viernes, 26 de agosto de 2011

Capitulo 26- Fire Girl

[...]

Sentí como la flecha me atravesaba el hombro por completo y a pesar de que estaba de rodillas, el golpe fue tal que caí encima de Alice. Maldije por lo bajo mientras observaba a Vlas de reojo. La ultima vez que lo había visto, era un pequeño niño rubio con una fea cicatriz en el rostro. Ahora era un hombre musculoso con la misma cicatriz, un tanto más pequeña. Y esta vez en sus ojos no veía amabilidad como antes, sino odio y rencor hacia mi. No lo culpaba, pero tampoco dejaría que nos matara por saldar la muerte de Shulen.

- Estas bien?- pregunto Alice en un susurro. Estaba asustada y en ese segundo vi cuan vulnerable era ella.
- Si estoy bien- dije con rabia en la voz- necesito fuego- hable y tome su mano con fuerza. Alice me miro algo asustada y sorprendida a la vez.- ahora!- insistí.

Vi el rostro de Alice, más asustado y casi pálido como el papel, no le quedaba mucho tiempo sino hacíamos algo con esa herida. Con la poca fuerza que le quedaba prendió una ligera llama en su mano. No tarde ni un segundo en tomarla y lanzársela a Vlad que ya estaba alistando otra flecha al ver que no estaba muerta. Le cayó justo en la mano que sostenía el arco haciendo que este cayera al suelo. Me levante del suelo y mi mirada se hizo fría, sentí como todos mis músculos se tensaban, estaba lista.

- Vlad, Vlad, Vlad. No has cambiado en nada, verdad?- pregunte con la voz segura y con la frialdad que siempre utilizaba al tratar a esa gente.

Vlad me miro algo extrañado. De seguro habría pensado que como mostré debilidad al principio, yo seria una presa fácil pero estaba completamente equivocado. Sentí como por todo mi cuerpo recorría el calor inminente del fuego azul de Alice que había activado la esencia. Ardía más de lo debido pero era por que ella me odiaba y todo ese odio se reflejaba en su fuego y ahora en mi. Me volvía fuerte pero el sentimiento del odio también me hacia sentir extraña. Con la rabia que tenia contenida dentro, arranque de un solo movimiento parte de la flecha, dejando solo la parte de la punta que salía por detrás de mi espalda.

- Siempre fuiste el más débil, veo que aun lo eres a pesar de que tu cuerpo demuestre otra cosa- dije y una sonrisa retorcida apareció en mi rostro mientras me disponía a prender otra flama en la mano.
- Contrólate- me hablo Alexander.
- Estoy controlado- masculle y le lanceé una bola de fuego a Vlad que esquivo por poco.

Vlad no era tonto después de todo. Sacó en un segundo una ballesta que tenia en la espalda y sin miramientos la disparo. Sentí como la estaca se introducía en mi piel, esta vez en mi brazo derecho. No pude evitar lanzar un pequeño grito de dolor al darme cuenta que mi hueso se había fracturado por lo brutal del golpe.

- Vas a morir hoy, traidora!- grito con fuerza. Sonreí al darme cuenta que en la estancia ya no estábamos solos.
- El que morirá hoy serás tu- hable con total certeza al instante en que Sebastian atravesaba la espalda de Vlad con un cuchillo cubierto de fuego azul. El muchacho me miro una vez más.
- Ella era tu amiga- fueron sus ultimas palabras antes de caer al suelo sin vida. Me tambaleé llena de dolor y de tristeza.

El día en el que mi madre murió, no sabia a donde ir, estaba aterrada por todo lo que me había dicho, por que ya no tenia su protección y me tendría que hacer cargo de mi hermana menor. Solo tenia 12 años, que podía hacer yo?
Salí corriendo al bosque. Quería escapar, perderme dentro de el y desaparecer para siempre, olvidarme de todos y todo. Me escondí dentro de un tronco viejo. La lluvia comenzó a caer pero yo solo me quede allí, en silencio, dejando que las lagrimas recorrieran mi rostro. Ya era de noche, escuchaba a mucha gente gritar mi nombre a lo lejos pero yo no quería salir de allí.

- Te encontré!- dijo una niña con la piel tostada. Parecía feliz por haberlo hecho. Al ver mi rostro tan demacrado su semblante también se puso triste.- tranquila, no se lo diré a nadie- dijo en un susurro y se sentó a mi lado. Me abrazo con todas las fuerzas que pudo.
- Shulen, se que tu también perdiste a tus papás hace unos años. Que se siente?- le pregunte en un susurro.
- Dolor, tanto que piensas que te quebraras y nunca mas podrás reponerte.- hablo ella con tranquilidad.
- Te has curado de eso?- pregunte al darme cuenta que sentía exactamente lo mismo. Ella negó con la cabeza.
- No, pero se que lo lograremos algún día. Fuerza Sofi yo se que tu eres fuerte.- hablo y me beso la frente.

Ese día no regresamos a casa. Shulen me llevo a la ciudad, nos perdimos por las callecillas empedradas, éramos solo dos niñas agarradas de la mando, viendo la ciudad de una forma diferente, de una forma normal. En un momento me mostró un lugar en donde hacían tatuajes. Vi el rostro de Shulen brillar al ver lo hermoso que eran y supe que tenia en mente algo para las dos.

- Si podemos soportar ese dolor- hablo señalando la tienda- podremos soportar todo lo que venga de aquí en adelante.- dijo cada una de esas palabras sin soltarme la mano y por primera vez después de mucho tiempo sonreí y supe que lo superaríamos juntas.

Al caer casi inconciente por lo doloroso que había sido ese recuerdo, y la perdida de sangre, sentí que las manos de Sebastian me agarraban.

- Vas a estar bien- me susurro al oído y yo asentí levemente. Aun que jamás lo estaría, había matado a la chica que me salvo de una vida llena de tristeza y con su vida, se me iba la esperanza de ser feliz con alguien nuevamente. Había tomado la decisión de alejarme de Leo para siempre, había salvado a Alice.

[...]

- Hola- hablo una muchacha de cabellera blanca.

Yo estaba casi ida. Después de ver como mataban a Vlas ya ni siquiera podía mantener los ojos abiertos sin sentirme cansada y adolorida. No se como lograron sacarme de allí o talvez no me sacaron sino seguía adentro pero lo cierto es que ahora había una tenue luz que nos iluminaba.- gracias por venir a salvarme- dijo nuevamente la muchacha

- Tu...tu eras la de la voz?- pregunte en susurro al no saber quienes estaban en la habitación. La muchacha se encogió de hombros y asintió con la cabeza.
- No quise que pasaras un mal rato, es solo que estaba desesperada- hablo y me tomo la mano- te prometo que lo solucionare- dijo y una sonrisa que calmo ligeramente mi alma se dibujo en su rostro.
- Donde estamos?
- Solo debes de saber que estamos seguros- hablo la voz de Milos
- Por el momento…- corrigió Sebastian, entonces observe a mis costados.

Era una habitación pequeña. Lo primero que vi es que Milos estaba parado frente a la puerta, con las manos encendidas en llamas azules, listo para atacar. Caí en la cuenta que yo estaba en una cama, supongo que era la cama de aquella mujer. Trate de buscar con la mirada a mi hermano y lo encontré para mi mala suerte, agarrando a Sofía con una delicadeza que nunca había visto jamás, la tomaba en sus brazos para que ella no se cayera y le susurraba cosas al oído intangibles para mi. La rabia se apodero nuevamente de mi ser, como era posible que después de Leo ahora quería capturar a mi hermano?

- Ella no lo hace queriendo- dijo la muchacha de cabellera blanca.- tiene la necesidad de estar al lado de ese muchacho rubio por que en su venas corre la esencia de este.
- Que?- le pregunte en un susurro y ella me guiño el ojo
- Yo no dije nada- hablo y me acaricio la frente.- ya te sientes mejor?- pregunto y yo la mire algo extrañada.

Había sido todo parte de mi imaginación? Luego instintivamente y a pesar de lo que acaba
de pasar, toque mi tórax, la parte del tajo ya no dolía tanto y es mas, ya no sangraba.

- Que has hecho?- le pregunte asombrada y trate de recostarme pero la muchacha me detuvo.
- La he curado pero no puedes moverte mucho por ahora.
- Has hecho lo mismo con Sofía?- pregunte y ella se encogió ligeramente de hombros. No me había dado cuenta pero era tan joven como Jena o talvez tenia unos años mas pero no pasaba de los 25. Tenia unos lindos ojos plomizos, unas prominentes ojeras y el rostro algo enrojecido, talvez porque había llorado.
- No puede por que yo soy inmune.- dijo Sofía con la voz rasposa desde donde estaba.
- Tiene sangre de hija de la luna en las venas, eso la vuelve inmune a mi. En cambio tu, eres una hibrida lo cual me facilita las cosas.
- No entiendo bien- dije con toda sinceridad, la cabeza ya me estaba dando vueltas- y a todo esto que hacemos aquí?
- Esperamos a que Sofi logre tener la fuerza para salir caminando, igual que tu.- hablo Sebastian. Sofi? Me pregunte con molestia. Ahora le decía Sofi? Esta bien, talvez estaba siendo inmadura y no estaba reconociendo el simple hecho de que Sofia me había salvado la vida pero desde cuando había este lazo tan extraño entre ellos dos?

- Deberías de calmarte. Creo que no ganas nada guardando todo ese rencor hacia ella- dijo la muchacha de cabellera blanca y en ese momento me di cuenta que no lo habia hablado.
- Como puedes hacer eso?- pregunte en un susurro. – solo los hijos de Fleaur pueden hacer eso. – la muchacha sonrío.
- No saben muchas cosas de nosotros, en verdad casi no saben nada de mi raza.- dijo nuevamente sin mover los labios.
- Como te llamas?
- Pensé que nunca lo preguntarías- dijo esta vez en voz alta- mi nombre es Eve
- (I-vi) y estoy en deuda con tigo.
- Porque? Sino hice mas que estorbar.
- Estorbar?- pregunto Sofía.- nos trajiste aquí. Si no te hubiéramos perseguido, jamás la hubiéramos encontrado a ella.- hablo y en ese instante cai en la cuenta de que Leo no estaba alli presente.
- Leo…- susurre- donde esta Leo?- pregunte algo mas alterada. Los nervios se apoderaron de mi, estaba bien? Le había pasado algo? Por que no había venido hasta ahora?
- Se separo de mi al escuchar la voz de su padre- hablo Sofía y la misma preocupación que yo sentía se reflejo en su rostro. – tenemos que ir a buscarlo, debe de estar en peligro!- dijo exaltada y trato de moverse pero Sebastian se lo impidió.
- Estas mal, no creo que puedas ayudarlo- hablo Sebastian con seriedad.
- Es que no entiendes?- pregunto ella y se separo de Sebastian con brusquedad.- si la salve a ella fue para que el fuera feliz, no puedo dejarlo morir allí!

[…]

- Si, si puedes- dijo una voz en mi cabeza. Mire a Alexander con rapidez y el se encogió de hombros.
- Yo no fui, fue ella- dijo señalando a Eve.
- Que quieres decir?- pregunto en silencio, mirando solo sus ojos plomizos que aun que parecían inofensivos, tenían una intensidad que daba miedo.
- No estarás completa hasta que toda su esencia te pertenezca. Tiene que morir como los otros- dijo en mi mente con total calma. Negué rotundamente con la cabeza.
- Jamás!- le dije furiosa y salí de allí con rapidez antes que Sebastian me detuviera de nuevo.

Ya todo estaba lleno de un espeso humo que no me dejaba respirar con normalidad. Como pude logré subir al primer piso y comencé a buscar el lugar en donde me había separado de Leo. Llegue a una puerta grande de acero. Supuse que era el salón principal por que era imponente y diferente a las demás. Al tocarla un dolor recorrió mis dedos, estaba calientísima. Rápidamente entre a pesar del dolor que producía el contacto con este. Necesitaba ver lo que ocurría adentro. Al entrar me sorprendió ver toda la estancia encendida en llamas. El calor que emanaba era casi insoportable y el humo era tan denso que ni siquiera podía ver con normalidad pero si logre escuchar lo que ocurría allí.

- Jamás fuiste digno de mi!- dijo un hombre con la voz glaciar. Comencé a buscarlo con la mirada y observe a Leo de espaldas a mi y un hombre, supuse que era Jonathan por su gran parecido frente a el. - hicieras lo que hicieras jamás tuviste mi cariño Leo y nunca lo tendrás, traidor!

