Y desde aquel día todo cambio para siempre. Ya no volví a soñar nuevamente con aquel muchacho y aun que trataba de comunicarme con el era muy difícil si una no sabia cual era su nombre o como era. Tampoco tuve más visiones o por lo menos no sabia como diferenciarlas de un sueño normal ya que no volvieron a ser tan intensas como antes. Los entrenamientos eran arduos y excesivos. Tenia que aprender en meses lo que los hijos de Fleaur y Anastie habían dominado en años y eso no era todo, además de entrenar tenia que dominar el arte de la lucha junto a Leo lo cual no fue tarea fácil. En primer lugar, siempre tenia que estar David o Jessie, al parecer Magnus se divertía con la idea de que Leo y yo nos atraíamos pero por alguna extraña razón no estábamos juntos, por que, cabe recalcar que Magnus jamás se enteró de la verdadera razón de nuestro alejamiento. En segundo lugar estaba la estúpida de Jessie que cada vez era más cariñosa con el y yo simplemente no podía hacer nada al respecto. De por si ninguna de las dos nos llevábamos bien, yo tenia ese repele a las chicas como ella, muy alegres, chillonas y sobre todo melosas y ella tenia un repele a las chicas como yo, siempre desganadas y malhumoradas por lo menos en frente de ellos dos. Y en ultimo lugar esta el hecho de que Leo y yo nos habíamos tomado nuestra actuación muy en serio, talvez demasiado. Leo evitaba mirarme a los ojos, era sarcástico, cortante y muy maleducado con migo, cada vez que podía besaba a Jessie y le demostraba todo su amor, lo cual dolía tanto como un puñal directo en el corazón solo que esto no me mataba de una sola sino que prolongaba mi agonía.
Han pasado un meses y por ordenes de Charlie no hay ni un solo instante que pueda estar sola en presencia de Leo. Ósea, fuera del entrenamiento donde esta David o Jessie, tengo que caminar con Jena o con Charlie pero jamás sola. Después de todo ellos saben que mi control no es muy bueno y seria muy probable que si me encuentro a Leo solo, le hablaría mas de la cuenta y todo nuestro plan se iría al cacho….
Han pasado dos meses y he conseguido mi libertad parcial, digo que es parcial por que hoy me he cambiado de cuarto y si, aun no puedo salir a la superficie pero es un gran paso considerando que ya no podía soportar estar con Scarlett y que Magnus ya tiene la suficiente confianza en mi como para dejarme elegir a mi nueva compañera que claro esta es Jena. Al principio en verdad creí que era dulce y buena muchacha pero ahora me doy cuenta que es todo lo contrario, bueno, se puede decir que es buena con migo solo si esta de buen humor y hasta es dulce de vez en cuando pero si que es muy ruda la mayoría del tiempo y tiene mucha fuerza además de ser una mala influencia que de alguna manera me hacer recordar la antigua yo. Talvez, es la primera persona en la que confío plenamente, por ser tan parecida a mi, jamás nos hemos mentido, nunca, por que con ella no tengo vergüenza de demostrarme como soy y ella no tiene miedo de demostrarme su lado sensible como cuando me contó que lo que mas le dolía es que al nacer su madre murió por ella o que le teme tremendamente a convertirse en una chica como Scarlett y Jessie.
En fin, se puede decir que es la primera persona a la que considero una hermana del alma.
- Es la prueba final querida- hablo entre bromas.
- No bromees con esto Jena, sino funciona puedo dejarte una fea cicatriz.- hable y me senté en la cama junto a ella.
- Yo también podría dejarte una cicatriz…- dijo con una sonrisa algo torcida
- Y por eso no me estoy riendo!- grite con un tonito fingido de molestia.
- Lista? Querida miedosa?- pregunto con una sonrisa amplia.
- Lista y no soy miedosa- hable con cara de pocos amigos.
Prendimos las dos nuestras flamas, ella con su encendedor azul y yo con solo mis dedos. Suspiramos y cerramos los ojos con fuerza mientras nuestras manos se acercaban poco a poco. Toque su palma extendida y el fuego no me quemo, así que abrí rápidamente los ojos.
- Te quema mi flama?- le pregunte después de un segundo en el que veía como nuestras manos y flamas estaban perfectamente sincronizadas.
- Tu crees que si me quemara estaría así?- pregunto ella y ajusto mas mi mano. Las dos nos miramos y comenzamos a reír al unísono.
