domingo, 30 de enero de 2011

Capitulo 24

Es como una canción, que no puedes olvidar,
pero que es preciso dejar de cantar, dejarla atrás.
Así que ahora, supongo,
es el momento de levantarnos y mirar hacia al frente,
y ver mas alla de lo que pudo ser y nunca fue,
ver mas haya de un nosotros que nunca existió.


Después del abraso efusivo, me separe de Sebastian y nos dirigimos rápidamente y sin mirar atrás al edificio del que había escapado unas semanas antes. Resulta que ese era el edificio del comedor y aun que me diera pavor regresar tenia que hacer y pasar la prueba definitiva para no quedarme en esa horrible celda otra vez.
- y en que pensabas?- pregunto Sebastian al estar ya mas relajados. Lo mire algo extrañada y el se dio cuenta que no entendía a que se refería con esa pregunta- mmm me explico….en que pensabas cuando tenias que reprimir tu sed.- dijo y yo aun no sabia sin responder o no, sabia muy bien en quien pensaba pero debía o no decírselo?- yo me imaginaba en las montañas nevadas, haciendo snowboarding- dijo el para darme confianza.
Desde que paso todos estos días hablándome, quedándose a mi lado sin ningún motivo me dio la sensación de que ya no era el chico rudo que me había atrapado el primer día y que talvez con el tiempo llegara a confiar en el.
- pensaba en Alec- hable con total sinceridad.
Vi como la mandíbula de Sebastian se tensaba y como sus manos se hacían puños. Se quedo parado en ese instante y pensé que lo había juzgado muy apresuradamente, que en verdad era un chico rudo y estaba a punto de hacerme alguna estupidez, me prepare para lo peor.

- tu quieres salir de aquí?- me pregunto después de que se tranquilizara un poco.
- Si, es lo que mas quiero en el mundo- dije y el giro para estar justo frente a mi.
- Te juro que si sigues enamorada de el nunca lo harás- hablo con seriedad y sentí que lo decía con mucha sinceridad- sabes por que te pusieron a Leo como tu protector?- pregunto y yo negué con la cabeza, que iba a decir?- jamás te has preguntado porque a estado aquí encerrado 9 años a pesar de que sabe muy bien todo y hasta es entrenador como yo?- pregunto y yo estaba mas desorientada que nunca.
- Porque?- pregunte
- Por que también fue alejado de la persona que mas quería en este mundo, se entreno a la par con migo, éramos los mejores amigos y mejores guerreros en equipo, nadie nos paraba así que nos eligieron como cazadores….- Sebastian hizo el ademán de suspirar como si en verdad le doliera lo que iba a decir- a penas salimos del campo de fuerza, Leo huyo y fue a encontrar a su amada…pero adivina que?- dijo con la voz sombría- ya había pasado el tiempo, ella ya lo había olvidado, había hecho su vida con otra personas.
- Entonces que paso?- pregunte con dolor. Alec haría eso? Se olvidaría de mi y haría su vida con otra persona? Tan rápido, tan fácil?
- Quiso morir y no se lo permití, lo traje aquí y como se arrepintió no lo mataron sino le dieron el castigo de quedarse aquí como entrenador y como nada mas.
- Ya veo, por eso te odia- dije
- Así es, así que no lo olvides, si quieres salir de aquí, olvídate de él y de toda tu vida pasada- hablo Sebastian y levanto con un dedo mi quijada.- recuerda que Vladimir siempre lee tus pensamientos, tiene que ser de verdad para que puedas salir de aquí.
- Lo intentare aun que no es cosa fácil- dije con tristeza.
- Te acostumbraras y el dolor desaparecerá con el tiempo igual que el cariño

…..

Sebastian tenia mucha razón, el tiempo había pasado y con el, el dolor de recordar una vida que nunca mas regresaría. Es cierto que jamás olvidaría a mi familia y siempre los tendría presentes, Alex, Emily, mi madre, mi padre, mis abuelos y hasta Teo pero solo eran un pequeño recuerdo, un susurro al fondo de mi ser que de vez en cuando solía salir, pero al recordarlos ya no dolía. Por otro lado estaba Alec, es cierto que él fue difícil de olvidar y hasta hace poco no lo conseguía, siempre estaba presente, pero ya no estaba enamorada de el, no, eso era un hecho. Lo recordaba con mucho cariño, si, a veces hasta anhelaba estar con él pero sabia que ya nunca mas era posible y lo aceptaba. Lo recordaría como él chico que me presento este mundo tan maravilloso que ahora era tan familiar para mi y como la persona que ame por primera vez pero no podía sentir algo mas, no podía estar enamorado por siempre de una persona que ya no existía en mi vida y que para él yo ya estaba muerta. Las palabras de Sebastian me habían marcado profundamente, sabia que estaría al mandato de Melrose para siempre así que prefería olvidarme de mi vida pasada para no ser infeliz con esos recuerdos.
Pero hoy era especial, hoy se cumplían 5 años desde que vi por primera vez a Alec, desde que mi vida cambio para siempre y por respeto quería que fuera especial. Lo primero que hice antes de que saliera el sol fue salir de mi habitación y dirigirme al cuarto del piano. Anastacia recién me había permitido entrar a ese cuarto cuando cumplí cuatro años como vampira, me lo había dado por regalo de cumpleaños por que sabia que ha mi me encantaba tocar el piano así que hoy iría y tocaría por primera y única vez la canción que compuse para Alec hace mas de 2 años cuando aun lo amaba y sentía que el mundo se acabaría pronto por no tenerlo a mi lado, ahora sabia que no era cierto, el mundo no se acabo cuando Alec desapareció de mi vida.
Entre en la habitación, amplia y antigua. En el centro de esta estaba el gran piano marrón, listo para ser tocado por mi. Me acerque con sigilo y me senté con cuidado al frente de tan hermoso instrumento. Serré los ojos y toque las teclas del piano recordando como Alec me había enseñado a tocarlo. Una sonrisa se dibujo en mi rostro al recordar tan lindos tiempos, pero aquí no me podía quejar. Ahora la colmena era prácticamente como mi familia, Melrose se había encargado de enseñarme a utilizar mi don y a medida que pasó el tiempo fue volviéndose menos severa con migo. Por otro lado estaban los hermanos da Vinci, Vladimir me enseño a comportarme en situaciones difíciles, el era muy sabio y siempre sabia como actuar, además de eso sabia tanto de historia que me enseño mucho. Evangeline por otro lado me enseño al luchar. En la Colmena había aprendido dos cosas, los vampiros no éramos bestias, ni monstruos, éramos superiores y gracias a ese hecho no podíamos defendernos con garras y dientes como lo hacían las bestias. El otro punto que aprendí es que nuestro cuerpo era tan duro como un diamante y por ende solo algo tan resistente y de la misma consistencia podía herir a un vampiro. Evangeline y Sebastian se habían encargado de enseñarme a luchar con espadas de diamante, cada uno de nosotros tenia un arma especial y solo una por que eran demasiado costosas y difíciles de encontrar. Y por ultimo estaba Anastacia, ella me enseño el arte de ocultarme y además de apreciar las cosas con otro punto de vista, me ayudo a dejar atrás a mi familia, con la música y el arte.

Suspire profundamente y abrí los ojos para ver el gran piano que seguía paciente, esperando a que lo tocara. Saque mi pequeño cuaderno de escritos y lo puse delante mío apoyado en el gran piano. Había creado la canción hace mucho, cuando aun me dolía tanto estar lejos de Alec y aun que eso ya había quedado en el pasado la canción me recordaba algo muy importante. Sin Alec jamás habría aprendido a amar y eso valía mas que nada, además recién este año logre crear la melodía perfecta para la canción. Solo esperaba que nadie la oyera sino todos pensarían que había retrocedido y que seguía pensando en él mas que nunca y no era verdad. Inicie la melodía sin mas preámbulo y me deje envolver por la canción:

Well it's good to hear your voice
I hope your doing fine
And if you ever wonder
I'm lonely here tonight
Lost here in this moment
And time keeps slipping by
And if I could have just one wish
I'd have you by my side

Oh, oh I miss you
Oh, oh I need you

And I love you more
Than I did before
And if today I don't see your face
Nothing's changed no one can take your place
It gets harder everyday
Say you love me more
Than you did before
And I'm sorry it's this way
But I'm coming home
I'll be coming home
And if you ask me I will stay
I will stay

Well I try to live without you
The tears fall from my eyes
I'm alone and I feel empty
God I'm torn apart inside
I look up at the stars
Hoping your doing the same
Somehow I feel you closer
And I can hear you say

Oh, oh I miss you
Oh, oh I need you…

- En verdad aun lo extrañas y lo amas tanto como dices?- pregunto Sebastian y abruptamente deje de tocar. Había estado tan metida en la canción que no lo había escuchado venir.
- No, es la canción que escribí hace tiempo, creo que te lo había comentado- dije aun sin mirarlo, la vergüenza me recorría por todo el cuerpo haciendo que me sintiera algo insegura.
- La cantabas con mucho sentimiento- dijo el mientras con toda naturalidad se sentaba a mi costado.
Lo mire a los ojos rojizos brillantes con ternura. Sebastian se había convertido casi en mi hermano, el sabia tantas cosas de mi como yo de el pero aun así Alec era un tema que no tocaba con el. Solo con Leo ya que, después de todo el si que me comprendía mientras que Sebastian jamás sabría lo que se sentía perder a la persona que mas amaste así que decidí no ondear mucho en el tema.
- Aun que lo cantara con mucho sentimiento sabes que no estoy enamorada de el sino de ti- dije y le acaricie el rostro delicadamente mientras sonreía. El frunció el ceño y bajo mi mano pero no la soltó.
- Los dos sabemos que eso no es verdad y que jamás lo será- dijo el casi con seriedad.
- Bueno- dije sopesando las cosas- los dos sabemos lo que pienso del amor ahora.
- Que es una mierda completa- dijo el sin tapujones porque yo se lo había dicho miles de veces.
- Exactamente, así que no te preocupes por mi- dije y le di un besito en la frente mientras me paraba y me dirigía al entrenamiento de todas las mañanas.
- Entonces me dices que ya no sientes nada por el?- pregunto Sebastian mientras me seguía el paso.
- No es eso- dije y mire a Sebastian- ósea siempre le tendré un cariño especial, pero no lo amo, ya no.
- Eso me parece fantástico- dijo el y me abraso por los hombros mientras caminábamos.- que harás cuando te asciendan a cazadora?- pregunto después de mucho rato
- que preguntas son esas?- le dije observando sus ojos. – obviamente acatare las misiones y ya, no pienso escapar.- al decirlo Sebastian sonrío ampliamente de puro contento.- y tu que harías en mi lugar? Escaparías?
- Pues por su puesto que no! este es mi hogar, pase lo que pase siempre me quedare- dijo el y yo le sonreí aun que sin mucho contento, el tenia la posibilidad de escapar pero no lo hacia por que le gustaba cazar, sentirse superior. Por otro lado, yo aun que no escaparía por que no tenia a donde, aun no me sentía muy entusiasmada por la idea de ser una sirviente.
- a donde me llevas?- le pregunte al darme cuenta que no íbamos al edificio de entrenamiento.
- Al cuarto de los cazadores!- dijo con una gran sonrisa.
En ese instante entendí dos cosas, todas las preguntas habían sido como las preguntas preliminares a algo y segundo que estaba a punto de ser ascendida a cazadora. La alegría que sentía me hizo sonreír ampliamente aun que mi alegría no estaría completa sino se lo decía a Leo.

- Leo?- pregunte y Sebastian me miro con severidad.
- Sabes que el no es cazador, no puede ir con nosotros.
Algo que aun me molestaba de este lugar era eso, las castas y los niveles sociales. Leo no tenia derecho a casi nada por que había cometido un error. Sebastian tenia derecho a todo por que ahora además de recluta llego a ser cazador y yo? Pues tenia derecho a casi todo por que era aun una recluta. Los cazadores no se juntaban con reclutas, los reclutas solo podían juntarse entre ellos y Leo tenia que permanecer o con migo o con nadie mas por que en si casi era la ultima rueda del coche aun que estaba aquí casi 14 años. Caminamos en silencio hasta el edificio mas grande de todo Pripiat. Subimos las gradas a grandes zancadas y al llegar al ultimo piso me di cuenta que este tenia un techo diferente, un techo solo de vidrio muy hermoso. Era antiguamente un invernadero pero ahora solo era una habitación sumamente pulcra y con algo delante, como un libro que no pude ver bien ya que los tres hermanos da Vinci y Melrose lo tapaban. Ahora sabia mucho mas de ellos. Ya entendía por que los ojos de Melrose eran casi blancos y es que se alimentaba de otro tipo de sangre, como los vampiros que se alimentan de solo animales tienen los ojos acaramelados, Melrose y todos los reclutas tenderíamos a tener ojos medios azulados por la sangre que tomábamos que para mi aun era desconocida, tenia que ser una cazadora para al fin saber el secreto. Los hermanos da Vinci tenían los ojos rojizos por que ellos preferían cazar su propio alimento y generalmente se alimentaban de humanos. Supongo que era mas divertido para ellos cosa que a mi me parecía espeluznante. Al verme los cuatro individuos me sonrieron con calidez.

- es un gusto tenerte aquí- dijo Melrose
- el gusto es mío – dije y le sonreí de igual manera.
- Estas a un paso de ser cazadora oficial….y pensar que hace tan poco eras una humana terca y temerosa- dijo ella con una sonrisita.

