- repitió como si fuese doloroso decirlo- que si conseguía la confianza de Alicia y ella me decía toda la verdad y prometía ayudarnos, el tendría que ascenderme de nuevo a soldado.
- Si eso es lo que querías….- pregunto algo divertido Charlie mientras se acercaba mas a Leo - Por que no seguiste con tu actuación? Por que se que apenas te enteraste del secreto de Alice, te desiste de ella no? - pregunto y Jena lo tomo de los cabellos he hizo que me mirara a los ojos.- dilo Leo…

Mis ojos se estaban llenando de lagrimas al ver sus ojos por que aun que Leo había sido muy malo con migo y merecía esto, estaban siendo demasiado crueles con el. Aun así, una parte dentro de mi no me permitía decir que pararan, talvez quería, de alguna manera que el sintiera la misma humillación y el dolor que me hizo sentir a mi.
- Por que ya había prometido que me ayudaría a matar a su madre- dijo el con una ligera sonrisa macabra y vi como Charlie y Jena me miraban algo sorprendidos.
- Después de cómo trataste a Alice, crees que aun quiera cumplir su promesa?- pregunto Charlie. Leo se quedo en silencio igual que yo. No era necesario decirle nada por que la respuesta ya era obvia.
- Me da lo mismo- concluyo Leo
- Entonces no te importa si no cumples tu misión? Pensé que lo mas importante para ti era volverte soldado, para poder rescatar a tu madre no?
- Y lo es- grito Leo.
- Entonces? Que fue lo que sucedió cuando viste el fuego azul? Que te freno? Por que es un hecho que al tratar así a Alice estas fallando a tu misión….
- Fuego azul?- pregunto Leo y me miro a los ojos con intensidad- te dije que no se lo dijeras a nadie!- grito con fuerza.
- Gatito, eso es lo que te a frenado verdad?- pregunto Jena y le jalo de los cabellos ligeramente para ver su rostro.
- Jena basta….- hable con lagrimas en los ojos y con la voz entre cortada - Si no quiere decir sus razones no importa, solo no lo torturen mas. Por favor...- Jena lo soltó con brusquedad y me miro a los ojos.
- La piedad es algo que tu madre no tenia Alice, y solo por eso te respeto- hablo y se alejo un poco de Leo.
Me acerqué por primera vez a él y sin decir nada le tome el rostro y lo mire a los ojos. Era como si esa noche en la que tuvimos tanta conexión juntos no fue solo una sino sientas, que lo conocía de toda la vida y por eso tenia tanta confianza con él.

