domingo, 20 de enero de 2013

Capitulo 4


Alaric tomó mi mano y comenzó a correr a toda velocidad haciéndose paso entre la gente.  Escuchaba gritar a Camile detrás de nosotros, pedía que Alaric se calmara pero era imposible. Seguimos corriendo hasta llegar a las puertas traseras del local. Al salir el aire frio me golpeo con fuerza e hizo que me desestabilizara por unos segundos. Camile y el otro muchacho salieron por las puertas también y nos miraron estupefactos.

-       ¡Que estas loco!- gritó aquel chico pero Alaric solo me miró a mi. Me chancó contra una de las paredes  haciendo que mi espalda me ardiera y me miró con intensidad.
-       ¿Quién era? – preguntó. - ¿Quién era el chico que se parecía a mi? – volvió a preguntar con más fuerza.
-       No se que de que me hablas.- dije aturdida.

Me quede con la boca abierta, a punto de replicar. Estúpida. Pensé mientras sentía como mi corazón se contraía al ver las facciones de Alaric. Era él y no había forma de negarlo, tal vez unos kilos menos y obviamente todo el atuendo negro pero era Will.

-       Will.- susurre mareada y con ganas incontenibles de vomitar. ¿Cómo era que a pesar de conocer tanto a Will no reconocí sus mismas facciones en Alaric?
-       ¿De que hablas? – preguntó Camile mientras se ponía a mi costado para que Alaric la viera a ella y me soltara a mi.
-       Uno de los Eteres era igual a mi, la otra era la hermana de Debra…- habló mientras me miraba con intensidad y bajaba los brazos.
-       Y que… - dijo el chico.
-       ¡ y que! –  Replicó con fuerza Alaric y dio un golpe a la pared de ladrillos, justo al costado mío, luego giró para encararlo.- ¡Casian, puede que al fin descubramos porque realmente nos eligen! ¿no lo vez?- habló furioso. El muchacho lo miró con los ojos muy abiertos.
-       ¡O no! Eso no se hace, los guardianes no los han advertido, no podemos…- habló Camile.
-       Al diablo con nuestros guardianes.- la cortó Alaric al instante en que se abrían las puertas de Cao.

Todos miramos expectantes. Primero salieron cuatro personas de diferentes edades con el mismo collar que tenia Carrie. Eteres, anunció Adamis mientras sentía como se tensaba dentro de mi, tomando el control de mis extremidades, lista para atacar o huir. Segundos después llegó Carrie notablemente afectada, parecía cansada, se le notaba por la forma en que caminaba pero también estaba furiosa y esa rabia la mantenía de pie. Will por su lado apareció tranquilo y con una mirada arrogante que jamás había visto en él. Todos, sin excepción tenían dagas en las manos que parecían brillar con una tonalidad verdosa muy extraña que antes no había visto.  Alaric se puso delante mío en forma protectora. Giró ligeramente la cabeza hacia a mi y me susurro “corre”.  No lo pensé ni un solo segundo, comencé a correr y fue en ese momento donde escuche sus gritos.

-       ¡Vayan tras ella!- grito Carrie.

No quise girar, corrí por el callejón hasta llegar a una calle principal, trate de tomar un taxi pero todos pasaban llenos y nadie se apiadaba de mi. Era tarde, las tiendas estaban cerradas y casi no había gente caminando a excepción de algunas mujeres que buscaban otra cosa. Desesperada y sintiendo que me pisaba los talones giré inesperadamente hacia un callejón, al ver que no había salida y no podía dar media vuelta, comencé a subir las escaleras de incendios de uno de los edificios.  Miré hacia abajo y descubrí que solo una persona me seguía y era Will. El corazón comenzó a bombearme con fuerza, como hace mucho no lo hacia. Llegué hasta el techo y me encontré con un grave problema. Desde allí no podía escapar a ningún lugar, los demás edificios eran lejanos y saltar o bajar no eran una opción. Miré desesperado a todos lados. Era una amplia estancia al aire libre sin nada que me sirviera como un arma. Comencé a hiperventilar mientras sentía como Adamis comenzaba a recubrir mi cuerpo, lista para la pelea.