Es cierto, había cambio demasiado en estos últimos años, talvez era que me había vuelto mas madura o simplemente dura y seria pero ahora casi todo me daba igual, era difícil sonreír si no estaba con Leo, Sebastian o Melrose. Ellos eran los únicos que me sacaban una sonrisa. Los demás reclutas pensaban que era muy dura y me respetaban alejándose de mi, era lo mejor, así ninguno me molestaba.

- Para graduarte de recluta y ser una verdadera cazadora de primer nivel será una misión fuera de mi campo de fuerza, donde no solo demostraras tu determinación como cazadora sino también tu disciplina y tu lealtad.- prosiguió Melrose.
- Y cual es esa misión?- pregunte segura de mi misma. La pasaría con honores, eso es lo que me había propuesto y lo lograría.
- Hemos encontrado a una humana que tiene dos dones- dijo Anastacia.
- Que dones?- pregunte
- Puede eliminar dones pero también esta protegida con un campo de fuerza muy fuerte.- dijo Evangeline
- Y para que quieren a alguien así?- pregunto Sebastian notablemente preocupado- podría resquebrajar el campo de Melrose y…
- Tranquilo mi querido Sebastian- dijo Melrose con cariño- estamos seguros que la muchacha no sabe que tiene ese don.
- Como lo saben si Vladimir no puede leer sus pensamientos- hable ahora yo.
- Por que la joven esta internada en un centro psiquiátrico, dudo que sepa mucho de lo que le rodea- dijo Evangeline con total calma.
- Ah! ya entiendo y como la captaron? Debió de ser muy complicado- dije pero entonces recordé a una de las nuevas reclutas.
Había llegado dos años después que yo pero apenas vino tubo un trato muy especial, sobre todo por parte de Vladimir. Su nombre era Kristin y tenia el don de buscar con la mente todo lo que se le pidiera. Podías preguntarle sobre algún familiar, solo decirle algunos rasgos y ella al imaginarlo, sabia lo que hacia, donde estaba y hasta lo que pensaba. Su don era extrañamente poderoso y gracias a eso tenia un acomodado lugar en la colmena.
La odiaba, no solo por que tenia un buen lugar en la Colmena y era arrogante gracias a eso sino que al llegar se negó a decirme como estaba Alec a pesar de que yo estaba segura de que ya lo estaba espiando mucho antes de que yo le dijera su nombre por ordenes de Vladimir.
- A ya entendí- dije rápidamente- fue Kristin
- Celosa?- pregunto dentro de mi cabeza Vladimir y yo lo fulmine con la mirada.
- Entonces cuando, donde y quienes iremos?- pregunte con rapidez, quería salir de ese lugar ya.
- Antes de eso, tienes que saber que hay mas vampiros interesados en la muchacha y estoy segura que estarán allí- dijo Melrose.


Resulta que la muchacha no estaba en un hospital psiquiátrico cualquiera, sino en el mejor y mas caro de Italia. A las afueras de Roma, en una zona muy cara y totalmente radiada de árboles frondosos se encontraba el hospital San Girolamo dei Croati, mas que un hospital parecía una gran mansión de piedra.
Hoy era un día muy especial en ese lugar, en la planta baja se celebraba la fiesta de gala mas importante para recaudar fondos con toda la gente adinerada de Roma mientras que en las habitaciones de arriba se encontraban encerrados los enfermos y entre ellos la muchacha que teníamos que sacar. El plan era simple: Vladimir, Evangeline y Anastacia se quedarían en el bosque con los 5 cazadores sin dones que estarían vigilando la zona y esperarían atentos en caso de que algo saliera mal y tuvieran que actuar.
Habíamos descubierto que dentro de la reunión ya estaban infiltrados otros 4 vampiros. Trate de olfatear para descubrir si podían ser los vulturi pero el único olor que llego a mis fosas nasales fue el del licor mezclado con el aromático tabaco que inundaban toda la sala principal.
- hay 4 vampiros- hablo telepáticamente Vladimir y todos asentimos- 3 abajo, una arriba. Charlot, Alfons y Effy, se encargaran de los de la planta baja. Sebastian y Kris se encargaran de la chica.
Sebastian y yo nos miramos algo contrariados, Melrose nos había dado el honor de que nosotros fuéramos los que sacaran a la chica pero al parecer Vladimir tenia otra idea. A pesar de eso no dije nada y solo me limite a ver a la estúpida de Kris acaramelarse alrededor de Sebastian con una gran sonrisa.
Ahora que Vladimir había dado ya las pautas, me tocaría compartir el juego con Charlot, la chica pelirroja, zorra y malvada que manipulaba el fuego y Alfons, un chico de cabellos castaños y algo ondulados que manipulaba los sentimientos a su antojo. No era un grupo espectacular pero que se podía hacer.

- antes de que se vallan, pónganse esto, no querrán parecer desentonados en una fiesta de elegante- dijo Anastasia y dos cazadores grandotes y fortachones trajeron un baúl.
Alfons escogió un traje negro de gala y se puso unos antifaces color negro que intensificaban el color de sus ojos rojos brillantes pero como era una fiesta de antifaces a nadie le importaría que un invitado tuviera los ojos rojizos, es mas les parecería excitante. Charlot por su lado quería llamar la atención con uno de sus mejores atributos, su cuerpo, así que se puso un vestido totalmente rojo y corto. Unos antifaces negros y ya estaba lista, parecía una diablesa solo le faltaban los cachos y el rabo entre las piernas.

- para ti tengo algo especial- dijo Anastasia.- como tienes ese horrendo tatuaje en la espalda creímos que podrías ponerte esto- dijo y me entrego un vestido totalmente negro, era ajustado en el pecho y luego caía en forma de campana vaporoso y brillante hasta las rodillas. Pero tenia algo de especial, la espalda era totalmente tapada igual que el pecho y solo se unían por unos pequeños puntos en la altura de los hombros que hacían que el corte del vestido fuera en media luna en ambos lados.
- Gracias- dije mientras me arreglaba. No entendí por que me vestía tan bien pero no quise preguntar. Al concluir me puso unos antifaces igual de negros, la daga de diamante con un agarrador en la pierna y en una pulsera disimulada el tubito que contenía esencia de catnip para poder escapar con facilidad sin que nadie te pudiera encontrar en el bosque.
- Te vez hermosa- me dijo Sebastian y me abraso cariñosamente. El no tenia necesidad de arreglarse y solo por eso lo envidiaba.- pareces un ángel oscuro- me dijo al oído y yo reí.
- Eres un tonto- le dije con una sonrisa
Se que estaba mal coquetear con el pero tan solo ver el rostro de Kris contraerse de malestar me daba hasta ganas de besarlo allí mismo aun que sabia que con eso ya me estaría pasando de la raya.

Después de recibir unas cuantas indicaciones nos dirigimos a la fiesta. Camine con paso firme aun que no era trabajo fácil caminar con tacones tan grandes sin hacer el ridículo pero Charlot me había dado algunas indicaciones- camina con la espalda erguida- has como si flotaras- y lo mas importante, si te caes yo misma te mato- Casi estábamos por entrar cuando Alfons observo a su presa y fue directo a divertirse. Sentí su presencia a muchos metros de allí pero no le vi el rostro, solo sabia que era un tipo de tamaño promedio y cabello claro que se dedicaba a cuidar la puerta principal.

Charlote y yo nos dirigimos a la pista de baile. La pista estaba repleta de gente, todos bailando alrededor de un bar en forma circular que se ubicaba justo en el centro. En el medio de ese lugar estaba un DJ que tocaba en ese instante música moderna. Entonces comprendí una cosa, la fiesta no era tan anticuada como yo pensaba es mas, la mayoría de gente que bailaba eran jóvenes y los mayores estaban recluidos en unas mesas al fondo de la estancia, bebiendo y hablando de negocios.
- perfecto, esta fiesta es mía- dijo Charlote. Con elegancia camino hasta la barra y ágilmente subió a ella y boto a las chicas que bailaban enzima.- no vas a venir?- me pregunto y me dio una mano pero no era necesario, subí a un mas picara que ella. Esta era mi noche, no la suya así que todo lo que ella hiciera yo lo haría mejor.
- Puedo sola- dije y le sonreí.
- Entonces que empiece la fiesta- dijo ella
Comencé a bailar como nunca lo había hecho, Vladimir había pedido que llamemos la atención y eso es lo que hacia mientras que buscaba con la mirada y el oído a aquellos dos que no tenían latidos. Los hombres nos miraban con lujuria, las mujeres con envidia y a pesar de que eso me halagaba por que jamás en mi vida me habían visto de esa manera solo podía bailar con una persona y esa tenia que ser un vampiro.
No tarde en encontrarlos, uno estaba a unos 200 metros detrás de nosotras, al parecer aun no se había dado cuenta de nuestra presencia mientras que el otro ya venia directo. Tenia un antifaz que le cubría el rostro. Todo el mundo tenia antifaces aquí pero percibí que era joven y venia totalmente decidido.
- ese es mío- dijo Charlote y estuvo a punto de saltar para atrapar a su presa. Algo la freno en seco un segundo antes de que saltara. Me miro con una sonrisa perversa que no supe comprender.- quieren que vallas tu- dijo y entendí que Vladimir le había dado ordenes en ese instante.
Sin perder tiempo salte con delicadeza de la barra y me dirigí a mi presa. Lo vi con mucho mas detenimiento, tenia el un traje oscuro, camisa y corbata todo a juego. Los antifaces en cambio eran dorados y de ellos resaltaban unos ojos casi acaramelados. Era notable que se estaba convirtiendo en vegetariano y eso me pareció algo extraño, era la primera vez que veía a un espécimen tan extraño en vivo y en directo. Aun no podía percatarme de su olor debido a todo el humo que había en este lugar pero estaba segura que pronto lo sentiría. Después de caminar entre la gente solo mirándonos a los ojos al fin estuvimos frente a frente. Le sonreí misteriosamente sin dejar de mirarle a los ojos pero el solo me miro con seriedad.
- Pero que seriedad, que nos has venido a divertirte como todos?- le pregunte mientras sin previo aviso agarraba su mano y comenzábamos a bailar.
- No he venido precisamente a divertirme- dijo el pero no paro de bailar
- Así? Entonces a que? A comer- le pregunte en el oído.
- Podría decirse que si- dijo el y me apego mucho mas a el, con fuerza como si tuviera el control de la situación
No se la pondría tan fácilmente, así que de un ligero empujón me aleje, di dos vueltas con ayuda de su mano y me pegue nuevamente a el, a centímetros de su rostro pero sin moverme un poco mas, ahora yo tenia el control.
- y tu? Buscas alimento..
- compañía y diversión- dije con una ligera sonrisa- creo que he encontrado todo lo que necesito ya- dije y volví a girar esta vez para ver que Charlote ya se abalanzaba a los labios de aquel vampiro grande y fornido. Pero que rápida era.
- Enserio?- pregunto algo pícaro y nuevamente me tuvo entre sus brazos.
- Si- dije a su oído- pero no creas que eres tu- al decirlo el muchacho por fin me sonrío ampliamente. Me quede paralizada por un instante. Sentí como una extraña sensación pasaba por toda mi espalda y me dejaba mas helada de lo que estaba ya, pero al parecer el no noto mi cambio de actitud y siguió bailando.
- Como te llamas?- pregunto
- Lo nombres no se dicen en una fiesta de antifaces, que no te lo han dicho ya?- pregunte con la adrenalina a mil.
- Pues si, pero podríamos hacer una excepción dijo el y acerco su rostro tan cerca al mío que sentía su aliento y su aroma a canela y hiervas mentoladas
- Podríamos…- dije en un susurro y me acerque un poco mas.
- Regresen ya. La misión esta completa- dijo Vladimir dentro de mi cabeza.
- Podríamos pero no- dije rápidamente y me solté con delicadeza de los brazos del joven.- adiós- le dije en susurro y di media vuelta
- Espera- hablo y me tomo de la mano.- te volveré a ver?- primero mire nuestras manos juntas por un segundo y desee que se quedaran así para siempre y luego vi sus ojos caramelo con algo de melancolía. Que te ha pasado?- me pregunte mientras lo observaba.
- Crees en las coincidencias Alec?- le pregunte y desaparecí de allí mientras el se quedaba quieto, paralizado por lo que yo acaba de decir, me abría reconocido?