- Dime Leo, ya no importa lo que me dijiste hace un rato o como me mentiste el sábado, solo quiero que me digas por que mi fuego azul te asusto tanto.
Leo me miro con la misma intensidad que la noche de la Remembranza, era algo extraño por que a pesar de recibir todos esos abusos por mi culpa, no parecía molesto sino sus ojos reflejaban un sentimiento de culpa, como si me pidiera disculpas con la mirada o como si estuviera arrepentido de algo. Pero esa mirada se esfumo en solo un instante y reapareció su careta de frialdad que no me dejaba ver lo que él en verdad sentía.
- Tengo que ganarme la confianza de Magnus y para eso tengo que decirle todo lo que vi y todo lo que se de ti. Pero….- suspiro- no permitiré que torture a otra persona mas por ser diferente….
- Torturarme ?- pregunte y retrocedí unos pasos
- Antes de que tu padre muriera, Magnus lo torturo, le hizo una serie de experimentos para saber por que si su llama era azul su cuerpo era tan frío. Talvez…- hablo Charlie pero no pudo concluir.
- Si descubre que yo puedo hacer fuego azul me tomara como un conejillo de indias también - dije asustada mientras completaba lo que Charlie estaba a punto de decir.
- Si.- hablo Leo con la cabeza gacha, ya rendido.
- Por eso te desligaste de mi. Por que mientras estés lejos no tendrás la certeza que lo que viste realmente fue fuego azul verdad? Por que ese día mi llama no era azul…aun era un poco roja….- la voz se me fue apagando poco a poco mientras me iba alejando poco a poco de el.- así no le habrás mentido jamás a Magnus.
- Si ya saben tanto para que me quieren acá!- grito Leo y se removió en el asiento alejándome más de el .
- Promete que jamás le dirás a Magnus lo que viste ese día Leo.- hablo Charlie.
- Lo prometo.
- Con tu vida….- hablo Jena mientras le quitaba las ataduras y el gel.
- Con mi vida- respondió el y sin decir mas, salio de allí.
- Por que tuvieron que ser tan abusadores con el?- pregunte molesta después de que se había ido.
- Tranquila- dijo Jena y me abrazo con normalidad, lo que hizo que me sintiera realmente incomoda por que no la conocía tanto como para que me de ese tipo de confianza y por que había dañado a Leo – A Leo se le trata así por que sino realmente se comporta como un altanero y no te da información valiosa.
- Entonces, de todo esto, la conclusión es? – pregunte
- Que le importas.- dijo ella.
- Que?!
- Diga lo que diga, aun que afirme que no es personal y tu eres otra de sus conquistas, la verdad es que si le importas, tanto que se esta alejando de ti para protegerte y por ello y para también salvar el pescuezo de Leo, tendrás que hacer lo mismo. – hablo Charlie
Alejarme de Leo? La sensación era algo extraña, como lo haría si después de todo tendría clases con el todos los días, si dentro de mi sentía esto que crecía cada vez, más y más y estaba segura que no me dejaría en paz?
- Lo haré, me alejare de el- respondí de todas maneras, llena de resignación. - Cuando iniciaremos el entrenamiento?- le pregunte después de un largo momento en silencio.
- Primero lo primero, iras con Magnus y le dirás que quieres convertirte en una soldado, que estas decidida a acabar con tu madre. Me entiendes?- asentí con la cabeza por que sabia perfectamente lo que le diría aun que ahora al saber como era Fox, no quería dañarla.
- Espera Charlie, si tendré que convertirme en una soldado, al final tendré que pasar la prueba de la confianza como todos, y yo no creo que pueda confiar en Magnus.
- Tranquila Alice, este librito- dijo mostrándome el libro de mi padre- te ayudara a mentir

[…]

- Para que has pedido hablar con migo?- pregunto Magnus mientras observaba mi rostro con algo de sorpresa y recelo. Estaba sentado en frente de su chimenea, la misma que vi la primera vez que desperté aquí.
- Quiero que ser una soldado Magnus. Convertirme en una guardiana, encontrar a Fox y hacer que pague por todo lo que ocasionó. Todo. – Magnus frunció el seño, aun no parecía convencido del todo.- Hable con Leo…
- Así?- pregunto con un tono de sorpresa realmente hipócrita y actuada.
- Si, me contó las atrocidades que Fox hizo, como sin piedad pudo matar a su mejor amiga, tu hija y madre de Leo. Dejo a tantos niños huérfanos y todo para que? Una estúpida venganza? Se supone que tenia que protegerme, pero que hizo? Me dejo con familias horrendas que me maltrataban en vez de protegerme. Como no puedo comprender aun como se llama a eso querer. Quiero redimirme Magnus, se que va ser difícil confiar en mi, pero créeme yo no soy mi madre. Yo quiero lo mismo que tu, yo quiero matar a Fox.
Magnus sonrío con malicia, esta vez si se lo había creído por completo.
- Me alegra que hayas entendido al fin tu misión en la urbe ya me estaba comenzando a preocupar...- asentí con la cabeza. – te daré los mejores profesores y desde hoy…
- No. Quiero que me entrene Charlie.- dije con una frialdad que ni yo me reconoci.
- Pero mi niña, el era muy amigo de tu madre.
- Eso no me interesa en absoluto, lo único que me importa es que el conoce sus puntos débiles como nadie en esta Urbe los conoce, si hay alguien que me puede enseñar a derrotarla es él no?- Magnus sonrío nuevamente.
- Me gusta como piensas Alicia.
- A mi me gusta que por fin nos entendemos y por cierto, Leo es un buen entrenador también quiero quedarme con el.
- Por su puesto que si.- dijo y una sonrisa de complacencia apareció en su rostro.
- Sin mas que decir, supongo que ya tengo que retirarme señor. Quiero iniciar lo mas antes posible.
- Me gusta tu entusiasmo Alicia, valla.

