viernes, 27 de enero de 2012

Queridas lectoras:

Ya se, hace mucho que no publico y en verdad es horrible, siento que las estoy defraudando pero esto ya no esta en mis manos. Talvez es que últimamente tengo muchas cosas que hacer o que me distraigo con muchas cosas y personas pero lo cierto es que se me fue la musa. Se lo que tengo que escribir en los capítulos, se como va la historia de principio a fin pero no puedo escribirla, simplemente no me sale y si lo hago, voy a paso de tortuga por que últimamente se me hace muy difícil plasmar lo que pienso. No se lo que me pasa pero es algo que nunca me ha sucedido, nunca tanto como ahora y no se cuanto tiempo va pasar hasta que logre tener esa chispa para escribir por eso solo les pido paciencia. Por otro lado, Dividida si va tener un capitulo nuevo y no es gracias a mi. Yo hice solo una parte hace mucho, cuando aun se me hacia fácil escribir, así que hay que agradecer a Ale la mayor parte del segundo capitulo. Para leer el siguiente capitulo de Fire Girl, solo les pido paciencia, por favor. 

 Saludos,

 Lu

PDT: el segundo capitulo de Dividida ya esta publicado! y Deny, gracias por comentar en Pandora, te respondí en tu comentario también :)

martes, 17 de enero de 2012

Capitulo 42 - Fire girl



Escuche el grito desgarrador de Leo, por un instante el corazón se me paralizo y las lagrimas silenciosas comenzaron a caer por mis mejillas. Corrí con más rapidez por los tejados para alejarme de él y así ya no escucharlo más. Lo se, era cobarde pero así era yo, solo trate de repetirme una y otra vez que no seria para siempre pero aun así el dolor no paso, lo estaba traicionando.

- Tranquila- susurro Faride dentro de mi.

Suspire con fuerza y me seque las lagrimas. Salte por los tejados y llegue hasta el techo de las estatuas. Ya todas me esperaban y ninguna estaba con un semblante parecido al mío. Me obligue a mostrarme fuerte, no quería ser la más débil del grupo.

- Y ahora que estamos todas que hacemos?- pregunto Lidia con algo de molestia mientras me paraba a su costado.
- Cambiarse con esto- hablo Rin y saco de un bolso negro ropas del mismo color, que nos fue entregando con rapidez.

Al tener el traje en mis manos sentí una extraña punzada en la cabeza que hizo que cerrara los ojos con brusquedad.

- Estas bien?- pregunto Sofía al darse cuenta de lo que me sucedía.

Asentí con la cabeza sin abrir los ojos por un momento. Vi, como si fuera un vago recuerdo, como caminaba por una especie de alcantarillas. Mire mis brazos y me sorprendió ver que llevaba puesta la misma ropa. Era acaso una visión del futuro?

- De seguro…de seguro- hablo rápidamente Faride dentro de mi, parecía nerviosa. Había visto algo más? Algo que yo no pude ver?
- Bueno, que esperan vístanse!- dijo rápidamente Rin- aun tenemos que traer a Gabriela, recuerden que sin ella no podemos hacer esto.- todas asentimos y nos vestimos con rapidez.

Al terminar de vestirnos quemamos nuestras antiguas ropas (incluyendo mi mochila) y comenzamos a correr hasta la zona colindante con el bosque. De el solo nos separaba la gran muralla y una distancia de 5 metros que dejaba una caída de 100 hasta uno de las callecillas empedradas. Mis manos comenzaron a sudarme ligeramente, estaba nerviosa a pesar de tener a Faride dentro de mi.

- Ya lo hemos hablado, solo déjate llevar y todo estará bien- susurro ella.

Asentí con la cabeza y sin pensarlo dos veces tome impulso y salte. Di un ligero giro en el aire. Sentí el viento frío chocar con mi rostro, una sensación de vacío en el estomago y las ganas incontenibles de gritar. Llegue hasta la cornisa de la muralla, la trepe y solo me deje caer hasta uno de los árboles del exterior. Me agarre de unas cuantas ramas hasta caer definitivamente en la tierra. Las demás hicieron lo mismo que yo, claro que Rin y Sofía tuvieron que utilizar otros métodos mas ortodoxos para hacerlo por solo ser una hija de Fleaur y una simple hija de la luna.

[…]

Suspire con fuerza y me seque las lagrimas, después de un largo rato en el que solo pensé en Josep y en las palabras que le había dicho, había sido dura? Negué con la cabeza y me limpie las lagrimas que quedaban. No había justificación para lo que me había hecho. Abrí la puerta con despreocupación y con certeza de que Josep no estaría esperando otra vez pero lo que me encontré afuera fue mucho peor.

- Nicolás?- pregunte con nerviosismo y sin poder creer que ese muchacho estaba allí. Se veía mucho más sano, sin ojeras y con un semblante menos amenazador pero con él no podía bajar la guardia. – que haces aquí? – pregunte con hosquedad.
- Vine a agradecerte- hablo. Me quede mirándolo con incredulidad.
- Hablas enserio?- pregunte mientras guardaba mis llaves en la cartera y poco a poco y sin hacer muchos movimientos buscaba mi encendedor. Nicolás observo mi mano y sonrío.
- No te voy a hacer daño, en verdad vine a agradecerte- dijo el.
- Mierda- balbuceé y el volvió a sonreír, esa sonrisa tan retorcidamente perfecta y agradable que cautivaba. – habla pues.- dije tajante antes de caer en su hipnotizante belleza.
- Gracias a ti mi padre se entero de las drogas y el alcohol que consumía- hablo con seriedad y mi cuerpo se tenso de inmediato.- pero no te asustes, estoy yendo a rehabilitación, ya no veo a Dariana ni al grupo y…
- Y ahora de la noche a la mañana te volviste una de las mejores personas que viven aquí.- hable con sarcasmo- hazme el favor Nicolás.- hable con molestia.
- Hey! Por que siempre estas tan arisca? Solo quiero agradecerte.
- Me pongo así por que la ultima vez que nos vimos me dijiste que te vengarías o ahora quieres que te salude con una gran sonrisa? Después de todo lo que paso… – se encogió de hombros al darse cuenta que tenia razón.
- Solo quiero decir que estoy tratando de cambiar y que te agradezco por haberme ayudado con lo de los asesinatos.
- No quise, eso te lo aseguro- hable con frialdad y comencé a caminar por los pasillos. Nicolás caminaba a mi costado y yo preferí ignorarlo olímpicamente yendo mas rápido. Salí a la plaza del dragón y vi a Josep junto a Isabela y otra muchacha con un bebe.
- Así que era cierto- hablo Nicolás a mi costado con mucha seriedad.
- Que?- pregunte con frialdad y sin quitarle los ojos a la perfecta de Isabela
- Que llego esa bruja. – concluyo y yo lo mire de soslayo, se veía totalmente molesto y tenso.

[…]

Rin ya había planeado la salida, dos caballos nos esperaban en una zona del bosque pero no nos llevarían al muelle común sino a uno mas alejado donde ya estaba un yate.

- Realmente te luciste- hablo Lidia al llegar a Oslo en tan solo tres horas.
- Me dieron esta responsabilidad y la cumplí- hablo Rin mientras desembarcábamos.
- Y ahora que? donde esta Gabriela, Faride? – pregunte un tanto impaciente.
- En la zona roja de Oslo- hablo Faride dentro de mi cabeza.
- Que?!- pregunte algo sorprendida y las demás me miraron expectantes por saber la nueva información.

[…]

- Leo por favor tranquilízate- hable pero mi hermano no paraba de caminar de un lado a otro.
- Como pides que me tranquilice David!?- pregunto molesto Leo- alguien se esta llevando a Alice con engaños.
- Esto no tiene sentido- hablo Eve después de leer la carta.
- Piensa que puede sanar, quien podría sanarla si tuviera esa enfermedad?- pregunto Eve y todos se miraron en silencio al tener una respuesta clara.
- Una hija de la luna- susurro Eve.
- Sofía- hablo Leo y salio corriendo sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.

[…]



- Es aquí?- susurro Sofía. Levante la cabeza para ver el edificio que se erguía en el centro de la ciudad.

A simple vista nunca hubiera creído que era un burdel por que era muy sobrio y fino para serlo pero siempre las apariencias engañaban. Mire de soslayo a mi lado derecho y me di cuenta que las personas nos observaban con extrañeza.

