Alaric tomó mi mano y comenzó a correr a toda velocidad haciéndose
paso entre la gente. Escuchaba gritar a
Camile detrás de nosotros, pedía que Alaric se calmara pero era imposible.
Seguimos corriendo hasta llegar a las puertas traseras del local. Al salir el
aire frio me golpeo con fuerza e hizo que me desestabilizara por unos segundos.
Camile y el otro muchacho salieron por las puertas también y nos miraron
estupefactos.
-
¡Que estas loco!- gritó aquel
chico pero Alaric solo me miró a mi. Me chancó contra una de las paredes haciendo que mi espalda me ardiera y me miró
con intensidad.
- ¿Quién era? – preguntó. - ¿Quién era el chico que se parecía a mi?
– volvió a preguntar con más fuerza.
-
No se que de que me hablas.- dije
aturdida.
Me quede con la boca abierta, a punto de replicar. Estúpida. Pensé mientras sentía como mi
corazón se contraía al ver las facciones de Alaric. Era él y no había forma de
negarlo, tal vez unos kilos menos y obviamente todo el atuendo negro pero era
Will.
-
Will.- susurre mareada y con
ganas incontenibles de vomitar. ¿Cómo era que a pesar de conocer tanto a Will
no reconocí sus mismas facciones en Alaric?
- ¿De que hablas? – preguntó Camile mientras se ponía a mi costado
para que Alaric la viera a ella y me soltara a mi.
- Uno de los Eteres era igual a mi, la otra era la hermana de
Debra…- habló mientras me miraba con intensidad y bajaba los brazos.
- Y que… - dijo el chico.
- ¡ y que! – Replicó con
fuerza Alaric y dio un golpe a la pared de ladrillos, justo al costado mío, luego
giró para encararlo.- ¡Casian, puede que al fin descubramos porque realmente
nos eligen! ¿no lo vez?- habló furioso. El muchacho lo miró con los ojos muy
abiertos.
- ¡O no! Eso no se hace, los guardianes no los han advertido, no
podemos…- habló Camile.
-
Al diablo con nuestros
guardianes.- la cortó Alaric al instante en que se abrían las puertas de Cao.
Todos miramos expectantes. Primero salieron cuatro personas de
diferentes edades con el mismo collar que tenia Carrie. Eteres, anunció Adamis mientras sentía como se tensaba dentro de
mi, tomando el control de mis extremidades, lista para atacar o huir. Segundos
después llegó Carrie notablemente afectada, parecía cansada, se le notaba por
la forma en que caminaba pero también estaba furiosa y esa rabia la mantenía de
pie. Will por su lado apareció tranquilo y con una mirada arrogante que jamás
había visto en él. Todos, sin excepción tenían dagas en las manos que parecían
brillar con una tonalidad verdosa muy extraña que antes no había visto. Alaric se puso delante mío en forma protectora.
Giró ligeramente la cabeza hacia a mi y me susurro “corre”. No lo pensé ni un solo segundo, comencé a
correr y fue en ese momento donde escuche sus gritos.
-
¡Vayan tras ella!- grito Carrie.
No quise girar, corrí por el callejón hasta llegar a una calle
principal, trate de tomar un taxi pero todos pasaban llenos y nadie se apiadaba
de mi. Era tarde, las tiendas estaban cerradas y casi no había gente caminando
a excepción de algunas mujeres que buscaban otra cosa. Desesperada y sintiendo
que me pisaba los talones giré inesperadamente hacia un callejón, al ver que no
había salida y no podía dar media vuelta, comencé a subir las escaleras de
incendios de uno de los edificios. Miré
hacia abajo y descubrí que solo una persona me seguía y era Will. El corazón
comenzó a bombearme con fuerza, como hace mucho no lo hacia. Llegué hasta el
techo y me encontré con un grave problema. Desde allí no podía escapar a ningún
lugar, los demás edificios eran lejanos y saltar o bajar no eran una opción.
Miré desesperado a todos lados. Era una amplia estancia al aire libre sin nada
que me sirviera como un arma. Comencé a hiperventilar mientras sentía como
Adamis comenzaba a recubrir mi cuerpo, lista para la pelea.