- Ahora si se puede decir que somos hermanas del alma- hable con una sonrisa
- Eso me encanta- dijo ella y me abraso con cariño.
Ya pasaron tres meses. La urbe últimamente a tenido mucho movimiento, los soldados vienen y van de un lado para otro. La guerra se ha hecho mas evidente ahora pero lamentablemente aun no tienen la suficiente confianza para compartir con migo lo que sucede. De vez en cuando Charlie me cuenta cosas, como que han encontrado a mas niños muertos tanto hijos de Fleaur como Anastie el problema es que nadie sabe quienes son los asesinos, los únicos que talvez los vieron ya están muertos por que cabe recalcar que nuestros asesinos no dejan huella alguna y ya vete tu a saber con que nos matan para no dejar ni rastro.
David a estado cada vez mas cercano a mi, me ha llegado a contar cosas muy intimas, como la relación poco amical que lleva con su padre que por cierto hasta ahora no conozco por que trabajo actualmente en la sede de Moscú y cuanto extraña a la madre de Leo, ya que la quería tanto como a su madre aun que eso sea un secreto . Es extraño pero me gusta su compañía, no quiero que esto se confunda como un romance por que no estoy preparara para eso, no siento nada aun…pero me gusta tener a David como amigo aun que no pueda confiar tanto en él como en verdad quisiera hacerlo.
A pesar de todos mis intentos de mantener una amistad fuera de relaciones hoy ha sido diferente…
Me sonrío amablemente y me hizo sentar a su costado, en la pequeña sala de estar que a estas horas de la noche ya estaba completamente vacía.
- Por que me has hecho salir de mi cuarto? sabes que Jena se molestara.
- Eso no importa- dice con una sonrisa radiante y toma mi mano entre las suyas como siempre lo hace, con mucha naturalidad y talvez ese a sido mi error desde el principio. Siento un repentino presentimiento y me pongo algo nerviosa. – pasa algo?- me pregunta al ver que me estoy moviendo algo incomoda.
- No, es solo que…
- Ya se, ya se. Querías saber para que te he traído no?- asiento débilmente con la cabeza pero algo me dice que ya lo se y que no quiero que me lo diga. Me quita los mechones de cabello que tengo en la cara por que realmente mi cabello esta revuelto y me sonríe, esta vez con una dulzura que me hace sonreirá de igual manera. Su sonrisa es radiante, el es una de las únicas personas que me hace sonreír con tanta normalidad, sin hacer esfuerzo alguno y sin embargo alguien me impide dar el paso siguiente. Y ese alguien es Leo.
- David talvez me confunda pero se lo que me quieres decir- hablo con voz tensa y apagada.
- Y que es?- pregunta algo nervioso
- Dar el siguiente paso no?- le pregunto con el mismo nerviosismo. Esto es incomodo, demasiado diría yo.
- Pero…hay un pero verdad? Por que no te noto animada…
- Es que ahora no hay tiempo para eso David aun que lo quisiera con todo mi ser, se que ahora mi prioridad esta en otro lado.- David asintió con la cabeza y me solto el rostro. Baja la mirada, mas que molesto parece desilusionado. No puedo soportar verlo así y aun que se que esta mal, le levanto el mentón y lo miro directamente a los ojos.
- Espérame- digo bajito y apenas lo digo se que he cometido un gran error. David me toma con las dos manos el rostro y se acerca mucho mas a mi. Temo que me va dar un beso pero algo mejor pasa. Me sonríe nuevamente y besa mi frente con cariño.
- Te esperare cuanto quieras- habla y no puedo evitar abrasarle con toda la fuerza que tengo.
- Gracias- digo tristemente por que todo a sido una mentira egoísta, lo he hecho para no quedarme sin él y para no herirle por que no podría soportar perder a otro hermano Herión.
Ya pasaron 4 meses, todo ha estado relativamente bien hasta hoy. La relación con David prácticamente se ha estancado desde aquel día pero por suerte no se ha malogrado, aun sigue allí para mi. No me siento cómoda al pensar que podríamos ser algo mas que amigos, simplemente no me cabe en la cabeza y es que aun siento esto tan fuerte por Leo que hace que mi corazón se acelere tanto cuando me ve de esa forma tan única. Y además esta la esperanza de que mi premonición se cumple y por fin pueda estar nuevamente con el, lo espero con ansias y a menudo sueño con eso. Y si, se que David es un caballero y siempre ha estado allí para mi, hasta muchas veces se ha portado realmente dulce y si que me he planteado una y otra vez dar el siguiente paso pero simplemente siempre caigo en la cuenta de que aun prefiero a Leo y que lo que sentía por el se a incrementado más de lo que quisiera. Y bueno, hablando de él, siempre creí que había algo escondido, ya saben, que aun había ese sentimiento de aquel día de despida, cuando me demostró que confiaba en mi pero… Hoy tristemente me di cuenta que todo eso había quedado atrás y que la estúpida esperanza ya se había esfumado para siempre.