Will subió segundos después. Su mirada era fría y calculadora, comenzó a caminar a paso lento, sabiendo que ya me tenia ante el.

-         Will, soy yo.- hablé  y le mostré mis manos en son de paz. El siguió avanzando mientras yo trataba de retroceder, asustada por su nueva actitud.
-         ¿Quién yo? – preguntó y me mostro la filuda daga que tenia en la mano.
-         Debra…Will, soy Debra.- hable desesperada mientras sentía como el espacio se recortaba entre nosotros. Will negó con la cabeza.
-         No te pareces en nada a ella, Deb esta muerta. – y a penas lo dijo se abalanzó sobre mi y comenzó a atacarme.

Grité desesperada mientras caía al piso y me defendía con las manos. Sentí como la daga traspasaba mi blusa y cortaba mis  antebrazos y muñecas, dejando un dolor terrible. Grité con más fuerza. 

-       Has que mi rostro cambie, Adamis hazlo ahora.- imploré mientras trataba de defenderme sin embargo, Adamis no podía cambiar. Estaba tan concentrada en mantenerme con vida que no podía hacerlo.
-       Creo que esa no es forma de tratar a una señorita.- habló la voz de un hombre y de un movimiento rápido y violento me sacó a Will de encima.

 Los brazos me dolían y sentía como mi sangre goteaba y chocaba contra el piso. Me levante rápidamente y llena de dolor mientras observaba como un muchacho alto  le daba certeros golpes a Will. Me abrasé a mi misma para que dejara de sangrar pero era imposible dejar de hacerlo.

-       ¡Cambia ahora Adamis, cambia ahora! – grite  y sentí como mi transformación iniciaba

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba transformada. Miré con horror como aquel chico empujaba a Will hasta el borde del edificio, dejándolo indefenso y al ras del abismo de mas de 10 pisos de distancia.

-       ¡Will! – grite con fuerza.

Un segundo. Me miró tan solo un segundo antes de que se dejara caer por el borde. Grité horrorizada y corrí para ver donde había caído. Aquel chico me tomo de la cintura y me atrajo antes de que yo me lanzara por Will.

-         ¡Tranquilízate!- habló mientras me abraza.
-          ¡¿Pero quien te crees?!- le grite y comencé a darle golpes con las pocas fuerzas que me quedaban- ¡Asesino, asesino! -  grité desesperada, había perdido el control y con la poca fuerza que me quedó me aleje de el y vi por el borde. Espere encontrarme una imagen horrible de Will pero no había nadie en esa calle. El chico volvió a tomarme de la cintura y alejarme de allí.
-         Tranquilízate por favor, él no ha muerto. Los Eteres no mueren fácil.

Lo miré a los ojos. Tenia los ojos de color caramelo, algo que nunca había visto. Mis piernas flaquearon y sentí como el cansancio me consumía por dentro y el ardor de mis brazos se hacia mas fuerte e insoportable. En ese momento sentí un aroma dulce muy fuerte y seguido a eso mi vista se comenzó a nublar. Es un demonio. Hablo Adamis antes de que perdiera el conocimiento.

-       Pero tu joven Isigo, si.- susurró mientras me desvanecía entre sus brazos.


-       Eres todo lo que quiero, les encantaras- susurró.

 Sonreí nerviosa y vi una vez más mi vestido color avellana. Sobrio y ligeramente suelto, perfecto para una cena como esta. Will tomó mi mano con cariño antes de entrar al comedor y beso mis nudillos para darnos fuerzas mutuamente.  Entramos a la estancia amplia, de colores marrones y rojos. Conocía ese comedor de memoria, la mesa rectangular de caoba en el centro, los cuadros de famosos pintores adornando las paredes, era el comedor que uno siempre desea, como el de las revistas de moda. Paré en seco al percatarme que el lugar que me correspondía estaba ocupado por alguien.  Había una intrusa allí y no era precisamente desconocida. Carrie sonrió, esa sonrisa maliciosa que muchas veces me escarapelaba el cuerpo, haciéndome dar cuenta que era muy probable que fuera más mala que buena.