Will subió segundos después. Su mirada era fría y calculadora,
comenzó a caminar a paso lento, sabiendo que ya me tenia ante el.
-
Will, soy yo.- hablé y le mostré mis manos en son de paz. El
siguió avanzando mientras yo trataba de retroceder, asustada por su nueva
actitud.
-
¿Quién yo? – preguntó y me mostro
la filuda daga que tenia en la mano.
-
Debra…Will, soy Debra.- hable
desesperada mientras sentía como el espacio se recortaba entre nosotros. Will
negó con la cabeza.
-
No te pareces en nada a ella, Deb
esta muerta. – y a penas lo dijo se abalanzó sobre mi y comenzó a atacarme.
Grité desesperada mientras caía al piso y me defendía con las
manos. Sentí como la daga traspasaba mi blusa y cortaba mis antebrazos y muñecas, dejando un dolor
terrible. Grité con más fuerza.
-
Has que mi rostro cambie, Adamis hazlo ahora.- imploré mientras
trataba de defenderme sin embargo, Adamis
no podía cambiar. Estaba tan concentrada en mantenerme con vida que no podía
hacerlo.
-
Creo que esa no es forma de
tratar a una señorita.- habló la voz de un hombre y de un movimiento rápido y
violento me sacó a Will de encima.
Los brazos me dolían y
sentía como mi sangre goteaba y chocaba contra el piso. Me levante rápidamente
y llena de dolor mientras observaba como un muchacho alto le daba certeros golpes a Will. Me abrasé a
mi misma para que dejara de sangrar pero era imposible dejar de hacerlo.
-
¡Cambia ahora Adamis, cambia
ahora! – grite y sentí como mi
transformación iniciaba
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba transformada. Miré con
horror como aquel chico empujaba a Will hasta el borde del edificio, dejándolo
indefenso y al ras del abismo de mas de 10 pisos de distancia.
-
¡Will! – grite con fuerza.
Un segundo. Me miró tan solo un segundo antes de que se dejara
caer por el borde. Grité horrorizada y corrí para ver donde había caído. Aquel
chico me tomo de la cintura y me atrajo antes de que yo me lanzara por Will.
-
¡Tranquilízate!- habló mientras
me abraza.
-
¡¿Pero quien te crees?!- le grite y comencé a
darle golpes con las pocas fuerzas que me quedaban- ¡Asesino, asesino! - grité desesperada, había perdido el control y
con la poca fuerza que me quedó me aleje de el y vi por el borde. Espere
encontrarme una imagen horrible de Will pero no había nadie en esa calle. El
chico volvió a tomarme de la cintura y alejarme de allí.
-
Tranquilízate por favor, él no ha
muerto. Los Eteres no mueren fácil.
Lo miré a los ojos. Tenia los ojos de color caramelo, algo que
nunca había visto. Mis piernas flaquearon y sentí como el cansancio me consumía
por dentro y el ardor de mis brazos se hacia mas fuerte e insoportable. En ese
momento sentí un aroma dulce muy fuerte y seguido a eso mi vista se comenzó a
nublar. Es un demonio. Hablo Adamis antes de que perdiera el conocimiento.
-
Pero tu joven Isigo, si.- susurró
mientras me desvanecía entre sus brazos.
-
Eres todo lo que quiero, les encantaras- susurró.
Sonreí nerviosa y vi una vez más mi vestido
color avellana. Sobrio y ligeramente suelto, perfecto para una cena como esta.
Will tomó mi mano con cariño antes de entrar al comedor y beso mis nudillos
para darnos fuerzas mutuamente. Entramos
a la estancia amplia, de colores marrones y rojos. Conocía ese comedor de
memoria, la mesa rectangular de caoba en el centro, los cuadros de famosos
pintores adornando las paredes, era el comedor que uno siempre desea, como el
de las revistas de moda. Paré en seco al percatarme que el lugar que me
correspondía estaba ocupado por alguien.