- El traidor fuiste tu!- grito Leo con la voz llena de rabia mezclada con dolor- dejaste a mi madre, inventaste mentiras y ahora también dejas a la madre de David? Que poco hombre que eres!- Jonathan sonrío al escuchar esas palabras como si hubiera escuchado un chiste o algo así.
- Es la primera vez que me hablas sin ser cobarde, es la primera vez que me faltas el respeto y aun me retienes la mirada. Lastima que sea la ultima…

En ese instante sin poder hacer nada vi como Jonathan le lanzaba un lengüetazo de fuego tan largo y delgado que lo enrosco en el cuerpo de Leo. El grito de dolor y yo no pude evitar lanzar un alarido de terror. Jonatan y Leo rápidamente dirigieron su mirada a mi. Yo me quede por un instante paralizada, ese hombre me recordaba a mi padre y ese hecho me daba terror. De repente ya no me sentía nada segura y mis piernas temblaban.

- Y tu quien eres?- pregunto y con un ligero movimiento de la mano hizo que el látigo de fuego se enrollara mas en Leo haciendo que lanzara un grito desgarrador.
- Suéltalo!- dije con la voz temblorosa y aun sin fuerzas suficientes para luchar. El hombre me miro algo entretenido y se acerco a mi.
- Sofi vete!- logro gritar Leo
- Tu te callas!- dijo su padre y ajusto el látigo.
- SOFIA, me suena ese nombre pero no se de donde. Dime, que eres?- pregunto y se acercó mas a mi.
- No te acerques- dije y acerque mi mano hasta una madera que se estaba quemando. Sentí un ardor tremendo en mis heridas pero lo soporte y le lanceé una llamarada de fuego azul verdoso. El chasqueo la lengua algo molesto.
- Mala decisión- dijo con calma y en tan solo un abrir y cerrar de ojos vi como con su mano libre creaba otro látigo de fuego y me enrollaba en el. Grite de dolor y caí de rodillas también. Jonathan rió nuevamente.- son patéticos.
- Déjalos ya!- grito la vos de Alice detrás de mi. Vi como la mirada de Jonathan se clavaba en sus ojos.
- Así que tu eres la muchacha, aquella que hizo que mi hijo se perdiera mas de lo que ya estaba. – hablo al reconocerla- me han hablado de ti. Hija de la gran Fox- dijo y una risa burlona le ilumino el rostro.- no me digas que me vas a matar con eso- hablo.

Ligeramente gire el rostro para ver que Alice tenia mi arco y una flecha apuntando justo al corazón de Jonathan. La flecha tenia un hermoso fuego azulado y rojizo muy extraño en la punta.

- Suéltalos- exigió Alice con frialdad como jamás la había escuchado. Con tanta seguridad que en verdad parecía que lo iba a hacerlo. Pero yo sabia muy bien que Alice no podría matar a nadie, en ese sentido era muy débil.
- Tus ojos me dicen que no eres como tu madre. Créeme no me mataras, no puedes- hablo y apretó mas los látigos haciendo que Leo y yo gritáramos de dolor. Sentía a cada segundo como el fuego atravesaba mi ropa y quemaba mi piel.
- Lo lamento Leo- susurro y en ese preciso instante lanzo la flecha que atravesó el pecho de su padre.

Me quede atónita, simplemente no podía creer que lo hubiera hecho. Poco a poco sentí como el fuego iba desapareciendo de mi cuerpo, antes de que me desvaneciera por completo, sentí las frías manos de Sebastian tomarme entre brazos.

- Has cometido una locura- susurro pero ya no quise decir nada.

Vi como Alice corría hacia Leo y lo tomaba en brazos como debía de ser. Enterré mi rostro en el pecho de Sebastian para no ver aquella escena.

- Espero que jamás revivas basura- dijo con completo odio Eve.
- Que no…que no es el padre de Yue?- pregunto algo desconcertado Milos
- Así que la llaman Yue- respondió con la voz dulce Eve al referirse a su hija- pues no, el no es su padre, es más el mato al padre de YUE- dijo y le dio otra patada al cuerpo sin vida.

[…]

El enojo, la rabia y odio se me habían ido en un minuto al comprender que Leo podía estar en peligro. Al ver la extraña reacción de Sofía y la mirada cómplice de Eve supe que me quedaba poco tiempo y salí detrás de Sofía apenas pude.

Me había llenado de fuerzas al matar al padre de Leo, solo ver que podía morir me hizo estar mas segura que nunca, olvidar todos los miedos y centrarme en clavar la flecha en el corazón de Jonathan. No perdería otra vez a Leo, a pesar de todo lo que me había hecho y a pesar de las consecuencias que traería matar a su padre, me arriesgaría por él.

Ahora lo tenia en brazos, con el cuerpo quemado, ya casi sin fuerzas y solo le rogaba a lo más sagrado que no me lo quitara.

- No te me vallas por favor, no me dejes otra vez- dije entre lagrimas
- No lo haré - hablo Leo con la voz rasposa y tomo mi mano.- perdón, yo debí…
- Shuuu no digas nada ahora. Guarda tus fuerzas- susurre y le acaricie la mejilla con tristeza.

Después de eso todo paso muy rápido. Los soldados sobrevivientes de Sofía vinieron y nos ayudaron a salir con ayuda de mi madre que por suerte había salido casi ilesa de todo esto. De los 12 del escuadrón Fénix solo 6 lograron morir y los otros 6 escaparon. De los 200 hombres al mando de Jonathan no se sabe cuantos lograron sobrevivir y escapar pero lo cierto es que habían arrasado con casi todos. Mientras que de nuestro bando lamentablemente Erik junto a todos los hombre a su poder habían fallecido en la batalla.
El regreso a casa fue silencioso. Díganme loca o lo que quieran pero apenas supe que Leo estaba bien me aleje de él y me resguarde en los brazos de Fox. Todo el viaje fue terrible para mi, ya regresaban los recuerdos de la matanza, del beso. Al cerrar los ojos lo primero que veía era el beso de Sofía y Leo y enseguida venían los recuerdos de la muerte de Jonathan. Y aun que era cierto que no me arrepentía de ello, sentí un sentimiento extraño, algo así como remordimiento. Talvez esa no había sido la manera adecuada.

El encontró de Yue y Eve fue muy emotivo. La sonrisa de las dos no desapareció nunca al estar juntas. Y aun que sabíamos que ya estábamos cerca de cumplir nuestra meta final, todos teníamos nuestros propios problemas y eso no nos dejaba estar contentos ni ligeramente en paz.

- Podemos hablar? – pregunto Leo después de unos días en los que solo me oculte en mi habitación para no encontrar a su familia.

Su rostro aun tenia algunas heridas y estaba conciente de que le habían roto 3 costillas y tenia quemaduras por todas partes sin embargo, había venido todos los días desde que podía ponerse en pie para hablar con migo y en ninguno le había contestado. Pero hoy era diferente, ya tenia las fuerzas suficientes para hablar con el y aun que no estaba segura de mantenerme siempre fría, sabia que era mejor hacerlo ahora.

- Pasa- dije y el entro rápidamente y cerro la puerta. Se quedo allí parado, mirándome a los ojos sin saber que decir o como actuar. – Que es lo que querías decirme?
- Yo te amo…- estuvo a punto de hablar más y preferí pararlo en seco. Antes de que dijera cualquier escusa tenia que saber algo importante.
- Antes que digas más quiero preguntarte una cosa- hable y el asintió con la cabeza.- porque si me amas, si ya me tenias aquí con tigo, decidiste estar con ella?- le pregunte y las lagrimas se acumularon en mis ojos. Espere paciente su respuesta pero lo había agarrado en frío, eso no se lo espera y como tal no sabia que responder.
- Siento algo por Sofía. – concluyo al fin- No se lo que es ni puedo explicarlo, pero tengo la necesidad de saber que esta bien, que es feliz y a veces… a veces confundo las cosas y creo que seria mejor estar con ella.
- Entonces es eso? Ahora me dejaras por ella??- pregunte con el seño fruncido y Leo me miro con seriedad. Negó con la cabeza después de un rato.
- No, por que como lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo a ti te amo Alice y a ella no.
- Entonces ya entiendo - hable al ver claramente la respuesta en sus ojos- ella despierta ese Leo que ya no esta con migo verdad? El que me besaba hasta sacarme el aire, como si fuera el ultimo beso…- dije y se me resquebrajo la voz al recordar todo lo que había pasado con el.
- Que?! no…
- Si Leo y no trates de negarlo por que yo lo siento. Siento que el Leo que esta aquí, no es el mismo del que me enamore. Es un Leo que ya no reconozco, que solo vive para hacerme daño y ya estoy cansada de eso…
- Por favor no lo digas….yo prometo…-trató de hablar desesperadamente pero yo negué con la cabeza tajantemente.
- Basta de promesas que no vas a cumplir. Si sientes algo tan fuerte por ella, tan fuerte que hace salir al verdadero Leo pues …- se me resquebrajo la voz por lo que estaba a punto de decir pero tenia que hacerlo por el bien de los dos.- quédate con ella.- susurre al fin- y si no es así, y si en verdad me amas como dices, quédate con migo pero…pero no caigas de nuevo por que no volverás a tenerme. – Leo me miro un instante y sentí que era un segundo interminable.
- No te voy a dejar nunca- susurro y se acercó a mi. Las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro por que lamentablemente sabia lo que vendría a continuación.
- Entonces dame tiempo para sanar- susurre y el se quedo quieto otra vez.- si es eso verdad…que no me dejaras nunca… Pues espera a que este lista, a que pueda confiar de nuevo en ti.


[…]

Estaba en la cama. Aun no me había recuperado del todo y tampoco tenia fuerzas para nada. Abrí los ojos con cuidado y vi que una mano fría rodeaba la mía. Sebastian estaba allí y no se había movido desde que habíamos llegado y le habían curado las heridas.

- Por que haces esto?- le susurre y el levanto el rostro para verme
- Hacer que?
- No te hagas el tonto, darme tanta atención? Ser tan amable…
- No lo se, talvez es por que me has salvado la vida…
- Yo no he hecho tal cosa- dije frunciendo ligeramente el seño
- Salvaste a mi hermana y demostraste la persona hermosa que puedes llegar a ser. Por eso estaré eternamente agradecido Sofía.- cerré los ojos sin mucha fuerza.
- Solo no te enamores, cometerías un grave error- susurre adormilada.
- Aceptare las consecuencias- hablo y los dos nos quedamos en silencio.

Era lindo, si y tierno y talvez en una vida paralela hubiésemos sido la perfecta pareja feliz pero lo cierto es que yo ya tenia otros planes y en ellos nadie podía estar involucrado excepto yo.



Hola chicas, bueno el capitulo no ha estado muy lindo que digamos pero lo cierto es que Alice ya tenia que poner en su lugar a Leo ^^ y lo bueno es que ya lo hizo! Logro poner la razón antes que al corazón xD. Por otro lado, espero que no se estén confundiendo con tantos nuevos nombres, para ayudarlas un poco, la foto de Eve y la de Vladimir (que es el otro soldado) ya están puestas. No pongo la de Erik, Shulen o el padre de Leo por que ya murieron y no vienen al caso. Y para finalizar les diré que publicare apenas vea 10 capítulos así me dan algo de tiempo xD.


Lu.

lunes, 22 de agosto de 2011

Capitulo 25- Fire Girl

Yo no se como pero Sofía, de ser una completa intrusa llego a ser casi una de las lideres de la casa. Se ganó la confianza de todos, hasta de mi hermano y aun que mi madre se notaba algo reacia a comunicarse mucho con ella, a veces sonreía. Casi nunca le he visto sonreír y con Sofía y esa bebe llamada Yue , mi madre se veía feliz. Sofía era muy complaciente, amable y sobre todo tan madura que podía tener una conversación tranquila y amplia con cualquiera de la casa ecepto claro, con migo y ya que yo estaba casi siempre al lado de Leo, también evitaba hablarle. Se había vuelto muy amiga de David, de su madre, de Lilian y sobre todo de Jessie. Era detestablemente perfecta! y hasta maternal por que desde que llego esa bebe a la casa, no se despego de ella. Yue por su parte se había ganado el cariño de todos, hasta de mi, por que era una bebe tan tranquila y sonriente, tenia menos de 5 meses pero jamás lloraba y cerca de ella te sentías tan relajada.