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hola!!!! Espero que les gustara el cap, en un comienzo iba a escribir mucho sobre la estadía que paso en la colmena pero para mi la emoción es cuando esta cerca de Alec así que trate de reducirlo todo a este capitulo, espero que les haya gustado. Gracias por los 16 comentarios anteriores, espero que también hayan muchos en este cap que esta muy largo y sinceramente me gusto como quedo, sobre todo la ultima parte =D. Por otro lado elegí la canción por que es la canción perfecta para demostrar todo lo que sentía Effy en todos esos años que estuvo aun enamorada de Alec sin poder tenerlo cerca. La canción se llama Stay y es de Miley Cyrus y para serles sincera es la única que me gusta de su nuevo CD. Si quieren escucharla aquí esta:


Las fotos de los nuevos personajes ya están puestas, cuando tenga mas tiempo pondré su respectiva información.

las quiero,

Lu!!

domingo, 23 de enero de 2011

Capitulo 23

Estas semanas sin verte
Me parecieron años
Tanto te quise besar
Que me duelen los labios
Mira que el miedo nos hizo
Cometer estupideces
Nos dejó sordos y ciegos
Tantas veces
Y un día después de la tormenta
Cuando menos lo pensaba, salió el sol…

Shakira


Todo seria muy diferente y eso estaba claro pero esta primeras semanas si que fueron las peores de todas. Apenas Sebastian se fue malhumorado el dolor en la garganta comenzó a aumentar desmesuradamente. Corrí por los pasillos para encontrar un atisbo de olor que me indicara que había sangre cerca, todo indicaba abajo, las mazmorras. En estos momentos no me importaba alimentarme de un humano, vivo o muerto, la sed llamaba y es en lo único en que pensaba ahora. Corrí hasta llegar al primer piso, sentía que la sangre estaba en el sub suelo pero no aquí, sino en el edificio del frente. Corrí lo mas rápido que pude, ya no me importaba nada ni nadie solo quería alimentarme. Llegue al edificio del frente y baje las escaleras. Me tope con una gran puerta de metal. El olor que salía de allí era casi sofocante. Sangre, sangre, sangre, es lo único que sabia que había detrás de esa puerta. La chanque con fuerza y al darme cuenta que no cedía rugí llena de furia. En ese momento alguien me agarro de la cintura con mucha delicadeza.
- tranquila Effy- susurro a mi oído Alec.
- no puedo, quiero pero no puedo- dije con total impotencia.
- Tranquilízate!!!- grito nuevamente pero no era Alec el que gritaba sino era Leo.
En ese instante desperté de ese transe en el que solo pensaba en beber sangre. Me di cuenta que había arañado tan fuerte la puerta que había dejado marcas en el metal. Gire la cabeza y observe como Leo me agarraba fuertemente de la cintura, me di cuenta que talvez lo había estado golpeando sin darme cuenta, si de seguro que lo había hecho.
- Lo lamento- dije tensando mucho la mandíbula ya que el olor a sangre seguía llegando a mis fosas nasales y estaba a punto de hacer que perdiera la razón otra vez.
- No respires, no lo hagas. Aguanta hasta que te saque de aquí- hablo el y comenzó a correr con migo en brazos. Salimos del edificio y sentí una ligera brisa en el rostro. Me safe de los brazos de Leo y huí de ese lugar. Me aleje lo mas que pude de ese edificio y me deje caer en la hierva de un parque abandonado.
Por que? Por que me tenia que convertir en un monstruo que solo pensaba en alimentarse? En un animal que ni siquiera podía controlarse. Me odiaba, no quería vivir así, como un monstruo desenfrenado. Me deje llevar por la voz de Alec otra vez, escuche como me había pedido que me tranquilizara y por un instante me sentí feliz. Solo había pasado una semana y ya lo extrañaba tanto, que no sabia como soportaría estar sin el para siempre. Recordé nuestro sauce, los besos que me daba en el y desee tanto estar con el.
En ese instante sentí los efluvios de Leo y Sebastian acercarse tan rápido a mi que no tuve tiempo de reaccionar. Sebastian me levanto del suelo y sujeto fuertemente los brazos.
- No trataba de escapar de la colmena- dije con voz rendida- solo de ese edificio.- hable pero Sebastian no me soltó.
- lo se- hablo el con calma, ya no tenia rabia en la voz como hace un rato.
- Entonces suéltame- dije
- Lo lamento Effy, tenemos que llevarte a un lugar donde aprenderás a controlar tu sed- hablo Leo.
- Tenemos?- pregunto Sebastian- yo tengo, tu no puedes ir recluta!
- Ella esta bajo mi cargo!- replico Leo
- Pero tampoco soportaras el olor, lo lamento- dijo con malicia Sebastian. En verdad no lamentaba nada. Me puso grilletes de plomo en las muñecas que pesaban y eran tan duras que de seguro me costaría romperlas.- no te resistas ok?- hablo y yo asentí. En verdad no tenia ganas de nada, comportarme de esa manera y recordar a Alec me habían hecho polvo. En ese instante me levanto del suelo y me cargo en uno de sus hombros boca a bajo. Leo se quedo parado lleno de rabia en el rostro mientras Sebastian me llevaba a mi nueva celda.

No logre ver a donde nos dirigíamos por que solo veía la ciudad alejarse poco a poco, solo sabia dos cosas, era muy lejos de la ciudad y cada que nos acercábamos olía a sangre pero era sangre distinta, menos dulce.
- no, no…- dije mientras trataba de safarme de las manos de Sebastian
- dijiste que no te moverías- hablo el
- pero tu jamás dijiste que me llevarías a la sangre de nuevo- dije casi con asco y a la vez con un dolor horrible en la garganta.
- No es la sangre que oliste antes, esta es diferente- hablo el con calma
- Sangre de que es?- pregunte con un tono gutural que ni yo reconocí. Realmente me estaba costando mucho guardar la calma.
- Esta? Esta es de humano…- hablo el con tranquilidad

No tuve tiempo de responder. En ese instante prácticamente Sebastian me lanzo dentro de una capsula gigante. El olor dentro de la capsula era terriblemente a sangre solo que el olor de sangre no prevenía de adentro sino de afuera. De seguro estaba cubierta o algo así pero el olor era dolorosamente insoportable.

- lo lamento- dijo el y serró con fuerza la única puerta de ese lugar. Me quede totalmente en oscuridad y aun atrapada con esas horribles esposas. Con todas mis fuerzas hice que las esposas se rompieran y fui contra la puerta para romperla pero apenas choque este me boto.
- No podrás hacer nada- hablo Sebastian del otro lado de la puerta
- Porque!!?- pregunte sin control alguno, la sangre me llamaba tan fuerte que estaba a punto de volverme un animal.
- Por que esta es la capsula de la obediencia, Melrose la controla con su campo de fuerza.
- Y por que huele tanto a sangre?!- pregunte y chanque mi cabeza repetidas veces con la pared de la capsula, me estaba volviendo loca.
- Por que esta cubierta de sangre, aquí afuera el olor es peor créeme, pero por lo menos puedo escabullirme y escapar de aquí si quiero.- dijo el y yo golpee mas fuerte como si con eso le demostrara que su comentario no me hizo ninguna gracias.
El silencio se apodero de la estancia por horas, no se cuento tiempo paso, no podía ni pensar con claridad por el exquisito aroma que hacia que mi garganta y mi cuerpo sufrieran por beberla.
- cuanto tiempo estaré aquí?- pregunte cuando ya no podía mas
- cuanto tiempo sea necesario- hablo el
- no!!!- grite con furia- dime cuento, dime una cifra… por favor
- hasta que Melrose crea que ya te controlas con sangre a tu alrededor. Esta en ti, si quieres salir pronto, tendrás que comportarte y controlar tu instinto- hablo el y yo chanque mi cabeza otra vez. Me senté apoyada en la pared fría y abrase mis piernas.
- No puedo controlarlo- dije con impotencia.
- Podrás… eres fuerte- dijo el
Después de unas horas de silencio, mucho silencio que hacia que todo fuera mas insoportable. Sentí como Sebastian se paraba y se alejaba.

- A donde vas?- le pregunte con algo de pánico
- Regresare mañana, solo te digo una cosa, prepárate traerán a un servo pronto- dijo el en un susurro y sentí como su efluvio desaparecía. Grite de pura impotencia y espere al extraño humano que solo vivía en las mazmorras.
Como dijo Sebastian, después de un tiempo prolongado sentí como un vampiro traía a uno de esos pobres humanos. Sentí su corazón palpitar con fuerza y rapidez. Estaba asustado pero ni siquiera podía gritar, no tenia lengua. Mi cuerpo dejo de responderme, sentí como se tensaba por completo, la garganta comenzó a arderme como loca. No había pasado la prueba, me había vuelto como un monstruo otra vez.

Así pasaron los días, días dolorosos y interminables para mi. Mi horario era siempre el mismo, por la mañana Sebastian me daba una botella de sangre que siempre me quedaba chica. Luego se quedaba todo el tiempo con migo a excepción de dos días que no vino y otro hombre me trajo el alimento. En un momento de la tarde no se exactamente a que hora me daban la segunda botella y la ultima del día. Luego ya muy adentrada la noche traían al servo, siempre uno diferente al del día anterior.
Sebastian tenia razón, me estaba acostumbrando, poco a poco pero lo hacia, la garganta ya no dolía tanto, el dolor era permanente si, pero ya no con tanta intensidad. Me controlaba mejor cada vez que traían al servo y hasta hubo un día el último, que ni me moví de mi lugar al percatarme de sus palpitación. Todo era gracias a los recuerdos, cada vez me controlaba mas al recordar a Alec, al recordar las cosas que hacíamos juntos, eso de alguna forma me mantenía distante al hambre que sentía, me alejaba del dolor y de todo lo relacionado a la colmena.
Entonces el gran día llego, después de dos largas semanas la puerta se abrió y esta vez no se serró con rapidez como antes. Sebastian me esperaba en ella con una ligera sonrisa en el rostro.

- lo lograste- dijo
- Lo logre!- respondí y sonreí ampliamente. De pura emoción lo abrase con fuerza. Estaba segura que Alec hubiera estado orgulloso de mi, como me hubiera encantado que el viera lo que había logrado.


[…]


Es terrible cuando pierdes a un ser querido, peor aun si era tu hermana, tu hija o tu novia. Alex despertó dos días después de aquel accidente, había estado en un como inducido mientras se recuperaba de la grabe conmoción cerebral que había sufrido al golpearse en el timón del carro. Había sido un milagro que saliera vivo de aquel accidente, el carro había quedado irreconocible pero el estaba estable y relativamente bien. A pesar de que los pronósticos eran alentadores, el se sentía fatal y deseaba con todas sus fuerzas que todo fuera un mal sueño. Effy no había tenido la misma suerte que Alex, había muerto en aquel accidente por los terribles golpes que recibió en el impacto. Alex no se había podido despedir de ella como era debido, todo ese tiempo el había estado en el hospital y hoy ya era tarde para hacerlo, ella ya había sido enterrada.

Se recostó en la cama y observo que cerca a el dormía la pequeña Emmy, Alex guardo las lagrimas para llorar solo en otro momento, no quería que su hermana lo viera débil por que ahora Emily solo lo tenia a el, tenia que ser fuerte por los dos. Acaricio la cabeza de Emily con cariño y la pequeña niña se despertó. Alex había estado casi todo el tiempo sedado desde que supo lo de Effy ya que cada vez que comprendía lo que sucedió su corazón comenzaba a latir rápidamente y entraba en pánico así que esta muestra de afecto sorprendió a la niña. Emily le sonrío levemente al instante, su rostro demacrado demostraba que no había parado de llorar y eso entristecía mucho a Alex.
- estas bien?- le pregunto Emmy a su hermano y el negó levemente con la cabeza, nunca, pero nunca más estaría bien, ahora que se había ido su mariposa no había nada que lo hiciera feliz otra vez. Emily no soporto ver la tristeza que reflejaba el rostro de su hermano, lo abrazo con mucho cariño y se hecho a llorar nuevamente, Alex no soporto verla así y también lloro junto a ella.
- Daria mi vida con tal de que ella siguiera viva- dijo el entre llantos.
- No, no digas eso por favor- dijo Emily

Después de unas horas Alex llamo a Alec sabia que seria duro pero tenia que hacerlo. Por acuerdo familiar Teo aun no se había enterado de lo sucedido pero Alec, Alec si tenia todo el derecho de hacerlo. Por suerte Alex había guardado su numero de celular así que se armo de todo el valor que tenia en esos instantes y lo llamo. Sonaron unos cuantos timbrazos hasta que alguien contesto.

- alo?- pregunto una voz femenina. Alex supuso que era Jane aun que su voz no sonaba tan seca y seria como Effy se la había descrito.
- Buenos días, se encontrara Alec Vulturi?- pregunto cortésmente Alex.
- Quien pregunta por el?- pregunto la muchacha.
- Nicole!!- grito la voz de Alec a lo lejos- deja mi celular!- le dijo algo molesto. Se escucho como se lo arrancaba de las manos.- alo?- pregunto
- Alec- hablo Alex
- Alex Ferrel?- reconoció Alec algo sorprendido.
- Si, Alec…
- Como esta Effy?- pregunto rápidamente Alec. No había tenido noticias de ella desde que llego tarde al aeropuerto. Había querido ir hasta California para verla una ultima vez pero Aro se lo había prohibido por completo y Alec había tenido que quedarse sin noticias de ella. Alex suspiro y Alec entendió al instante que algo andaba mal.
- Sufrimos un accidenten y ella…
- Ella que??!- grito Alec con desesperación
- Murió Alec, Effy no soporto el impacto del choque- dijo Alex notablemente rendido
- No!!! no te creo!!!....Effy…Effy es fuerte!!!- grito Alec y rompió el celular de pura impotencia.
Alex no pudo decirle todo lo que quería, se quedo con las palabras en la boca. Se quedo con ese recuerdo de segundos antes del choque. El grito desgarrador, su ligera sonrisa, ese brillo en los ojos que jamás le había visto y sobre todo la pose tan extraña que adopto antes del choque. Lo protegió con su vida, Effy le salvo la vida. Y aun que los doctores dijeran que ese recuerdo fue una alucinación por la conmoción, Alex sabia en el fondo de su ser que eso había sido real, eso tuvo que ser real ya que el lo había visto con sus propios ojos pero por otro lado era tan imaginativo que no sabia si creer o no.

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Hola! Espero que les haya gustado el cap =)
Bueno, bienvenidas a todas las lectoras nuevas, es genial que les guste la historia y que se hayan animado a leerla.