Había una intrusa allí y no era precisamente desconocida. Carrie sonrió,
esa sonrisa maliciosa que muchas veces me escarapelaba el cuerpo, haciéndome
dar cuenta que era muy probable que fuera más mala que buena.
Tenia puesto su vestido favorito
de color rojo, el ajustado con un escote pronunciado. En ese segundo me di cuenta de dos cosas,
estaba vestida como una niña estúpida y debido a que ella estaba al costado de
la madre de Will, quedaría un lugar al final, sobrante. Esa seria yo. Pensé
nerviosa y molesta. Miré a mi hermana
con intensidad. ¿Qué haces aqui?
Al parecer en esos microsegundos
allí parados se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Después de saludar a
todos y forzar una sonrisa, me hizo sentar al costado de su hermano para que yo
no fuera la sobrante.
-
No te esperaba aquí.- habló Will notablemente fastidiado mientras
terminaba de sentarse y me apretaba la mano con ligereza.
-
Pues tu hermano me invitó hoy, ni si quiera tuve tiempo de
contarle a Debra.- respondió y me sonrió mientras me daba un golpecito con el pie. Forcé una sonrisa.
-
Me alegra que estés aquí. – dije hipócritamente.
Claro que no estaba contenta, le
había pedido explícitamente que me dejara este fin de semana para Will y para mi, ella lo sabia pero sin embargo era
Carrie. De ella no se podía esperar mucho, siempre que se trataba de nosotros
ella tenia que lucirse.
-
Es mejor, imagínate tu solo aquí, aburrirías a todos.- dijo entre
risas.
Me mordí el labio y Will trato de
fulminar a mi hermana con la mirada pero ella solo le sonrió coqueta y le guiño
un ojo, típico de Carrie. Suspire, este seria el almuerzo más largo de mi vida
pero tendría que superarlo y luego ella se las vería conmigo.
Los minutos transcurrieron mucho
más lentos de lo planeado. Todo la hora, Carrie se la paso encantando a los
padres de Will. Pronto la tensión se disipo y hasta Will se reía en muchos
caso. En ese momento sentí que no encajaba en ese almuerzo, que era Carrie la
que si daba con Will. Tenia ganas de huir.
-
Ire a buscar el postre- dijo Will y me miro con complicidad
mientras ajustaba mi mano- ¿Deb, me acompañas? – ni si quiera tuve tiempo de
responder, Carrie se levanto primero.
-
Claro que no.- dijo con su voz dulzona.- no seré mas descortés,
ella tiene que conocer más a tus padres y lo único que he hecho yo es hablar y
hablar.- los padres de Will rieron y yo solo suspire.
- Tiene razón hijo.- dijo su madre amablemente. Yo sonreí y le solte la mano para que fuera.
Fueron los minutos más incomodos
que tuve en años. Sus padres eran tan amables pero no me veían a mi como veían
a Carrie, me miraban con algo de resignación y a la vez desaprobación y lo
odiaba. John hacia sus bromas pesadas pero aun así el comedor se mantuvo casi
todo el tiempo en silencio.
Carrie y Will tardaron demasiado
en traer los postres, tanto que la madre de Will los llamo un par de veces. La
primera que entro fue Carrie, tenia el labial ligeramente corrido y el cabello
algo despeinado. Mi corazón comenzó a palpitar fuerte. ¿Qué hiciste? Pregunte
dentro de mi cabeza. Conocía
perfectamente esas características, la había visto un millón de veces salir de su cuarto así después de besar a uno
de sus chicos. Mire a John, tenia el mismo rostro de reconocimiento.
-
¿Will? – preguntó con sequedad.
-
Creo que la comida le cayó algo pesada.- dijo Carrie mientras
servía los postres.
Yo les creí, les creí cuando dijeron que no pasó nada esa tarde.
Ahora que tenia los ojos abiertos, ahora que veía todo desde otra prospectiva
como si esa fuese una película completamente predecible sabia que en esa cocina
había pasado algo y que en muchas oportunidades también. TONTA. Me dije a mi misma. Mi
hermana siempre tuvo esa naturaleza, siempre quiso lo mío. Pensé furiosa y comencé a gritar llena de ira
mientras el sueño se desvanecía.