- He chicas, nuestro traje llama la tensión- hablo Lidia y todas miraron a su alrededor
- Vamos- dijo Rin
- Y como lo haremos?- pregunte y todas me miraron furiosas.

Me encogí ligeramente de hombros y suspire. Estaba distraída y ya ni sabia lo que preguntaba, solo podía pensar en Leo.

- Va ser mejor que te concentres, de nada sirve pensar en él- susurro Sofía y entró por la puerta principal. Camine detrás de ella con el mentón en alto, lista para concentrarme al máximo.

Entramos a una gran recepción de mármol, totalmente vacía a excepción del recibidor en donde estaba un hombre delgado. Faride tomo control de mi cuerpo e hizo que me adelantara hasta llegar justo frente a él.

- Disculpe, buscamos a Mike Clewert.- hable con una voz parsimoniosa. El hombre me miro de pies a cabeza y sonrío, una sonrisa repugnante, llena de deseo.- somos su sita de las doce- recalque con una ligera sonrisa.
- Cita? No me comunicaron que había alguna cita- hablo titubeante el hombre- voy a consultar- dijo a punto de tomar el teléfono. Tome su mano con rapidez e hice que colgara.
- Somos una sorpresa.- dije con mi mejor sonrisa.- de parte de uno de sus mejores clientes. – el hombre nos examino con la mirada.
- Valla, si que le va gustar.- hablo y apretó un botón.
- El ascensor es de frente a la derecha, ultimo piso- dijo indicándonos un pasillo dorado.
- Muchas gracias- hable y comenzamos a caminar.
- Como lo haces?- pregunto Lidia cuando ya habíamos perdido de vista al recepcionista
- Hacer que?- pregunte con molestia, sintiéndome la persona más asquerosa del mundo por haber seducido a ese hombre.
- Cambiar de carácter tan rápido, es como si fueras bipolar o algo así- dijo ella. No pude evitar reír mientras entrábamos al ascensor.
- No soy yo Lidia, es Faride quien me controla en esos casos- dije y me di cuenta que Faride tenia un carácter muy particular, si saben a lo que me refiero.

[…]

- Donde esta?!- pregunte entrando abruptamente a la habitación de los hermanos de Sofía.

La situación que vi fue extraña. Amelia lloraba sentada en una de las camas mientras Jay la consolaba, Alonzo caminaba de un lado a otro con las manos en la espalda, sumamente preocupados. Los tres al verme se quedaron paralizados.

- Se ha ido- dijo Amelia y comenzó a sollozar.
- Que?- pregunte y ellos asintieron con la cabeza.
- Me dijo ayer que….que tenia que rescatar a Alexander - dijo Vladimir que salía de otra de las estancias.- no comprendí a lo que se refería hasta ahora.
- Alexander?- pregunte sin entender muy bien.
- Leo, Sofía cree que puede salvar todavía a mi hermano.- dijo Jay.
- Pero el esta muerto!_ grito Alonzo- que no entienden que no se puede revivir a un muerto?!- pregunto furioso, trague saliva y cerré la puerta con rapidez. Era momento de contarles todo lo que tenia en mente Sofía.
- Si se puede pero esta prohibido.- hable con calma.

[…]

Mike era un hombre poderoso en la ciudad de Oslo, además de ser uno de los dirigentes de la ciudad también era dueño de este gran vurdel y tenia a las mejores mujeres de toda Europa, una de ellas era Gabriela. La encontró en Rusia, la trajo hasta aquí diciendo que era parte del conclave de los hijos de Fleaur pero en realidad no lo era, era todo un engaño.

- Si Mike también es un hijo de Fleaur hay que tener mucho cuidado.- dijo Sofía sacando dos armas de la mochila que tenia en la espalda. Lidia por su parte se enrollo en la muñeca un látigo de electro que lo utilizaría para canalizar su fuego mientras que Rin, se puso dos muñequeras con cuchillas incrustadas.
- Si- dije mientras sentía como mi cuerpo comenzaba a ponerse alerta
- Quieres algo en especial?- me pregunto Rin y yo negué con la cabeza.
- Con mis manos me vasta- hable y ella asintió.
- Solo maten a los hombres, las mujeres aquí son prisioneras, claro en el caso de que vean a alguien- hablo Rin mientras veíamos como poco a poco el ascensor se iba acercando a nuestro destino.

La adrenalina recorrió mi cuerpo como un chicotazo de calor. Mis manos comenzaron a picarme por la fuerza del fuego que ya avecinaba por salir. Estaba lista, concentrada y con ganas de desquitarme por mi mala suerte. El ascensor paro en el piso 7.

- Que inicie la fiesta- dijo Lidia con burla y prendió la mano con el látigo, cubriéndolo de fuego justo en el instante que la puerta se abría. Lo primero que vimos frente nuestro fue a dos hombres, altos y fornidos custodiando una puerta.

- Señores.- dijo Sofía con cortesía y sin esperar respuesta les disparo.

Vi con asombro como sus cuerpos caían sin vida y como el silenciador de aquellas armas había hecho que ni se notara su ausencia permanente.
Abrimos la puerta con rapidez, entramos a una estancia amplia y lujosamente amoblada, con alfombras persas, adornos de oro y grandes vitrales. Detrás de uno de ellos había una mujer, de cabellera ondeada y mirada triste, parada al costado de un hombre que no dejaba ver su rostro por la posición en la que se encontraba sentado. Nos miro con algo de asombro, fue como si reconociera nuestros rostro y apenas lo hizo levanto sus manos para que observáramos que tenia una especie de gel en ellas. fue en ese momento que Mike se dio cuenta de que algo andaba mal, giro su asiento y nos miro con molestia.

- Quienes son?- pregunto mientras se paraba y hacia de lado a la muchacha con brusquedad. – Gabriela, atrás- dijo y la muchacha se posiciono detrás de el con sumisión.- pregunte quienes son!- dijo ahora con la voz alta.
- Tu peor pesadilla- dijo con repugnancia Sofía y le disparo sin más preámbulos.

Fue tan solo en segundos pero cuando la bala estuvo a punto de llegar a su corazón, Mike movió la mano, un clic sonó y un fuego de color azul pulverizo la bala. El hombre sonrío con superioridad.

- Ustedes no saben con quien se meten- hablo como si lo que hubiera hecho nos debería asombrar.
- O claro que sabemos- dijo Lidia y corrió con el látigo en mano. Lo chasqueo en el suelo con fuerza y en un segundo el látigo se enrollo en el cuello de Mike. El hombre abrió los ojos como platos mientras comenzaba a gemir por el dolor.
- Quienes son?- logro articular
- Tu peor pesadilla imbécil- hablo Rin, corrió hacia el en un segundo y atravesó su cráneo con una de sus cuchillas. El hombre cayó de rodillas y cuando Lidia saco su látigo, cayó sin vida.
- Bueno, eso fue fácil- dijo Sofía viendo la habitación con suspicacia.
- Todo esta siendo filmado por esas cámaras!- hablo Gabriela con algo de temor y mostrando sus manos para que le sacara el extraño gel. – vendrán enseguida- susurro con miedo mientras exigía con la mirada que le quitara el gel.
- Como te lo saco?- le pregunte algo nerviosa al ver que las cámaras se comenzaban a mover. Gabriela negó con la cabeza.
- No lo se- susurro- jamás me las sacan.
- No hay tiempo- grito Sofía, al ver la pantalla del ascensor y darse cuenta que estaba subiendo.
- Vamos, te lo sacaremos luego- dije y la jale pero Gabriela solo logro correr unos metros mas allá, algo en su pie le impidió ir mas lejos.- Enserio? una cadena?!- pregunto furiosa. Prendí mi mano en fuego azul y tome la gruesa cadena entre mis manos, sentí pronto como el metal se diluía ligeramente hasta que se rompió. – ahora si, eres libre.- dije.
- Chicas ya no podremos salir por aquí!- advirtió Sofía y cerro la puerta con rapidez al mismo tiempo que se escuchaban disparos contra esta. Rápidamente todas nos agachamos hasta que cesaran pero no lo hacían. Gateamos hasta quedarnos detrás de la mesa de Mike.
- Mierda- balbuceó Rin y comenzó a buscar algo que nos sirviera en su mochila. – Sofía ponte esto, Alice, ponle esto a Gabriela- dijo entregándome con rapidez un arnés. – rápido!- grito impaciente.

