Ven alto
Para sentir la brisa.
Limpia tu corazón.
Tu alma grita.
La paz está cerca.
Acaba con las dudas.
Ven, acompáñame.
Vamos juntos a sobrevivir.
Gisel
Día 1- llegamos a Volterra
Vi por la ventanilla del auto, no había vuelta atrás, habíamos llegado a Italia y ya no podíamos regresar a California. Estaba segura que estos serian los dos meses mas largos y aburridos de mi vida junto a mis abuelos y hermanos. Pero ya no podía hacer nada, mamá había decidido mandarnos aquí, a este invierno perpetuo mientras ella disfrutaba con su nuevo esposo el verano de California. No la culpaba por querer estar sola con Peter pero había sido una exageración total mandarnos hasta Volterra para tener un poco de intimidad con el. No es que no me guste Volterra, pero es solo un pueblo, antiguo y aburrido, sin nada que hacer. Y mis abuelos, no son los típicos ancianitos buenos y tiernos que te conceden todo, por lo menos mi abuelo no, así que vivir con ellos, dos meses enteros seria un total reto para alguien como yo.
- vas a bajar o no?- pregunto Alex ya afuera del auto, lo mire malhumorada y salí del carro. Estaba lloviznando así que me puse la capucha de la casaca azul que tenia puesta y comencé a sacar mis maletas.
- Tranquila Effy solo son dos meses- dijo Alex y me dio dos palmaditas en la espalda. Alex era mi mellizo y la verdad nos llevábamos bien pero éramos muy distintos. El tenia el cabello rubio, ojos azules y era todo un deportista alto y fornido. Yo era pequeña, delgada, tenia el cabello negro y ojos marrones y claro esta, que no era nada deportista y tampoco muy aplicada, la prodigio de mi familia era mi hermana Emily, tan solo tenia 12 años pero ya había leído mas libros que yo e incluso sabia mas de matemáticas. Era rubia, tenia una que otra pequita y los ojos igual de azules que los de Alex.
- Espero que se pasen rápido- dije con una semi sonrisa mientras caminaba en dirección a la casa.
- Yo en cambio espero que pase muy lento, hace mucho que no veo a los abuelos- dijo Emily. Mencione que era algo pesada y metiche? Pues lo es. La mire algo irritada pero no dije nada y seguí mi caminata hasta la casa.
- Effy, no pongas esa cara cuando veas a la abuela- dijo Alex con la voz un tanto severa.
- Como sea- dije y camine a la casa, no estaba de humor para que mi hermano me dijera como comportarme.
La casa quedaba a las afueras de Volterra, era una gran casa con un gran área verde, lo único malo es que estaba muy alejada del pueblo y por ende, no tenia Internet ni cable. Toque la puerta unas dos veces y al instante mi abuela salio a recibirnos.
- Elizabeth!- dijo y me abrazo con cariño
- Effy abuela, Effy- hable mientras me alejaba de ella. Detestaba que me llamara Elizabeth, ella era la única persona que aun lo hacia.
- Ooo lo siento cariño- dijo ella y me dio un besito en la mejilla.
- Abuela!!- grito mi pequeña hermana y la abraso con cariño. Antes de que comenzara la escena de llanto y reencuentro preferí ir a mi habitación.
- Y el abuelo?- pregunte antes de subir
- Esta en la parte trasera- dijo indicando el huerto. No dije nada mas y subí a mi cuarto. La casa de mis abuelos, era muy grande y contaba con varias habitaciones pero la mía por derecho era la habitación del ático. De pequeña siempre me había gustado dormir allí. Aun que no había una cama siempre llevaba mis mantas y lograba hacer una provisional. Ahora que era mas grande y siempre tenia la persistencia de que esa fuese mi habitación, mis abuelos me la concedieron. Subí por unas graditas de caracol, abrí la puerta y allí estaba el cuarto que siempre había soñado con tener. Era completamente hecho de madera pero tenia algunas paredes pintadas de blanco. justo enzima de mi nueva cama había un gran “traga luz” que me dejaría ver las estrellas en la noche. No aguante mas. Deje mis cosas y baje lo mas rápido que pude. Fui al huerto y sin decirle nada a mi abuelo lo abrase.
- Effy- dijo el con una gran sonrisa y un tanto sorprendido por mi ración. Pues verán, yo no era muy cariñosa, me cuesta bastante serlo, pero haría una excepción en esta ocasión.