Salí de la habitación y apenas me aleje lo suficiente suspire con fuerza. Lo había logrado, y lo mejor de todo, se lo había creído enserio. Camine con lentitud y a cada paso la alegría que había sentido a un inicio se me fue esfumando. Le había pedido a Magnus que no cambiara a Leo y por ende lo seguiría viéndolo por un largo tiempo, sin poder acercarme a él como lo hice esa noche de Remembranza. Suspire nuevamente y sentí como se me hacia un nudo en la garganta, las lagrimas quisieron aflorar de nuevo pero antes de que pudiera pasar algo, alguien me jalo desde la oscuridad de un pasillo continuo. Aun sin poder ver nada y algo desconcertada sentí como alguien me empujaba contra la pared y me aprisionaba con su cuerpo.
- Que le dijiste?- pregunto Leo.
- Que quería ser un soldado como tu- dije con frialdad y recobrando lo poco que me quedaba del orgullo me trague las lagrimas y me puse seria.
- Te creyó?
- Si, además de que ahora sabe por mi de que tu cumpliste con tu parte- dije con un ligero suspiro- bien, ahora me dejarías ir, recuerda que lo nuestro no puede pasar nunca mas…
Sonó el típico clic y una ligera flama se prendió en la mano izquierda de Leo. Mire por fin sus ojos que penetraban dentro de los míos con tristeza. Con un lento movimiento acerco su mano en llamas a mi rostro, sentí un ligero cosquilleo pero la flama no me quemo en absoluto. Era una sensación extraña por que el fuego era reconfortante y suave. Acerqué mi rostro mas a su mano hasta que tocara mi mejilla con toda la palma aun con el fuego encendido.
Se acercó más a mi y junto nuestras frentes. En ese instante ya no pude aguantar más. Fue inevitable que las lagrimas cayeran por mis mejillas.
- Confío en ti- hablo en un susurro.
- Lo se- dije en un hilillo de voz.
- Y quiero que estés bien- hablo y se alejo de mi. – Será como si nunca hubiera existido nada entre nosotros Alicia.- hablo ahora con frialdad.
Esa fue una promesa que el ni yo podríamos mantener por mucho tiempo, una promesa que se rompió tan pronto como el la hizo. Me tomo de la cintura sin pensarlo dos veces y me atrajo hacia el, sus manos estaban debajo de mi camiseta, sentía el rose de la flama con mi piel, ya no solo una de sus manos estaba en llamas sino eran las dos y me hacían apegarme mucho mas a el, me gustaba esas sensación, aprisioné su cuello con mis manos y me quede mirándolo sin poder acortar el pequeñísimo espacio que nos separaba pero Leo no tardo en acortarlo por completo. Nuestros labios se unieron perfectamente en un beso lleno de desesperación, mezclado con pasión, dolor y miedo. Todo en un mismo beso que era tan intenso como ningún otro, me pego contra la pared con fuerza y beso con mucha mas vehemencia que antes. Mordí su labio con algo de violencia y sentí como ligeramente una gota de sangre salía de el y se posaba en mis labios, no quería alejarme de el y menos detenerme, lo quería solo para mi pero con dolor entendí que eso no podía ser posible. Leo se alejo ligeramente de mi, abrí los ojos con cuidado y temor por que sabia lo que se avecinaba.