Rápidamente le puse el arnés a Gabriela. Poco a poco entendí lo que iba a pasar a continuación.

- Pero mis manos- susurro Gabriela, totalmente asustada.
- No hay tiempo!- grito Rin
- Tendrás que confiar en mi- le susurro Sofía.- saltaras con migo.

Rin gateo para alistar los arneses lo más rápido posible. Solo contábamos con pocos minutos para que ellas lograran saltar. Entonces mire a Lidia, las dos éramos las únicas capaces de saltar sin utilizar arneses por ser Anastie entonces también teníamos la responsabilidad de protegerlas hasta que estuvieran abajo. Lidia comprendió a la perfección lo que trataba de decirle con tan solo mirarla.

- Ya esta- dijo Rin
- Entonces apresúrense- dijo Lidia mientras con una bola de fuego rompía el gran vitral que teníamos detrás nuestro.
- Nosotras nos encargaremos de esto- dije y salte lista para el confrontamiento. 


Fue justo en ese instante que las personas armadas entraron a la habitación, ni siquiera espere una señal de Lidia, solo corrí hacia ellos y cuando me dispararon hice que un lengüetaza de fuego saliera de una de mis mano, pulverizando todas las balas. En ese momento de pánico y el que ellos aun no podían ver nada, corrí hacia ellos y salte lo mas alto que pude, esta vez mis dos manos tenían largas extensiones de fuego que quemaron a todos los que estaban debajo mío. Los gritos de dolor comenzaron y fue entonces cuando Lidia grito mi nombre. Hasta ese segundo había estado en una especie de trance en el que solo quería acabar con todos pero escuchar su voz me regreso a la realidad.

- Alice ya bajaron, vamos- dijo Lidia y yo corrí hasta el vitral y solo me deje caer.

[…]

- Por que ese cariño?- pregunte con ironía al escuchar que le llamaba bruja a Isabela.
- Por que realmente es una…solo salúdala y veras.-hablo con una sonrisa algo cómplice.
- Paso, prefiero hablar con tigo a dirigirle la palabra a ella- dije y fue en ese instante que Isabela me miro con suma intensidad.
- Dicen que esa bebe es hija del hermano de Josep- hablo Nicolás sin quitarle la vista a Isabela que comenzaba a caminar hacia nosotros. – pero lo cierto es que, esa bebe no puede ser suya si es una hija de la luna…- susurro y yo me quede paralizada.
- Como dices?- pregunte
- Su cabello, sus ojos, es una hija de la luna, no hay duda
- Pero están casi extintas, Yue es la ultima- hable. David sonrío y negó ligeramente con la cabeza.
- Las hijas de la luna jamás se van a acabar por que si lo hacen el equilibrio también se acabaría, así que el mundo colapsaría y también lo haría…
- Y quien dice eso? Tu religión?- pregunte con algo de burla.
- Si y ahora pon una sonrisa bonita que la bruja se acerca.- hablo. Isabela ya estaba frente nuestro, nos sonrío con amabilidad pero dentro de esa sonrisa y ese rostro tan perfecto existía una persona rara y calculadora, lo sentía.
- Tu debes de ser la novia de Josep, verdad?- pregunto y sonrío.
- Ex- corregí y le sonreí igual.
- Hola Is- dijo Nicolás para tratar de bajar la tensión.
- Hola Nicolás- dijo ella sin quitarme la mirada.
- Y que paso? Por que acabaron?
- Creo que eso no es de tu incumbencia- dije y mire sobre su hombro, Josep comenzaba a acercarse y yo no estaba dispuesta a hablar con el. Sin pensarlo dos veces tome la mano de Nicolás y el comprendió a la perfección.
- Lamento decirte esto Is, pero Lilian y yo tenemos un desayuno que nos espera- dijo y salimos de allí con rapidez. -Te dije, es una bruja.

[…]

Mire a Eve a los ojo y la abrase con todas mis fuerzas, ella solo se dejo rodear por mis brazos como si con migo se sintiera segura.


- No pudimos hablar de lo que paso hace unas horas, por como Leo nos interrumpió- dije con algo de cautela.

Eve levanto la cabeza hasta estar justo frente a mi, sus labios estaban cerca a los míos, tan cerca que sentía su respiración entrecortada salir por sus perfecta boca. Se acerco más a mi, solo quedaban unos milímetros antes de besar mis labios pero paro abruptamente.

- Y si esto no funciona?- pregunto algo nerviosa y trato de alejarse pero yo la aprisioné con mis brazos.
- No pienses en eso Eve.- dije y trate de besarla pero ella giro la cabeza.
- Tengo que hacerlo, no soy solo una chica como Lidia a quien puedes dejar y ya…tengo a Yue y tu eres muy importante en su vida, no quiero que salgas de nuestras vidas si yo…

No permití que hablara más, uní nuestros labios y la abrase con todo el amor que podía darle.

- No te dejare Eve, juro que no lo haré jamás- dije y ella sonrío ligeramente.

[...]

Lo habíamos logrado, estábamos sanas y salvas dentro del yate y rumbo a la urbe junto a Gabriela. Lo habíamos logrado! Pensé y sonreí con verdadera felicidad Por un instante sentí que talvez podía acabar todo esto realmente rapido y sin muchos contratiempos, pero que equivocada que estaba.
Al llegar al puerto privado, ya habíamos logrado sacarle el gel de las manos a Gabriela y por primera vez después de mucho podía utilizar su fuego control como ella quería.

- Gracias, les estaré eternamente agradecida- dijo con completa sinceridad.
- Dile que el acuerdo sigue en pie- dijo Faride dentro de mi cabeza.
- Faride te recuerda que el acuerdo sigue en pie- dije con algo de tristeza. Gabriela asintió.
- Sabes que soy mujer de palabra Faride, no te defraudare amiga mía.- respondió Gabriela.
- Por si acaso- dije Rin y se acerco a Gabriela- necesito que te quedes aquí.- le susurro al oído y le inyecto algo en el brazo. Ante nuestros ojos Gabriela se tambaleo y cayó al suelo inconciente.
- Pero…- trate de decir
- No hay peros Alice, no quiero contratiempos, es mejor que este dormida.- hablo Rin con severidad mientras jalaba a Gabriela hasta situarla dentro del yate.

Los caballos nos esperaban donde los dejamos, tan solo tardamos unas cuantas horas en llegar por el mal tiempo que hacia. La nevada caía incesante, todo el bosque ahora estaba completamente blanco y frío. Esta vez no fuimos por la zona que habíamos salido sino nos adentraríamos por el río y saldríamos al complejo de alcantarillado. Estábamos a unos cuantos metros de la gran muralla, protegida por múltiples soldados, preferimos escondernos entre los árboles mullidos hasta estar listas. Amarramos a los caballos, Rin nos dio una especie de capas que nos calentarían después de meternos al agua, como también unas mascaras especiales que tapaban todo nuestro rostro, para así no ser reconocidas. Nos alistamos y la noche cayó, protegiéndonos así de la vista de todos los soldados. Nos adentramos al agua fría que para nuestra buena suerte no sentíamos por tener los trajes negros. Comenzamos a nadar hasta adentrarnos a las alcantarillas frías y húmedas. Al salir tome una gran bocanada de aire y me quite por un instante la mascara, entonces recordé todo como si lo estuviese volviendo a vivir.


Estaba escondida en las sombras mientras las observaba hablar. Habían ratas por do quier además de estar más húmeda y fría que nunca. Observé a las dos mujeres con mas precisión, las odiaba tanto que hubiera hecho lo que sea para que ya no se acercarán más a mis seres queridos. 


- Cuanto tiempo más nos esconderemos aquí?- pregunto Jessie impaciente. Se veía mas desgastada que nunca. 
- Cuanto tiempo sea necesario- hablo Jocelyn, grandes ojeras surcaban su rostro ya viejo. Era increíble como había envejecido como 20 años en tan solo unos días.
 - Parecemos ratas!- se quejo Jessie como siempre impaciente. Pero donde estaba Scarlett?
 - Si nos entregamos ahora podemos echarle toda la culpa a ella- hablo Jessie tan desesperado como jamás había estado.
 - Estas loca!- susurro Jocelyn y fue entonces que todos mis músculos se tensaron. Vi que Scarlett aparecía entre las sombras justo detrás de Jocelyn. Estaba completamente despeinada, tan flaca que parecía anoréxica, con sus pómulos salidos igual que sus omoplatos. 
- Nadie me va traicionar- hablo Scarlett
 - Entiende Scarlett si seguimos aquí moriremos de hambre, ya se nos van a acabar la comida, por lo menos afuera tendremos que comer y una buena cama, hasta nos podrían perdonar la vida!  