Cuando abrí los ojos estaba todo completamente oscuro, aun que no
como la primera vez que desperté. Ahora a pesar de la oscuridad podía
identificar, un estante con libros, armarios, un velador y un televisor además
de la cama en la que estaba. Confundida trate de recordar todo lo que había
pasado, imágenes inconexas venían a mi cabeza sobre lo que había ocurrido.
Traté de levantarme pero mi cuerpo pesaba demasiado y mis brazos ardían cada
que me movía.
-
La están buscando, Soren- escuché
a lo lejos una voz femenina que parecía frenética. Agudice el oído un poco más.
– si saben que estuvo aquí, nos darán caza…Es uno de ellos, ni si quiera se
como pudiste traerla aquí… que pasa si es una trampa…
- ¡Kaia silencio!- ordenó la voz de un muchacho.- no voy a lanzarla
a la calle ahora que esta indefensa.
- Pero…
- Se era cuando tenga que irse y si te precupa que esos Isigos
vengan aquí a buscarla, puedes irte a un hotel mientras esto pasa. – hablo mas
calmado. La chica grito con rabia, escuche como le daba un golpé a algo y luego
bufaba.
- ¡como te odio!- grito como una
niña pequeña y seguido a ello escuche un fuerte puertaso. Escuche un suspiro
cansado y la puerta de la habitación en la que estaba se abrío dejando entrar
luz tenue. Parpadeo un par de veces al ver la luz.
-
¡Despertaste! Hablo el demonio
mientras se acercaba.
Aparentaba unos 20 años, tenia el cabello castaño y esos ojos
caramelos tan brillantes que ahora recordaba bien. Se quedó parado a mi lado,
observando mi rostro con expectación mientras comenzaba a ponerme compresas con
agua tibia en los brazos que me hicieron sentir menos dolor.
- La daga que te hizo esas heridas tenía
veneno.- fue lo primero que dijo. Lo mire confundida y sin poder hablar por lo
cansada que estaba. Tenia tantas cosas que preguntarle pero mi cuerpo no daba
para nada. El lo entendió, asintió con la cabeza y sin decir nada acerco sus
labios a los míos. – no mucho, por favor. Si lo haces moriré.
Me quedé paralizada al escuchar sus palabras. Lo miré a los ojos sin
poder comprender como un demonio, un ser que desprendía maldad infinita podía
estar siendo tan generoso conmigo. No me conocía y aun así me había rescatado y ahora me dejaba consumir
parte de él. Se acerco más a mi, rozó mis labios y yo inhalé por la boca. A
pesar de que la primera vez que lo hice, quise consumirlo por completo ahora ni
si quiera probe por temor a que lo iriera. Su sabor era extraño, era la
sensación que te deja oler por primera vez el bosque. Llenó mi cuerpo lleno de
vitalidad. Sentí como Adamis se removia dentro de mi con fuerzas y al igual que
yo confundida. Cuando ya tuve fuerzas
levante una de mis manos y a pesar del dolor puse mi mano en su mejilla
mientras seguía mirando sus ojos. Al principio se asusto y tenso un poco pero
luego se relajo ligeramente mientras veía como le sonreía ligeramente.
- Gracias. - Soren asintió con la cabeza y acaricio mi mano.
-
No hay de que Debra. – habló y
seguido a ello se alejó de mi. Me quede algo sorprendida al escuchar mi nombre
– estoy al tanto que tus amigos te están buscando. – prosiguió y entendí porque
sabia mi nombre.- Sus guardianes sienten
a tu protectora y lamentablemente se dirigen hacia aquí. – lo mire con miedo
mientras recordaba lo que había dicho esa muchacha.
-
Tengo que irme.- hablé y el solo
se limito a asentir con la cabeza.
-
Ahora que has probado de mi tienes más
fuerzas, sin embargo dudo que realmente puedas movilizarte mucho o hasta
defenderte de ese Etero.- continúo. Mi corazón se estrujo al recordar a Will.