Me miro con suma intensidad como siempre lo hacia y se abalanzó a mi. Lo esquive como pude y trate de prender la flama entre mis manos pero era inevitable, esta era mi debilidad, cada vez que Leo me miraba así, mi corazón se aceleraba como si fuese a explotar y toda mi concentración se iba al tacho.
- Que te concentres!- grito malhumorado mientras con un rápido movimiento prendía su flama entre sus dedos y se acercaba a toda prisa para darme un golpe.
Aun que de alguna manera eso se veía peligroso, yo sabia que no era así, su fuego no me quemaba, por lo menos hace unos meses no lo había hecho y a fin de cuentas esto solo era practica. Trate de concentrarme serrando los ojos con fuerza pero este era un entrenamiento y eso jamás se hacia. Leo lo sabia y con lo que hizo me quiso dar una lección solo que talvez se le fue de las manos. Sentí como algo caliente rozo mi rostro como un filudo cuchado, ardió como nunca y sentí como al instante mi pómulo comenzó a sangrar. Abrí los ojos de golpe y toque instintivamente mi rostro. Vi mis dedos con sangre sin entender bien lo que había pasado hasta que todo cobro sentido. Leo me acababa de lanzar un lengüetazo de fuego y este si me había quemado….ya no confiaba en mi. Vi sus ojos que demostraban frialdad absoluta y eso de alguna manera me hizo caer de mi estúpido sueño, el ya no me quería, se había terminado enamorando de Jessie, se había creído su actuación.
- La has herido!- grito David y se acercó a mi, pero yo lo pare haciendo un gesto con la mano.
- No te acerques David, esto aun no a terminado- dije con frialdad, me seque con la manga la sangre que aun quedaba. Prendí una llamarada de fuego en mis dos manos y me prepare para la acción.
Como nunca comencé a hacer los movimientos que Leo me había enseñado y que jamás me había gustado hacerlos por que simplemente no los necesitaba para que mi fuego se hiciera mas potente. Con cada movimiento le lanzaba bolas de fuego y el trataba de esquivarlas pero no lo lograba y estas chamuscaban su ropa.
- Para Alicia, lo vas a lastimar!- Chillo Jessie pero yo no pare y seguí haciéndolo. Toda la rabia que tenia por aquella traición se reflejaba en eso.
- No, que no pare, a ver si me vence- hablo por fin Leo
- Y créeme que lo haré!- hable y salte hacia el. Un lengüetazo de fuego salio de mi mano derecha he hizo que Leo tropezara y cayera al suelo de bruces, el lengüetazo que ahora parecía un látigo fino me sirvió para detener a Leo en el suelo, le puse el látigo justo antes de que chocara su cuello y lo quemara por completo.- No vuelvas a dañarme Leo- dije con suma seriedad mientras lo miraba directamente a los ojos. El sonrío con frialdad.
- Por lo visto me acabas de vencer- dijo evitando lo que le había dicho. Hizo un movimiento felino y se paro pese a que el fuego de mi látigo le dañara un poco el cuello.
Desde aquel día perdí todas las esperanzas con Leo, ya no me quería, ya no le importaba y yo le guardaba un profundo rencor por la herida que me había hecho en el rostro, y talvez por que se había logrado olvidar de mi tan rápido y a mi me costaba tanto hacerlo.
Ya han pasado cinco largos meses y según Magnus ya estoy preparada para graduarme y hacer la prueba de la confianza pero yo aun no logro dominar la técnica que me permitirá mentirle y pasar esa prueba así que prácticamente no estoy lista. Estos últimos días me he sentido tan sola, no solo por que Jena y David están haciendo guardia en las noches y prácticamente duermen todo el día sino por que entender que a Leo ya no le importo, me ha dejado un hueco en el corazón lleno de soledad, y si se que es cursi pero nunca había sentido esto por alguien, jamás había creído poder sentir algo tan intenso y ahora que no es correspondido, duele, duele tanto.