Tenia puesto su vestido favorito de color rojo, el ajustado con un escote pronunciado.  En ese segundo me di cuenta de dos cosas, estaba vestida como una niña estúpida y debido a que ella estaba al costado de la madre de Will, quedaría un lugar al final, sobrante. Esa seria yo. Pensé nerviosa y molesta.  Miré a mi hermana con intensidad. ¿Qué haces aqui?

Al parecer en esos microsegundos allí parados se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Después de saludar a todos y forzar una sonrisa, me hizo sentar al costado de su hermano para que yo no fuera la sobrante.

-         No te esperaba aquí.- habló Will notablemente fastidiado mientras terminaba de sentarse y me apretaba la mano con ligereza. 
-         Pues tu hermano me invitó hoy, ni si quiera tuve tiempo de contarle a Debra.- respondió y me sonrió mientras me daba  un golpecito con el pie. Forcé una sonrisa.
-         Me alegra que estés aquí. – dije hipócritamente.

Claro que no estaba contenta, le había pedido explícitamente que me dejara este fin de semana para Will  y para mi, ella lo sabia pero sin embargo era Carrie. De ella no se podía esperar mucho, siempre que se trataba de nosotros ella tenia que  lucirse.

-         Es mejor, imagínate tu solo aquí, aburrirías a todos.- dijo entre risas.

Me mordí el labio y Will trato de fulminar a mi hermana con la mirada pero ella solo le sonrió coqueta y le guiño un ojo, típico de Carrie. Suspire, este seria el almuerzo más largo de mi vida pero tendría que superarlo y luego ella se las vería conmigo.

Los minutos transcurrieron mucho más lentos de lo planeado. Todo la hora, Carrie se la paso encantando a los padres de Will. Pronto la tensión se disipo y hasta Will se reía en muchos caso. En ese momento sentí que no encajaba en ese almuerzo, que era Carrie la que si daba con Will. Tenia ganas de huir.

-         Ire a buscar el postre- dijo Will y me miro con complicidad mientras ajustaba mi mano- ¿Deb, me acompañas? – ni si quiera tuve tiempo de responder, Carrie se levanto primero.
-         Claro que no.- dijo con su voz dulzona.- no seré mas descortés, ella tiene que conocer más a tus padres y lo único que he hecho yo es hablar y hablar.- los padres de Will rieron y yo solo suspire.
-      Tiene razón hijo.- dijo su madre amablemente. Yo sonreí y  le solte la mano para que fuera.

Fueron los minutos más incomodos que tuve en años. Sus padres eran tan amables pero no me veían a mi como veían a Carrie, me miraban con algo de resignación y a la vez desaprobación y lo odiaba. John hacia sus bromas pesadas pero aun así el comedor se mantuvo casi todo el tiempo en silencio. 

Carrie y Will tardaron demasiado en traer los postres, tanto que la madre de Will los llamo un par de veces. La primera que entro fue Carrie, tenia el labial ligeramente corrido y el cabello algo despeinado. Mi corazón comenzó a palpitar fuerte. ¿Qué hiciste? Pregunte dentro de mi cabeza.  Conocía perfectamente esas características, la había visto un millón de veces  salir de su cuarto así después de besar a uno de sus chicos. Mire a John, tenia el mismo rostro de reconocimiento.

-       ¿Will? – preguntó con sequedad.
-       Creo que la comida le cayó algo pesada.- dijo Carrie mientras servía los postres.

Yo les creí, les creí cuando dijeron que no pasó nada esa tarde. Ahora que tenia los ojos abiertos, ahora que veía todo desde otra prospectiva como si esa fuese una película completamente predecible sabia que en esa cocina había pasado algo y que en muchas oportunidades también. TONTA. Me dije a mi misma. Mi hermana siempre tuvo esa naturaleza, siempre quiso lo mío. Pensé  furiosa y comencé a gritar llena de ira mientras el sueño se desvanecía.