Hice una mueca y Soren la capto.
-
¿Lo conocías? – preguntó y yo
asentí ligeramente.
-
En mi otra vida, era mi novio.-
dije con tristeza y el me miro algo sorprendido.
-
Jamás supe de una Isigo que
recordara su pasado.- me encogí de hombros. – aun que se que los Eteros
recuerdan perfectamente y aun así jamás regresan a sus antiguas vidas.- habló y
me estremecí mientras recordaba como Carrie me quiso matar. – acarició mi
mejilla. – no recuerdes lo que paso ese día, él no era realmente él.- habló. Me
recosté y lo mire a los ojos.
-
¿A que te refieres? Me recordaba
y aun así quiso matarme ¿Cómo es que no era el? – pregunte rápidamente y me
sentí agotada. Soren me empujo con suavidad hasta echarme de nuevo.
-
Tranquila, no es necesario que te
canses.- habló y me sonrió ligeramente pero yo estaba tensa.
¿Qué pasaba si existía una forma de regresarlos a como eran antes
o por lo menos hacer que no quisieran matarme? En ese segundo me imagine entre
los brazos de Will y no pude evitar tener esperanzas nuevamente. Tal vez no
todo esta perdido.
-
Has visto el collar que tienen en
el cuello, no es un simple collar ¿sabes?
Contiene un tipo de demonio llamado Zor. Se caracteriza por ser violento
y voraz. Se encarga de mantener encarcelado al protector del anillo que
mantiene vivo al Etero. El Zor corrompe al Etero, lo convierte en una maquina
de matar sin piedad. – se me escarapelo
el cuerpo al recordar nuevamente a Will.
- ¿No hay manera de revertirlo? - pregunte con esperanza. Soren negó con la
cabeza.
- Si la hay no la conozco.- habló. Suspire con resignación. Encontrare la forma Will y te salvare. Le
prometí y sentí como Adamis comenzaba
a alarmarse. Tenemos que irnos están
cerca. Me comencé a mover con algo de torpeza. - ¿qué haces?
-
Están cerca, los siento.
Adamis tomó posición de mi cuerpo e hizo que me parara con rapidez
mientras Soren me hacia espacio. Perdí por unos minutos el equilibrio y el me
tomo de la cintura sin ningún tipo de incomodidad. Me quede prendida a sus ojos
por unos segundos. ¡es un demonio! gritó
Adamis. Traté de concentrarme en lo
que era pero simplemente eso era una pequeñez si sabias lo que había hecho.
-
Me salvaste la vida.- hable y el
respiro hondo. – jamás podre terminar de agradecerte eso. – continúe y le di un
beso en la mejilla.
-
Aleja a tus amigos de mi y la
deuda estará saldada.- dijo con algo de frialdad como si la misma razón de que fuéramos
diferentes lo alejara de mi. Asentí con la cabeza y seguido a ello me guió
hasta la salida de la pequeña casa.
Lo mire por ultima vez y con temor de un nuevo rechazo ni si
quiera me atreví a besarle la mejilla. Solo le hice un saludo con la mano antes
de salir corriendo sin ni si quiera mirar atrás.
--
Perdón por la tardanza, este capitulo se borró cuando estaba
haciendo unos arreglos y no me acordaba de todo lo que había escrito así que
hice otro completamente cambiado :( en fin, me alegra que hayan mas lectoras y
que se animen a comentar :).
Ana: No te preocupes de verdad :) que bueno que te gustó aun que
me perturba algo que tu hermana te persiga así jajaja. Espero que este capitulo
te guste y que poco a poco te vayas adentrando más.
Celeste: que bueno que te
gusto! Y bueno, espero que este capitulo haya resuelto algunas dudas, sino es
asi aquí te dejo algo para que entiendas mejor. Existen como 4 diferentes tipos
de seres:
2. demonios - seres que tienen que entrar dentro de el cuerpo de un humano para poder interactuar con ellos por medio de un cuerpo.