Perdonar la vida? Me pregunte molesta, han ocasionado mucho dolor, no merecen hacerlo. Fue como si esa afirmación me obligara a salir de mi escondite. 

- Nadie les perdonara la vida- dije detrás de Jessie. 
- Que?- pregunto Jessie. Fue como si la sangre se le helara al reconocer mi voz, giró la cabeza para ver quien estaba pero ya era demasiado tarde.


 Como una posesa tome su cuello entre mis manos enguantadas y con un doblez certero se lo rompí. Su cuerpo cayó sin vida al suelo, Jocelyn grito de horror, un grito que me molesto de sobre manera. 


- Eres la siguiente- susurre con repugnancia.


 Era como si tener una fuerza sobrenatural que me hiciera hacer todo lo que quería pero no me atrevía por mi cobardía. Me acerque con una daga en la mano y se la clave directamente en el corazón. Para cuando el cuerpo de Jocelyn choco el suelo, Scarlett ya tenia las manos prendidas en fuego casi amarillo por que no tenia muchas fuerzas. Le sonreí con malicia aun que no me miraba por tener la mascara. 


- No te me acerques- grito y trato de retroceder unos pasos. 
- No lo haré- respondí y con un rápido movimiento le lancé una bola de fuego azul a los ojos. 


Scarlett grito con fuerza, el fuego consumió todo por dentro dejándola con las cuencas de los ojos vacíos y con una expresión de dolor y terror permanente en el rostro. Jamás había logrado hacer eso pero al parecer, el rencor y odio guardado dentro de mi lo habían conseguido. Al concluir gire la cabeza al darme cuenta que alguien había llegado. 


- Lo ha hecho en menos de 10 minutos- dijo Rin con asombro mientras se quitaba la mascara y observaba los cuerpos inertes.


 - No he sido solo yo, el cuerpo de Alice sigue fuerte.- dijo una voz que no era mía sino de Faride.- Encárgate de sus cuerpos, quiero que sea algo realmente ejemplar. 

Después de recordar caí al suelo de rodillas, presa de un dolor profundo en la cabeza y una sensación de asco a mi misma. Había sido yo o por lo menos mi cuerpo quien había hecho esas cosas horribles. Mire a Rin con odio y me di cuenta que mis enemigas estaban justo aquí, con migo.

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Bueno espero que les guste el capitulo, ya se revelo uno de los misterios más grandes de esta historia. Por otro lado este capitulo va dedicado a Ga! Fuiste una de las ganadoras del concurso “El gato negro” y elegiste como premio, entrar a mi historia. Así que de alguna manera ya estas aquí. Espero que te haya gustado. Comenten! Y hasta la próxima. Lu

domingo, 15 de enero de 2012

Pandora


Hola chicas! primero decirles que el capitulo de Fire Girl que tanto esperan, llega el miércoles! lamento la demora, es solo que cada vez que escribo aparece una distracción y me bloqueo jeje, si me distraigo muy fácil y como es vacaciones y todos mis primos están en mi casa, bueno es fácil perder la concentración pero a pesar de todo eso, el capitulo ya esta quedando listo.



Pero esta entrada no es solo para disculparme sino para decirles que gane un concurso! si!! es de un blog que aprecio mucho y me encanta llamado Cazadora Errante así que realmente es un gran honor haber ganado el primer lugar. Nuevamente, muchas gracias Nessy! y para las otras aquí les dejo el relato, espero que les agrade y comenten al respecto.



Pandora

Just close your eyes
The sun is going down
You'll be alright
No one can hurt you now
Come morning light
You and I'll be safe and sound

 Safe and Sound, Taylor Swift


Observe el cielo nocturno, las luces de un par de reflectores muy potentes  proyectaban  hermosas figuras en la inmensa oscuridad. Aun que estábamos realmente lejos supe enseguida que ya estábamos acercándonos a la fiesta del granero abandonado. Aquella fiesta que se hacia cada año y solo la gente más exclusiva y selecta lograba encontrar. Estábamos a punto de conseguirlo, camine más rápido haciéndome paso entre las largas plantas de maíz que se marchitaban a cada toque de mis manos.

 - ¿Vez eso?- me pregunto Damian. Sus ojos tan verdes como los de un gato me miraron con suma intensidad. Asentí con la cabeza y el me sonrío con malicia.

Comenzamos a correr más rápido, éramos casi imperceptibles en la oscuridad. En pocos minutos ya estábamos a unos 300 metros del granero, aun ocultos en el maizal. Observe con sumo cuidado como ya habían muchos autos estacionados por do quier. No era necesario afinar el oído o el olfato para saber que ese lugar estaba repleto de almas jóvenes, rebosantes de euforia, presas muy fáciles de cazar, listas para ser devoradas.

 Recuerda que solo buscas a alguien en especial- hablo Damian al sentir por donde iban mis pensamientos. Asentí ligeramente mientras volvía a mirar esos ojos tan hipnotizantes.

Esa era la parte más odiosa de estar enlazada a otro Crowling, saber que el sentía cada uno de tus pensamientos como sentimientos desde que fue marcado. Es casi como parte de ti, una parte muy esencial y eso es lo que molesto tanto.

Observe mi mano izquierda y vi como la serpiente que me había tatuado con Damian y era el símbolo de nuestra unión cobraba vida, se teñía de un verde mágico y brillante al igual que nuestros ojos. Se enrolló en mi dedo índice y fue avanzando por la palma de mi mano hasta quedarse enrollada en mi muñeca.  Observe ahora la palma de mi mano derecha, vi con melancolía mi marca de nacimiento, un rustico lunar que de alguna manera parecía una pequeña estrella de David. Cerré la mano rápidamente y vi a Damian.  El sonrío mostrando sus dientes afilados y casi felinos. Pronto observe como sus facciones se hacían menos perversas. Su cabello de un plomizo verdoso sobrenatural cambiaba a uno azabache. Un ligero flequillo le comenzó a crecer y tapar ligeramente uno de sus ojos. El color verde intenso siguió allí, penetrante e hipnotizante. Su ropaje anticuado fue dando lugar a un polo negro y unos jeans plomos algo gastados.  Lo mire totalmente sorprendida, él río, una risa gutural, no era humano, no ; y eso era algo que el no podía ocultar a pesar de bajar la ferocidad de sus facciones y cambiar su ropa, el no era humano, era un Crowling.

 - Trata de volverte atractiva para los humanos- dijo escupiendo las palabras con asco como si ese tipo de seres vivientes que nos daban alimento y nos llenaban de fuerza fueran la cosa más repugnante de este mundo.
- Tengo entendido lo que tengo que hacer- dije malhumorada y luego me deje llevar.

Sentí la fuerza caliente recorrer mi columna y desde allí mis extremidades hasta cubrir todo mi cuerpo. Poco a poco el color de mi cabello que era rojo fuego fue dando lugar a uno totalmente azabache igual que el de Damian. Era inevitable verme similar a él después de todo, estábamos unidos por algo más sagrado que la sangre. Mi frente se cubrió con un cerquillo recto hasta las cejas, el resto de mi cabello solo logro caer hasta mis hombros, totalmente recto y alisado. Mis ojos verdosos  se intensificaron un poco al ser delineados con negro, los afile hasta que parecieran los de un gato. Mi ropa no fue muy difícil de crear; un brasier rojo se dejaba ver por los costados de un top negro que llegaba hasta mi cintura, unos pantalones del mismo color y unas botas negras. Damian me vio de pies a cabeza como si quisiera devorarme con la mirada, lanzo un pequeño rugido gutural y me miro con intensidad.

 - Si me gustaran las humanas tu estarías realmente sexy – comento y yo le sonreí con algo de malicia.
 - ¿Si te gustaran?- pregunte con algo de ironía y el solo se limito a sonreír lleno de malicia y lujuria.

Sin decirle nada más comencé a caminar al granero. Al entrar tan solo cerré los ojos y me deje llevar por la música a todo volumen. Era en vano que buscara a mi primera presa  especial con la mirada o el olfato, sabia muy bien que tan solo lo sentiría. Damian me tomo de la mano.