Para las que quieren saber que es Melrose, jeje lo sabrán apenas Effy se entere de todo pero no desesperen que será pronto.

Para las que quieren saber cuando escribiré sobre Alec y Mía, esto es complicado por que ahora estoy enzarzada en esta historia y se me es difícil tener inspiración para la otra, aun que se lo que sucederá en los capítulos quiero que estos salgan perfectos y para eso necesito tiempo así que solo les pido eso, paciencia y buen humor =D

Gaby!!! Si quieres que recomiende tu blog porfa mándame un inbox a mi Facebook con las pautas que pido. Con gusto recomendare tan linda historia =)
Si hay otras chicas que quieran que recomiende sus blogs manden su inbox que es gratis =D

Y para finalizar si tienen alguna pregunta o duda, hablen que yo tratare de responder siempre!!

Las quiero,

Lu!!

viernes, 21 de enero de 2011

Capitulo 22



Who's that girl?
Where's she from?
No she can't be the one
That you want
That has stolen my world
It's not real, it's not right
It's my day, it's my night
By the way
Who's that girl living my life?

Hilary Duff


Vi los ojos de Melrose y me perdí en ellos, eran totalmente extraños y perturbadores, jamás había visto un color tan raro como ese , pero allí estaban brillantes y expectantes, solo mirándome a mi. Aun que su mirada me daba tanto temor como la de Paolo no baje la cabeza, me quede allí tratando de demostrar todo el odio y resentimiento que tenia hacia ellos.
- se que ahora estas muy molesta y confundida pero después de que te explique mis razones entenderás mejor- hablo Melrose con una voz melodiosamente perfecta. Por donde se viera esa era la vampira o ser mas perfecto que había visto en mi vida. Evangeline se quedaba chica a su costado.
- Entenderé por que me convirtieron en un monstruo?- pregunte con frialdad. – y supongo que después de su explicación estaré muy agradecida- dije con total sarcasmo y repulsión hacia ellos. Vladimir me mostró los dientes e hizo el desdén de acercarse a mi, como si quisiera atacarme pero Melrose lo paro con la mano. Era muy extraño ver que se comportara así por que según lo que me explico Alec, Vladimir era una persona muy tranquila.
- Tranquilo Vladimir, estoy segura que la muchacha esta muy confundida y no sabe quien soy. Por eso me habla así.- hablo Melrose con total calma. – querida Elizabeth…
- Effy- dije con frialdad. Melrose apretó los labios en un atisbo de que ya estaba perdiendo los estribos.
- Effy- corrigió- mi nombre es Melrose y yo soy la que comanda este aquelarre.
- Por que me convirtieron? Donde esta mi familia?- pregunte rápidamente
- Todo a su tiempo querida- hablo ella.- acompáñame te lo explicare todo en mi despacho, este lugar- dijo observando todo con desdén- me trae malos recuerdos.
Los dos hermanos da Vinci quisieron acompañarnos pero Melrose los paro y explico que esto lo tenia que hacer ella sola. Entramos a la puerta de donde ella salió minutos antes. Un largo pasillo con ventanales nos esperaba, caminamos rápidamente por el y comenzamos a acender poco a poco hasta que llegamos a una puerta de madera en buen estado. Melrose le dio un ligero golpecito y la puerta se abrió y dejo ver un cuarto completamente de madera muy bien pulida y sin ninguna ventana . La habitación estaba llena de cuadros por todas partes, algunos antiguos otros parecían mas recientes pero aun así todos eran igual del hermosos. El piso completamente tapizado con alfombras caras demostraba que ese lugar estaba siendo abitado desde hace mucho, también estaba amoblado con caros sillones de cuero marrón. Melrose se sentó en uno de ellos y me miro con una sonrisa inquietante.
- siéntate- dijo y me mostró un sofá que estaba justo frente al suyo
Preferí hacer caso omiso a lo que me pedía y me dedique a caminar alrededor de la estancia, observando los cuadros.
- Ahora si puedes decirme porque me convirtieron?- pregunte. y sentí como en un instante Melrose estaba parado detrás de mi, no quise voltear pero sentí como todo mi cuerpo se tensaba al sentir la proximidad de esa mujer.
- Por que eres especial- dijo a mi oído y un escalofrío paso por todo mi columna.
- Tengo un don…- dije recordando la carta de Teo.- pero porque Vladimir dijo que no lo tenia, por que mintió?- le pregunte observándola a los ojos.
- Sabia muy bien que si el decía que tu tenias un don los vulturi te convertirían al instante y sin mas remedio- hablo ella.
- Y no es lo que ustedes hicieron?
- Pues si, pero seria mucho mas difícil sacarte de los vulturi si ellos te convertían. Además nosotros no nos llevamos bien con ellos, por que hacerles el favor?- en ese ínstate no dije nada, quería preguntar muchas cosas pero por orgullo no me mostraría interesada.- Mira Effy, mi aquelarre es muy diferente a los demás- hablo y me toco los hombros. - Aquí hay una jerarquía. Solo los mejores humanos se convierten en aprendices y tu eres uno de ellos, no podía perder la oportunidad…. Sabes cual es tu don verdad?
- No lo entiendo muy bien, toque el collar de Alec y recordé muchas cosas que pensé ya haber olvidado. – dije y me aleje de Melrose, al fin voltee a verla y nuestros ojos se encontraron a menos de un metro de distancia.
- Es por que tienes el don de ver lo que te quieren mostrar los objetos, futuro, presente o pasado pueden llegarte a mostrar todo. Jamás había visto algo parecido, es…es realmente sorprendente.
- Que paso con mi familia? Mis hermanos donde piensan que estoy?
- Para ellos tu estas haya, junto a ellos- dijo ella con total normalidad entonces recordé un detalle importante que se me había pasado por alto, Anastacia no estaba.
- No- dije negando con la cabeza y dando pasos hacia atrás- mis hermanos no pueden estar con Anastacia, que les van ha hacer- pregunte con notable angustia y horror en la voz.
- Nada si tu cooperas. Escúchame bien, Anastacia esta con ellos desde hace una semana- hablo ella y yo no podía creer que había pasado tanto tiempo, como había permitido que eso pasara?.
- Y…
- Y se esta haciendo pasar como tu para que tu madre no este tan….preocupada
- Pero no me puede suplantar así nada mas!- solloce, trate de llorar, quería llorar pero no podía.
- Solo lo estaba haciendo por unos días, le dimos el plazo hasta que tu despertaras y luego ella simularía tu muerte, así ni los vulturi ni tu familia estarían preocupados en buscarte.
- No!!!, no pueden!- dije exaltada.
- Si que podemos, en estos momentos Anna debe de estar simulando tu muerte. Ya no hay nada…nada que puedas hacer, solo cooperar con nosotros.
- No lo haré!- grite con tanta furia que quería partir cualquier cosa que estuviera allí.
- Será a las buenas o las malas. Entiende, tu querido Alec ya no vendrá por ti, el creerá que estas muerta igual que todos y gracias a mi campo de fuerza no podrás salir de acá a menos que yo lo decida.
- Tu campo de fuerza???!- pregunte extrañada.
- No sabes muchas cosas Effy y estoy segura que quieres preguntar. Solo dime si cooperarás o no y yo contestare lo que quieras.- dijo con una sonrisa perversa.
- Y si no que?
- Si decides no cooperar, tu familia pagara. Sabes que solo es necesario un vampiro para matar a 5 personas? Yo tengo haya a 3 vampiros así que no será difícil.- hablo con malicia y yo me quede totalmente paralizada.- y ni que decir de tu patético hombre lobo, el también esta siendo observado, no va ser difícil quitarlo de la faz de la tierra, no me tientes a hacerlo…
- Esta bien!- dije al fin rendida y baje la cabeza sin poder mirarla- voy a hacer lo que quieras, solo déjalos fuera de esto, a todos!
- Y lo haré, yo si cumplo mis promesas.
No tenia fuerzas para mantenerme parada así que me senté en uno de los sillones. Me sentía destrozada y totalmente vacía.
No podía creer que todo esto me estaba pasando a mi. Que había hecho yo para terminar sometida a esto? Había tomado talvez la mas grande decisión de mi vida al alejarme de Alec por mi familia y por mi libertad, ahora no tendría nada de eso nunca mas.
Talvez podría negarme a hacer lo que Melrose me pedía pero allí mi familia saldría perjudicada y yo no lo permitiría, después de todo yo ya estaba condenada, era un monstruo, pero Emmy, Alex, mi madre y hasta mi padre no merecían morir por mi culpa. El error quizás había sido conocer a Alec, enamorarme de el y sumergirme dentro de este mundo pero eso ya estaba hecho
y no había vuelta atrás. Ya no podía escapar de lo que era. Melrose se acerco a mi por la espalda y puso una mano en mi hombro.
- no será tan difícil, ya veras que te acostumbraras, todos llegan a hacerlo- dijo ella y yo me rendí en ese instante, solo deseaba con todo mi ser acostumbrarme aun que lo creía imposible.
Después de aquella conversación una mujer rubia y alta apareció en la habitación. Mientras ella me llevaba hacia a fuera otro grupo de vampiros grandes y corpulentos entraban a la habitación. Caminamos por los pasillos hasta llegar a la estancia en la que había estado en un principio. Allí ya me esperaba Leo con una ligera sonrisa.
- supongo que si estas así decidiste quedarte- hablo el con un tono apagado
- pues si- dije con tristeza y sin observarlo a los ojos, solo veía las ventanas, trataba de ver algo que estuviese mas haya de este horrible lugar pero no había nada mas que el bosque que me mantenía prisionera.- a donde me llevas Leo?- le pregunte después de percatarme que íbamos en dirección contraria de la que escape antes.
- A la residencia de los reclutados- dijo el y yo negué con la cabeza tratando de despejar mis ideas pero en ellas solo aparecía mi familia, Teo y Alec, una y otra vez sin dejarme pensar en otra cosa, solo pensaba en como se sentirían al saber que yo había muerto, que pasaría con Alec?
- Ahora si, explícame bien que es eso- hable antes de que mis pensamientos me atormentaran mas, era mejor que me mantuviera ocupada en otra cosa y que mejor que aprender sobre mi nueva prisión.
- Bueno- hablo Leo, victorioso por que al fin ganaba mi atención- en el aquelarre Serpens Servi tenemos castas, algo así como una pirámide de niveles. En la punta de la pirámide esta Melrose, líder de todos y la responsable del campo de fuerza que nos protege.
- Entonces ese campo de fuerza no es de los hermanos da Vinci?- pregunte confusa. Leo me miro extrañado y con el ceño fruncido mientras caminábamos por las frías y desoladas callecitas de Prípiat.
- Claro que no, ellos pueden tener muchos dones pero el campo de fuerza es de Melrose. Por que lo preguntas?
- Los vulturis creían eso.
- Ah! ya veo…olvide que tu te relacionaste con ese aquelarre- dijo el- pues no, supongo que los hermanos da Vinci les hicieron creer eso para que no se metieran con ellos.
Escuchar eso no me sorprendió mucho ya que, después de todo los vulturi no tenían en su poder a alguien que pudiera ver los dones de los demás así que, si los hermanos da Vinci eran inmunes a sus dones talvez los vulturi pensaron que era su campo de fuerza. Ahora me pregunto, si tenían conocimiento de que Melrose existía o eso igual que todo este aquelarre era aun desconocido para ellos.
- Y después según tu quien sigue en esa escala?
- Pues los hermanos da Vinci. Ellos se encargan de velar por todos nosotros, son algo así como los generales que ayudan a comandar todo esto. Después seguimos nosotros, los reclutados, vampiros que tienen dones. No se nos permite salir de este lugar hasta que estemos preparados pero nos alimentan y entrenan todos los días como un cuartel o algo así.- hablo el algo malhumorado, al parecer no le gustaba la idea igual que mi.
- No te gusta….me refiero a que no te gusta la idea de estar aquí verdad?- el asintió con la cabeza
- Yo ya tenia una vida formada cuando era humano. Era un chico normal con una vida normal, pero saz! Un día me convirtieron y no hubo vuelta atrás…al entrar a la colmena ya no hay nada que hacer, o te quedas o te quedas- hablo el con tristeza.
- Porque te convirtieron? Que don tienes?
- Controlo la tierra, las rocas, todo lo relacionado con eso… ya tengo 9 años en entrenamiento pero aun no me sale muy bien así que sigo metido en la colmena.
- Lo lamento- dije y le puse una mano en el hombro en forma de apoyo
- No te preocupes Effy, ya me acostumbre y hasta tengo buenos amigos aquí….
- No parecías llevarte bien con el bruto de Sebastian- dije con coraje
- Con el no, se cree superior por que además de recluta es cazador
- Y eso que es?
- A bueno, después de los reclutas están los cazadores, suelen ser gente muy fuerte y ágil pero no tienen dones, o bueno la mayoría no. Ellos si que pueden salir de la colmena ya que su trabajo es buscar alimento pero no me preguntes que es lo que nos traen para comer por que ni yo se, se lo tienen muy reservado. Después de ellos vienen los Prots, son vampiros traidores que se encargan de limpiar y mantener todo en orden. Nadie sabe que castigo se les impuso por la traición pero después de eso no vuelven a hablar nunca mas. Yo era amigo de un prots, era mi compañero de habitación antes de que lo sea…
- Y que paso?
- Pues nada, ahora parece mas muerto que nunca y ya ni me dirige la mirada, como si me temiera.
- Lo lamento.
- Por eso Effy, no vuelvas a tratar de escapar, fueron muy considerados por que fue tu primer día pero luego no lo harán.- yo asentí con temor y recordé al instante como había tratado a Melrose. Desde ahora seria mejor que le tratara con mas respeto y no me pasara de la raya sino quería ser un prots.
- Luego de ellos viene alguien mas? O ese es el final de la jerarquía.
- Aun quedan los servos, humanos que se pasaron de listos y nos observaron.
- Que hacen con ellos?- pregunte algo asustada.
- Se les corta la lengua y se los mete en las mazmorras. No salen de allí jamás por chismosos.
- Pero eso es horrible Leo. Y la radiación que? Nos les hace daño? Además que hacen metidos allí, mueren de hambre?
- Se les da alimento y ellos se encargan de preparar el nuestro. No puedo decirte mas por que jamás los he visto, no se que pasa con la radiación.- dijo encogiéndose de hombros.- solo he escuchado de ellos por una amiga mía que es cazadora pero después de esto no se mas, a ellos tampoco se les permite hablar de los servos.
Me quede muda, era normal que cada aquelarre tuviera su jerarquía pero que de allí tuvieran esclavos humanos era totalmente injusto. Los vulturis no estaban al tanto de esto, estoy segura que si lo hubieran estado, hubieran puesto fin o talvez hubieran tomado la misma idea? Negué con la cabeza para no pensar mucho en ellos, hacerlo solo me ponía triste y ahora no quería sentirme débil. Leo me llevo hasta un edificio casi en el centro de la ciudad, frente a una placita totalmente abandonada.
- Leo, cuantos vampiros hay en total aquí?- le pregunte mientras veía el gran edificio.
- Mmm supongo que no pasamos de 60, solo se que los reclutados ahora somos 15- dijo con una ligera sonrisa y me abrió la puerta del edificio. –