Ya pasaron dos semanas desde que sacamos a Yue y a la familia de David de la urbe. Desde ese entonces ninguno de ellos, ecepto Lilian me habla. David es como un perrito faldero que revolotea alrededor de Sofía y al parecer a ella ni le incomoda, es más siento que hasta están formando un lazo que no se romperá fácil mientras que Leo, bueno el es otra historia. Después de que David dijera todas esas cosas tome dos días para poder abordar ese tema con Leo. discutimos mucho, el tenia una especia de rivalidad pero en si no creo que fuese su culpa, no quiero decir que lo perdono y que el no hizo nada por que eso seria injusto. Quiero decir, que desde muy pequeño su padre siempre los comparo, no solo en el rostro, o en sus diferentes madres, sino en absolutamente todo. Es así que creo que Leo, necesitaba vencer a David en todo, para demostrar que era mejor, para tener un poco de cariño de su padre que por lo que me contó, jamás se lo demostró a diferencia de a Lilian y David. Claro que todo esto no se lo dije, solo escuche lo que me tenia que decir y cuando concluyo lo abrase con mucha fuerza y le dije que no importara, que a pesar de eso, yo no me había enamorado de David sino de el.

Ya que la gente esta alborotada por la segunda parte del plan y por que tenemos que estar mas escondidos que nunca para no ser captados por la urbe, no salgo de la casa desde hace mucho. Pero hoy es diferente por que fui elegida por Sofía (aun que no me agrada aceptarlo) a ir hasta Rusia y sacar a la mamá de Yue de allí. Con migo viene Leo, Sky, Henea, Sebastian, Vladimir y todos sus soldados, Fox y Milos. Todos los demás se quedaran aquí. No se como hizo Sofía pero convenció a David de que su deber era quedarse en casa y cuidar de todos igual que Jena y Charlie.

- Oye, estas últimamente muy rara te pasa algo?- pregunto Leo que me tomaba de la cintura mientras hacia mi pequeña mochila. Negué con la cabeza rotundamente aun que sabia que esa rareza era por que cada noche me atormentaban los sueños de matar a Sofía aun que hasta ahora no había visto otra visión.
- Es solo que estoy algo nerviosa por sacar a esa muchacha de allí- dije con calma
- Yo igual pero no evito a las personas- dijo el y me dio un beso en el cuello. Me dio un escalofrío en toda la espalda y el se apego un poco mas a mi.
- No te estoy evitando- dije y volteé a ver sus ojos azules
- Pero si a Sofía, te he visto en los entrenamientos tratas de ni siquiera estar a su lado.

Oh realmente olvidaba eso, durante estas dos semanas hemos entrenado arduamente, aprendimos como actúan los cazadores, que armas tienen a su favor y como podemos utilizarlas mientras que Sofía junto a Milos han practicado día y noche como utilizar su don del fuego azul y créanme cuando digo que no se compara nada a como yo aprendí, Milos es muy serio y no le importa que Sofía grite o sufra cuando siente tanto dolor por sacar sus llamas azules. Jay dice que es así por que ella no nació con los dones pero a pesar de eso sigue intentando y aun que me moleste admitirlo, le sale bien. Aun no ha intentado con fuego rojo por que no sabe como funcionara y así es mejor por que según dice Fox, apenas pruebe fuego rojo, el laso con Leo será más fuerte y eso simplemente me aterra.

- Alice? Sigues allí?- pregunte y yo moví la cabeza.- la verdad es que a veces te desconectas y…
- Leo la verdad es que no la paso- dije cortante- por eso la evito y tu? Por que la evitas tu?- pregunte con el seño fruncido.
- Yo?- pregunto he hizo que su manos lo señalaran en forma teatral
- Si tu y no te hagas el que no sabes, he visto como tratas…- mi voz se opaco cuando me di cuenta que la que lo evitaba era ella y no el.
- Trato?- pregunto con el seño fruncido
- Olvídalo, no viene al caso. Ya hiciste tu maleta?
- No, no es necesario- dijo con una gran sonrisa y yo le di un ligero golpecito en el pecho
- Pero que cochino que eres- dije en broma y el me abrazo con cariño

Escuche como alguien aclaraba su garganta en la puerta de mi habitación y cuando me aleje de Leo y vi de quien se trataba, sentí como el alma se me iba a los pies al ver a Sofía, parada con la bebe en manos y con una ligera sonrisa en su rostro.

- Podemos hablar?- le pregunto a Leo. El me miro y yo asentí con la mirada, que mas podía hacer?
- Hablemos entonces.- dijo el con frialdad
- En privado, si no te molesta- hablo ella y camino hacia su habitación con la certeza de que Leo la seguiría y así lo hizo.

[…]

Llegue a mi habitación y puse a Yue en su pequeña cuna al costado de la mía. era increíble, pero había terminado amando a esa pequeña más que a mi propia vida. Leo no tardo en subir y tuve que afrontar su mirada antes de que viajáramos a Rusia.

- Debes de creer que estoy loca- dije y lo mire de frente a los ojos. El no dijo nada pero en ellos se veía la respuesta- primero te beso, luego te alejo de mi…sinceramente hasta yo crearía que estoy loca.- dije y sonreí ligeramente con complicidad por que estaba segura que Alexander era un delirio total, que no existía y que eso significaba que estaba loca pero esto ahora no venia al caso.
- Estas loca entonces?- pregunto Leo y yo negué con la cabeza
- En este sentido no, por que aun sigo sintiendo lo mismo que antes, me atraes, se que te atraigo. Eso no es nada nuevo…
- Entonces que cambio?
- Ella- dije y mire a Yue- esto- hable, sonó el clic de mi encendedor y aun que doliera tanto prendí una ligera flama azul verdosa. Dolían como si en verdad me estuviera quemando por dentro pero ya estaba aprendiendo a lidiar con el dolor. Apenas Leo vio la flama hice que desapareciera con un movimiento de manos. – me haces débil, por eso creí que era mejor alejarme de ti. Tu sabes, hubiese sido una gran distracción separarte de Alice y aun que no dudo que lo hubiera logrado, prefiero evitar el drama-Leo me miro con completa frialdad.
- Eso no es cierto- dijo al fin
- O sabes muy bien que si.- dije y me acerqué a el.- sabes que si hiciera algo mas que esto- susurre a su oído y le di un ligero beso en el cuello- tu tendrías muchas mas dudas de las que tienes ahora…- concluí y me aleje de el.
- Por que lo dices ahora?- pregunto con la misma frialdad
- Por que puede que esta segunda fase sea mas complicada de lo planeado y no quería que se dejaran cabos sueltos si ocurre algo inesperado…además- dije y me acerque mucho mas a el, dejando nuestros rostros a centímetros- siempre es bueno un beso de buena suerte- concluí y uní nuestros labios pero esta vez el no me dejo con facilidad.

Me tomo de la cintura y cerro la puerta de la habitación con su espalda. Me beso con vehemencia y yo sentí que me sacaba todo el aliento. Me apodere de su cuello y el me giro con brusquedad, ahora era yo la que estaba pegada a la puerta. Sin ni siquiera pensarlo dos veces me tomo de las piernas y me levanto haciendo que yo enrollara estas en su cintura.

- Por que haces esto?- pregunto y mordió mi labio con violencia. Sentí sangre caliente pero no me detuvo sino me gustó a un más.
- Prender ese lado que Alice tiene domado?- pregunte en un susurro y le mordí el cuello- solo quiero que recuerdes quien eres…- concluí le di un beso mas, lo empuje y caí de pies al suelo. Me alise el vestido que estaba un poco arrugado, tome a Yue entre brazos y como si el no estuviera allí, salí de la habitación.
- Que fue eso!?- pregunto Alexander que iba de un lado a otro.
- Se llama diversión y lo hago de vez en cuando, para no estar muy aburrida.- dije y mire a Yue como si le estuviera hablando a lo que la pequeña solo sonrío
- Sabes que pones en peligro la misión?!- pregunto molesto y me metí de improviso al baño
- Fuiste tu el que dijo que debía de ser feliz! De esta manera soy feliz! Por que el único hombre con el que quería pasar cada minuto de mi vida se murió en un accidente de transito!!! y Leo pues, esa parte salvaje de el me recuerda tanto a ti! Por eso lo busco y no por nada mas! Me importa un pepino el corazón roto de Alicia y me importa aun más lo que le diga Leo para solucionarlo! Me oíste?- le pregunte y Alexander se quedo paralizado
- Te oí- dijo algo molesto- no hace falta que me recuerdes cada cinco minutos que es mi culpa que no este a tu lado.
- Lo lamento- hable y salí del baño, quería estar solo unos minutos mas con Yue pero al parecer ya era hora de partir.
- Hola- hablo David y me sonrío con amabilidad.
- Hola David, ya vienes a llevártela?- le pregunte con algo de pesar y el asintió con la cabeza.
- Si, mi madre quiere tenerla desde ya!- dijo el con una sonrisa y aun que Jocelyn había estado en el bando contrario, confiaba en ella, en como cuidaba a Yue y sabia que no le haría daño.
- Esta bien.- hable y le entregue a la bebe que me sonrío una vez mas.- Solo tu me entiendes- dije en un susurro y le di un beso en la frente antes de que David la cargara por completo.
- Buena suerte- dijo David y estaba a punto de irse cuando lo tome del brazo he hice que girara.
- Escúchame, hace dos semanas que no hablas con tu hermano, deberías de hacerlo. Deberías arreglar las cosas por que apenas salgamos por esa puerta, puede ser demasiado tarde- dije y antes de esperar una respuesta me dirigí a la cocina.

Ya mas tarde en el avión hacia Rusia, descubrí que David había hecho las pases con Leo aun que aun no disculpaba a Alice eso ya no era asunto mío.


[…]


El viaje duro un suspiro para mi con todo lo que tenia en la cabeza. Sentía que el momento ya se acercaba, ahora con tan solo mirar a Sofía, se me erizaba la piel y me ponía nerviosa. La actitud de Leo no me ayudaba mucho tampoco, estaba ido, un poco arisco y eso me dejaba que pensar. Pasaba algo? Se me estaba pasando algo importante que por mi nerviosismo no veía? Lo cierto es que no tenia ni idea de lo que estaba pasando pero llegar a Rusia me puso aun mas nerviosa. El viaje en auto fue de aproximadamente una hora, era una zona de Berlina muy alejada. Había un basto bosque, con árboles frondosos, todos cubiertos con una fina capa de nieve.
Miraba por la ventana totalmente ida, pensando una y otra vez en el tatuaje, en lo que me había dicho Milos y en el cuerpo sin vida de Sofía. Jamás me había planteado matar a alguien, sabia que era difícil no solo porque aniquilabas una esencia que no volvería más sino por que el remordimientos de tus actos siempre estarían presentes en tu mente, persiguiéndote, atormentándote por siempre. Un día mi madre se acerco a mi y le pregunte que se sentía, ella muy seria como siempre, me dijo que me protegería de ese sentimiento, tan feo, tan oscuro. Que a ella jamás se le había olvidado los rostros de los que había matado y cada vez que dormía los recordaba, uno a una, todas las noches. Eso es lo que me aterra y el hecho que si yo mato a Sofía me alejare de Leo para siempre.

- Hey estas bien?- pregunto mi madre y yo sacudí la cabeza para despertar de mi letargo.

Sin darme cuenta ya habíamos llegado hasta una zona en el bosque en donde había un pequeño campamento que tenia ya muy poca iluminación por que ya se acercaba la noche.

- Madre, alguna vez has podido cambiar alguna de tus premoniciones?- le pregunte y en sus ojos atisbe algo de preocupación
- Que has visto?!- pregunto rápidamente y casi a rastras me saco del carro y me posiciono en una zona en la que nadie podía oírnos.
- Que iba a matar a alguien- hable con total franqueza y ahora vi que mi madre se relajaba un poco.
- Sabes que…
- Si, se las consecuencias y por eso no quiero.
- Sabes quien es?- pregunto y yo no me atreví a decir la verdad. Negué con la cabeza rápidamente y ella me tomo de los dos hombros – tendrás que hacer lo que debas de hacer. Y lamentablemente todas visiones son completamente ciertas, no creo que puedas hacer nada al respecto.
- Pero…- mi voz se corto al ver que Sofía y Leo se adentraban en el bosque.- lo entiendo- dije con frialdad y trate de seguirlos pero mi hermano me retuvo.
- A donde crees que vas?- pregunto mirando a la dirección que me dirigía en la cual ya no había nada mas que árboles.
- Al baño, puedo ir sola no?- pregunte cortante y el puso cara de pocos amigos
- Antes nos llevábamos bien que ha pasado?
- Me estas estorbando, en serio, quiero ir al baño- Sebastian suspiro.
- Toma estos- dijo y me entrego unos visores nocturnos- ya va anochecer y no quiero que te pierdas.- asentí con la cabeza.- algo mas Ali…
- Que?
- Que no te pesquen…- dijo con una sonrisa picara.