- Gracias abuelo- fue lo único que dije.
La mañana paso tranquila, había dejado de llover y gustosa ayude a mi abuelo a recoger algunas frutas del gran huerto hasta que la abuela nos llamo a almorzar. Después de eso subí a mi habitación a cambiarme de ropa. Cuando entre encontré a mi hermana echada en mi cama, con sus maletas tiradas por doquier.
- que haces aquí?- le pregunte
- pues yo también quiero dormir en el ático- dijo ella y sonrío, sabia que quería molestarme pero no lo conseguiría.
- Mejor lárgate Emily, no estoy para pelear- dije y la moví de mi cama bruscamente
- Torpe!- chillo ella y salio corriendo, mientras tanto yo me vestí con unos jeans limpios. Estaba a punto de cambiarme el polo cuando regreso Emily, estaba vez con mi hermano.
- Y ahora que mentira te dijo?- le pregunte a Alex
- Eres una infantil, no puedo creer que pegues a Emily solo por que quiere dormir con tigo!- grito el
- No la pegue!- replique
- Si, lo hiciste! Y me dijiste palabras feas- dijo ella escondiéndose detrás de mi hermano.
- Que mentirosa que eres Emily!- grite, tome mi ipod y salí de la habitación rápidamente. Estaba tan molesta que solo quería salir de allí.
- A donde vas?- pregunto mi abuela al ver que sacaba la bicicleta
- Al pueblo un rato- dije molesta- la abuela me dio algo de dinero.
- Es tu hermanita y quiere estar con tigo, solo que no sabe como tratarte- dijo la abuela
- Tu también!- dije molesta y salí rápidamente sin despedirme.
Me puse los audífonos y comencé a escuchar música a todo volumen, no me importaba si quedaba sorda. Desde la casa hasta el pueblo eran por lo menos 2 horas caminando y de 30 a 40 minutos en bicicleta pero yo lo hice en 20 minutos. Me encantaba correr a toda velocidad para sentir el viento en mi rostro, el frío del invierno en mi piel. Al llegar baje de la bicicleta y comencé a caminar mientras la llevaba. Volterra tenia infinidad de callecillas así que como no tenia hora de regreso me permití perderme en ellas. Comencé a caminar sin rumbo alguno, llegue a algunas pequeñas placitas y comencé a adentrarme a callejones mas oscuros y pequeños, llegue a uno muy oscuro a pesar de ser solo las 4 de la tarde, ya había recorrido gran parte del trayecto cuando a unos 5 metros míos se abrió una puerta y de ella salieron 2 hombres, por su forma de caminar parecían ebrios, trate de subir a mi bicicleta para salir lo mas rápido posible de allí pero los nervios me fallaron, hice que mi bicicleta se cayera y los hombres se dieron cuenta de mi presencia. El corazón me latía a mil, sentía mucho miedo, mi cabeza me decía que saliera corriendo de allí pero mi cuerpo estaba totalmente petrificado.
- A quien tenemos aquí?- pregunto uno de los hombre y se acerco. Era alto y fornido, talvez tendría unos 20 años. Se acerco mucho mas a mi y me sonrío maliciosamente- es una chica Tony y esta rebuena- dijo el y el otro comenzó a reír y a acercarse mas. Era ahora o nunca, di un paso para atrás y quise correr pero el hombre me agarro con fuerza el brazo e hizo que girara bruscamente.
- A donde crees que vas?- pregunto con su rostro a unos centímetros del mío, sentí su aliento a licor y trate de voltear la cara.
- Por favor, déjeme, por favor- dije mientras las lagrimas comenzaban a salir.
- No tan rápido muchachita- dijo el hombre mas gordo y feo- tu tienes algo para nosotros. – al decirlo, el hombre mas alto comenzó a tocar mis bolsillos. Saco el dinero que me había dado la abuela, mi celular y mi ipod.
- Yo ya saque todo lo que quería, si quieres diviértete con ella Tony, pero procura que no grite- dijo el hombre
- No, por favor- dije llorando. Tony el gordo me jalo de los hombros y me pego contra una pared fría y húmeda mientras el otro hombre se iba corriendo y regresaba a la casa.
- Tranquila que en verdad nos vamos a divertir- dijo el gordo mientras trataba de besarme.