Subimos hasta el décimo piso y en el encontramos muchas puertas. Sentía infinidad de efluvios pero no escuchaba ni sentía movimientos en esta planta así que estaba totalmente vacía. Leo se dio cuenta de la duda que reflejaba mi rostro así que me explico que no era broma lo del entrenamiento. Todos los reclutas tenían que pasar por un entrenamiento arduo y extenso en donde no solo aprendían a controlar el instinto animal de alimentarse y matar a todo aquel que se acercaba sino que también nos enseñaban a luchar y sobre todo desarrollar nuestros dones. Mi pregunta siempre era una, porque? Por que hacer todo esto sin recibir nada a cambio de nuestra parte pero Leo aun no se respondía la misma pregunta.

Me dejo en una habitación mucho mas grande que el agujero en el que desperté hoy. Tenia dos camas totalmente limpias y tendidas, un velador con una vela apagada y una mesita junto a un armario. En una de las camas había ropa limpia y una toalla. Rápidamente fui hacia la puerta del baño, cada cuarto tenia uno. Me bañe con agua completamente helada pero ya no me importaba, ni siquiera me molestaba. Me vestí con la ropa que me dejaron, unos pantalones plomos algo anchos y un polo de manga larga color blanco. Al terminar me dirigí a la puerta para buscar a Leo pero al que encontré allí fue a Sebastian. Apoyado en la pared, con un gesto despreocupada, apenas me vio me sonrío con algo de malicia.

- que quieres?- pregunte con hosquedad.
- Tranquila fiereza vengo en son de paz- dijo el mostrándome las manos pero apenas dijo eso mi cuerpo se tenso. La rabio recorrió cada parte de mi ser acompañada de impotencia y pena. Me abalance sobre el y lo chanque con todas mis fuerzas contra la pared que se resquebrajo.
- Jamás, jamás me digas así!- le dije recordando con dolor como me llamaba Faris. Sebastian se quedo atónito por mi reacción.- entendiste!- le grite y el poco a poco reacciono. Me sonrío ligeramente y rápido y ágil como un gato me giro. Ahora yo estaba acorralada por el en la pared.
- Entendido Effy- hablo a mi oído y se alejo de mi con brusquedad.


[…]

Desde que los hermanos Ferrel habían llegado a casa todo volvió a la normalidad. Las clases iniciaron, Alex estaba volviendo a jugar fútbol americano en su ultimo año de estudios y a pesar de que solo paso una semana ya estaba enrollada con una alumna de intercambio llamada Fleur. Emily inicio su primer año de secundaria y ya estaba enzarzada en libros de matemática y química. Por otro lado estaba Effy, la mas extraña y compleja de la familia Ferrel desde siempre. Ha tomado una actitud positiva y eso es lo que le gusta a su madre aun que es preocupante que evite hablar de Alec, de Teo y sobre todo de cómo se entero de que era adoptada. Ha preferido meterse en la música por completo. Todos saben que es gracias a Alec y eso entristece mucho a su madre pero le deja tocar el piano cuanto quiera, todos están sorprendidos por que a mejorado tanto que toca como una artista.

Hoy después de mucho a comenzado a llover pero aun así Alex a preferido manejar a la escuela. Effy va con el pero Emily va con su madre ya que su colegio es mucho mas cercano a su trabajo.

- no creo que lleguemos a tiempo- dijo Effy con algo de frialdad mientras veía todo el trafico.
- Espero que no sea así, tenemos examen de cálculo y no pienso perderme el primer examen- hablo Alex un poco mas animado.
- Entonces acelera- dijo con impaciencia Effy, últimamente ella había estado así, impaciente, distante, malhumorada y fría. Alex estaba consiente de que al dejar a Alec la Effy feliz y sonriente había desaparecido de nuevo pero aun así no quería perder las esperanzas de encontrar de nuevo a esa hermana que volvió a llamarle Canario.
- Date cuenta, hay demasiados carros- hablo Alex con paciencia.
- Ya van a avanzar- hablo Effy y como dijo, unos minutos después el transito comenzó a ser mas fluido.
-
La trancadera de carros había sido producida por dos autos que habían chocado por la lluvia constante, ahora que la grúa los había sacado del camino todo estaba nuevamente normal. En ese momento Effy sonrío con algo de malicia, hoy había recibido la orden de su líder, la verdadera Effy había despertado y gracias a eso por fin ella podía ocasionar su muerte. Hace mucho que lo había estado esperando, vivir con humanos era la cosa mas aburrida que podía existir. Esa mañana, se había encargado de vaciar los frenos, lo suficiente como para que en cual quier momento no funcionaran mas y el carro chocara. Y así sucedió, Alex comenzó a acelerar para no llegar tarde y cuando quiso frenar en una curva ya no pudo, el carro se fue con todo hacia un gran camión. Effy se dio cuenta en ese instante que el afectado de muerte seria Alex pero no podía dejarlo morir, tenia ordenes, así que en un movimiento inhumano y muy ágil protegió con su cuerpo a Alex haciendo que el choque fuera directamente al cuerpo de ella. Effy miro por ultima vez a Alex que la miraba sorprendido, le sonrío ligeramente antes de que todo el impacto sucediera. Sintió cada golpe en su espalda y no pudo evitar gritar de dolor. Luego, cuando ya todo había terminado golpeo fuertemente la cabeza de Alex con el timón, Alex se quedo inconsciente mientras su frente sangraba ligeramente, Effy regreso a su lugar y se dejo caer.

Todo ya estaba preparado para que nadie sospechara sobre la muerte de Effy. Dos vampiros habían venido con ella desde la colmena y se encargarían de que la muerte fuese creíble. Todo estaba fríamente calculado y no había nada, nada que pudiera malograr el plan.

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Hola!! Espero que les guste el cap =), ya saben + de 11 comentarios y publico =D.
Luz!!!! Tu historia ya esta recomendada, suerte!!
Susi!!! Leo es Logan Lerman xD
Judit*!!! Ya te mande el correo =D, espero que respondas.
Anna!!! Que bueno que te gusto mi historia, espero que te hagas seguidora si aun no eres =) y bueno decirles a todas que me tengan paciencia, tratare de hacer los capítulos de Alec y Mía pero ya será mas adelante.


Si quieren ayuda o tienen alguna pregunta, pregunten =D que yo estaré gustosa de responder.

Las quiero,

Lu!!

martes, 18 de enero de 2011

Capitulo 21


The sharp knife of a short life,
well I’ve had just enough time
If I die young bury me in satin
Lay me down on a bed of roses
Sink me in the river at dawn
Send me away with the words of a love song

The Band Perry


Dolor, eso es lo que sentía. Tanto que deseaba morir y terminar todo el sufrimiento pero no se podía, a cada movimiento que tratara de hacer el ardor venia con mas fuerza y me dejaba paralizada, tanto así que me deje sumergir en el fondo de mi alma. Deseando con toda mi fuerza morir y parar de sufrir pero el alivio jamás llegó. Lo único que escuchaba era mi corazón, latir dolorosamente cada vez mas lento, estaba muriendo, se daba por vencido. No sabia donde estaba, no sabia con quien estaba o cuanto tiempo había pasado. Trataba de recordar que es lo ultimo que vi pero hacerlo simplemente me dejaba exhausta. Mis recuerdos eran vagos y tratar de verlos con claridad me hacia doler aun mas la cabeza así que después de tratar horas me di por vencida y deje que la tortura continuara a su ritmo.

No se cuento tiempo mas paso, pero llego un momento en el que mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente, estaba como loco, un dolor profundo hizo que mi cuerpo se contorsionara y mi boca emitiera gritos agudos y desgarradores, entonces el corazón dejo de latirme. Pensé que la muerte seria diferente, que si el corazón dejaba de latir yo desaparecería o me convertiría en pura materia y me iría de allí pero no, seguía allí, en ese cuerpo frío y rígido. El dolor había parado por completo igual que mi corazón, acaso ya estaba muerta?

- abre los ojos- me dijo la voz de Vladimir como un susurro dentro de mi.