Sabia que se refería a Leo y a Sofía. Lo fulmine con la mirada pero no dije nada mas. Antes de que los demás pudieran verme me adentre en el bosque que cada vez se hacia mas oscuro.

[…]

Apenas baje del carro Erik se acerco a mi con un rostro lleno de preocupación.

- Ha pasado algo- dijo el.
- Que?
- Hace dos días descubrimos que el escuadrón Fénix llego aquí- dijo Erik y me tense al recordar a esos 12 jóvenes que eran armas letales a pesar de tener casi mi misma edad.
- Saben algo de ellos?- pregunto
- Interceptamos sus teléfonos, siguen ordenes de la corte. Lo lamento Sofía- dijo Erik y yo negué con la cabeza
- No pasa nada, ya sabíamos que no nos ayudarían.- hable con tristeza.

Y lo cierto es que supe que ellos no tenían mis mismos ideales desde muy pequeña pero a pesar de eso eran casi como mis hermanos. Los conocí a los 7 años, cuando ni siquiera sabia quienes eran los hijos de Fleaur o los Anastie. Nos seleccionaron para entrenar, para mi padre significaba mucho, habían encontrado en mi cualidades que casi nadie tenia, era una cazadora innata pero como yo no sabia a que se referían con eso, a mi me daba igual. No fue hasta que comenzó el entrenamiento arduo que comencé a hacer preguntas y las respuestas llegaron. Yo creía que eran seres fascinantes y mágicos, los otros 12 chicos pensaban que eran abominaciones que tenían que ser eliminadas. Al morir mi madre, ella le pidió a mi padre que me sacara de ese grupo y como fue su ultima petición el lo cumplió. Me aleje del escuadrón Fénix, de mis mejores amigos y nunca más los vi. Ellos se adentraron en una cede alejada en donde solo entrenaban y yo me quede con mi familia.

- Sabes lo que quiere?- pregunte rápido
- Como dije, al intervenir sus celulares supimos que atacaran mañana, quieren lo mismo que nosotros solo que no la quieren como rehén.
- Que! por que no me dijiste esto antes?!- pregunte furiosa.
- Por que también nos están vigilando- hablo Erik con la cabeza gacha. Suspire y apreté mis manos con suma fuerza. Necesitaba estar sola, para pensar, para asimilar que tendría que matarlos si se interponían en mi camino.
- Gracias puedes irte- dije con indiferencia y antes de que me adentrara en el bosque sentí como la mano de Leo me tocaba la mía.
- Pasa algo? Escuche algo sobre un escuadrón?- pregunto. Lo mire un instante fugaz a los ojos y me adentre en el bosque sabiendo que me seguiría.
- Que ha pasado? Por que has escapado así?- pregunto Leo y yo lo mire a los ojos.

Había corrido ya bastante hasta llegar a un lugar en donde no había mucha nieve. Me senté un tronco sin importar que me mojara, la luz de la luna me dejaba ver su rostro tenuemente pero el calor de su cuerpo me demostraba que estaba mucho más cerca de lo que pensaba.

- El escuadrón Fénix es el grupo más experimentado que existe.- dije con los codos apoyados a mis piernas y mi cabeza en las manos. No podía ver a Leo a los ojos, lo único que me atormentaba eran las imagines terribles del pasado.
- Se que existe algo mas Sofi, hay algo que te preocupa mas que el simple hecho de que sean los mejores cazadores.- lo mire un instante a los ojos y sentí como me abrasaba Alexander a mi otro costado.
- Dile, es tu amigo- susurro a mi oído Alexander. Pero ha este punto yo no sabia lo que era Leo para mi. Sentía una extraña conexión que no podía explicar. La necesidad de hacer que sea feliz, de estar a su lado, de hacerlo mío y solo mío. Pero no era amor, por que el amor se siente muy diferente a la necesidad que siento por Leo.
- Cuando era pequeña yo me entrenaba con ellos, son de mi misma edad o casi… conozco a cada uno de ellos perfectamente. Entrene hasta los 12 años, fue cuando mi madre murió y mi padre decidió sacarme de los Fénix. Mas tarde los llevaron a la central de la corte, ellos mismos los entrenaron para ser sus guardianes si algo pasaba y ahora, a llegado el día de enfrentarlos. Son mis amigos, casi mis hermanos y voy a tener que matarlos. – dije y mi voz se resquebrajo
- No Sofi, no es necesario- dijo Leo pero no se notaba convencido.
- Si es necesario, lo haré por Yue.- dije y se me resquebrajo la voz al mirar sus ojos- esto va ser mas difícil de lo que planeaba Leo, talvez este sea el preciso momento de despedirnos- hable y le tome el rostro con las dos manos.
Me acerqué a el para darle nuestro ultimo beso. Choque sus labios con los míos en el preciso instante que veía a una figura moverse en el bosque. Leo me alejo de el a pesar de que no había visto lo mismo que yo.

- Sofía, el beso que te di esta mañana…
- Lo se fue un impulso- dije al alejarme de el
- Un mal impulso.- admitió - yo amo a Alice, y lo que le estoy haciendo esta mal.- lo mire con pura frialdad. Trate de buscar a Alexander con la mirada pero para su conveniencia había escapado de allí. – lo lamento- trato de tocar mi mano pero yo me aleje.
- Lo lamento yo, por que creo que ella acaba de ver que tu aceptaste mi beso- hable con frialdad.

Entonces todo ocurrió muy rápido, una fuerte explosión sonó proveniente del castillo Anastie. Mire al cielo y este se ilumino con una llamarada de fuego rojo.

[…]


Las lagrimas caían una y otra vez por mi rostro, no podía creer que había sido tan ingenua de creer a Leo. No podía creer de que fui tan ciega, que no quise ver lo que ellos dos escondían. Me habían visto la cara de estúpida todo este tiempo, los odiaba con todo mi ser. Me quite los visores nocturnos y solo corrí por el bosque. Sin darme cuenta pise en falso y caí por una cuesta algo empinada. Sentí como las piedras y ramas me hacían daño en el cuerpo pero ya no importaba. Al llegar al final de la cuesta mi cuerpo paro con violencia y mi cabeza choco con una piedra filuda. Mire el cielo y vi un brillo sorprendente seguido de una fuerte explosión que me dejo algo mareada. Cerré los ojos con fuerza mientras trataba de recomponerme pero un dolor punzante y un liquido caliente que provenía de mi cabeza me dejo mas mareada que nunca.

- Levántese!- me exigió una voz femenina casi desesperada en medio de la oscuridad
- Ya no puedo, ya no importa nada- susurre o talvez lo pensé. No se lo que me pasaba, no se si aun estaba conciente o inconciente lo cierto es que me dolía mucho la cabeza.
- Levántate!- grito nuevamente
- No quiero! Y a todo esto tu quien eres tu?- pregunte tratando de buscar en la oscuridad pero no había nadie.
- Eso no importa, tienes que salvar a la madre de la bebe! No dejes que esta niña viva sin su madre como tu…

Talvez esas palabras me hicieron recapacitar o la simple idea de que así no me sentiría tan inútil pero la verdad es que me pare con todas las fuerzas que pude, me limpie con la manga de la chompa, la sangre que chorreaba por mi frente y comencé a correr con todas mis fuerzas hacia la mansión. No tarde en llegar y descubrir que todo era un caos total. La mansión se estaba incendiando y mientras algunos trataban de escapar, habían otros que trataban de apagar el fuego y después de unos minutos se acercaron tres hombres de negro que los atacaron sin piedad y en tan solo unos minutos acabaron con todos. Se me helo la sangre al ver con cuanta facilidad esas personas acaban con todos. Me escabullí lo mas rápido que pude y por suerte entre a la mansión sin ser vista. Era difícil correr entre todo el humo, las cosas destruidas y la gente muerta. Se me escarapelo el cuerpo al descubrir que no habían solo unos cuantos cadáveres sino muchos mas de los que creía. Era una masacre total. Tan buenos eran estos atacantes?

- El sótano!- dijo la vocecilla en mi cabeza.- Rapido!

Trate de buscar por todo el alboroto escaleras y por suerte encontré unas de madera que se estaban cayendo a pedazos. Baje como pude y al llegar al final encontré un largo y amplio salón de piedra. Estaba completamente oscuro. Prendí mi flama en las manos y lo que vi me helo la sangre más que nunca. Algo de 50 cuerpos en el piso todos sin vida ecepto uno que estaba parado frente a mi. Aun que no podía ver su rostro por completo vi la sonrisa perversa que se materializo ante mis ojos.

- A ti te quería encontrar sola, veo que el milagro se a cumplido- dijo una voz femenina algo ronca por todo el humo que existía en el lugar.
- Quien…quien eres?- pregunte asustada y apague la flama de mi mano para quedar en completa oscuridad.
- Y eso importa cuando te quedan minutos de vida?- pregunto y se acercó tanto a mi que sentí en el pecho una filuda daga que pude esquivar por poco.

Prendí mis dos manos en fuego y trate de atraparla pero ella se movía tan rápido como un felino. Escondiéndose en la oscuridad y atacando desde ella. miraba para todos lados pero definitivamente sabia mucho mas que yo en combate. En un instante sentí como un dolor punzante atravesaba mi rostro. Me acaba de cortar la mejilla y yo no podía hacer nada mas que mirar a los costados para no ser atacada de nuevo. La muchacha rió y el sonido de su risa retumbo en todas las paredes del lugar dándome un ligero estremecimiento de temor.

- Vas a morir, estas acabada- dijo la muchacha al instante que apagaba mi flama y nos quedábamos en completa oscuridad nuevamente. La chica maldijo en voz alta pero ni la oscuridad le impidió a su daga atravesar el costado derecho de mi abdomen. Sentí un dolor indescriptible que me dejo sin aire.
- Déjala en paz!- grito con fuerza Milos desde lejos y lanzo una llamarada de fuego azul que golpeo el estomago de la muchacha haciendo que esta se alejara de mi. La note indefensa, estaba herida al igual o peor que yo.
- Mátala ya!- grito Milos con rudeza y aun que me había hecho daño, yo no pude matarla, no quería ser un monstruo.

Me quede paralizada, por entender que esta era mi vician. Que la muchacha que me había atacado era Sofía y que estaba a punto de acecinarla. Mi reacción fue tardía, Sofía se abalanzó nuevamente sobre mi pero en un instante callo al suelo antes de tocarme, impactada por algo que no logre ver por la oscuridad. Caí de rodillas por el dolor incesante que tenia en el abdomen. Escuche que Milos corría hacia mi desde las escaleras.

- Se requiere práctica y habilidad para vivir sin arrepentimiento…créeme jamás lo comprenderás y te comprendo- dijo Milos mientras tocaba mi hombro. Al darse cuenta que yo no había podido matarla.

Con sumo cuidado tome la daga de mi abdomen y con todas las fuerzas que me quedaban la saque de dentro de mi. Gemí ligeramente y vi la daga filuda manchada de sangre de mi visión pero la sangre era mi y de nadie más. Con algo de temor vi el cuerpo de Sofía frente a mi. Con miedo me acerque a gatas para ver si seguía viva, prendí una ligera flama en mi mano mientras la movía y veía el tatuaje en su cuello en forma de una extraña letra china. Al girarla por completo casi lanzo un chillido al descubrir que tenia una flecha atravesada en el rostro, justo en uno de sus ojos. No era Sofía no, era una muchacha muy parecida a ella aun que ahora que la veía de cerca, tenia los rasgos achinados y mas toscos.