Trato de llenar ese hueco escribiendo cartas a mi padre, lo cual muestra mi estado tan deprimente pero ni modo. No se las escribo a Fox por que se que ella si podría leerlas y aun que no conozco a ninguno de los dos, por alguna razón tengo mas simpatía por Oliver que por Fox a pesar de que el ya no esta y que nunca lo conocere.
Seis meses y de alguna manera me ciento feliz, ya controlo todas las técnicas, tanto de fuego azul como rojo, me he vuelto una experta en lucha y….
- Puedes dejar de escribir y ayudarme con esto!- grito Jena que trataba una y otra vez ( inútilmente por cierto) de subirse el cierra del vestido negro.
- Ok, ok- hable mientras cerraba el cuadernillo y lo escondía debajo de mi almohada
- No entiendo que sentido tiene ponerse ropa tan formal para una ceremonia como esta.- hablo malhumorada.
- Hey, es mi gradación y tu asenso como oficial superior, no te pone feliz eso?- le pregunte con una ligera sonrisa. Hace ya mucho que Jena no trabajaba como profesora del colegio, ahora era una soldado como yo y estaba a punto de acender. La guerra se había hecho mucho mas notoria ahora, cada día morían mas Anastie e hijos de Fleaur y lo peor de todo es que aun no encontrar a los verdaderos responsables.
- Me alegro por ti Ali- hablo ella mientras me sonreía por el espejo- al fin podrás salir de aquí, pero subir de rango realmente a mi no me gusta nada, me da mala espina…
- Por que?
- Por que, que voy a hacer yo con un grupo de soldados inexpertos? Lo único que lograre es que nos maten.
- Talvez eso es lo que quiere Magnus- se me escapo decir pero ella no se sorprendió.
- Puede ser…- dijo pensativa
- Hey, ni Charlie, ni yo lo permitiremos- dije con una gran sonrisa.
- Eso espero miedosa, por que si no me cubres la espalda cuando yo te necesite te juro que te matare yo misma- dijo con un tono burlón.
- Ja ja que graciosa.- dije con un tono juguetón- ya estas lista.- hable observándola en el espejo. No había cambiado mucho, su cabello seguía igual de rubio aun que un poco mas largo y sin esas molestosas trenzas que jamás se quitaba, su rostro estaba idéntico igual que su carácter solo había cambiado su atuendo ya que en vez de llevar esos jeans y polo desabrido como la primera vez que la conocí, ahora llevaba un hermoso vestido negro, muy ceñido a su cuerpo.- te vez estupenda.
- Me veo como un payaso, sin ofender- dijo con una sonrisa mientras veía mi vestido verde oscuro. La mire con cara de pocos amigos pero no dije nada, sabia que bromeaba y además a mi tampoco me gustaba el vestido que me había regalado Magnus.
Salimos de la habitación y como todos los días desde que había llegado a la urbe, David me esperaba, solo que esta vez vestía formalmente y se veía mas sexy de lo normal.
- Mmm te vez bien David, deberías de vestirte mas seguido así- se burlo Jena y nos dio un poco de espacio.
- No le hagas caso en serio te vez bien- hable y le arregle la corbata. David me sonrío y ligeramente me acaricio el rostro.
- Nerviosa?- pregunto en un susurro
- Un poco, como todos en su graduación
- Lo harás bien.- hablo y yo asentí con la cabeza. Claro que lo tenia que hacer bien, si fallaba no solo perdería mi libertad sino también moriría. La técnica que utilizaría era muy complicado pero claro esta David no estaba enterado de nada y era mejor así.
- Vamos?- le pregunte después de un rato y entrelacé su mano a la mía. No éramos pareja o no, pero me había acostumbrado a hacerlo y estoy segura que si no lo hacía me sentiría mas desprotegida de lo que me sentía ya. Lo mío con David era algo complicado, había pasado de una amistad a ser algo mucho mas fuerte sin un previo enamoramiento. Por que aun que lo quería no lo amaba y eso me impedía verlo con otros ojos a pesar de que si me alejaba de el sabia muy bien que sufriría mas que cuando perdí a Leo.
Trate de sacar esos pensamientos de mi cabeza y caminamos por los pasillos hasta la sala central de la urbe. La gente iba y venia, todos vestidos formalmente igual que yo. Entramos en la estancia y David soltó mi mano.