 - ¿Qué haces? – pregunte al sentir la electricidad punzante entre nuestras palmas juntas.  Me sonrío ligeramente y se acerco a mi hasta susurrar en mi oído.
 - Ves a todas esas chicas de allí, quiero que se diviertan un poco- dijo refiriéndose a una docena de muchachas que lo miraban como hipnotizadas.
 -  Pensé que no te gustaban las humanas- hable a su oído.
 -Y no lo hacen pero no por eso voy a perder la oportunidad de hacerlas sufrir- dijo y me atrajo más a él para que comenzáramos a bailar.

La música comenzó a sonar con más fuerza. Era electrónica pero aun así Damian y yo bailábamos muy pecados, como si fuéramos uno y la música no tuviera nada que ver con nosotros. Estaba muy relaja, tanto que comencé a sentir el flujo de energía de aquel ser tan especial para mi. Abrí los ojos y observe a Damian. Estaba aun con los ojos cerrados pero los abrió y tomo mi rostro con las dos manos, sentí una ligera electricidad al contacto con ellas.

 Lo encontré- susurre y Damian sonrío mientras sus ojos brillaban de malicia.
- Sabia que lo harías- dijo y unió nuestros labios en un beso tan salvaje que sentí como toda la gente nos observaba. Sonreí mientras mi ego se iba hasta el cielo. Me aleje de él y le di un ligero golpecito en la mejilla.
- No te pases de listo, Damian- hable mientras me alejaba completamente e iba directo a mi presa.

Camine entre la gente, asiéndome espacio como podía. Los hombres trataban de acercarse a mi pero tan solo lanzarles una mirada inquisidora se detenían en seco y volvían a hacer lo de siempre. Cerré los ojos tratando de guiarme por mis instintos y otra vez sentí ese flujo de energía tan sutil. El individuo se movía con rapidez hasta que se quedo quieto. Fue entonces cuando lo vi de espaldas, era un muchacho con un gran saco negro y el cabello algo enmarañado de color castaño. Estaba apoyado en el umbral de la gran puerta trasera del granero, con una bebida en la mano, parecía no darse cuenta de mi y eso me inquietó. Según Damian, mi elegido sentiría una fuerza de atracción hacia mi como yo hacia el pero entonces ¿por qué este individuo no se percataba de mi presencia? Camine tranquilamente hacia él, ya no habría nada que me alejara de mi presa. De aquel ser humano tan especial para mi que su alma me permitiría tener más fuerza y vitalidad y es que en el mundo cada Crowling tenia un humano elegido, aquel ser que al quitarle el alma completabas la tuya.

En ese momento sentí como alguien me tomaba de la cintura con fuerza. Su asqueroso olor a sudor mezclado con licor sofoco mis fosas nasales produciendo que hiciera una mueca de asco. El chico era alto y rubio, muy fortachón para tener solo 17 años. Talvez estaba muy borracho o se creía muy hermoso como para que no me resistiera pero lo cierto es que me estaba ya alejando de mi presa. Clave mis uñas en sus brazos que ya rodeaban mi cintura. Gimió ligeramente y observo mis ojos con odio.

 - Hey! pero que te pasa?- pregunto y su tufo llego hasta mis entrañas.
 - Aléjate de mi- susurre con una voz tan infrahumana que observe como su rostro palidecía y me soltaba completamente.

Fue en ese momento que observe como mi presa posaba sus ojos en mi. Se quedo completamente pasmado ¿me abría escuchado? Lo más probable era que no, que solo hubiese sentido mi presencia como una gran fuerza magnética por que después de todo era solo un humano y yo solo había susurrado. Sin poder evitarlo y para no perder más tiempo le sonreí ligeramente mientras observaba su facciones con precisión. Su rostro, de rasgos suaves inspiraban confianza a cualquiera. Sus ojos del color de las almendras parecían brillar en toda esa oscuridad. Aun que su cuerpo era flacucho y se le notaran ligeramente los huesos del pecho lo cierto es que no se veía nada mal. Me acerque a el hasta estar al frente suyo atraída por el magnetismo, lo mire y le sonreí ligeramente. Me miro totalmente extrañado y giro para ver si estaba alguien detrás suyo.

- ¿Me sonríes a mi?- pregunto con el seño fruncido y yo asentí con la cabeza.- No sabia que chicas como tu se acercaran a mi.- hablo y yo ligeramente achine los ojos.
- ¿A que te refieres?- pregunte con neutralidad. El negó con la cabeza algo nervioso.
 No, no , no….no lo tomes a mal – se escuso- es que las chicas lindas precisamente no se fijan en alguien como yo- hablo e hizo un ademán con las manos para que me fijara en su pinta. Sonreí sin poder evitarlo.
- O comprendo- hable y me acerque mas a el- Entonces ¿no te sientes atractivo?- pregunte y el se sonrojo ligeramente. En ese instante por un ligero segundo observe como algo a la altura de su cinturón brillaba. El muchacho se movió ligeramente, algo incomodo y no me dejo ver más el interior de su saco.
- La verdad no.- dijo con completa sinceridad y tomo un gran trago de su bebida, hasta acabarla toda. La dejo en una mesa cercana a la puerta y me observo con mucha intensidad.- mi nombre es Alexander- dijo con un dejo ruso mientras me daba la mano.

Titubeé por unos segundos al comprender que tenia que dar mi mano y que el contacto entre nosotros ya era inminente. Con ligera timidez (muy extraña en mi) me acerque y le di la mano derecha. Sentí en ese instante como una oleada de corriente eléctrica recorrió nuestros cuerpos de pies a cabeza, lo extraño fue que no dolió, era una sensación calida y hasta placentera. Sin darme cuenta ya había cerrado los ojos y me dejaba llevar por esa sensación tan extraña y gratificante.

- ¡Concéntrate!- resonó la voz de Damian furiosa dentro de mi.

Di un ligero respingo y  abrí los ojos. No se cuanto tiempo paso pero lo cierto es que fue como si Alexander hubiese entrado en el mismo transe que yo y no se hubiera percatado de los minutos que pasaron.
 - Pero que extraño- susurro viendo su mano.
- Estática- dije rápidamente y sonreí con nerviosismo- y por cierto, mi nombre es Pandora.

En ese instante Alexander levanto la cabeza. Fue como si al saber mi nombre olvidara completamente lo que paso unos segundos antes. Su mirada se intensificó, fue como si en ese instante al fin tuviera su completa atención.
 -  Un nombre misterioso para una chica misteriosa- susurro y me sonrío.

Le sonreí de igual manera y sentí como mi mano ardía ligeramente, la vi de soslayo. La serpiente parecía muy inquieta, se retorcía ligeramente cosa que Alexander no detectaba por ser solo un humano.

 - ¿Podemos salir? – pregunte levantando la mirada y limpiándome las palmas de las manos en mis pantalones. Tratando de que así la serpiente dejara de moverse pero el hormigueo seguía presente e incesante.- Aquí no escucho nada y realmente tengo ganas de conversar con alguien que no solo quiera besarme- hable y el rió mientras salía del granero.
- ¿Como sabes que no quiero besarte?- se aventuró a preguntar
- Por que lo veo en tu mirada, eres muy predecible. Esperabas a alguien ¿verdad?- pregunte y su cuerpo se respingo ligeramente. Pude observar como se ponía tenso y nervioso. – ¿Cómo se llama?
- Pandora- contesto y sonrío misteriosamente mientras se adentraba con rapidez al maizal que rodeaba todo el granero.

Corrí tras el, ya no importaba que las plantas se marchitaran al tocarlas o que el granero rebosara de gente, ahora solo importaba mi presa. Mis manos se curvaron formándose filosas garras. Mi cabello volvió a tener la tonalidad rojo fuego y mi mirada se hizo más penetrante y atemorizante que nunca al igual que mis facciones. Estaba lista para mi iniciación. Comencé a correr sin importar que mi velocidad fuera vertiginosa.

 ¿Alexander?- pregunte, imitando mi voz humana aun que mi estado ya no era ese. No recibí respuesta entonces me quede quieta, cerré los ojos y trate de sentir su energía ¿pero donde estaba? Era como si se hubiese esfumado.
- Aquí estoy- susurro detrás de mi.