- Vamos levántate niña- dijo Milos y me levanto con rapidez.
- Hay- dije con dolor al sentir el tirón de la herida.
- Te ha herido?- pregunto una voz conocida. Vi como Sofía aparecía tras de Milos, con un arco aun en las manos y un carcaj lleno de flechas cargado en su hombro.
- Fuiste tu?- pregunte algo atontada por la situación y el dolor.
- Milos, mejor déjala aquí. Yo la protegeré, tu ve a la puerta que protegía toda esta gente- hablo Sofía y Milos asintió mientras me dejaba recostada en el suelo. Sofía se arrodillo a mi costado y dejo el arco y el carcaj a un costado. Con sus manos ya libres hizo presión en mi herida para que no saliera más sangre.
- Porque no me dejaste morir?- pregunte con frialdad al recordar aquel beso.
- Por que Leo no me lo perdonaría jamás.- dijo ella y yo la mire con cara de odio.
- Crees que soy idiota?- pregunte levantando la voz pero al instante sentí un dolor punzante- yo vi cuando se besaron…- hable con la voz rasposa
- Viste cuando lo bese, te fuiste antes de ver que el me rechazaba por que te ama a ti y yo quiero que el sea feliz y si es con tigo lo voy a aceptar- hablo y me sonrío ligeramente aun que en su rostro vi una pena profunda.
- Traidora!- grito alguien detrás nuestro. Sofía giro la cabeza al instante que un muchacho le apuntaba con una flecha igual ha la que mato a la otra chica. El muchacho nos alumbraba con una linterna que segaba pero aun así pude ver su rostro de dolor cuando vio a la muchacha sin vida- Mataste….mataste a Shulen!- dijo con la voz resquebrajada.- traidora!- grito nuevamente y lanzo la flecha que atravesó en tan solo un segundo el hombro de Sofía haciendo que ella cayera encima mío.



Lo lamento!!!!!!! Me he tardado en publicar más de lo debido (mucho más!) pero les seré sincera: Primero que ya inicie clases y no tengo mucho tiempo, segundo que me dejaron pocos comentarios y eso me desanimo en verdad. No tenia mucha inspiración y el capitulo estaba inconcluso pero ya, regresaron las ganas de escribir y aquí les dejo un capitulo largo. Como antes ahora solo publicare una vez por semana pero en verdad tienen que comentar para que me den más ganas de escribir :)

Lu.

martes, 9 de agosto de 2011

Capitulo 24- Fire Girl

- Amigos? Yo no tengo amigos- dijo con algo de sarcasmo y volvió a beber de su vaso.
- Pero si tienes novia verdad?- pregunte y el se quedo helado
- Como lo sabes?- pregunto mientras me miraba a los ojos tratando de reconocerme
- Cuando alguien me interesa, averiguo- dije con una sonrisa y le pase ligeramente el dedo por la mejilla a lo que el se erizo nuevamente
- Eres una de nosotros?- pregunto con el seño fruncido
- Algo así, pero no has contestado mi pregunta, tienes o no una novia?
- Tu crees que si tuviera estaría ahogando mis penas aquí?- pregunta con total sarcasmo y con algo de frialdad.
- Talvez es controladora…
- Controladora? Eso es poco y no, se podría decir que solo aparento estar con ella. En verdad nadie podría estar con Scarlett, es completamente detestable.- dijo y al instante en que hablo abrió los ojos como platos y se dio cuenta de que habló mas de lo debido. Se tapo la boca con la mano disimuladamente y volvió a beber.
- Entonces si no te gusta por que estas con ella?- insistí
- Ya hable suficiente- dijo y se paro pero lo tome de la mano e hice que parara.
- Solo dime porque?- pregunte algo impaciente y el me miro sorprendido.
- Suéltame.
- Soltarte?- pregunte y ahora apareció en mi rostro una sonrisa perversa. Me acerque a su oído al ver que Sky ya se llevaba a Jessie casi a rastras- pedirás que no te suelte cuando te enteres que tu bebida tenia algo…
- Que?- pregunto alarmado y se alejo de mi con brusquedad al instante que Henea se acercaba por atrás y le tomaba de los brazos.
- Sabes lo que es una droga que inhibe tus sentidos?- pregunto Henea a su oído.- pues acabas de tomar todo un baso de eso.
- Ella no miente David- le dije y sonreí- acá tengo el antídoto, pero tienes que venir con migo y cooperar un poco- mentí, en verdad no tenia ningún antídoto por que no era necesario pero al parecer el no se dio cuenta y con algo de miedo asintió y nos siguió. “Perfecto” pensé, esto había sido mucho más fácil de lo que yo planeaba y la verdad todo había sido gracias a la pastilla. Al salir escuche un clic y de repente una llamarada azul se prendió en la mano de David.
- Rápido pero entupido- dijo la voz de Sky detrás de nosotros y le dio un certero golpe en la nuca que lo dejo completamente inconciente.

[…]


Leo apareció en mi habitación después de casi una hora y su semblante había cambiado totalmente, tenia la mirada ida, parecía serio y algo confundido. Estaba extraño y lo sentía algo distante.

- Pasa algo?- le pregunte mientras me acercaba a el y le tocaba el hombro, el solo miraba por mi ventana y al sentir mi contacto voltio y puso sus manos en mi cintura. Su mirada penetrante se clavo en la mía y otra vez pude ver esa extraña expresión en ellos que no podía entender bien.
- Hable con Jay- dijo casi ido y sin dejar de mirar mis ojos, cosa que ya me estaba inquietando.
- El flacucho ese?- pregunte para darle un poco mas de humor a nuestra conversación pero no resulto por que el solo asintió con la cabeza, entonces la inquietud creció dentro de mi. Me aleje de Leo y me senté en la cama.
- Me dijo que el experimento con Sofía falló.
- Ah eso…- dije molesta, por que ahora siempre tenia que aparecer Sofía en nuestras conversaciones?
- Sabias que de los 4 sueros diferentes que le pusieron…
- Cuatro?
- Si, el de su padre, madre, un hijo de Fleaur y el mío.
- Y que hay con eso?
- Soy el único vivo entre ellos- dijo al fin el y se sentó a mi costado.- Jay cree que por eso falló algo…
- Ha! Pavadas!- dije molesta- como se le ocurre eso? Lo único que el quiere es que alguien mas que el tenga la culpa- dije y le tome la mano, ahora entendía que sentía algo de remordimiento pero no era su culpa, si queríamos culpar a alguien teníamos que culpar a la estúpida de Sofía que quiso hacer ese estúpido experimento con su propio cuerpo.
- Si eso mismo pensé- dijo poco convencido
- Hay algo más verdad?- le pregunte y observe su rostro, en asintió con la cabeza y apretó mi mano con mas fuerza.
- Sofía traerá hoy a David- hablo con frialdad y yo me quede helada.

Solté la mano de Leo por que no quería que descubriera que me estaba poniendo tan nerviosa que las manos comenzaban a sudarme. Hace tanto tiempo que no había visto a David que aun que sabia que talvez algún día lo volvería a ver ese día se me hacia muy lejano pero ahora, que verlo de nuevo era casi real sentía algo extraño en el estomago, una angustia, algo de temor y sobre todo vergüenza. Podría verle nuevamente después de todo lo que le hice?

- Alice, estas bien?- pregunto esta vez Leo y yo asentí con la cabeza pero claro, no estaba bien solo lo hacia para que no se preocupara.-sabes que puedes confiar en mi…

Lo abrase con todas mis fuerzas y el hizo lo mismo. Nos quedamos así, en silencio absoluto y totalmente abrasados, ahora entendía por que Leo había estado con esa mirada.

- Tengo miedo, no se si tendré el valor suficiente para verlo de nuevo- hable con completa honestidad
- Estoy en tu misma situación- dijo el pero yo sabia que era peor, por que el era su hermano y yo una simple chica que había estado con los dos. Leo bostezó y note su cansancio, el día realmente había sido muy intenso para el.
- Leo- dije mientras me separaba de el ligeramente.- por que no duermes un rato, yo te despertare cuando David llegue- dije y le sonreí débilmente. El asintió con la cabeza, me acomode y sonreí aun más cuando Leo se acurruco al lado mío como un bebe.
- Te amo Ali- susurro mientras me abrasaba con cariño
- Yo también- hable y deje que el sueño me ganara.


- Se requiere práctica y habilidad para vivir sin arrepentimiento…créeme jamás lo comprenderás- dijo Milos mientras tocaba mi hombro.

Yo estaba arrodillada en el cemento frío y aun que no sabia a lo que se refería tenia una sensación extraña en mi pecho. Observe mis manos que hasta ese momento habían estado en completa oscuridad y vi una daga filuda manchada de sangre. Con horror observe frente mío y una persona tirada en el suelo se materializo, no podía ver su rostro por que estaba tapado por su corto cabello, entonces vi que era una chica, su silueta lo demostraba al igual que su ropa femenina. Con miedo me acerque a gatas para ver quien era pero lo único que pude ver fue ese tatuaje en el cuello en forma de una extraña letra china.


Desperté exaltada y asustada por todo lo que había visto en esa visión, mataría a alguien? Quien era esa chica? Que significaba ese tatuaje? Tantas preguntas que me ponían aun mas nerviosa. Observe a Leo, mis movimientos tan brusco ya lo había despertado pero por suerte no se había dado cuenta de nada.

- Ya vinieron?-pregunto
- No lo se, me quede dormida- hable algo nerviosa y me puse los zapatos con rapidez.- iré a ver, espérame.- dije y como un suspiro salí rápidamente de allí. Baje las gradas al instante que veía como Sofía cerraba la puerta principal.
- Oh Alice!- hablo con algo de sorpresa al percatarse de mi, en medio de la oscuridad.
- Sofía- hable con frialdad mientras ella se acercaba a mi. La tenia una grada mas abajo pero aun así ella me mantenía la mirada erguida.
- Mira Alice, disculpa por todo lo que paso hoy. En verdad, no fue mi intención hacerles daño- hablo ella y yo asentí ligeramente con la cabeza aun que en verdad no le creía del todo- talvez por las circunstancias en las que conocimos jamás seremos amigas pero quiero decirte que quiero llevar esto en paz, ok?
- Vale.- dije al darme cuenta de lo que acaba de decir- encontraste a David?
- Oh! Si…- dijo con una extraña sonrisa.- será mejor que le digas a Leo que David esta abajo y que de seguro esta a punto de despertar.- asentí con la cabeza y sin más me aleje de ella y subí nuevamente las gradas.

[…]