Cuando abrí los ojos estaba todo completamente oscuro, aun que no como la primera vez que desperté. Ahora a pesar de la oscuridad podía identificar, un estante con libros, armarios, un velador y un televisor además de la cama en la que estaba. Confundida trate de recordar todo lo que había pasado, imágenes inconexas venían a mi cabeza sobre lo que había ocurrido. Traté de levantarme pero mi cuerpo pesaba demasiado y mis brazos ardían cada que me movía.

-       La están buscando, Soren- escuché a lo lejos una voz femenina que parecía frenética. Agudice el oído un poco más. – si saben que estuvo aquí, nos darán caza…Es uno de ellos, ni si quiera se como pudiste traerla aquí… que pasa si es una trampa…
-       ¡Kaia silencio!- ordenó la voz de un muchacho.- no voy a lanzarla a la calle ahora que esta indefensa.
-       Pero…
-     Se era cuando tenga que irse y si te precupa que esos Isigos vengan aquí a buscarla, puedes irte a un hotel mientras esto pasa. – hablo mas calmado. La chica grito con rabia, escuche como le daba un golpé a algo y luego bufaba.
-       ¡como te odio!- grito como una niña pequeña y seguido a ello escuche un fuerte puertaso. Escuche un suspiro cansado y la puerta de la habitación en la que estaba se abrío dejando entrar luz tenue. Parpadeo un par de veces al ver la luz.

-       ¡Despertaste! Hablo el demonio mientras se acercaba.

Aparentaba unos 20 años, tenia el cabello castaño y esos ojos caramelos tan brillantes que ahora recordaba bien. Se quedó parado a mi lado, observando mi rostro con expectación mientras comenzaba a ponerme compresas con agua tibia en los brazos que me hicieron sentir menos dolor.

-               La daga que te hizo esas heridas tenía veneno.- fue lo primero que dijo. Lo mire confundida y sin poder hablar por lo cansada que estaba. Tenia tantas cosas que preguntarle pero mi cuerpo no daba para nada. El lo entendió, asintió con la cabeza y sin decir nada acerco sus labios a los míos. – no mucho, por favor. Si lo haces moriré.

Me quedé paralizada al escuchar sus palabras. Lo miré a los ojos sin poder comprender como un demonio, un ser que desprendía maldad infinita podía estar siendo tan generoso conmigo. No me conocía y aun así me  había rescatado y ahora me dejaba consumir parte de él. Se acerco más a mi, rozó mis labios y yo inhalé por la boca. A pesar de que la primera vez que lo hice, quise consumirlo por completo ahora ni si quiera probe por temor a que lo iriera. Su sabor era extraño, era la sensación que te deja oler por primera vez el bosque. Llenó mi cuerpo lleno de vitalidad. Sentí como Adamis se removia dentro de mi con fuerzas y al igual que yo confundida.  Cuando ya tuve fuerzas levante una de mis manos y a pesar del dolor puse mi mano en su mejilla mientras seguía mirando sus ojos. Al principio se asusto y tenso un poco pero luego se relajo ligeramente mientras veía como le sonreía ligeramente.