3. Eteres – seres que tienen un demonio y un guardián. El anillo y el collar.
4. Isigos. – seres que solo tienen un guardián. El anillo.
Nessy: primero, tu historia esta alucinante, me encanta! Y bueno
lo que me hizo cambiar de parecer es que ahora tengo mas tiempo y se me
ocurrían tantas ideas que solo tenia ganas de mostrarlas, nunca me olvide de
ustedes, siempre que tenia un sueño loco
decía “esto es para el blog” pero no tenia :( blog y por otro lado, lleve un
curso que se llamaba taller de narrativa, me hicieron escribir muchos cuentos y
prometí que al terminar reiniciaría con
el blog y aquí estoy. Mmm me salió muy
larga la explicación u.u bueeeeeno, solo espero que te guste el capitulo. Poco
a poco Debra descubrirá cosas sobre ella y los Isigos que te aclararan la
cabeza.
MJ Cardenas: estuve
pensando en Aurora gracias a tus comentarios, tratare de hacerla, si sale algo,
cuando termine esta la publica y así no pierdo el contacto con ustedes :) que
bueno que te guste esta historia, prometo no borrarla jaja.
Silvia: claro que me cuerdo de ti :), te cuento que me pasaba lo
mismo con los comentarios pero realmente no me importa si solo pones un “me
gusto” jaja cualquier comentario de verdad me hace feliz. Espero que leas este
capitulo y como dije antes perdón por la tardanza.
Un abrazo psicológico gigante, gracias por comentar y tratare de
publicar más rápido.
Luciana.
Pdt: Las fotos las pongo mañana
Son Muchas Cosas que asimilar...
ResponderEliminarUna nueva historia pero ya conozco las que escribiste antes y se que no nos decepcionaras pues de las novelas que he leído se que nunca me voy a olvidar de Leo :)Que emoción una nueva aventura. Gracias por compartir un poco de lo que hay en tu cabecita con todos nosotros.
Por todo lo que más quieras! Actualiza rápido! Me dejas con la intriga! Me encanta esta historia! No puedo esperar! Necesito saber que es lo que va a pasar y como siempre te pasas de buena escitora! Eres la mejor escritora! Me encanta esta historia :) actualiza rápido porfiss :)
ResponderEliminar¡Hola Lu! ¡Wow! ¡No puedo creerlo, volviste! :D ¡Qué emoción volver a leer tus historias! Las otras me encantaban y esta también me está gustando ful. Me encantan estos nuevos personajes y seres, le dan un toque de novedad a la historia que no hace que no se parezca a ninguna de las otras y lo de gemelos es como :O no puedo creerlo. Que rabia que quizás Carrie y Will hayan sido novios al mismo tiempo. Pobrecita Debra ahora que su hermana la quiere matar y antes bueno, tampoco es que era un ángel, pero bueno.. Da más lástima lo de Will :( Y me quede con la intriga de saber qué va a decir Alaric o que va a pasar con ese demonio. También me fascino el comienzo de la historia fue demasiado bueno, el accidente y luego ella despertando así, me encanta.
ResponderEliminarBueno, Lu.. No sé si te acuerdes.. Es Ga, publica pronto, me quedé con ganas de leer más :) Me estaré pasando.
Adiós, Ga
Oow.. gracias por resolver mis dudas :3 jeje de echo quedaron claras, con el capitulo pero aun asi me encata eso de que contestes nuestros comentarios, es agradable!! No manches me dejaste super intrigada, ya quiero saber que va a pasar... puedo enamorarme de un demonio?? Di que sii porfavor jajaja ok creo que Soren me caera super bien... eres genial y lo sabes, me encanta como dices que cambiaste el capitulo porque se borro. Pero todos sabemos que escribas lo que escribas lo haces genial!! Publica pronto y porfavor no me vayas a torturar diciendome que Soren sera malo malo muy malo... siento feo que Will no la reconozca, y aunque es su hermana pff Carrie me recuerda tanto a mi prima, que ya me hizo odiarla... una vez le hizo eso a su mejor amiga que tambien era amiga mia... literal no sabia si mi familia oo mi mejor amiga... bueno jeje en fin cuidate mucho! Y sube pronto
ResponderEliminarCeleste