Inmediatamente di esa orden a mi cuerpo y como si fuera magia se hizo la luz. Ahora entendía que aun seguía viva pero como era eso posible? Parpadeé un par de veces. La luz era tenue, talvez de vela. Observe a mi alrededor aun sin levantarme por que temía que el dolor regresara. Me asombre al descubrir que todo lo veía con mas intensidad. Pude percibir al instante que al final de la habitación en la puerta de madera había una grieta por donde entraba una ligera brisa o que no habían ventanas pero si pequeños espacian por donde corría el viento. No solo veía todo con mas intensidad sino que también sentía con mas intensidad, palpe la manta, una colcha suave y fría. Sentí mil olores diferentes, pero un raro aroma dulzón me llamo la tensión ya que me hacia arder la garganta con mucha fuerza.
- Por fin despertaste- hablo un muchacho.
Me erguí al instante y observe ahora si, con mucha mas precisión la habitación. Era un cubo pequeño, sin ventanas grades solo pequeñas rendijas en la parte trasera de mi cama. Al costado mío había un velador con una vela y al otro lado había una cama con un muchacho en ella. Estaba recostado con un libro en la mano pero el chico me miraba a mi. Tenia una pinta infantil aun que el tamaño lo tenia de un adolescente. Su cabello era totalmente marrón, parecía un chico normal hasta que me percate de que su corazón no latía y sus ojos eran rojos pero no como los de Alec sino mucho mas claros, algo raros, no podía explicar muy bien su color, tenían una especie de intensidad y de brillo que los ojos de Alec jamás tuvieron.
- Tu quien eres?- pregunte y me tape la boca al entender de que esa extraña voz provenía de mi. Era mas melodiosa y rítmica cosa que yo nunca había tenido.- pero que me ha pasado?- pregunte. y observe mis manos. Tenian una palidez espeluznante que al instante me hicieron recordar la tonalidad de Alec.- hay dios mío, soy un vampiro- dije con asombro y me apoyé en la esquina de la pared.
- Tranquila, tranquila- dijo el joven, se paro con tranquilidad dejo su libro en la cama y se acerco a mi
- No te me acerques!- dije tratando de escapar mas, pero ya estaba en la esquina y no había a donde ir.
- Tranquila no quiero hacerte daño- dijo el muchacho mostrándome las manos en son de paz luego poco a poco se agacho y saco algo de la parte de abajo del velador. – ten, bebe esto- hablo y me entrego una botella negra. Me recordó a esas botellas en las que ponían la leche en casa. Solo que esta era oscura y no se veía el contenido. Sentí el aroma y al instante un ardor tremendo se extendió por toda mi garganta que ni siquiera me dejo articular palabra. Agarre la botella rápidamente sin que me importara en absoluto que lo que tomaría era sangre. Bebí todo el contenido a grandes sorbos. Cada que tomaba quería mas y no se saciaba mi sed. Al concluir el dolor aun seguía allí, presente.
- Quiero mas- exigí y le entregue la botella al muchacho. El sonrío y recibió la botella.
- Lo siento Elizabet pero solo esta permitido tomar dos botellas al día y te sugiero que no tomes la segunda.- hablo el
- Mi nombre es Effy, no Elizabeth y no importa, dame la otra botella- exigí. El chico hizo un gesto rendido con sus hombros y saco la otra botella.
- Luego no me digas que no te lo advertí- hablo el y me entrego la otra botella. Me bebí todo el contenido, estaba delicioso pero aun así no me sacio.
- Sangre de que es?- pregunte algo irritada por que ya no había mas
- No lo se, yo no me encargo de cazar el alimento- hablo el joven y yo fruncí el seño.
- Se supone que todos los vampiros cazan su propio alimento- dije pensando que el me quería tomar el pelo. El joven negó con la cabeza.
- En este aquelarre no y si me permites quisiera presentarme formalmente- asentí mientras iba metiendo el dedo a la botella y sacaba poco a poco algunas gotas de sangre. – mi nombre es Leonardo, llámame Leo.
- Ok- hable sin mucha concentración
- En estos momentos estas en el aquelarre Serpens Servi que es liderado por…- mi mente se perdió en mis pensamientos. Recordé a Alec y una punzada de dolor apareció en mi pecho. Recordé a mis hermanos…el avión…la carta de Teo y …
- Vladimir!- grite con furia y el chico me miro extrañado
- Si, te iba a hablar de el y sus hermanas en un instante
- No!- grite nuevamente- el me hizo esto- dije y lo mire a los ojos- donde esta y por que lo hizo?!- pregunte casi con dolor.
La rabia recorrió todo mi cuerpo como si de acido se tratara y carcomiera cada parte de mi ser. Lancé la botella a un costado y esta se rompió con un fuerte estrépito. Jamás me había sentido así pero no podía controlarlo era como una bomba a punto de explotar
- Tranquila!- hablo Leo pero yo no me tranquilice.
Me di cuenta en ese instante que desde que desperté me estaba comportando como una total estúpida, casi como un animal que se callaba y atontaba por el olor de la comida.
Recibir sangre de un extraño, no preguntar las cosas que debía. En que estaba pensando? Me levante de un saltito de la cama y rápidamente Leo fue hacia la puerta y se interpuso.
- Muévete!- le grite y como no lo hizo lo empuje con todas mi fuerzas.
Rompí la puerta y me lleve a Leo con migo. Lo lance a un costado y salí corriendo por los pasillos oscuros y tenebrosos de ese lugar. Me mire las manos y me sentí como un monstruo, eso es lo que era ahora un monstruo que acaba de herir al joven que me había alimentado. Los pasillos eran amplios y sin pintar, todo parecía viejo y desabitado. Donde demonios me encontraba? Y a donde demonios me dirigía? Seguí sin rumbo por unos instantes hasta que encontré unas gradas y comencé a bajar rápidamente. Saltar ya no era una dificultad y el cansancio menos por que ya no lo sentía en absoluto. Sentí como alguien me seguían pero aun así no pare. Ya había bajado unos 15 pisos cuando llegue al primero y por fin logre ver una puerta de vidrio que dejaba ver mas haya una pista y un bosque. Bosque! Eso era si llegaba allí estaría segura. Corrí lo mas que pude hacia allí. Abrí las puerta y una brisa helada me hizo dar cuenta que era de tarde y llovía pero no me importo, seguí corriendo con todo hasta que algo con mucha fuerza me golpeo por el costado derecho he hizo que cayera al pavimento a unos 5 metros del bosque. Mi espalda golpeo fuertemente el piso pero aun así no me dolió, lo que me preocupo fue el peso de aquella cosa que ahora se posaba enzima mío.
- No vas a escapar- hablo mi atacante mientras me aprisionaba y no me dejaba parar. Así que no había sido una cosa sino una persona. Lo observe con curiosidad. Era un chico alto, rubio y con ojos igual de extraños que Leo. Tenia la piel muy clara y por lo tanto entendí que también era un vampiro.
- Déjame ir!!!- le grite y trate de moverme pero sus piernas aprisionaban mi cuerpo con mucha fuerza.
Golpee con todas mis fuerzas su rostro con una de mis manos y escuche como un fuerte sonido salio del golpe como si hubieran colisionado dos rocas. El chico rugió con furia, me miro a los ojos pero en vez de pegarme aprisiono mis dos manos.
- No me golpes!- siseo muy cerca a mi rostro
- Entonces déjame ir- grite nuevamente y me comencé a mover con rabia pero el chico no se movió.
- Effy!!- grito Leo y se acerco a mi- Sebastian déjala en paz, ella esta bajo mi cargo- dijo Leo. Sebastian en una maniobra muy extraña y ágil me giro, aprisionó mis manos en mi espalda y luego me levanto del piso sujetando fuertemente mis brazos.
- Si estaba a tu cargo porque la dejaste escapar?- pregunto con burla Sebastian y comenzó a hacerme caminar.
- Solo la deje ir- bufo Leo- además a donde podría escapar? Al bosque? No creo…- dijo el
- Pero están pasando helicópteros y no pueden saber que habitamos esta zona - dijo molesto Sebastian mientras me llevaba de a nuevo adentro del edificio.
Era ahora o nunca ya que estábamos a punto de entrar. con todas mis fuerzas pise el pie de Sebastian y luego lo empujé para atrás con tanta fuerza que callo con migo en sima y por fin me soltó. Salí corriendo rápidamente hacia el bosque mientra escuchaba su ligero rugido de molestia.
- Effy!- grito Leo pero yo no gire, solo quería escapar.
Corrí hasta el bosque, la lluvia caía con fuerza, sentía cada gota caer sobre mi pero aun así no pare.
Algo raro paso en ese instante. Al seguir corriendo choque con algo duro pero totalmente transparente que me mando con fuerza metros atrás. Recordé el campo de fuerza de los da Vinci y maldije mientras golpeaba con impotencia la tierra mojada.
- Te dije que no podría ir muy lejos- hablo Leo que se materializaba con Sebastian después de unos segundos.
- Aun así no ya me harto, no dejare que vuelva a huir- hablo Sebastian y una fuerte oleada de confusión llego a mi como un gran choque. Me sentía mareada y confusa. Ahora no sabia donde estaba ni que me pasaba, alguien me levanto del suelo y me condujo de regreso, trate de moverme pero sentía mi cuerpo como gelatina y mis brazos y piernas no respondían. Había perdido, me llevaban de regreso y ahora no se que me pasaría.
- Que paso?- pregunto una voz femenina muy conocida, Evangeline.
- Trato de escapar- dijo Sebastian ahora con calma.
- Esta loca? Leo, acaso no le explicaste que estamos en Pripiat- hablo de nuevo Evangeline
- Se lo trate de decir pero escapo y no escucho mucho- dijo el
- Bueno, no importa. Ahora Sebastian, será mejor que le quites tu don que Melrose quiere hablar con ella y así de desorientada no va poder.
- Ok pero pega horrible así que ten cuidado- hablo Sebastian y sentí como esa capa espesa de confusión se me iba de enzima.
Abrí los ojos y pude observar el lugar en el que estábamos. Era una estancia larga y rectangular llena de ventanales antiguos y empañados de suciedad. Las paredes eran antiguas, viejas y mohadas igual que todos los pasillos que ya había recorrido antes. Estaba en los brazos de Sebastian que al ver que ya estaba consciente me dejo caer al suelo y una sonrisa perversa apareció en su rostro.
- Idiota- le dije mientras me paraba con algo de dificultad.
- Pueden irse, Melrose quiere hablar a solas con ella- dijo Evangeline y en un instante las únicas que quedábamos en la habitación éramos Evangeline y yo. Ella me miro con una sonrisa misteriosa mientras esperábamos en silencio.
Después de unos minutos apareció por la puerta que estaba frente a mi una muchacha pequeña y delgada con un vestido blanco hasta el suelo acompañada de Vladimir. La muchacha parecía flotar mientras caminaba con tanta delicadeza. Su cabello era totalmente blanco y estaba recogido en un moño. Su rostro blanco como el papel iba sin ninguna expresión. Al estar justo frente a mi, levanto la vista y sus ojos color turquesa casi blancos me miraron penetrantemente solo a mi. Sentí mucho temor al asociar sus ojos con los ojos de un hijo de la luna pero había algo extraño. Melrose no tenia corazón latiente, por lo tanto era un vampiro o algo mas pero que?

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Hola!!! Bueno, la buena noticia es que aun que este de vacaciones, me quede con mi laptop y me di cuenta que aun es fácil publicar por que la mayoría de las entradas ( 6 mas) ya están escritas así que las publicare cada que haya + de 11 comentarios, como antes. Lo malo es que cuando se acaben esas 6 entradas será algo mas complicado pero aun así tratare de publicar. La otra noticia es que Mapa ya publicó nuestro primer capitulo en the blood games =) a mi me toca escribir el siguiente y quisiera que comentaran para decir que tal les pareció =D. Quiero aclarar que esta basado en los juegos del hambre pero en si no es necesario leer ese libro para entender ya que es una historia diferente.


Bueno se que esta entrada es muy pequeño pero quiero que la otra parte entre en un solo capitulo y no partido como se estuvo planeado en un principio. Las fotos de los personajes ya están puestas aun que por motivo de tiempo no están las descripciones.

Las quiero un montón y hasta la siguiente ocasión xD.

Lu!!

sábado, 15 de enero de 2011

Capitulo 20



Say goodbye, close your eyes
Remember me
Walk away, the sun remains
Remember me

I’ll live on somewhere in your heart
You must believe
Remember me

Journey


Día 60- The End

El tiempo pasó mas rápido de lo esperado. En un abrir y serrar de ojos ya estaba en el día limite para dar mi respuesta a los Vulturis, por suerte ya estaba preparada o eso es lo que creía, no es fácil alejarse de tu familia pero tampoco lo es alejarse de la persona que mas amabas en el mundo.

Todos los días Alec había pasado la noche con migo y hoy no era la excepción pero si que era muy diferente a los demás. Desperté con unos fríos labios en los míos, abrí los ojos con cuidado y me encontré a Alec muy cerca de mi. Me dio otro beso, esta vez mucho mas largo. Después de un rato quise parar para tomar aliento pero el no me dejo y siguió besándome hasta que ya no pude mas. Me aleje agitada y con una gran sonrisa. Alec jamás había hecho eso, me sorprendía pero me gustaba.

- que pasa?- le pregunte con una ligera sonrisa.
- Te amo- dijo el sin sonreír y me volvió a besar. – regresare para recogerte a las 9, ahora viene alguien- hablo me dio nuevamente un beso y salio por la ventana con rapidez. Al instante apareció Alex. Yo estaba echada en la cama algo extrañada por la reacción de Alec, tenia los labios adoloridos por aquel beso y de seguro que mi rostro estaba cómico porque Alex comenzó a matarse de la risa frente a mi.
- Por que te ríes?- pregunte haciendo un tonito de molestia
- Creo que alguien aquí se divertía sola- hablo Alex
- Cállate tonto yo no hago esas cosas- hable y le lance una de mis almohadas que no le hizo nada ya que la tomo con la mano sin dificultad.
- Lo que tu digas…- dijo con una gran sonrisa.- venia para decirte que el desayuno ya esta listo, lamento haber incomodado tu…
- Cállate!- le grite y fui contra el. Alex solo se reía mientras yo le daba golpecitos amistosos. Luego, de un momento a otro se puso muy serio y se enderezo.- que?- le pregunte algo extrañada por su reacción
- Cosquillas- dijo el con una gran sonrisa. Trate de escapar pero me lanzo a la cama y comenzó a hacerme cosquillas sin parar mientras yo me retorcía sin control.
Después de que Alex supo lo de mis costillas rotas me llevo al medico sin que nadie se enterara (es nuestro secreto)y estas gracias a algunas pastillas de reforzamiento de calcio se curaron a la perfección. Ya no había temor a que se volvieran a romper y es gracias a eso que Alex ahora no tenia temor de hacerme las cosquillas que el quisiera.
- Emmy!!- le grito a mi hermana que vino enseguida. Al ver lo que estaba pasando se lanzo a la cama y comenzó a hacerme cosquillas también.
- Eso no es justo!!- grite mientras reía- dos contra uno, no!!

El juego concluyo cuando yo ya no podía reír más. Después de eso desayunamos algo especial por ser nuestro ultimo día allí. Me aliste apresuradamente con mi ropa habitual. Unos pantalones negros, una polera del mismo color y una casaca roja. Dentro de toda esa ropa descansaba el collar de Alec. Lo saque un instante para observarlo y una sonrisa se dibujo en mi rostro. Escuche como el carro de Alec llegaba así que baje lo mas rápido que pude y me despedí de toda mi familia. Antes de salir suspire profundamente, hoy seria un largo día y tenia que prepararme para lo que sucediera.
- que haremos hoy?- le pregunte a Alec al subir al carro y el me sonrío ligeramente
- alguna vez te mostré la terraza del castillo?- pregunto con una linda sonrisa
- no
- pues justo hoy te llevaré allí.- dijo el algo mas animado.