-       Gracias. - Soren asintió con la cabeza y acaricio mi mano.
-       No hay de que Debra. – habló y seguido a ello se alejó de mi. Me quede algo sorprendida al escuchar mi nombre – estoy al tanto que tus amigos te están buscando. – prosiguió y entendí porque sabia mi nombre.-  Sus guardianes sienten a tu protectora y lamentablemente se dirigen hacia aquí. – lo mire con miedo mientras recordaba lo que había dicho esa muchacha.
-       Tengo que irme.- hablé y el solo se limito a asentir con la cabeza.
-        Ahora que has probado de mi tienes más fuerzas, sin embargo dudo que realmente puedas movilizarte mucho o hasta defenderte de ese Etero.- continúo. Mi corazón se estrujo al recordar a Will. Hice una mueca y Soren la capto.
-       ¿Lo conocías? – preguntó y yo asentí ligeramente.
-       En mi otra vida, era mi novio.- dije con tristeza y el me miro algo sorprendido.
-       Jamás supe de una Isigo que recordara su pasado.- me encogí de hombros. – aun que se que los Eteros recuerdan perfectamente y aun así jamás regresan a sus antiguas vidas.- habló y me estremecí mientras recordaba como Carrie me quiso matar. – acarició mi mejilla. – no recuerdes lo que paso ese día, él no era realmente él.- habló. Me recosté y lo mire a los ojos.
-       ¿A que te refieres? Me recordaba y aun así quiso matarme ¿Cómo es que no era el? – pregunte rápidamente y me sentí agotada. Soren me empujo con suavidad hasta echarme de nuevo.
-       Tranquila, no es necesario que te canses.- habló y me sonrió ligeramente pero yo estaba tensa.

¿Qué pasaba si existía una forma de regresarlos a como eran antes o por lo menos hacer que no quisieran matarme? En ese segundo me imagine entre los brazos de Will y no pude evitar tener esperanzas nuevamente. Tal vez no todo esta perdido.

-       Has visto el collar que tienen en el cuello, no es un simple collar ¿sabes?  Contiene un tipo de demonio llamado Zor. Se caracteriza por ser violento y voraz. Se encarga de mantener encarcelado al protector del anillo que mantiene vivo al Etero. El Zor corrompe al Etero, lo convierte en una maquina de matar sin piedad. –  se me escarapelo el cuerpo al recordar nuevamente a Will.
-       ¿No hay manera de revertirlo?  - pregunte con esperanza. Soren negó con la cabeza.
-       Si la hay no la conozco.- habló. Suspire con resignación. Encontrare la forma Will y te salvare. Le prometí y sentí como Adamis comenzaba a alarmarse. Tenemos que irnos están cerca. Me comencé a mover con algo de torpeza. -  ¿qué haces?
-       Están cerca, los siento.

Adamis tomó posición de mi cuerpo e hizo que me parara con rapidez mientras Soren me hacia espacio. Perdí por unos minutos el equilibrio y el me tomo de la cintura sin ningún tipo de incomodidad. Me quede prendida a sus ojos por unos segundos. ¡es un demonio!  gritó Adamis.  Traté de concentrarme en lo que era pero simplemente eso era una pequeñez si sabias lo que había hecho.

-       Me salvaste la vida.- hable y el respiro hondo. – jamás podre terminar de agradecerte eso. – continúe y le di un beso en la mejilla.
-       Aleja a tus amigos de mi y la deuda estará saldada.- dijo con algo de frialdad como si la misma razón de que fuéramos diferentes lo alejara de mi. Asentí con la cabeza y seguido a ello me guió hasta la salida de la pequeña casa.

Lo mire por ultima vez y con temor de un nuevo rechazo ni si quiera me atreví a besarle la mejilla. Solo le hice un saludo con la mano antes de salir corriendo sin ni si quiera mirar atrás.

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Perdón por la tardanza, este capitulo se borró cuando estaba haciendo unos arreglos y no me acordaba de todo lo que había escrito así que hice otro completamente cambiado :( en fin, me alegra que hayan mas lectoras y que se animen a comentar :).


Ana: No te preocupes de verdad :) que bueno que te gustó aun que me perturba algo que tu hermana te persiga así jajaja. Espero que este capitulo te guste y que poco a poco te vayas adentrando más.

Celeste:  que bueno que te gusto! Y bueno, espero que este capitulo haya resuelto algunas dudas, sino es asi aquí te dejo algo para que entiendas mejor. Existen como 4 diferentes tipos de seres:

1.     humanos – gente normal
2.     demonios  - seres que tienen que entrar dentro de el cuerpo de un humano para poder interactuar con ellos por medio de un cuerpo.
3.     Eteres – seres que tienen un demonio y un guardián. El anillo y el collar.
4.     Isigos. – seres que solo tienen un guardián. El anillo.