Sin pensarlo dos veces reuní todo el valor que tenia y le golpee con la rodilla lo mas fuerte posible. El hombre grito de dolor mientras tambaleaba y caía a un costado mío. Salí corriendo lo mas rápido posible hasta el otro lado del callejón. Al salir me encontré en una calle mucho mas transitada, había un montón de restaurantes y gente caminando por do quier, yo no paraba de llorar y correr. Sin darme cuenta choque con algo duro y caí al suelo golpeándome fuertemente la cabeza. Cerré los ojos instintivamente, estaba asustada, acaso Tony y el otro hombre ya me habían encontrado?
- Fíjate por donde caminas horrible mundana!- dijo la voz de una chica. Abrí los ojos con cuidado y los vi. Eran tres jóvenes, parecían de mi edad. La que me había hablado era rubia y tenia el cabello largo y suelto mientras que la otra, también rubia lo tenia bien recogido y el chico que estaba a su costado tenia el cabello marrón.
- Auu- se me escapo decir y toque mi cabeza mientras las lagrimas no paraban de salir de mis ojos.
- Te encuentras bien?- pregunto el muchacho y me tendió la mano para que pudiera pararme, era algo extraño, me estaba ayudando pero su rostro demostraba tensión mucha tensión.
- Que te pasa, por que la tocas, que no viste que me empujo?- pregunto la rubia. El chico la miro con una mirada asesina y me ayudo.
- Que no vez que le pasa algo- dijo con calma y relajando el rostro. El contacto con su mano era muy fría, pero era de esperar con pleno invierno en Volterra.
- Ese no es nuestro problema, vámonos Alec- dijo la otra muchacha con frialdad y sin que me dijeran alguna palabra mas desaparecieron entre la multitud. El chico me miro una vez mas con una mirada de pesar y desapareció también. Por un instante había pensado que ya estaba segura pero no estaba en lo cierto, voltee la mirada y descubrí que Tony se habría paso entre las personas que transitaban la callecilla. Un pequeño chillido se me escapo y comencé a correr mas rápido, me metí a un cafetín y resé para que el hombre no entrara. Por suerte para mi, Tony siguió corriendo, al parecer me había perdido de vista. Suspire y fui a la barra.
- Por favor, me podría prestar una moneda?-le pregunte al que atendía la caja. El joven levanto la mirada y me vio a los ojos. Sentí que lo conocía de algún lado pero no lo reconocí. Era moreno, rasgos finos y cabello negro.
- Effy, que te paso?- pregunto el y su mirada de serenidad cambio notablemente a una de preocupación
- Me conoce?- pregunte asustada.
- Soy yo, Teo- dijo el y recordé. Los vecinos de mi abuela tenían un hijo llamado Teo, un niño con el que jugaba cuando venia de pequeña a pasar vacaciones.
- Pero que grande estas- se me escapo decir
- Igual que tu, pero que te paso?- pregunto y el miedo de lo que había pasado hace unos instantes volvió a invadirme y sin evitarlo me eche a llorar en frente de el.
- Peter encárgate de la caja por mi- le dijo a un muchacho. Teo muy amable me llevo hasta unos sillones alejados de la multitud, se dio cuenta que por la caída que tuve, gran parte de mi ropa estaba mojada y sucia así que me entrego su chompa negra. Agradecí el gesto ya que, tenia mucho frío. Me dio chocolate caliente y espero a que le contara todo. Cuando termine mi horrendo relato, el solo me abraso y dijo bajito- ya paso, ya paso. Ahora estas segura.
- Tengo que hablar con mi abuela- dije después de unos minutos de silencio al darme cuenta que ya anochecía.
- No te preocupes le llamare yo- dijo Teo y fue hacia el teléfono.
Mientras tanto yo fui al baño. Al verme en el espejo no me reconocí por algunos segundos. Me veía desastrosa, tenia todo el cabello enmarañado, el rostro congestionado por todo lo que había llorado y el rimel algo chorreado. Ahora entendía por que Teo se había dado cuenta de que algo malo me pasó. Trate de arreglarme cuanto pude y cuando termine salí del baño. Allí frente a la puerta me esperaba Teo.
- Hable con tu abuela, le dije que yo te llevaría en mi auto, no te incomoda verdad? – negué con la cabeza levemente
- Gracias Teo.