Unos días antes acordamos que la respuesta se la daría la tarde de hoy pero no sabia si podría esperar tanto. Y el , con esa actitud de seguro que se sentía igual. Llegamos al castillo, caminamos por los pasillos rápidamente para que nadie pudiera vernos. Alec sabia que si Aro me encontraba comenzaría preguntar sobre la decisión y ninguno de los dos estaba para eso. Caminamos por muchos pasillos que jamás había visto. Al llegar al final de uno, subimos por unas gradas en forma de caracol y al final de estas nos esperaba una puerta de madera serrada.
- estas lista?- me pregunto Alec y yo asentí.- entonces sierra los ojos.
Sin reproche alguno serré los ojos y Alec me condujo a lo que había afuera de esa puerta. Una leve brisa llego a mi y me congelo el rostro, demostrándome que ya estábamos en la añorada terraza.
- Listo, ábrelos- hablo y yo los abrí poco a poco.
La primera vez que Alec me pidió que serrara los ojos fue para ver como había quedado el sauce. Ahora había preparado la terraza solo para nosotros dos y estaba perfecta. Llena de plantas y flores de colores. A donde vieses encontrarías un verde hermoso salpicado de flores rojas, rosadas y amarillas. En una de las esquinas había una especie de carpa hecha con un manto rojo, dentro de esta habían cojines y algo que pude percibir como vino.
- es hermoso- dije con una gran sonrisa
- no tanto como tu- hablo Alec, me abraso por la cintura y me dio un beso en el cuello.
Nos sentamos dentro de la pequeña carpita que solo tapaba parte de nuestro cuerpo por que los pies se nos salían.
- brindemos, por nosotros, porque nunca olvidemos estos dos meses- hablo y yo le sonreí con algo de tristeza.
- Salud- dije y chocamos las dos copitas. Mientras yo bebía vino el bebía sangre. No quise decir nada para no arruinar el momento pero verlo tomar sangre me erizó la piel.
Después de brindar me abraso con dulzura y comenzó a acariciar mi cabello. Estoy segura que quería preguntar o esperaba que yo iniciara la conversación pero no podía, aun no estaba lista.
- te amo- le dije en un susurro y bese sus fríos labios.
El beso se comenzó a prolongar mas y mas a cada segundo volviéndose mas incontenible y salvaje. Los truenos comenzaron a sonar pero no nos importo. Poco a poco me quito la casaca y yo su saco. La lluvia comenzó a caer con fuerza pero por lo menos la pequeña carpa nos protegía en algo. Le sonreí picadamente mientras desabotonaba cada uno de los botones de su camisa negra pero entonces la pequeña carpa cedió por la lluvia y nos quedamos atrapados dentro de ella.
- Demonios- dijo Alec y yo comencé a reír.
- Entremos- dije mientras le daba un rápido beso en los labios por que ya me estaba quedando sin aire dentro de la carpita caída.
- Claro, entremos- dijo el. Me tomo de la mano, sacamos nuestras cosas y salimos. La lluvia caía fuertemente y Alec quiso correr pero yo me detuve
- Espera- dije observé una vez mas toda la ciudad de Volterra, serré los ojos y levante la mirada hacia arriba dejando que la lluvia me mojara toda. Era tan reconfortante que podía estar así por horas. Alec me tomo por la cintura y me dio un beso en los labios.
- Vamos, te enfermaras- hablo después de un rato.
Corrimos como dos niño empapados por los pasillos del castillo mientras no parábamos de reír por cosas absurdas pero divertidas. Me sentía demasiado feliz al estar a su lado que parecía cosa de un sueño, jamás en mi vida había reído tanto con un novio, sin aparentar, sin sentirme incomoda pero aquí estaba Alec haciéndome reír como una chica tonta y enamorada. Tenia que admitirlo, Alec lo había logrado. Había logrado enamorarme hasta las entrañas, me había enamorado por completo de el y eso me encantaba pero también me aterraba demasiado, era la primera vez que sentía esto, no sabia muy bien como manejarlo además de que en este estado me sentía tan vulnerable. Entramos a su cuarto, no era muy grande: una cama (aun que no entiendo porque) una mesita de noche, un tocador antiguo con un gran espejo y un armario de madera.
- ten – dijo mientras me tiraba una toalla blanca.
Me quite la polera que estaba empapada y me quede solo con el polo a tiras rojo que tenia dentro. Comencé a secar mi cabello con total naturalidad mientras me veía al espejo. De soslayo pude observar a Alec quitarse la camisa y secarse con rapidez el cabello. Era un gran espectáculo debo admitir por que nunca lo había visto de esa manera. Su piel totalmente blanca y algunas marquitas en toda la piel en forma de media luna me hicieron dar cuenta que Alec no solo era un simple vampiro sino un gran luchador. Mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente mientras mi mente cabalgaba en pensamientos lujuriosos al ver ese cuerpo. Sin advertirlo Alec levanto la mirada y nuestros ojos se encontraron. El sonrío placidamente mientras yo la bajaba totalmente avergonzada y roja . Sentí como Alec se acercaba a mi, puso sus frías manos en mi cintura, se apego tanto y luego comenzó a besar mi cuello.

- Nos falto terminar algo haya, no crees?- me pregunto mientras me daba la vuelta y besaba mis labios.
Entonces de sopetón, como un balde de agua fría que te despierta en la mañana una voz vino a mi cabeza- no puedes hacerle esto- dijo mi voz interior y era cierto, no podía si sabia cual era la respuesta. Aun que mi cuerpo lo deseara y mas que él mi corazón, no podía. No era justo para el ni para mi.
- para- dije y lo aleje levemente de mi con una mano.
- Que pasa?- pregunto totalmente extrañado por mi reacción
- No puedo Alec, no puedo con esto- hable y el se quedo inmóvil y callado- te amo como a nadie he amado y dudo que llegue a amar de nuevo así. Pero no puedo permitirme vivir para siempre con tigo- hable y vi en sus ojos el reflejo de los míos, pena, mucha pena.- lo lamento Alec- dije conteniendo las lagrimas, tenia que ser fuerte y no demostrar debilidad. Tome un ligero trago de aire, lo mire mas penetrantemente que nunca y continúe- yo quiero una vida libre al estar junto a ti y con los Vulturi de por medio solo podría aspirar a ser una simple soldado...que solo recibiría ordenes y no llegaría a mucho porque ni siquiera tengo un don.- esa no era la verdadera razón, la verdad es que odiaba a los vulturi con todo mi corazón, odiaba a Aro por haber ordenado matar a todos los Mimir, por matar a Faris y sobre todo por obligarme a asistir a sesiones con el, por obligarme a tomar tan fea decisión. Yo sabia muy bien que esta situación les agradaba, los entretenía y por eso los odiaba.
- Pensé que….pensé que te había convencido- hablo el con notable dolor y yo negué con la cabeza mientras las lagrimas comenzaban a salir sin mas remedio.- pero tu me amas y yo a ti…mas que a mi vida- hablo el con dolor, levante la vista y lo mire un largo rato, tratando de explicar todo lo que sentía por el. Me acerqué un poco y quise tocar su rostro. El esquivo mi mano con agilidad.
- No me toques- hablo ahora. Sus ojos ahora demostraban enojo, rabia.
- Alec…
- Vete, vete ya- hablo con frialdad y chanco con la mano el tocador de madera que se hizo trisas.- no te quiero ver mas!- grito y yo salí corriendo de allí.
Sabia que al tomar esta decisión dañaría a Alec, lo sabia muy bien pero jamás pensé que el me trataría de esta manera. Jamás creí que nuestro ultimo momento juntos seria así. Corrí por los pasillos sin parar pero estos eran realmente un laberinto. Tenia la mirada pegada al suelo porque no quería que ningún vampiro me viera en tan patético estado. Seguí corriendo y choque con un cuerpo caliente, un humano. Levante la vista y no era cual quier persona, enfrente mío estaba Teo, mirándome con sorpresa.
- que ha pasado?- pregunto y yo lo abrase.
- Todo a terminado- dije entre sollozos.
- Así es mejor- hablo el tratando de consolarme.
- No, claro que no, me siento como la persona mas horrible del mundo- dije sin parar de llorar.
Así me sentía, como la peor persona después haber hecho sufrir a Alec. Le había dado falsas esperanzas y eso jamás me lo perdonaría. Habría sido mucho mejor terminar cuando pude hace tiempo, terminar y olvidarme de él para siempre antes de que me llegara a enamorar tanto, pero fui egoísta y preferí seguir a pesar de las consecuencias. Pero el daño ya estaba hecho y no podía retroceder, si quería regresar con mi familia tenia que seguir con el plan.
- Teo quiero que me hagas un favor- hable mientras me secaba las lagrimas
- el que quieras Effy- hablo el
- Michael borrara mis recuerdos e insertara otros, te necesito a ti…necesito que tu sean el de mis recuerdos- hable y el se quedo paralizado.- Por favor, estoy segura que me preguntaran cosas en casa y si no recuerdo con quien pase vacaciones …
- Esta bien, lo haré por ti- dijo con algo de tristeza
- Gracias- hable.
- Vamos donde Michael?- pregunto el y yo negué con la cabeza.
- Primero tengo que despedirme de los Vulturi- dije y pare de llorar. Me seque las lagrimas por completo y puse la cara menos expresiva y fría que tenia.
Me dirigí al cuarto de tronos y al abrir la puerta los vi a los tres conversando con Jane.
- querida Effy que sorpresa encontrarte- dijo Aro con notable molestia porque no había tocado la puerta pero yo solo me limite a sonreír tímidamente.
- He venido a despedirme- dije y todos me miraron con asombro sobre todo Jane.
- Has tomado una sabia decisión- hablo Marcus y me observo a los ojos.
- Ahora ve con Michael y que te borre todos los recuerdos- dijo Caio
- Si, eso haré, pero primero quería darles las gracias, por haberme dado el derecho a elegir.
- Eso no lo hicimos por ti - hablo Caio con malicia.- fue por Alec así que al que deberías de agradecer es a el.- Asentí con la cabeza mientras aguantaba las lagrimas lo mas que podía. Observe como Caio sonreía ligeramente de satisfacción. Me tenia donde quería, débil y vulnerable pero aun así me contuve y no llore, no le daría todo el espectáculo para que se pusiera feliz, eso jamás.
- Adiós- hable
- Adiós- respondió Aro- espero que tengas una muy buena vida y sinceramente por tu bien, no deseo verte nunca mas.- yo asentí nuevamente con la cabeza.
Salí de la habitación mas que destruida y esta vez las amargas lagrimas comenzaron a salir en silencio. Teo se quedo un rato más ya que, tenia recados especiales de Aro. Camine lentamente hacia las habitaciones para encontrarme con Michael pero Jane se me interpuso en el camino.
- como pudiste…- hablo ella
- no quiero vivir como una esclava Jane.- dije y seguí mi camino
- pero Alec te ama- insistió ella
- y yo a el pero eso no comprara nuestra libertad- hable y Jane se quedo en silencio.

Llegue nuevamente al piso de las habitaciones. No tarde mucho en encontrar el cuarto de Michael ya que tenia su nombre rotulado. Toque dos beses y al instante el salio.

- Effy- hablo con preocupación al ver mi rostro.
- necesito que lo hagas, bórrame todo e inserta recuerdos que tengan que ver con Teo.
- que?!
- Por favor, necesitare una escusa, alguien de quien hablar con mi madre y será mejor que sea Teo. Por favor.
- Esta bien, pero va dolor. Lo que te tengo que insertar es demasiado así que dolerá.
- No importa, solo hazlo ya!
- No, aquí no porque es posible que te desmayes y bueno no puedo llevarte a tu casa sin levantar sospechas además de que aquí estarías en peligro.
- Entonces donde?
- En tu casa, hoy en la noche.- hablo el
- Gracias.

Después de eso me fui a casa, tome un autobús, llegue empapada y solo con el polo de tiras. Gracias al cielo que al llegar aun no había nadie aun, supuse que como era tan temprano mis abuelos estaban en la ciudad comprando cosas para el almuerzo mientras que mis hermanos seguían en Volterra. Subí a mi habitación, me quite la ropa mojada y me di una larga ducha mientras lloraba en silencio. Después de eso me vestí y comencé a hacer mis maletas. Las horas pasaron, mis abuelos no tardaron en llegar y prepararon una deliciosa pizza. Algo que les habíamos estado pidiendo desde hace días pero ellos prefirieron hacerlo al final. Almorzamos en silencio. Alex me conocía tan bien que al finalizar me acompaño hasta mi cuarto y me dio un reconfortante abraso. Solo eso basto para hacerme llorar de nuevo pero el no dijo nada, su abraso era mucho mejor que las palabras, explicaba todo.

Al cabo de 4 horas todo las cosas ya estaban empacadas. En mi cama solo quedaba la ropa que utilizaría al día siguiente y mi pijama. Mis libros de dibujo aun seguían en la mesita de noche pero recién mañana los guardaría en la mochila de mano. Espere a que las horas pasaran. Ya era de noche así que me cambie con la pijama, me despedí de mi familia como cual quier otra noche y me metí a mi a habitación. Tan solo tubo que ser las 12 para que alguien entrara por mi ventana. Al principio pensé que era Alec pero el cabello rubio me hizo desistir de esa suposición. Era Michael pero no venia solo.
- quien eres?- le pregunte al muchacho que estaba detrás de Michael y se ocultaba por la oscuridad.
- Teo- hablo y mostró su rostro.
- Pero como has llegado aquí, es muy alto para que puedas entrar por la ventana- dije con desconcierto
- Recuerda que ya casi es luna llena, puede hacer cosas que antes no podía- hablo Michael en voz bajita y yo asentí rendida mientras me tumbaba en la cama nuevamente- ahora Effy, necesito que me des todo lo que puede recordarte a Alec.
- Mi cuaderno de dibujo- indique sin fuerzas y Teo se encargo de sacar todas las pinturas relacionadas a Alec.
- Tu collar Effy- hablo Teo después de un rato y yo con mucho dolor me quite el collar que me había regalado Alec. Se lo entregue y el lo guardo en uno de sus bolsillos. Sabia que no me lo quedaría, era absurdo tan solo pensar eso pero aun así quitármelo me dejo desprotegida, sola.
- Ahora sierra los ojos- dijo Michael y yo hice caso.
- Adiós Michael, gracias por todo- le dije
- Adiós Effy y recuerda, fuerza, todo pasara pronto- hablo tocando mi cabeza y antes de que el dolor me invadiera por todo el cuerpo. Michael tenia razón el dolor era inminente y se extendió por un prolongado momento.