Nessy: primero, tu historia esta alucinante, me encanta! Y bueno lo que me hizo cambiar de parecer es que ahora tengo mas tiempo y se me ocurrían tantas ideas que solo tenia ganas de mostrarlas, nunca me olvide de ustedes, siempre que tenia un sueño  loco decía “esto es para el blog” pero no tenia :( blog y por otro lado, lleve un curso que se llamaba taller de narrativa, me hicieron escribir muchos cuentos y prometí que al terminar  reiniciaría con el blog y aquí estoy.  Mmm me salió muy larga la explicación u.u bueeeeeno, solo espero que te guste el capitulo. Poco a poco Debra descubrirá cosas sobre ella y los Isigos que te aclararan la cabeza.

MJ Cardenas:  estuve pensando en Aurora gracias a tus comentarios, tratare de hacerla, si sale algo, cuando termine esta la publica y así no pierdo el contacto con ustedes :) que bueno que te guste esta historia, prometo no borrarla jaja.

Silvia: claro que me cuerdo de ti :), te cuento que me pasaba lo mismo con los comentarios pero realmente no me importa si solo pones un “me gusto” jaja cualquier comentario de verdad me hace feliz. Espero que leas este capitulo y como dije antes perdón por la tardanza.

Un abrazo psicológico gigante, gracias por comentar y tratare de publicar más rápido.

Luciana.

Pdt: Las fotos las pongo mañana

4 comentarios:

  1. Son Muchas Cosas que asimilar...
    Una nueva historia pero ya conozco las que escribiste antes y se que no nos decepcionaras pues de las novelas que he leído se que nunca me voy a olvidar de Leo :)Que emoción una nueva aventura. Gracias por compartir un poco de lo que hay en tu cabecita con todos nosotros.

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  2. Por todo lo que más quieras! Actualiza rápido! Me dejas con la intriga! Me encanta esta historia! No puedo esperar! Necesito saber que es lo que va a pasar y como siempre te pasas de buena escitora! Eres la mejor escritora! Me encanta esta historia :) actualiza rápido porfiss :)

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  3. ¡Hola Lu! ¡Wow! ¡No puedo creerlo, volviste! :D ¡Qué emoción volver a leer tus historias! Las otras me encantaban y esta también me está gustando ful. Me encantan estos nuevos personajes y seres, le dan un toque de novedad a la historia que no hace que no se parezca a ninguna de las otras y lo de gemelos es como :O no puedo creerlo. Que rabia que quizás Carrie y Will hayan sido novios al mismo tiempo. Pobrecita Debra ahora que su hermana la quiere matar y antes bueno, tampoco es que era un ángel, pero bueno.. Da más lástima lo de Will :( Y me quede con la intriga de saber qué va a decir Alaric o que va a pasar con ese demonio. También me fascino el comienzo de la historia fue demasiado bueno, el accidente y luego ella despertando así, me encanta.

    Bueno, Lu.. No sé si te acuerdes.. Es Ga, publica pronto, me quedé con ganas de leer más :) Me estaré pasando.
    Adiós, Ga

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  4. Oow.. gracias por resolver mis dudas :3 jeje de echo quedaron claras, con el capitulo pero aun asi me encata eso de que contestes nuestros comentarios, es agradable!! No manches me dejaste super intrigada, ya quiero saber que va a pasar... puedo enamorarme de un demonio?? Di que sii porfavor jajaja ok creo que Soren me caera super bien... eres genial y lo sabes, me encanta como dices que cambiaste el capitulo porque se borro. Pero todos sabemos que escribas lo que escribas lo haces genial!! Publica pronto y porfavor no me vayas a torturar diciendome que Soren sera malo malo muy malo... siento feo que Will no la reconozca, y aunque es su hermana pff Carrie me recuerda tanto a mi prima, que ya me hizo odiarla... una vez le hizo eso a su mejor amiga que tambien era amiga mia... literal no sabia si mi familia oo mi mejor amiga... bueno jeje en fin cuidate mucho! Y sube pronto
    Celeste

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