Esa noche no pude dormir sola, tan solo cerrar los ojos hacia que esos recuerdos regresaran una y otra vez. Emily durmió a mi lado y dijo que lo haría hasta que yo quisiera. Le agradecí y me disculpe por la actitud que había tenido esa tarde con ella, ya no estaba molesta con mi hermanita ni con Alex, no quería estar molesta con nadie solo estaba asustada y sentía la necesidad de tenerlos junto a mi.
Día 5- La carta
Los días trascurrieron muy aburridos, mi hermano y la abuela habían puesto la denuncia y yo había ido a la comisaría a dar mi declaración y a describir a mis atacantes pero no los habían encontrado a este momento. El miedo que sentía por salir a la ciudad sola me carcomía por dentro y no dejaba que saliera de la casa. Aun no estaba preparada pero ese día fue diferente. Desperté como cual quier otra mañana, con frío y pesar. Vi el traga luz que estaba enzima mío y descubrí que aun seguía lloviendo, detestaba el clima lluvioso, días como este me daban ganas de no hacer nada, así que me quede en la cama un buen rato.
- puedo pasar?- pregunto mi abuela mientras tocaba la puerta dos veces.
- Claro abuela- dije y me recosté en la cama
- Han dejado esto para ti Effy- dijo mi abuela y me entrego un bolsito. Era mas o menos del tamaño de un cuaderno, era granate y al contacto con mis dedos descubrí que era de terciopelo. Estaba serrada con un perfecto lazo dorado y delate de el había un papel que decía: para la muchacha de los cabellos negros. Al leerlo mire a mi abuela extrañada.
- Eres la única que tiene el cabello negro en esta casa, supuse que es tuyo- dijo mi abuela excusándose.
- Que raro, pero que es esto?- pregunte en voz alta
- No lo se, prefieres que yo lo abra?
- No, esta bien abuela. Yo lo haré- dije y la abuela se retiro no sin antes darme un beso en la frente.
Estaba nerviosa y tenia temor por ver lo que había allí dentro. Y si Tony había descubierto mi casa y me estaba amenazando?. Negué con la cabeza y trate de sacar esos pensamientos tan negativos de mi, tome aire y abrí la bolsita. Saque lo que había dentro y cuando lo vi, no podía creerlo, mi ipod, mi celular y hasta el dinero que me había dado mi abuela estaban allí junto con una pequeña carta. Estaba atónita, no me lo podía creer. Abrí rápidamente la carta.
Siento haber sido tan descortés Espero que esto enmiende mi error. P.D.: Ya no te preocupes por esos hombres, no volverán a molestarte mas. Cuenta con mi palabra. |
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Wujuuu ahora si regrese con la nueva historia de Alec Vulturi and you. Espero que les haya gustado, se que el capitulo es corto a comparación del capitulo que escribí en mi otra historia pero publicare pronto, lo prometo!
Ha y por cierto, el nombre sigue siendo Alec Vulturi and you porque creo que me identifico mucho con el y no quería cambiar de nombre a pesar de que es otra historia. Al igual que los protagonistas, elegí a Demi por que es con quien vi a Alec desde el principio por eso la elegí como Mía y ahora como Effy. Espero que les agrade.
Lu!!
OMG!!!
ResponderEliminarLU TE ADORO!!!
YOU ARE AMAZING!!!
GRACIAS!! GRACIAS!!
GRACIAS POR TODO,
POR ESTA NUEVA
HISTORIA, POR LA
DE MIA & ALEC, POR
HACERNOS LAS ACLARACIONES,
POR TODO!!!
TE JURO QE CUANDO
VI QE TU BLOG ESTABA
CERRADO ME PUSE A
LLORAR... PERO REGRESASTE!!!
Y SURTE CON ESTE NUEVO
BLOG Y QHE MUCHAS
PERSONAS SEAN TUS
SEGUIDORES!!!
=D BYE!!
Hi!! Acabo de encontrar tu blog y me puse a leer la historia, y me emocione aun más por que yo tambien me llamo Effy, quiero que sepas que me gusto mucho! te seguire!
ResponderEliminarCiao!
muy buena historia!!! empezare a leerla
ResponderEliminarpd: pasate x mi blog http://sicadahistoriasevolviararealidad.blogspot.com/