- Para que me quieres?- pregunto David y yo solo pude ver esos ojos azules que se parecían tanto a los de Leo.
- Ya te dije- hable bajito y le quite las ataduras que tenia en las manos y en los pies.- necesito tu ayuda- hable al fin cuando David ya estaba libre. Se sento bien en la cama y me miro a los ojos
- Porque tendría que ayudarte? Acaso es buena idea ayudar a tus raptores?- yo sonreí al ver su expresión en la cara.
- Es bueno si tus raptores son los del lado correcto
- A que te refieres con eso?
- A que tu raptora…- dije y me señale con los dedos- quiere terminar con la guerra entre las razas, si sabes a lo que me refiero…
- Si, se. Pero…como se si no eres del polo opuesto? Como se si no eres una cazadora?- sonreí
- Por que si fuera una cazadora ya te estuviera torturando para saber las respuestas que necesito- dije con completa frialdad y el tenso su cuerpo.- ahora, puedes ayudarme?
- Que quieres saber?
- Se, por lo que me comentaste que estas saliendo con Scarlett pero la verdad es que no la soportas. Entonces por que lo haces? Poder?- pregunte y el negó con la cabeza pero no dijo mas, entonces al parecer lo que quería es que adivinara.- la amas entonces?- el negó otra vez rotundamente y me miro con cara de pocos amigos.
- Libertad- susurró y yo sonreí ligeramente- cuando su padre murió, ella se volvió como loca, sus dos hermanas mayores la atendieron pero lo único que hacían era molestarla mas, decirle que era débil y una inútil, así que vino a mi y se refugio con migo, yo estaba igual de devastado y cuando intento besarme, yo le deje hacerlo.
- Pero es mucho mayor que tu.
- Y que? le daba lo que ella quería y a cambio ella me daba un poco de aliento. Ya no trataba mal a mi hermana o a mi madre. Si se lo pedía, podía hacer que algunos de mis amigos ya no fueran a patrullar como Jessie. Era todo lo que pedía.
- Entonces era genial, no entiendo el por que te refugias en el alcohol ahora.
- Por que no la amo, ni siquiera siento algo por ella y por que la verdad me estoy convirtiendo…- se cayo de improviso y se paro con rapidez.- no entiendo por que te estoy diciendo todo esto.- dijo al fin y yo no pude evitar reír un poco- que es gracioso?- pregunto algo molesto.
- No recuerdas que en el bar te hice tomar algo?- pregunte y el se tapo nuevamente la boca e hizo que sonriera de nuevo.
- Eres divertido- concluí- y si tenias dudas, te hice tomar peatonal sodico, actúa mas rápido cuando estas ebrio y bueno estabas ebrio hace unas horas.
- Horas? Cuanto tiempo llevo aquí? No puedo desaparecer de la nada, si Scarlett se llega a enterar de que…- dijo nervioso pero no termino la frase.
- Entonces no tienes toda la libertad que dices tener- hable con una sonrisa algo picara. El no había estado horas aquí, tan solo había estado inconsciente 50 minutos y aun faltaba mucho tiempo para que lograra regresar a casa a pesar de eso no le dije nada por que me estaba gustando la forma que tomaba la conversación- puedo regresarte a casa pero tienes que ayudarme.
- Ayudarte?
- Si, tu madre tiene una bebe que no es suyo, de quien es?- pregunte y vi como la rabia se reflejaba en sus ojos- sientes rabia por esa bebe?- pregunte y el negó con la cabeza y se volvió a sentar a mi costado, parecía algo vulnerable, tan solo por un instante y luego la frialdad llena de dolor regreso.
- Siento rabia por mi padre, por que el trajo a esa niña a mi familia. Puedes creerlo? Tan solo imaginar esa escena me da ganas de partirle la cara, como pudo hacerle eso a mamá…
- Entonces es su hija?- pregunte y el asintió con la cabeza.
- La trajo apenas nació, hace algunos meses. Después nos mudamos a nuestra nueva casa y todo cambio.
- A que te refieres.
- Puedo resumirlo con una sola palabra, Scarlett se volvió loca, mi madre totalmente malhumorada, mi hermana mas violenta que nunca…
- Ah! ahora entiendo por que escapas. Mira, si me ayudas a conseguir a esa bebe, puedo ayudarte a sacar a tu familia de allí, por que es claro que al descubrir que Leo había muerto tu tuviste que asumir el rol de héroe aun que eso te convirtiera en un antipático que ni siquiera le cae bien a su hermana verdad?- pregunte y me pare de la cama. Le toque el hombro.- piénsalo mientras tu hermano y tu ex novia vienen a hablar con tigo- dije y le sonreí antes de salir de la habitación.- ah y algo más, yo creo que Alice se perdió a un gran muchacho, David.- concluí y salí de allí con una sonrisa de complacencia. Lo había logrado, con eso lo tendría de mi lado y la primera parte del plan estaría completada.- es todo suyo- les dije a Leo y Alice al verlos por el pasillo, agarrados de las manos como si no hubiera pasado nada o como si Leo no le hubiera dicho nada del beso. Me miraron los dos con frialdad y se retiraron.

[…]

Toque la manija de la puerta pero no me atreví a abrirla por completo. Esto no era algo que teníamos que hacer los dos juntos.

- Leo ve tu, yo esperare aquí.
- Segura?- pregunto y no soltó mi mano
- Creo que necesitan un tiempo solos.
- Ok.
- Suerte- dije y le di un beso en los labios, el apretó mi mano una vez mas y luego me sonrío débilmente.
- La necesitare.
- Algo mas, Leo.
- Que?
- Dame tu encendedor-dije y le mostré mi palma extendida.

El de mala gana me entrego su encendedor y me dio un beso en la frente. Después de un segundo entro en la habitación. Al principio me quede sentada al lado de la puerta pero al ver que Sofía entraba a otra de las habitaciones quise ver de quien se trataba esta vez.

- Puedo entrar?- le pregunte antes de que ella abriera la puerta
- Si eso es lo que quieres- dijo encogiéndose de hombros y abrió la puerta sin temor.

Lo primero que hice fue observar la habitación completamente blanca y con solo una cama en el centro. En ella estaban Henea, Sky y…Jessie? Observe bien a la muchacha, tenia el vestido de color blanco, roto por la basta. Su cabello estaba desastroso y cuando levanto la vista para verme vi que su rostro estaba en un triste estado, con el rimel caído, los labios resecos, pero estaba bien, a fin de cuentas seguía bien! Como un acto reflejo observe sus muñecas y vi además de una intravenosa clavada a una de sus manos, unas finas cicatrices hechas por mi. Le mire con una ligera sonrisa y vi como la rabia se reflejaba en su mirada.

- Si te ilusiona que siga viva piénsalo de nuevo por que te aseguro que seré tu peor pesadilla. – grito ella, se arranco la intravenosa y corrió hacia mi para atacarme pero antes de que pudiera hacerlo alguien la intersecto por mi. Sebastian como una flecha había entrado a la habitación y ya le sostenía en brazos, impidiendo que me atacara.
- Sebastian?- pregunto Jessie y al escuchar su voz parecía que ya toda la rabia se le había ido.
- Estamos utilizando una droga para borrar su memoria así que, que no te preocupe que ya se olvido de ti- hablo Sofía y yo asentí con la cabeza mientras salía de la habitación en silencio. - Porque no estas en esa habitación con Leo?- pregunto cuando ya había serrado la puerta detrás de ella.
- Por que les di su espacio.- dije y ella negó con la cabeza.
- Sabes tuve una conversación parecida con Leo una vez. Alice, no tengas miedo, afronta las consecuencias de lo que hiciste en tu pasado, no seas una cobarde.
- Y tu que sabes?!- pregunte furiosa
- Se, que si no entras a esa habitación, Leo se sentirá algo perdido, sin su apoyo fundamental, ósea tu.- concluyó al fin y la mire con frialdad. Maldita sea, como odiaba que tuviera razón.

Sin decirle nada, me acerqué a la puerta y la abrí aun con algo de cobardía. Al instante observe a David, estaba parado, su cuerpo estaba completamente tenso y sus manos formaban puños, vi el rostro de Leo, y me encontré con la sorpresa de que tenia un pómulo color rojo sangre.

- Esta bien, esa me la merecía- hablo con frialdad mientras se tocaba su rostro herido.
- Pero que tienes!- le grite a David. No quería que nuestro rencuentro fuese con una pelea pero no había de otra, había herido a Leo. David me miro con frialdad absoluta, jamás había recibido una mirada con tanto desprecio. Me sentí por un instante, tan pequeña, tan indefensa y sobre todo fuera del lugar.
- Como siempre defendiendo a la persona equivocada- dijo con frialdad David y supe que lo decía por la vez que trate de defender a mis tutores de las manos de Milos.- sabes, le di vueltas y vueltas a tu relación con mi hermano. Pude entender que Leo se sintiera atraído por ti, siempre lo hace cuando yo siento algo por alguien- hablo y yo mire instintivamente a Leo, que observaba a su hermano con seriedad y negaba ligeramente con la cabeza.- Ha! que no te dijo?- pregunto el con todo el veneno que tenia contenido.- primero fue Jena, yo la conocí primero y bam! Leo vino y se interpuso, claro que ella era mucho mas inteligente y no atraco, luego me enamore de Jessie y otra vez Leo inicio el juego y cuando ya no pensaba enamorarme otra vez apareciste tu y el ciclo volvió a ocurrir.- dijo David y yo me quede helada- pensé que serias algo mas inteligente ALICIA. Pero supongo que te gusta estar con la gente que te lastima.
- Cállate David! Es suficiente!- dijo Leo y me tomo la mano con fuerza. Mis ojos se llenaron de lagrimas pero trate con todas mis fuerzas de no mostrarme débil a pesar de que David me había partido el corazón.
- Solo vine a decirte- dije cuando ya estaba algo mas calmada- que lamento lo que hice- dije después de un instante- jamás quise herirte y si cometimos una estupidez, en verdad lo lamento mucho.- mire los ojos de David, impenetrables y fríos.
- Es muy tarde para esas excusas. Ahora si son tan amables, pueden llamar a Sofía, tengo un trato que hacerle.
- Pero..
- Vámonos Alice, necesita tiempo- dijo Leo y me saco de allí. Sofía ya esperaba parada y apenas nos vio sonrío débilmente.
- Leo, tu sabes que el tiempo no soluciona nada- dijo y antes de que pudiéramos responder entro a la habitación de David.
- Desde cuando se volvió tan mística- dije molesta.
- Siempre fue rara, solo que ahora mucho mas- dijo Leo con el seño fruncido.

Esperamos a que Sofía terminara de hablar con David y apenas salio de la habitación, nos miro con seriedad. La miramos preocupados y luego ella sonrío, como si nos hubiera hecho una broma, nada graciosa por cierto.

- Dijo que si nos ayudara- hablo animada
- Entonces que esperamos, hay que alistarnos - dijo Leo rápidamente pero Sofía negó con la cabeza.
- Su condición fue que ustedes dos no estuvieran metidos en esto- dijo ella con el seño fruncido
- Y vas a dejar que decida eso?-pregunto Leo furioso
- Al parecer si. Ya sabes Leo, él es el único que conoce como salir y entrar, además de Jessie pero ella no esta en estado de contestar.
- Jessie?- pregunto Leo y palideció.
- Oh! Lo olvidaba, esta aquí pero te sugiero que por hoy no la veas.
- Entonces cuando la veré?!- pregunto furioso Leo
- Pues mañana o cuando quieras por que ella también se queda! – respondió furiosa
- Se queda?- pregunte y ella asintió con una ligera sonrisa
- Tu hermano me pidió ese favor- dijo refiriéndose a Sebastian o talvez a David, no lo se bien. Solo entendía que a ella le divertía todo esto.

Gracias a todo lo que acaba de enterarme en este preciso instante me sentía algo devastada. Solo quería echarme en mi cama y dormir hasta muy tarde. No quería hablar con nadie, ni con Leo después de lo que había dicho David. Así que sin más me metí a mi habitación, serré la puerta con pestillo y me deje llevar por el cansancio y toda la confusión que tenia. Ahora vería a David y a Jessie todos los días como era antiguamente solo que esta vez, los dos me odiaban a muerte.
Desperté por la luz del día que se colaba por mi ventana. Mire mi reloj y descubrí que ya estaba por terminar el desayuno. Me vestí rápidamente y salí de mi habitación con tanta rapidez que choque con Jena.

- Jena! Por que no me despertaste!- dije y le di un ligero golpecito
- Leo me dijo que te dejara descansar pero ya estaba por despertarte…
- Como les fue anoche?- le pregunte
- Perfectamente, todo salio según lo planeado.
- La madre de David?- pregunte con el seño fruncido
- Sigue en el sótano con un sedante especial, al igual que Jessie, David, Lilian y la bebe están en el comedor desayunando o bueno ya desayunaron y fueron a ver a su madre. Deberías de ver a esa bebe!- dijo mucho mas animada Jena- es simplemente hermosa!
- Tendré que verla con mis propios ojos- dije sin muchos ánimos y baje hasta el comedor.

Todos estaban en la mesa. Leo me guardaba un sitio al lado de Sofía y como ya no había otro lugar, tuve que sentarme allí sin mas remedio, entonces observe a la bebe que Sofía tenia a su otro costado. Era simplemente perfecta, su cabello tan claro que parecía blanco, sus ojos plomizos como la luna y una sonrisa que no cesaba.

- Buenos días- dije algo hipnotizada por la belleza de la bebe.
- Buenos días- dijeron todos con un animo esplendido. Hasta mi madre tenia una sonrisa en su rostro y eso me pareció sorprendente.
- Hola Alice- dijo Sofía, me sonrío con amabilidad y se hizo una coleta alta antes de coger el potecito de papilla y darle de comer a la pequeña. Comencé a toser sin cesar al ver el tatuaje que Sofía llevaba en la nuca.
- Estas bien?- pregunto Leo que me tocaba la espalda.
- Si- dije después de un rato y tome algo de sumo de naranja.- tienes un tatuaje- le dije a Sofía y ella instintivamente se toco la nuca.
- Si, me lo hice cuando mi madre murió, significa fortaleza.
- Genial- dije casi ida, mientras la presión se me bajaba tanto que palidecía. Mataría Sofía?

Espero que el capitulo les haya gustado.