- Yo…- trató de hablar pero le tape la boca con mi dedo índice, que se mancho de sangre, su sangre.
- No digas nada, será mejor así- hable en un susurro. Cerré sus manos que aun seguía con una ligera flama de fuego y todo se volvió oscuro. Después de eso salí tan rápido como una exhalación de allí. Solo quería correr a algún lugar en el que pudiera llorar sola, sin que nadie preguntara por que.
Entre en uno de los cuartos de limpieza, me deje caer en una esquina ya sin
fuerzas y comencé a llorar. No se cuando tiempo estuve allí, pero después de un
largo rato entro alguien mas a la estancia. Escuche el clic y una flama roja se
prendió a unos metros de mi.
- Alice?- pregunto en un susurro la voz de Jena.
- Estoy aquí- hable desganada y prendí una ligera llama en mi mano para que Jena se acercara. En silencio se sentó a mi costado y sin decirme nada me abraso con fuerza. – Como me encontraste?- le pregunte después de un silencio reconfortante.
- Leo me paso el dato…
- Leo…- repetí- sabes, de alguna u otra manera ya estaba advertida
- A que te refieres?
- Tuve un sueño, un sueño extraño en el que un muchacho como yo me decía que el me haría daño, debí de hacerle caso, debí de huir cuando me lo dijo.
- Que?!- pregunto algo exaltada Jena.
- Solo era un sueño Jena y que tal coincidencia….
- No Alice, es que- suspiro mientras negaba con la cabeza como si tratara de ordenar sus ideas, como si, sin saberlo le hubiera dado una gran noticia.- Tus sueños son especiales.
- A que te refieres?
- Los Anastie y los hijos de Fleaur no solo se diferencian por que unos tienen flamas azules y los otros rojos o por que unos queman mas que otros.
- Sino por que mas?
- Tenemos dones algo especiales, por ejemplo, los Anastie tenemos la ventaja de la agilidad, podemos saltan grandes distancias y no nos pasa nada- hablo y recordé dolorosamente como Leo había saltado tan grande distancia con migo en brazos- Los hijos de Fleaur en cambio no pueden hacer eso pero son realmente veloces, corren muy pero muy rápido.
- Y eso que tiene que ver con mis sueños?
- Además de esas habilidades solo personas como tu madre o Scarlett tienen visiones del futuro. No entiendo por que pero Scarlett no las puede ver con tanta claridad como tu madre si podía, las veía tan nítidas como un recuerdo. En cambio Magnus y Scarlett ven cosas sin mucho sentido que ya luego en el momento del acto, comprenden de verdad.
- Y los hijos de Fleaur? Que pueden hacer ellos?
- Ellos en vez de las visiones pueden comunicarse por sueños. Tu de alguna manera debes de tener las dos cosas combinadas.- hablo ella muy pensativa.
- Entonces mi sueño fue una advertencia, ese muchacho existe y se esta tratando de comunicar con migo?- Jena asintió con la cabeza muy seria.
- Que mas te dijo?
- Que escapara, que me harían daño y que no le temiera por que era igual a mi.
- Viste su rostro?
- Solo su sonrisa, parecía malo, me asuste.
- Has tenido mas sueños como ese?- pregunto ella y yo negué con la cabeza.
- No que yo sepa- hable pero al instante el recuerdo de un sueño en especial me vino a la mente. El sueño en el que le daba droga a Leo. Una ligera sonrisa apareció en mi rostro, por que si ese sueño era una visión del futuro, en algún momento volvería a estar con el y eso me reconfortaba de alguna manera.
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Gracias por los comentarios ah ¬¬ bueno es cierto no puedo obligar a que comenten, pero en verdad se siente mal cuando en una entrada tienes algo de 16 comentarios y en la otra solo 1. Te preguntas he escrito mal? A caso no les a gustado? En fin no se que paso pero no puedo hacer nada u.u . Publico hoy por que ya tenia el capitulo hecho y bueno no se si publicare pronto, los ánimos por alguna razón me han dejado y la universidad, los exámenes y los amigos ya no me dejan mucho tiempo para esto.

Espero en verdad que comenten mas por que eso me demuestra la importancia que ustedes le dan a la historia y sobre todo el tiempo que le debo de dedicar a esto y se que es pesado que siempre diga lo mismo y por eso solo lo diré una vez mas, es lindo que comenten y todas las que escriben lo saben.

Arggg! es terrible que solo cuando escribo esto ustedes comenten u.u en verdad no les quita mucho tiempo u.u
Estoy realmente desilusionada por que aun no entiendo que hago mal, talvez la trama no es muy interesante, talvez no tengo el verdadero don para escribir o simplemente las historias que no sean de vampiros no tienen tanta acogida y terminaran como esta, con un solo comentario y con una escritora a punto de dejar la historia en el blog. Y no me malinterpreten, adoro escribir pero se que si no hay comentarios en el blog es preferible escribir en Word y punto. Y si se, jamás les he escrito de esta manera pero comprendan estoy frustrada por todo esto, por que la pregunta que últimamente me hago es, en verdad vale la pena seguir con el blog? O es solo una perdida de tiempo?

Lu