Gire con rapidez y lo observe a los ojos. Su semblante palideció al ver mi nueva forma. Fue en ese instante que sentí la primera punzada en mi pecho, exactamente en mi corazón ya casi muerto y podrido por haber pactado con un Crowling ¿pero que sucedía?
Sin darme cuenta ya estaba caminando hacia el, sedienta del alma de aquel chico que recién había conocido pero su simple mirada aterrorizada ya trataba de revivir mi corazón corrompido.

- Necesito besarte- susurre con la voz gutural y lo tome del rostro.

Nuevamente esa punzada en mi corazón, esta vez más dolorosa que nunca. Grite como si fuera un animal herido y sin poderlo evitar empuje a Alexander unos cuantos metros, calló de espaldas encima de los maíces, amortiguando así su caída. No hablaba pero no era necesario, su respiración agitada y entrecortada, sus pulsaciones a mil por hora y ese sudor frío recorriendo su espalda me demostraban que estaba aterrado.

- Sal de aquí- grito la ultima parte humana que me quedaba en mi cuerpo.- Sal de aquí y por amor a lo que más quieras no gires.- le grite sintiendo la presencia de Damian muy cerca.

Alexander asintió con la cabeza y desapareció en la oscuridad de la noche y las sientas de hectáreas de maíz que nos separaban de la ciudad. Suspire con fuerza y gire para encontrarme con mi verdugo, Damian.

- ¿!Por qué!?- grito con impotencia y me agarro de los hombros con fuerza.- ¿!por qué!?-volvió a gritar y me zarandeó con violencia.

Nuevamente tenia sus facciones afiladas, las garras y el cabello gris pero esta vez algo en sus ojos intimidantes y de color verde había cambiado  y es que ahora note la decepción en ellos.

- Yo… yo- tartamudee. No había respuesta para eso  y sabia que el no matar a mi primera presa me condenaba a la muerte.
- ¡Teníamos todo planeado!- hablo con desesperación en la voz- puedes….puedes matarlo aun, no debe de estar muy lejos…tu….
 ¡No!- grite con fuerza y me aleje de Damian.
- ¿Qué?- pregunto confundido.
- El es diferente- susurre sin poder mirarlo a los ojos- no se lo que tenia, Damian, pero el es diferente…

Con un movimiento casi imperceptible me tomo del cuello y me levanto del suelo clavándome las garras hasta hacerme daño.

- ¿Solo 10 minutos y te enamoraste de ese humano? ¿Y nosotros qué?- pregunto con la voz ronca, inhumana. Sus ojos llenos de rabia brillaron mientras ajustaba más sus manos en mi cuello. Trate de hablar, trate de gritar pero lo único que salía de mi boca eran ligeros gemidos de dolor.
- ¡Déjala en paz!- grito Alexander.

Y todo ocurrió tan rápido y sin poderlo evitarlo. Vi como un haz de luz azul se acercaba peligrosamente a mi rostro pero inesperadamente fue a parar al brazo de Damian haciendo que su piel se quemara al contacto y al fin soltara mi cuello. Damian grito lleno de rabia y dolor, yo caí al suelo sin tener fuerza alguna para levantarme y sentí como la serpiente en mi mano se retorcía quemando todo mi brazo, si herían a Damian también me herían a mi. Grite de dolor tomando mi brazo con fuerza como si así pudiera parar el dolor que tenia pero fue inevitable, como también el que perdiera la conciencia en medio de esa pelea.


¿Y no te asusta mi apariencia?- pregunto Damian con su verdadero rostro. Increíblemente no me daba miedo es más, me parecía más encantador que nunca. Negué con la cabeza y abrase su cuerpo.
- Lo que me asusta es lo que va pasar ahora- susurre apoyada en  su pecho quieto.
- Tu eres mi elegida Pam, tengo que matarte.- dijo con tristeza. Me aleje de el y lo mire con lagrimas en los ojos.
- ¿No hay otra manera de terminar esto?- pregunte suplicante mientras Damian me agarraba de los cintura y me apegaba a él. Se acerco a mi oído con mucho cuidado.
- ¿Me amas?- pregunto y yo me quede paralizada por unos segundos. Sin pensarlo dos veces conteste con la verdad.
- Si.
- ¿Harías cualquier cosa por mi?
- Si- susurre nuevamente como si estuviera hipnotizada por esos ojos verdes tan intensos.
- Déjame tatuarte, deja que seas parte de mi como yo de ti y seguirás viva.- susurro.
- ¿Pero?- pregunte y me aleje para verle el rostro.
- No será como humana Pam, sino como una Crowling. – hablo y yo suspire.
- ¿Va doler?
- Si y tendrás que comer lo mismo que yo, tu corazón dejara de latir y…
- No importa- dije negando con la cabeza para no escuchar más y aforrándome a él con mis brazos- con tal de estar con tigo para siempre, lo haré, haría todo por que te amo.
- No será tan fácil Pam, recuerda que los Crowling no sienten amor.

Pero aun así te enamoraste de mi, Damian. Aun así me protegiste de ti, me diste una segunda oportunidad ¿Y ahora qué? ¿Por qué no me estabas protegiendo en estos momentos? Talvez… talvez era mi turno de salvarte.

Me obligue a abrir los ojos.  Lo primero que observe fue el cielo oscuro alumbrado por los reflectores del granero. Estaba tendida en medio del maizal. Mi mano aun me ardía con mucha intensidad, trate de verla y lo que observe a pesar de la oscuridad me aterrorizo. La serpiente poco a poco se iba consumiendo en un fuego verdoso que ardía como los mil demonios. Grite con fuerza y me levante, Damian estaba en peligro, no había tiempo que perder. Me pare como pude y observe por primera vez desde que había recuperado la consciencia la pelea que se estaba librando en el maizal. Damian saltaba de un lado a otro con una rapidez inhumana pero algo torpe por la herida que le había producido esa espada brillante en una de las manos y quien sabe que otras heridas más. Alexander lo perseguía con mucha gracilidad, su rapidez era sorprendente. ¿Qué es lo que era?

Debido a la pelea en el que estaban enfrascados ninguno de los dos se dio cuenta de que ya estaba consiente o talvez Damian si pero no me presto atención alguna.

- Te amo- pensé con todas mis fuerzas para que el me leyera el pensamiento y comencé a correr hacia Alexander.

No obtuve respuesta pero no me importo, estaba en falta con él y trataría de compensarle. A pesar de todo el dolor que sentía me abalancé a Alexander he hice que cayera al suelo, arrojando su espada lejos de él.

- ¡Qué haces!- grito él mientras yo le rugía y trataba de apresarlo con mis piernas y brazos.
 Te dije que escaparas y no miraras atrás- hable con la voz gutural.
- Tenia que salvarte, vine a protegerte. Eras tu a la que en verdad buscaba…- hablo pero yo ya estaba muy cerca de su boca. Lista para succionar su alma a pesar del dolor que sentía en el pecho por estar tan cerca de el.
 Yo no necesito ser salvada, elegí este camino- hable con la voz nuevamente humana.
- Pero no debió de ser así- contesto y vi como su mirada ya estaba resignada a la muerte.

Acerque mis labios a él y poco a poco le di el beso de la muerte. Aquel beso que succionaría toda su vitalidad. Sentí como cada bocanada me hacia más fuerte, mi mano izquierda ya no me dolía en absoluto pero en la derecha comenzaba a sentir una sensación extraña, como si mi mano se congelara a cada segundo. Mi corazón comenzó a latir desenfrenado hasta que poco a poco fue cediendo dolorosamente y después de unos segundo se quedó completamente quieto. Al concluir de succionar la sensaciones desaparecieron y vi como poco a poco los ojos de Alexander se iban cerrando. Las palmas de sus manos se abrieron y fue entonces cuando vi la misma estrella de David marcada en su palma derecha. Me quede estupefacta y quieta por unos segundos ¿Qué significaba aquello?

No se cuanto tiempo pase en ese estado, casi siempre perdida la noción del tiempo ahora que no envejecía. Levante ligeramente la cabeza y observe el alba morado con tonalidades rojizas.  Me pare y observe mi mano con la serpiente ahora quieta, había regresado a su tonalidad habitual, ya no amenazaba con irse. Vi mi mano derecha y note como la estrella se hizo más uniforme y oscura. Suspire con fuerza ¿qué significaba esto?
Gire para observar a Damian, estaba parado ahora frente a mi. Nos quedamos en silencio, sin saber como actuar. Su mano herida estaba oculta por las sombras del maizal igual que la mitad de su cuerpo, me pregunte con miedo si es que la había perdido. El negó con la cabeza al  leer mis pensamientos.