Lu!!

viernes, 5 de agosto de 2011

Capitulo 23- Fire Girl

- Que has hecho Sofía?- pregunto Leo con frialdad. Sofía lo miro como si no hubiera hecho daño a nadie y le sonrío como si hace mucho tiempo hubiera esperado ver su rostro. Apreté con mucha mas fuerza la mano de Leo, sintiendo el temor de que se fuera de mi lado otra vez.
- No he hecho nada malo, solo déjame explicarte…- dijo y observo directamente nuestras manos entrelazadas. Hizo una ligera mueca y luego su sonrisa extraña apareció de nuevo.- oh…veo que se reconciliaron, me alegro por ustedes-mintió, sentía que mentía, ella si lo quería y detestaba que nosotros estemos juntos. En ese instante el grito desgarrador de John hizo que me alterara. Solté la mano de Leo y sin pensarlo dos veces corrí hacia la sala.
- Espera- grito Leo y corrió detrás de mi para atraparme pero ya era tarde.

Vi horrorizada como tenia una chica con el cabello rubio y alborotado a Sebastian apresado con una extraña cadena negra y cada vez que el quería moverse chispas azules salían de esta haciendo que Sebastian gruñera de dolor y la muchacha sonriera con malicia. Busque con la mirada a John, este esteba parada en una esquina pero en vez de una cadena tenia tres látigos, dos en sus brazos y uno en su cuello. Cada látigo estaba jalado por un hombre diferente de traje negro. Sentada en uno de los sofás había una chica rubia con el cabello totalmente liso tocándose la mejilla y un muchacho flacucho de lentes la estaba consolando. La rabia se apodero de mi, prendí mis manos en llamas y me abalancé a Sofía.

- Como pudiste le grite!- pero ella fue mas rápida y antes de que mis manos la tocaran, ella apreso mis muñecas. Un repentino escalofrío recorrió todo mi cuerpo. El contacto con su piel era extraño, frío, caliente y suave a la vez.
- Para Ali, por favor- hablo Leo, me tomo de la cintura he hizo que apagara mis manos. Sofía en silencio se limpio en su vestido las manos y nos miro con seriedad.
- Les dije que les explicaría- hablo con calma
- Explicar que torturas a mi familia!- le grite furiosa y mire a Leo para que me ayudara pero el parecía muy confundido y solo se dedicaba a mirar los ojos de Sofía tratando de encontrar una explicación coherente. Sofía suspiro.
- Siempre es tan impaciente?- le pregunto a Leo.- miren, nosotros venimos en son de paz hace unas horas, estábamos buscando a Fox.
- Para que?!- pregunto rápidamente Leo algo exaltado
- Tranquilo, necesito su ayuda- dijo con calma Sofía.- pero no la encontramos, la casa estaba vacía así que decidimos entrar a dar un vistazo y a esperarlos como gente civilizada ya saben, pero entonces entro ese muchacho- hablo y señalo a Sebastian.
- Y ataco a mi novia!- grito furiosa la rubia que tenia el cabello alborotado y jalo ligeramente las cadenas para que Sebastian sufriera mas.
- Calma - hablo Sofía y la rubia aflojo un poco.- como dijo Sky, Sebastian ataco a Henea y le dio una grave golpiza a la pobre- dijo con una tonito indignado- es por eso que tuvimos que tomar acciones. Luego llego John- hablo con la voz divertida y lo miro una vez mas- el vino directamente a mi y mis soldados tuvieron que ayudarme. Como veras todo lo hicimos por protección y si ellos prometen no hacernos daño, nosotros prometemos liberarlos.
- Si estas aquí- dijo Leo casi ido y como si por un momento olvidara a todos los que estaban allí- es que lo conseguiste?- Sofía asintió con la cabeza y lo miro penetrante.
- Si que lo conseguí, pero que dices Leo? tu crees que ellos no nos harán daño si los soltamos?
- Suéltenlos, yo mismo los atacare si quieren hacerte algo- dijo con frialdad y Sofía sonrío. Trate de safarme de Leo llena de indignación por su respuesta.
- Pero que te pasa?- le pregunte furiosa en un susurro
- Ali, ella viene para ayudarnos, no va ser bueno tenerla como una enemiga- hablo Leo.
- Bueno, entonces confío en ti- dijo Sofía con una sonrisa cómplice e hizo una seña con la cabeza para que todos los soltaran.
- Si tocas de nuevo a Henea juro que no me importara que seas hijo de Fox- hablo Sky con toda la furia que tenia contenida y soltó a Sebastian de mala gana. Los otros soldados soltaron con la misma rapidez a John.
- Donde esta Jena?- pregunte asustada recordando la llamada
- La que llamo fui yo, no ella- dijo con total normalidad Sofía- te necesitaba para que llamaras a tu madre, puedes? Necesito hablar con ella- hablo y me lanzo el celular de Sebastian.
- Puedo, pero no quiero- dije con total frialdad y le lance el celular a Sebastian que lo tomo con las manos y lo fulmino con un fuego azul muy potente mientras me sonreí. Sofía suspiro.
- Por que con su raza jamás se puede llegar a acuerdos razonables? Leo, por favor, tu conoces mis planes más que nadie, ayúdame con esto y llama a Fox o voy a utilizar otros medios no placenteros.
- Lo siento Alice, pero tu madre esta de acuerdo con esto- dijo el y con un movimiento felino, saco mi celular de mi bolsillo.
- Leo, no..- me miro una vez más con algo de tristeza y llamo a mi madre. Me quede inmóvil por que sabia que luchar seria totalmente en vano.
- Fox, Sofía a llegado y quiere hablar con tigo, es necesario que pidas que todos regresan ya!- hablo Leo.
- Traidor- grito Sebastian y miro a Leo con odio
- Si soy traidor, tu madre también lo es- afirmo Leo con frialdad. Mire de soslayo a Sofía que se sentaba junto a Henea y le veía el rostro.
- No es tan grave- hablo ella y le paso la mano por la mejilla, esta en un instante dejo de ser muy roja a solo ligeramente colorada.

Sofía intercambio una mirada con el chico flacucho y los dos sonrieron de oreja a oreja. Luego ella miro a Leo y le sonrío y este le respondió igual. El colmo! Pensé, me aleje de Leo, lo fulmine con la mirada y subí a mi habitación pero Leo nunca subió. Las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas, entendiendo que estar con el había sido la decisión equivocada.

Me hice un hobillo hachada en la cama mientras miraba la ventana y esperaba a que el sueño llegara pronto pero no llego. Escuche que mi madre llegaba, hubieron algunos gritos pero luego hubo un completo silencio, me pregunte si algo andaba mal? Pero no tuve la suficientes fuerzas para salir y ver lo que ocurría. Alguien abrió la puerta, ni siquiera me di la vuelta para ver quien era, se sentó cerca a mi y sentí su calor corporal tan típico.

- Tu madre a decidido hablar con Sofía y los demás se han ido. – hablo tranquilo como si nada hubiera pasado.

Pero la verdad si pasaba, odiaba que el me tratara así cuando estaba Sofía, como si yo pasara a un segundo plano, odiaba que ellos se comunicaran con una sonrisa, con una mirada, no saben cuanto detestaba eso, lo odiaba tanto y si talvez estaba celosa y de segura que algo paranoica pero nadie va negar que esos segundos en los que se miraron y los dos sonrieron fueron extremadamente especiales e íntimos para los dos.

- Estas molesta?- pregunto al darse cuenta que no respondía.- vamos Alice, no te puedes molestar por algo así.- otra vez no respondí y preferí quedarme totalmente muda.

Si estaba molesta y no quería hablar por que simplemente Leo negaría todo si le decía que entre el y Sofía había ocurrido algo especial hoy. Sin decir nada Leo se hecho a mi costado y pego su cuerpo al mío por completo como si estuviéramos fundidos.

- Por favor…no soporto que estés molesta con migo- pego su boca a mi oído y susurro parsimoniosamente. Me dio un ligero estremecimiento pero no dije nada.- no me vas a hablar?- pregunto con voz casi ronca y mordió ligeramente mi oreja.
- Leo vasta…- dije y gire para encontrarme con su rostro a centímetros del mío.
- Por favor, no te molestes- susurro otra vez. Su aroma era embriagador y su mirada tan penetrante que comencé a perderme nuevamente en el y ceder otra vez como una tonta.
- Me dejaste de lado Leo, como quieres que no me moleste?- pregunte y el suspiro ligeramente
- Perdón. La verdad es que estaba muy tenso, todo esto me tomo de sorpresa, igual que a todos. No volveré a hacerte eso.
- Ok- dije con poca convicción y aun molesta.
- Sigues molesta- afirmo y beso mi frente, mi nariz, mi quijada, mi cuello y se quedo a centímetros de mis labios.
- Más o menos- dije como una niña pequeña- no confío en Sofía, no me gusta como te mira- dije al fin y Leo me abrazo.
- Oh la niña esta celosa?- pregunto y yo lo mire con cara de pocos amigos pero el sonrío ligeramente, como si eso le divirtiera.
- No es gracioso Leo.- el sonrío más, complacido por que eso era como una afirmación
- Te amo a ti, te elegí a ti y me quedare junto a ti.- dijo y unió nuestro labios en un largo beso.
- Leo podemos hablar- hablo alguien que tocaba la puerta dos veces.

Hasta ese momento nos habíamos quedado abrazados pero apenas escuche a ese chico y no reconocí su voz, me aleje ligeramente de Leo.

- Si quieres no voy- dijo en un susurro
- Ve, no te voy a prohibir hablar con ellos, no soy ese tipo de chicas- dije con una sonrisa y le di un beso cargado de pasión para que se acordara de mi. El me sonrío con picardía.
- Tu madre no me va impedir pasar la noche con tigo, hoy- dijo con total certeza y salio de la habitación.

[…]

La primera vez que vi a Fox ni siquiera se intereso en mi, solo miro a mi padre y le sonrío con malicia. Ahora apenas me vio, su rostro hizo un gesto de perplejidad y luego fue como si me reconociera de inmediato, como si ya me conociera de mucho tiempo atrás y hubiera estado esperando mi visita desde hace mucho. Ella como todo líder puso orden, mando a todos a sus habitaciones mientras a mi me invitaba a pasar. Ordene que todos mis hombres se fueran a excepción de Jay y aun que Henea quiso quedarse yo le pedí que no lo hiciera, estaba algo débil aun que le había curado la herida quien sabe como, aun seguía adolorida. Jay me acompaño al despacho de Fox y tuvimos una extensa conversación, le explique mis planes nuevos y le pedí su ayuda. La mujer lo sopeso y al final supo que es lo que le convenía.

- Aseguras que no le harás daño a mis hombres?- pregunto y yo asentí con la cabeza
- Te lo juro Fox, pasaran a ser de mi bando y yo no hago daño a mis aliados- dije y efectivamente, no les haría daño a ellos pero si a ella cuando se me diera la oportunidad, por su puesto, no era tan tonta como matarla en este instante que parecía tan ida, tan débil y sobre todo cuando Leo estaba arriba..
- Entonces cuentas con migo.
- Sin resentimientos?- pregunte y ella asintió en silencio – algo más, como te dije tengo planeado cumplir la primera parte del plan hoy mismo, no te importa verdad?
- Claro que no, mientras no le hagas daño.- sonreí.
- Seria incapaz de hacerlo.
- Ahora, hablando de otro tema, me has pedido que te ayude con esos dones nuevos.- yo asentí con la cabeza algo nerviosa, tenia miedo pero a la vez quería ver que más podía hacer. Ya me había dado cuenta que tenia el poder curativo de una hija de la luna, también tendría los otros dones?
- Entonces te pido que te quedes lo más cerca a nosotros- dijo ella – se que mi familia no confía en ti y talvez esto sea un poco incomodo pero es necesario si quieres aprender más rápido y ya que la casa de tu grupo esta justo al frente de esta, no te sentirás tan sola.
- Esta bien, por mi no habrá ningún problema
- Puedo quedarme?- pregunto Jay y Fox bacilo un poco
- Por favor, el es como mi hermano y también necesita practicar su fuego control- hable rápidamente y Fox asintió de mala gana.
- Tu dormirás abajo, con los demás invitados- hablo con seriedad refiriéndose a Jay- mientras que tu, dormirás en la habitación del ático, no te incomoda verdad?- pregunto con una ligera sonrisa y aun que sabia que hacia eso para mantenerme alejada de Leo y estar totalmente vigilada negué con la cabeza.
- Claro que no- dije enérgicamente y la mujer se levanto de su asiento.
- Perfecto, acompáñenme les mostrare todo.