Desperté con un gran dolor de cabeza que supuse era por todo lo que había llorado entre sueños, había tenido pesadillas horribles toda la noche pero ya no podía hacer nada. Me iría y aun que quisiera quedarme con todas mis fuerzas ya no podía. Me aliste como todos los días, unos jeans, una polera azul, mi corta viento del mismo color y mis siempre confiables zapatillas azules. Suspire antes de salir de mi cuarto ahora vacío. Lo extrañaría, si. Me había acostumbrado como nunca a esta habitación, hasta pequeña ciudad y sobre todo a estar siempre con Teo. Teo, a el si que lo extrañaría como nunca. Una lagrima trato de salir pero la contuve, - fuerte- me repetí a mi misma.- tengo que ser fuerte- pensé nuevamente y baje mi maleta hasta el carro del abuelo. Desayune algo ligero porque no tenia nada de apetito y ayude a Alex a subir las maletas. Cuando ya estaba todo listo me dirigí a la casa de Teo con paso firme y decidido.
- y Alec no va venir?- pregunto Emily, yo gire la cabeza y la mire con extrañeza
- quien?- pregunte con algo de molestia porque me estaba deteniendo y quería ir a ver a Teo ya. Alex agarro a Effy por los hombros y se la llevo. Mi hermana hizo algún reproche y supuse que solo nombro ese nombre para molestarme, como siempre lo hacia. Ahora que se hacia tarde preferí ir corriendo hasta casa de Teo y toque la puerta impaciente.
- Ya va- dijo Teo como todas las mañanas que iba a su casa. Abrió la puerta rápidamente. Aun tenia puesto su pijama color azul. Vi su rostro moreno, la tristeza que se reflejaba en su rostro y esos hermosos ojos plomizos que me habían cautivado todo el verano. No aguante mas y salte a el entrelazando mis piernas en sus caderas mientras mis manos se aferraban fuertemente a su cuello. Teo era fuerte, si, pero al no estar preparado para esto tambaleo un poco hasta apoyarse en una de las paredes y me abraso por la cintura.
- Estas loca- dijo el en un susurro y una ligera sonrisa se dibujo en sus labios.
- Loca por ti- hable y lo bese con todo lo que podía.- no quiero dejarte…solo dime que me quede y lo haré- dije a su oído. Lo mire a los ojos esperando que me dijera algo aun que sabia que era inútil, el jamás lo haría aun que me amara mas que a su vida.
- Sabes que tu lugar es allá y no acá- dijo el y yo me pare.
- Si, lo se- dije y lo volví a besar- es solo que no quiero dejarte.
- Hablaremos siempre, te lo prometo. Será el año mas pequeño que tendrás y en menos de lo esperado ya estarás aquí- dijo el y me dio nuevamente un beso.- quiero que me prometas algo- hablo mas seriamente.
- Lo que quieras- dije con una ligera sonrisa.
- Prométeme que desde este mismo instante me vas a creer cual quier cosa que te diga…..así diga que los cerdos vuelan tu me creerás- hablo. Yo sonreí pensando que era una broma pero el se mostraba serio así que asentí con la cabeza.
- De acuerdo.- dije y el suspiro.
- Me atrajiste desde que tenia 7 años y tu 5. Cuando llegaste con esas dos colitas tan alborotadas por el viento y ese vestido azul.- dijo y yo me quede atónita, porque me decía esto justo ahora, justo cuando me iba.
- Teo…
- Shuu- dijo el y me puso un dedo en la boca- me comenzaste a gustar desde que supe que me gustaban las niñas- hablo con una sonrisa- Fuiste tu la primera y por eso siempre anhele las vacaciones como nadie en el mundo. Luego dejaste de venir y mi mundo se fue al suelo trate de buscarte sustitutas pero nada te superaba, eras única Effy. Perdimos contacto y solo supe de ti por tus abuelos.
- Por eso te hiciste tan querido…
- Porque siempre iba a hablar con ellos de sus nietos y eso a tu abuela le encantaba- dijo el y me dio un beso. - Ahora que vienes no te quiero dejar ir…pero se que es lo correcto Effy, solo prométeme que no te olvidaras de mi…
- Lo juro Teo, lo juro- dije y lo abrase con fuerza tratando de que así las lagrimas no lograran salir de mis ojos pero como la noche anterior me resquebraje y comencé a llorar como una niña.
- No, no llores por favor- me consoló Teo- juro que te visitare pero no llores- dijo el y yo asentí. Fuerte- pensé nuevamente y deje de llorar. me seque las lagrimas y lo volví a besar.- Algo mas- dijo y se alejo de mi, fue a la cocina y de ella trajo un sobre blanco. Me lo puso en las manos pero no lo soltó- promete que solo lo abrirás cuando estés en el avión y no puedas bajar de el, además de que cumplirás tu promesa.
- Creeré todo lo que me digas y no lo abriré hasta que el avión este serrado y ya no haya vuelta atrás- dije con triste y soltó el sobre, algo pesante sobre mi mano.
- Entonces ahora si puedes irte- dijo el, me dio un beso de despedida y se acercó a mi oído- te amo mas que a mi vida- dijo el y en ese momento sentí una punzada. Algo así como un dejavu que no podía entender. Me comenzó a doler la cabeza fuertemente pero no comente al respecto.
- Yo también te amo mas que a mi vida Teo.- la bocina del auto de mi abuelo comenzó a tocar y supe que era tiempo de irme.
- Te veré al próximo año.
- No te olvides de llamar- dije y salí de allí sin voltear atrás para que no fuera mas doloroso.
El viaje a Florencia fue totalmente aburrido y vacío. Cada que veía la autopista recordaba a Teo, a como me había llevado por primera vez hasta allí, o cuando me había comprado ese libro que tanto me gustaba. Todo me recordaba a el y me decía que estaba tomando la decisión equivocada pero ya era tarde. Llegamos justo cuando anunciaban nuestro vuelo así que tuvimos una despedida rápida con mis abuelos y nos embarcamos al instante.

[…]

Alec estaba echado en su cama o en lo que quedaba de ella. Había destruido casi toda su habitación después de discutir con Effy y ahora estaba rendido, echado y triste, como nunca lo había hecho. Alguien toco la puerta, Alec no respondió porque sabia que Jane entraría de todas maneras, pero no estaba de humor para ella ni para nadie.
- que quieres?- pregunto hoscamente al instante que su hermana aparecía y veía con asombro la habitación
- pero que haces aquí?- pregunto Jane ahora algo molesta.
- Que no me vez?- pregunto Alec
- Veo a un vulturi patético- dijo ella con dureza
- Vete a la mierda Jane, no quiero hablar! - grito furioso.
- No m voy nada!- grito ella- Alec no puedo creerlo, ella se va y tu no haces nada?
- Y que voy a hacer, ya decidió además, a estas alturas no se acuerda de mi- hablo Alec frustrado.
- Por lo menos si la vez se llevara un bonito recuerdo de ti y no el horrible y doloroso que se llevo ayer – hablo Jane y salió de la habitación.
A Alec le parecía muy rara la actitud de su hermana pero aun así eso le ayudo a levantarse y salir en busca de Effy. Solo le bastaría mirarla una vez, ganar su atención por un minuto para que todo fuese mejor. Miro su reloj y se dio cuenta que solo faltaba media hora para que el vuelo de Effy se fuera pero aun así lo lograría, la encontraría. Salio de la habitación lo mas rápido posible, corrió por los pasillos y encontró para su mala suerte a Nicole en uno de ellos. Vestía un vestido negro muy corto que a Alec ahora le pareció ridículo.
- a donde vas?- le pregunto ella con una mano en su hombro. Como si fuera una especia de animal engatusando a su presa.
- Déjame en paz Nicole- hablo Alec fríamente y trato de alejarse pero Nicole hincó sus uñas en el
- Recuerda tu promesa- dijo ella- recuerda que dijiste que si esa humana se iba, tu regresarías a mi.
- Tengo muy presente esa promesa - hablo el y salió de allí.

[…]

ya estaba sentada en mi respectivo asiento, para mala suerte nos había tocado justo en la fila del centro, Emily moriría de aburrimiento pero por suerte estábamos los tres juntos. Llamaron la ultima vez por los intercomunicador e indicaron que las puertas ya se estaban serrado. Pasaron 10 minutos pero el avión no se movió ni un poco. La azafata indico ahora que teníamos que esperar ya que, se estaba poniendo gasolina al avión. Aun que pidió que mantuviéramos la paciencia y que no nos moviéramos del asiento yo ya no soportaba la ansiedad que tenia por leer esa carta.
- voy al baño- les indique a mi hermanos. Emily quiso replicar algo pero Alex la cayo agarrándole de la mano.
- Ve- dijo Alex
- No me voy a perder Emmy- dije con una gran sonrisa a mi hermana y ella sonrío de igual manera.

Camine al baño rápidamente, entre en el y cerré con pestillo. Al instante saque el sobre de mi bolsillo y lo abrí. Dentro de este había un dije en forma de un escudo algo extraño que tenia dos piedritas rojas, una arriba y la otro abajo. Me pareció extrañísimo que Teo me regalara algo así porque entendía que lo máximo que habíamos hecho para demostrar que nos amábamos fueron los tatuajes en el hombro pero no mas. Saque la cartita y la comencé a leer:

Effy:

Recuerda tu promesa…

Se que en este momento no entenderás nada de lo que te diga pero solo confía en mi. Te amo, lo sabes ahora pero hay alguien mas que te ama tanto como yo y era injusto que te fueras sin saberlo. Alec es aquel chico que tu tanto quieres, se que ahora no lo recuerdas y preferí que leyeras esta carta para que cuando lo recordaras no pudieras dar vuelta atrás.
Aun que suene totalmente descabellado, tienes un don. Vladimir me lo confirmo apenas te vio pero el sabia que los vulturi te convertirían si te lo decía así que guardo el secreto igual que yo.
De seguro ahora crees que estoy loco y no entiendes nada pero recuerda que prometiste confiar en mi.
Toma el dije y piensa en Alec con todas tus fuerzas, concéntrate lo mas que puedas y piensa en Alec, trata de recordar sus rostro. Tienes el don de ver el futuro y el pasado que los objetos quieran decir así que solo confía y concéntrate.

Te amo,

Teo.


Respire profundamente después de leer todo esto. En verdad Teo se debía de haber fumado algo anoche que lo hizo enloquecer para escribir esta carta pero aun así tenia que confiar en el, se lo había prometido-… así diga que los cerdos vuelan tu me creerás… - escuche sus palabras con tanta precisión que solo asentí. Tome el dije entre mis manos, serré los ojos con fuerza y pensé en aquel nombre, Alec, Alec, Alec. Después de 5 minutos no sentí nada. Era una locura, yo no creía en magia y menos en dones así que sabia que no pasaría nada pero por un instante lo creí posible.

- Alec- dije bajito una vez mas y todo, todo regreso a mi con tanta fuerza que una oleada de dolor en la cabeza hizo que me sentara en el retrete.

Los recuerdos de Alec comenzaron a mezclarse con los de Teo. Ahora no entendía cual era de verdad y cual era la ilusión. Estaba muy confundida y me dolía la cabeza pero poco a poco comencé a recordar mejor.- Alec- dije con lagrimas en los ojos y recordé la mañana anterior. Sus ojos rojos llenos de tristeza y a la vez impotencia. – lo lamento tanto- pensé mientras me lavaba la cara con rapidez para despejar mas rápido mis pensamientos. En este instante alguien toco la puerta, supuse que era la azafata por que ya estábamos a punto de despegar.
- ya va- dije y seguí lavándome la cara pero otra vez alguien toco la puerta- pero que impaciente- dije malhumorada y abrí la puerta. Vi con algo de malestar a la persona que había tocado la puerta y esta para mi sorpresa no era la azafata, o no, claro que no era ella- Vladimir- dije y sentí como todo mi cuerpo se congelaba, como cada parte de mi se erizaba.
- es una lastima que hayas recordado todo, así será mucho mas difícil- me dijo y yo me quede estática. A que se refería?
- Que haces aquí?- pregunte
- Vengo a llevarte- dijo el y fue lo ultimo que escuche.

[…]

Alec corrió todo lo que pudo, prefirió ir de frente a la pista de vuelo porque sabia que era muy tarde para encontrarla aun fuera del avión pero al llegar descubrió que el avión ya había despegado y se perdía en el horizonte. Si tan solo hubiera estado más atento se hubiera dado cuenta que para el lado contrario se iban dos sombras con mucha rapidez.

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Hola!!! Disculpen la demora es que solo tengo la maquina a las 10 así que aquí esta el capitulo largo, espero que les haya gustado, si así fue comenten, sino fue así también comenten =) me encanta saber su opinión. Desde hoy (15 de enero) no podré publicar como antes porque ahora estoy de vacaciones, en la playa xD y eso hace mas difícil que escriba pero prometo que publicare cada sábado, a esta hora o talvez mas temprano. Pero eso si, siempre que haya mas de 11 comentarios u.u se que sueno algo pesada y eso no me gusta pero si no hay muchos comentarios para que esforzarme escribiendo en mis vacaciones =s y perdiendo mis preciadas horas de playa xD.

Las quiero un montón!!!

Lu!!

Ptd: por cierto, este es el final de la primera parte de la historia. Me encantaría saber que les pareció hasta aquí.