 Solo esta algo chamuscada- hablo con una ligera sonrisa.

Vi sus dientes puntiagudos, su cabello plomo verdoso, su piel ensangrentada y esos ojos verdes que me habían cautivado desde el principio y supe que había tomado la decisión correcta.
Camine hacia él con cuidado, observando solo sus ojos y tratando de descifrar si seguía tan molesto con migo como para matarme. Nuevamente leyó mis pensamientos, acorto el espacio entre nosotros y en vez de posicionar sus manos en mi cuello me abrazo con fuerza.

- Pam, un día te dije que los Crowling no podían amar- hablo sin mirarme a los ojos.- te mentí al igual que tu iniciación.- Sonreí complacida y vi de soslayo el cuerpo inerte de Alexander.
- Ahora que tenemos todo el tiempo del mundo puedes decirme la verdad.- hable mientras buscaba su mirada.
- Cada cierto tiempo los Crowlings tienen que alimentarse de seres diferentes a los humanos para seguir con vitalidad.
- ¿Seres como Alexander?- pregunte y Damian asintió.
- Tu eras uno de esos seres especiales Pam, pero yo no pude…no pude matarte, eras tan perfecta que hacerlo hubiera significado mi condena. Por eso te pedí que te convirtieras. No pensé en las consecuencias que produciría convertir a alguien como tu.- negué con la cabeza.
- No importa.
-¡No entiendes, personas como Alexander siempre nos perseguirán! – hablo exaltado.- y lo peor es que siempre te sentirás atraída a ellos.

Me aleje de él y suspire mientras veía el sol salir, entrelacé nuestros dedos. Sentí su palma ensangrentada  chocar con la mía, esa extraña electricidad dolorosa pero ahora gratificante recorrió nuestros cuerpos. Me apoyé ligeramente en su hombro y por primera vez después de mucho tiempo me sentí protegida.

 Lo superaremos juntos Damian. Solo prométeme que no te separas de mi y que no volverás ha hacer lo que hiciste- hable y sentí ligeramente las heridas que me habían hechos sus garras.
- Lo prometo. – hablo y nos miramos a los ojos por un minuto interminable.

Estoy segura que al matar a Alexander  me estaba condenando a ser perseguida por esos seres extraños pero no importaba, lo único que importaba ahora es que estaría al lado de Damian y que nada nos separaría. No se lo que nos depare el destino desde hoy para adelante, talvez muera en el intento de tener una vida con Damian pero lo cierto es que ya no importaba solo importa él, esa mirada tan verde y penetrante que siempre hacia que me olvidara de todo y las ganas de tener una vida feliz.
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Por cierto, tengo problemas con blogger, alguien más tiene problemas?

Lu

miércoles, 11 de enero de 2012

Novedades

Hola, este no es un capitulo, el capitulo será largo así que tardara un poco y además tengo que planear muchas cosas, no puede salir mal ^^. Por cierto, gracias por todos sus comentarios, Deny te comprendo perfectamente por que es lo mismo que me pasa a mi cuando leo una historia y en verdad es genial y me siento muy feliz al saber que tu sientes eso cuando lees Fire Girl. Como lo dije antes y lo vuelvo a repetir, gracias por sus comentarios, siempre me animan a seguir escribiendo. Y bueno, antes de que me desvíe del tema, este no es un capitulo por que es una invitación :), una invitación a que lean el primer capitulo de Divida! Espero que esa historia les guste de verdad, la estamos haciendo con mucho cariño para ustedes.

Para entrar solo denle clic aquí: DIVIDIDA
O pueden pinchar la foto del costado como también en el índice.

Saludos,

Lu.

Pdt: GRACIAS por apoyar a Alec Vulturi and you en el concurso!

miércoles, 4 de enero de 2012

Capitulo 41 - Fire girl


- Ali- susurro Leo y yo lo mire con una ligera sonrisa. Eran las 10 de la noche, acabábamos de ver “Ciudad de ángeles” y ya estábamos a punto de dormir.
- Que sucede?- le pregunte mientras me acercaba más a el y apagaba la televisión.
- Que es lo que serias capaz de hacer por amor?- pregunto algo susceptible por la película. Le sonreí y lo bese tratando de ocultar mi nerviosismo.
- Todo- dije antes de hacerme la dormida.
- Yo igual- susurro y nos quedamos en silencio.

[…]

Mire el techo, eran las 4 de la mañana y no podía conciliar el sueño. Recordé dolorosamente los ojos de Josep al ver a la estúpida de Isabel. Sus ojos simplemente brillaron, se inyectaron de felicidad y yo para él desaparecí, me eclipse por ella. Ya han pasado dos días y no hay ni rastro de él pero claro esta, tampoco he querido salir de mi habitación para verlo junto a ella, para que me restriegue en la cara que siempre la quiso. Por que estúpidamente creí que eras diferente, Josep? Me pregunte viendo el techo y di golpes a la cama con mis puños, estaba llena de impotencia y sin darme cuenta comencé a llorar. Como era posible que se olvidara de mi tan rápido? Cerré los ojos para tratar de dormir pero fue justo en ese momento que alguien toco débilmente la puerta. Di un ligero brinquito del susto y me acerque con cautela.

- Lil soy yo- hablo la voz de Josep.

Mi corazón comenzó a palpitar a mil por hora pero me obligue a verme lo más seria posible. Me seque las lagrimas con rapidez y abrí ligeramente la puerta. Efectivamente era él. Tenia aun su pijama verde y una casaca gris encima de ella como también botas para la nieve.

- Que quieres?- pregunte con frialdad
- Vine a verte- dijo con los hombros ligeramente encogidos
- A verme? Pensé que te habías olvidado de mi hace dos días y por cierto son las 4 de la mañana, que ahora solo tienes tiempo para mi cuando ella duerme?- pregunte furiosa
- Lily, es que…
- Es que nada Josep. No quiero hablar con tigo, ahora! Se un poco más educado y búscame en una hora normal!- dije casi gritando y cerré la puerta con fuerza.

Sin decir nada mas me eché en la cama, me tape con las mantas y comencé a llorar desconsoladamente. Si que enamorarse era una completa mierda.

[…]

Mire como dormía Leo, su respiración parsimoniosa, sus ojos cerrados con tanta tranquilidad. Me sentí culpable, los dos días habían pasado más rápido de lo que esperaba, no tuve mucho tiempo a solas con Leo, no hice todo lo que quería hacer antes de despedirme de él. Estar despierta toda la noche realmente me agotaba y casi pasaba todo el día dormida aun que no quisiera. Por otro lado, Jena no había llegado con el ultimo grupo, prefirió quedarse unos días más con Milos, era una lastima por que realmente quería despedirme de ella antes de que todo comenzara. Suspire con fuerza y abrase a Leo como pude para no despertarlo. Estaba a punto de amanecer y ya habia terminado de escribir mi carta así que dormiría unas horas antes de irme. Sin querer las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. “no es para siempre” me repetí pero aun así no deje de llorar. Tenia miedo, miedo de que él no me perdonara jamás. No se cuanto dormí pero al despertar ya no estaba Leo en la cama.

- Leo?- pregunte pero no recibí respuesta. Tampoco estaba en el baño
- Vámonos, has dormido mas de la cuenta- hablo Faride en mi cabeza. Suspire, me seque las lagrimas y me pare de la cama.

Me di una ducha veloz, me vestí al instante, hice una mochila con algo de ropa y antes de irme por la ventana tendí la cama y le deje mi carta de despedida.

- Eso no es buena idea!- hablo exaltada Faride
- Y una mierda. Sino lo hago jamás me perdonara- hable molesta y salí por la ventana hacia los tejados con un salto grácil que me comparaban a un gato.

[…]

Desperté con los ojos totalmente rojos e hinchados. Me di una ducha lenta y con agua muy fría para que el hinchazón bajara, lo menos que quería es que David o Leo me vieran así en el desayuno. Al terminar de bañarme me puse cualquier ropa, ni siquiera tenia ganas para combinar. Abrí la puerta y un bulto calló a mis pies.