Me dio mala espina, parecía muy amable pero sabia muy bien que dentro de esa amabilidad existía una asesina sin remordimientos así que no me daba ni una pizca de remordimiento querer matarla después de que había acabado con todo lo que yo quería. La acompañamos hasta el sótano, un lugar pedregoso y húmedo. Nos explico que cada habitación era especial por que estaba recubierta de paredes de acero que impedían que el fuego se extendiera. Le indico a Jay cual seria su habitación, el asintió con la cabeza y prometió recordar como regresaría cuando se fuera a dormir. Luego nos mostró la planta baja pero en si ya la conocíamos, cuando subimos al segundo piso nos explico que en este solo dormía ella y sus dos hijos. Me dio un ligero cosquilleo en la nuca cuando Alexander apareció de la nada y me señalo con el dedo una de las habitaciones.

- Es esa, allí esta la insoportable de Alice- dijo cortante y algo molesto. Al parecer la muchacha esa le había caído menos que a mi pero no me sorprendía, a Alexander pocas personas le caían bien. Asentí ligeramente con la cabeza y no le dije nada para no parecer extraña y por que Jay ya me estaba mirando algo raro.
- Tu habitación va ser aquí- dijo señalando la parte de arriba de una gradas caracol de madera y al final de esta una puerta cerrada.- Que les parece si suben y le echan un vistazo mientras yo voy a ponerles al tanto a todos mis hombres?- pregunto Fox
- Ok- dije sin ningún problema y comencé a subir.
- Necesito hablar con Leo, puede decirme donde esta?- pregunto Jay que seguía al costado de Fox, ella lo miro con cara de pocos amigos y le señalo la misma habitación que Alexander me había señalado anteriormente.- gracias- dijo al mismo tiempo que se encogía de hombros y me miraba- no te importa si voy un rato verdad?- pregunta el y yo negué con la cabeza mientras subía desinteresada.

Resulta que mi habitación era completamente simple. Una pequeña cama de una plaza con un cobertor algo viejo, un pequeño velador, un foco colgante en el centro de la pequeña alcoba y una pequeña ventana de la que se podía ver las otras casitas. Me acerqué a esta y la abrí, percibí que la forma en la que estaba el tejado dejaba que pudiera sentarme afuera y aun que tuve ganas de hacerlo, más interés me produjo recordar que Jay estaba hablando con Leo en estos instantes. Bajé con sumo sigilo las gradas y gracias a que el pasillo estaba en completa oscuridad pude caminar sin llamar la atención, no es que la casa rebosara de vida pero no tenia las ganas de encontrarme con absolutamente nadie. Seguí pegada a la pared cuando escuche detrás de una de esas puerta, voces conocidas.

- Que me tratas de decir Jay- hablo con preocupación Leo
- Que el experimento falló Leo- dijo Jay casi exaltado. Yo sabia muy bien que había fallado pero hasta ahora no entendía que pasaría en mi cuerpo a consecuencia de eso.
- Y ese fallo que le va hacer a ella? En que le perjudica?
- Aun no se bien, solo estoy convencido de que al poner los sueros estos fueron directamente a su sistema nervioso y también afectaron su sistema neuronal. Fue un milagro que no le diera una embolia o para cerebral.
- Y….y ya has comenzado a ver algún trastorno? O algo así?- preguntó Leo, en su voz se notaba el miedo.
- Ella tiene el mismo carácter, si a eso te refieres, pero…
- Pero que?
- La he escuchado hablar sola más de una vez.- concluyo y eso vasto para que yo corriera a mi habitación nuevamente. Salí por la ventana y me senté en el frío tejado. Me negué a llorar por que tenia que ser fuerte pero me resquebraje al instante en que vi a Alexander sentarse a mi costado.
- Vete, por favor vete- sollocé con los ojos cerrados.
- Lo lamento- hablo el- es mucho más complicado de lo que crees pero puedo desaparecer por un tiempo para que puedas estar sola- hablo, sentí como sus labios gélidos besaban mi frente. Era su primer contacto y en verdad casi había sentido que era real, abrí rápidamente los ojos.
- Alexander- susurre pero ya no estaba. Llore aun más y me escondí entre mis rodillas.
- Podemos hablar?- pregunto Leo después de un rato. Gire algo sorprendida por no haber percibido su presencia y asentí con la cabeza. El salio por la ventana y se sentó a mi costado, tan cerca que sentía su calor y ya no tenia frío.
- Me alegro por us…me alegro por ti.- dije al fin por que a su lado no quería parecer una hipócrita como en la sala.- me gusta que seas feliz – “a pesar de que sea con ella” pensé pero no lo dije en voz alta.
- Gracias…
- Ok- dije bajito pero el negó con la cabeza y me sonrío ligeramente.
- No, me refiero a que no te di las gracias por haber hecho eso, por haberte alejado de mi ese día, por haber tenido el valor que yo no tuve al leer el folder. Gracias.- concluyo y yo le sonreí con tristeza.
- Cualquier cosa para hacer para ver que estas feliz.- dije y nuevamente le sonreí.
- Lamento lo de tu familia- negué rápidamente con la cabeza, no quería hablar del asunto y ahora comprendí que Jay no solo le había dicho lo de mi supuesta enfermedad sino que también le había puesto al tanto de lo que yo no había contado en la sala.
- No quiero hablar de ese tema por favor- susurre
- Esta bien, no hablaremos del tema- dijo y tomo mi mano.

Entonces un repentino escalofrío surco mi espalda y recordé la charla que me había dado Alexander en la que me decía que yo también tenia derecho a volver ser feliz. Sin embargo, ese apretón de manos solo era una muestra de apoyo y nada más. Aun veía en sus ojos que el estaba recordando a Alice, se le notaba el brillo típico de un enamorado, que Daria todo por ella. Suspire y solté su mano con tristeza.
- Sabes…- dije y volví a soltar un poco de aire- mis hombres espiaron a tu padre y averiguaron que tiene en su poder a talvez la penúltima hija de la luna en la faz de la tierra.- hable rápidamente y le sonreí algo nerviosa.
- Enserio?
- Si y al parecer ella tuvo un bebe, no sabemos de quien claro, pero lo que se es que lo tiene Jocelyn.
- Como lo sabes?- pregunto el algo nervioso
- Mis hombres han seguido investigando y apenas llegue hoy me mostraron sus avances. Estamos más que seguros que es una hija de la luna.
- A que viene esto?- pregunto el
- Leo, necesito tener a ese bebe para que su madre coopere y me ayude a utilizar lo que tengo ahora.- el asintió con la cabeza.- y para eso voy a utilizar a David.
- Que!?
- Si, no te exaltes, lo traeré aquí- vi como los ojos de Leo se abrían como platos, talvez la idea de tenerlo nuevamente cerca a Alice le aterraba pero eso a mi me divertía un poco. “ Talvez hasta ella se logra confundir y me deja el camino libre”, pensé-no te asustes no le haré daño y seré lo más discreta posible
- Vas a entrar a la urbe?- pregunto el como si la idea fuera de locos.
- Pues claro que no, no soy idiota. Mis hombres han averiguado que el siempre sale a un bar los domingos y adivina que! hoy es domingo- hable con una sonrisa y el me miro algo nervioso y con un semblante triste.- solo te digo esto para que no te interpongas y prepares una buena habitación.- dije y estuve a punto de pararme pero algo me freno, esa mirada que ahora se reflejaba en mi y no en Alice.- Leo, tu mirada brilla por que estas enamorado de Alice pero te puedo asegurar que lo que sientes por mi ha crecido igual que lo que yo siento por ti- dije y sin mas preámbulo, le di un ligero beso en los labios.

Leo no se aparto así que lo que acaba de decir aun que no estaba completamente segura ahora era cierto. Le sonreí ligeramente y entre nuevamente a mi nueva habitación pero esta vez no me quede sino baje las gradas al encuentro con Jay.



- Enserio lo besaste?- pregunto Sky con el rostro algo divertido mientras manejaba la minivan. A su lado estaba Henea ya en perfecto estado y a mi costado estaba Jay que como Henea me miraba totalmente sorprendido.
- Si, me pareció que fue el momento oportuno- hable con una ligera sonrisa malvada.
- Y ni que decir!- dijo Sky- mira se que ahora tenemos que ser sus aliados y tanta lata pero la verdad no estaría mal desestabilizarlos un poco.- dijo con una mirada sombría. Supuse que se estaba planteando darle una buena paliza a Sebastian por haber dañado a Henea. Esta la miro y negó con la cabeza rotundamente.
- O no Sky, ni lo pienses. Tu no vas a hacer nada hasta que acabe todo esto.
- Y quien a dicho que haría algo antes de que acabe?- pregunto con una mirada cómplice y Henea sonrio algo ruborizada.

La verdad es que jamás entendí bien su relación, eran muy distintas para estar juntas, Henea era muy correcta y todo eso pero sin embargo, estaba al lado de Sky y se conocían tan bien que parecía que hablaban telepáticamente a pesar de que claro esta, no podían.

- Eso esta mal!- dijo Jay molesto.
- Tranquilo, no es que el mundo se acabe con ese beso y la verdad se que le gusto.- dije con una sonrisa alentadora, me sentía bien y con ganas de seguir luchando más que nunca. Si, la verdad era muy competitiva y ahora que Leo era un reto para mi, trataría de conseguirlo a toda costa.
- Esa es!- hablo con fuerza Sky
- Tu no eres así Sofía- volvió a recalcarme Jay.

Me había repetido por lo menos cinco veces lo mismo por que el había sido el primero al que le conté lo ocurrido y talvez su rostro de sorpresa fue por que se lo conté a Sky y Henea y el no se lo esperaba pero que diantres, ya nada ni nadie me impediría hacer lo que quisiera y si al principio me mostré algo cautelosa con Leo fue por que no tenia la aprobación de Alexander y ahora que mi novio difunto aparece talvez por que estoy loca o soy vidente y me dice que luche por lo que quiero, pues lo haré sin mas remedio. Además, como ya lo dije anteriormente, saber que Leo esta un poco inalcanzable hace que quiera jugar nuevamente.

- No seas aguafiestas- dijo Sky y lo fulmino con la mirada por el espejo retrovisor a lo que Jay se encogió de hombros.- deja que Sofía se divierta un poco hasta que empiece la verdadera misión.
- En eso estoy de acuerdo- dijo mas tranquila Henea y volteo a sonreírme.
- Muchas gracias por su apoyo y no pueden decir nada de esto a nadie, ya entienden no?- hable y luego mire a Jay con cara de pocos amigos al instante que Sky estacionaba y junto a Henea asentían con la cabeza.
- Llegamos muchachas y chico- dijo Sky y le sonrío con malicia a Jay que suspiro frustrado.
- Perfecto. Conseguiste lo que te pedí? – le pregunte a Ski.
- Si lo tengo aquí- dijo Henea mostrándome unas pastillas azules que soltarían la lengua de David un poco.
- Entonces que esperamos?- pregunte mientras salía del carro

Entramos al bar que estaba iluminado con luces psicodélicas. Comencé a buscar con la mirada a David y como era predecible lo encontré en la barra, desahuciado y con un vaso de quien sabe que en la mano. Pero no estaba solo, la muchacha rubia llamada Jessie estaba con el pero en un estado mucho peor.

- Que lamentable- hablo Henea al verlos y yo asentí con la cabeza.
- Sky y Jay por favor encárguense de la chica, estoy segura que Leo querrá verla- dije con una sonrisa complice- y Henea ya sabes que hacer.
Los tres asintieron y se alejaron de mi. Vi como Henea se acercaba a la barra como una dulce chica que coqueteaba con el barman mientras le metía dos pastillas azules al trago de David. Le dijo algo al oído, David se incorporo y bebió su bebida por completo y el barman le dio nuevamente otra tanda de licor. Luego disimuladamente Henea me miro y con un gesto de la mano me dijo que ya había cumplido su parte, entonces comencé con la mía. Me alise el vestido con las manos y me acerqué al muchacho.

- Hola David- le dije al oído mientras me centava a su costado. Se incorporo con un ligero saltito como si hubiera despertado y me miro directamente a los ojos.
- Me conoces?- pregunto algo desconcertado y miro a los costados. Toque la mano que agarraba su vaso y le sonreí ligeramente. El dio un respingo al sentir mi piel extrañamente caliente y fría a la vez.- te conozco?- pregunto esta vez y yo con una ligera sonrisa negué con la cabeza.
- No vengo con nadie y no me conoces pero yo si a ti.- dije y le sonreí nuevamente- vas a descubrir que seremos muy buenos amigos…


Ya que muchas pidieron saber que había pasado en la urbe y por que David esta tan extraño, aquí inicio con la parta que revelara todo eso.

Lu!!