- Josep!- dije algo asustada al ver su cuerpo inerte. Se levanto algo soñoliento.- Que haces aquí?- pregunte algo abochornada mientras veía que todas las personas que pasaban por el pasillo le lanzaban una mirada lastimera y a mi una de severidad. “Oigan! Aquí yo no soy la mala, sino él” quise decir pero me contuve.
- Dijiste que te buscara en horas adecuadas. Espere a que lo fuera- dijo encogiéndose de hombros
- Durmiendo como un pordiosero en mi puerta?- pregunte con una mueca de asco.- te desconozco.- hable al fin y me hice a un lado para que pasara.

Paso sin decir nada. Vi su rostro, habían grandes surcos debajo de sus ojos, por no haber dormido bien, el cabello lo tenia sucio, las uñas comidas. Jamás lo había visto en tan deplorable estado.

- Tienes que escucharme por favor- dijo al ver que yo aun tenia una de las manos en la puerta.
- Debería? Después de cómo me has tratado, debería?- pregunte y le mostré la puerta.- sal.
- No, Lily no entiendes.
- Es obvio que no entiendo!- grite.- no me dijiste nada, solo desapareciste!
- Lily..
- Lily nada, vete de aquí!- hable con las lagrimas contenidas. Josep negó con la cabeza.
- No me voy a ir hasta que me escuches y por favor no me interrumpas- hablo con la misma serenidad de antes. Me quede en silencio y el suspiro.- Isabel trajo a una mujer…y ella tiene un bebe. Ese bebe es el hijo de mi hermano.- concluyo y yo lo mire con frialdad. “Enserio? Esa era su gran escusa? ”
- Ya te escuche.- hable con frialdad y le mostré una vez mas la puerta. Josep abrió los ojos muy sorprendido.- ahora vete.- concluí, el asintió con la cabeza y salio de allí. Apenas cerré la puerta comencé a llorar con todas mis fuerzas y me repetí a mi misma que era lo mejor que pude haber hecho. Nadie podía jugar con migo.

[…]

Mire a Yue dormir en su cuna, eran las 4 de la mañana y ya estaba más alerta que nunca. Había tenido un mal sueño, como todos estos días, en los que perdía a Alice, Yue, Eve y a mis hermanos, desde entonces ya que no puedo pasar las noches con los demás, las pasaba en el sofá de Eve. Claro que Eve acepto, era como antes, cuando no había Lidia que me distrajera.

- Sucede algo?- pregunto Eve que se paraba a mi costado. Talvez la había despertado al levantarme del sofá.
- No. Solo tuve un mal sueño y tuve la necesidad de verla.
- Que sueño?
- Yue desaparecía- susurre y busque de soslayo sus ojos que se encontraron al instante con los míos.-solo fue un mal sueño eso es todo.- le dije al ver que ella comenzaba a tener miedo.
- Si, solo a sido eso. Después de todo no eres hijo de Fleaur- susurro y se paro al frente mío. Me miro a los ojos con mucha intensidad. Desde el día del desayuno nuestra situación estaba algo tensa.

- He terminado definitivamente con Lidia- le dije cuando entre en la cocina.
- Pero se veían tan felices juntos- dijo ella sin mirarme mientras ponía algunas copas en una bandeja.
- Pero no sentía lo que siento por ti.- le dije y ella giro para verme. En ese momento nuestros ojos se encontraron, sonó el timbre y esa conversación se quedo en el aire.

Toque su rostro y ella cerro los ojos al sentir el contacto de mi mano.

- No soy Olaf, Eve…pero puedo hacerte feliz…-susurre y ella abrió los ojos con tristeza.
- David…

[…]

Había salido tan temprano para hablar con el doctor Mark que ni siquiera me di cuenta que nevaba con fuerza, ahora la nieve era tan fuerte que ni siquiera podía ver con claridad pero no me importo solo tenia que regresar con Alice lo más rápido posible. Corrí como nunca para darle los resultados, casi choco con unas cuantas personas pero lo único que me importaba era Alice.

- Lo siento!- le dije a una señora regordeta que casi se cae por haberla empujado.
- Ten cuidado niño!- dijo su marido. Le dedique una ligera sonrisa y comencé a subir las gradas. Abrí la puerta de mi habitación con desesperación.
- Alice!- dije al entrar y me quede algo descuadrado al ver la cama pulcramente tendida.- Alice?- pregunte entrando al baño y viendo si estaba, pero todo estaba vacío. Con extrañeza vi la cama y fue en ese instante que observe una pequeña carta color blanca. “Leo” lei en la maldita carta.- no Alice, por favor no.- susurre mientras la abría con desesperación.

Leo.

Te veo dormir, se que estas soñando por que de ves en cuando mueves tu cuerpo y susurras mi nombre. Me gustaría saber a que mundo nos has llevado esta vez y si somos tan felices como lo fuimos estos meses. Me gustaría colarme en tu mente y saber como haces para ser tan valiente cuando estas con migo. Me gustaría verme a través de tus ojos, ver la Alice que antes era y que tu aun crees que soy. O talvez no, talvez me desilusionaría mucho saber que ahora soy una completa mentira y que de la Alice que tu conociste solo quedan retacitos, simplemente creo que no podría soportarlo por que sabría entonces que la nueva Alice te decepcionaría.

Anoche me preguntaste que seria capaz de hacer por amor y yo no pude contestar correctamente por que si lo hubiera hecho me hubiera delatado completamente. Te amor Leo y por ti haría lo que fuera, no importa que, haría todo con tal de seguir a tu lado, es por eso que aun que suene ilógico hoy tengo que dejarte. Me despido por medio de una carta por que los dos sabemos que si te lo diría frente a frente ninguno quisiera dejar al otro, por que nos pertenecemos mutuamente y siempre lo hicimos a pesar de todas las adversidades, siempre fui tuya y siempre lo seré.

Talvez no lo entiendas ahora y estoy segura que al estar en este punto de la carta ya debes de estar sumamente enfadado con migo pero cuando se te presenta una oportunidad así…Cuando te dicen que puedes salvar tu vida con tan solo hacer un favor, es una propuesta tan tentadora al verte dormir, al estar a tu lado y querer mas tiempo junto a ti que no pude negarme.

Espero que me perdones, que cuando regrese y todo esto ya haya terminado no me guardes rencor por que eso me mataría. Espero que entiendas que todo esto lo hago por amor, no estoy dispuesta a irme de tu vida tan rápido Leo, no sin antes vivir todo lo que tenemos que vivir, me niego a hacerlo y es por eso que hoy me despido.



Te amo,


Alice.


Arrugue la carta mientras lagrimas de ira y dolor recorrían mi rostro.

- Pero Alice, no estas enferma- susurre al recordar lo que me había dicho el doctor Mark esta mañana. Di un grito lleno de desesperación y rabia. Estaban engañando a Alice, pero quien?

....

Chicas! Este es el pequeño capitulo. Lo hago pequeño por que no tengo mucho tiempo, me voy de viaje en unas horas pero no quería dejarlas sin capitulo aquí. Para las que quieren leer dividida aun va tardar un poco. Esta escrito en tercera persona así que esta siendo todo un reto para nosotras pero se que les gustara :)

Por otro lado han nominado la historia de Alec Vulturi a Mejor Fic: Twilight y Mejor historia finalizada en el blog: Cazadora de Blogs

Si les gustó la historia espero que voten por ella para que gane.

Anímense a comentar y pronto publicare el siguiente capitulo.

Saludos,

Lu.

domingo, 1 de enero de 2012

Novedades!


Chicas! Feliz año nuevo, lamento reportarme tan tarde, es que tenia muchísimas cosas que hacer pero en fin, espero que la hayan pasado muy bien y que todos sus deseos para este año se cumplan.

La verdad es que no he tenido mucho tiempo para escribir esta semana pero tratare de hacer el capitulo para la que sigue. Y antes de que me olvide, les dejo el nuevo trailer de mi nueva historia. Se llama Dividida pero se basara en el relato Anastie que escribí ya hace mucho. Eso no quiere decir que deje Fire Girl, es solo una historia más que escribiré con mi amiga Ale.





Por cierto, gracias a los comentarios de todas! Bienvenida Deny, espero que como tu muchas mas se animen a comentar.

Ojala que al ver el video me digan que tal les pareció :) es con un nuevo formato y no estoy muy acostumbrada a usarlo pero ahora siento que me pertenece más jaja.



Saludos,

Lu