- Suerte- dijo y me dio un beso en la mejilla muy cerca a mis labios, lo que hizo que me estremeciera..
- Gracias- dije con una ligera sonrisa y me dirigí a mi lugar.
La sala estaba organizada en una media luna partida a la mitad , una de las mitades era para los invitados en general y la otra para los que estaban a punto de graduarse. Justo al centro de todo y delante nuestro había un gran pedestal de plata y detrás de el un trono en el que se sentaría Magnus. Me senté en mi lugar, junto a gente que no conocía pero que posiblemente serian mis compañeros de batalla en algún momento y con el rabillo del ojo izquierdo logre ver a Leo y Charlie, conversando en la primera fila. Me alegro verlos allí por que eso significaba que eran miembros de honor, que se habían reivindicado de alguna manera. Se escucho una música de fondo, todos nos paramos y Magnus entro junto a su Scarlett. La ceremonia había comenzado y ya no había vuelta atrás. El protocolo inicio pero no le preste atención en absoluto, lo único en lo que pensaba era en el momento de mi iniciación que se acercaba cada vez mas. Comenzaron a pasar los que ascenderían de cargo, Jena fue una de las ultimas, recibió una medalla y luego unas palabras de Magnus. Pasaron a los reclutas que ascenderían a soldados, me removí en mi asiento algo ansiosa. Las personas pasaron una a una y como era de predecir yo fui la ultima.
- Alicia.-dijo Scarlett, ni un apellido o apodo solo Alicia. Me levante de mi lugar y camine lentamente hacia ellos. Sentí un zumbido molesto en los oídos, por mi nerviosismo, era ahora o nunca. Inhalé profundamente al llegar frente al pedestal y vi los ojos oscuros de Magnus que se veían tan agotados.
- Lista?- pregunto Magnus.
- Mas que nunca mi señor- hable con una ligera sonrisa.
- Entonces demuestra que confías en mi- hablo el y puso su mano apoyada en el pedestal.
- Deposito mi entera confianza en usted, mi alma y todo mi talento para que sepa guiarme con su gran sabiduría y amor a mi ser.- hable con firmeza y le mire de frente, sin demostrar miedo o rencor solo un respeto profundo y la confianza que jamás sentiría en el.
Mientras mis manos se iban acercando a la suya, mi cuerpo se iba relajando cada vez mas, deje que con cuidado fluyeran las dos flamas dentro de mi ser, la llama caliente y por así decirlo la llama fría, juntas se unieron en mis manos y con un ligero movimiento deje que las dos salieran en forma de una flama naranja, que ardía parsimoniosa con la mano de Magnus dentro. Me miro algo sorprendido, quizás jamás confío en que lo lograría pero allí estaba, le estaba engañando y a cada momento veía en sus ojos que se estaba creyendo toda la mentira.
- Bienvenida a la urbe Alicia- hablo con voz fuerte y una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro.
Escuche como toda la estancia aplaudía. Hice un ligero movimiento con la cabeza que demostró que estaba agradecida, sonreí e hice que mi flama se apagara de golpe, voltee a ver a toda esa gente que ahora confiaba en mi y les sonreí nuevamente.
Por un instante sentí que los defraudaba por que les estaba mintiendo, no estaba allí para ayudarlos con su venganza sino para ayudar a mi madre o por lo menos irme con ella. Este jamás había sido mi hogar sino mi prisión exclusiva y por eso no confiaría jamás en ellos, digan lo que digan o hagan lo que hagan, era la misma gente que meses atrás me excluía y trataba con repugnancia. Un claro ejemplo era la madre de David que ahora aplaudía totalmente orgullosa y meses antes me había tratado tan mal.
Magnus dio unas palabras mas antes de que la ceremonia terminaba y al concluir todo, lo primero que hice fue acercarme a Charlie que estaba junto a Jena, Leo y otros personas que no distinguí bien. Al llegar frente a el le sonreí ampliamente y le abrase con todas mis fuerzas.
- Lo lograste pequeña- me dijo al oído
- Y lo todo gracias a ti. – en todo este tiempo me había dado cuenta por que mi madre llego a confiar tanto en este hombre, era prácticamente como un ángel de la guarda para mi, protector y amable a su manera, era el padre que jamás tuve.
- Hey, hey también merezco un abrazo no?- pregunto Jena. Me aleje de Charlie ligeramente y le di el abraso que merecía.
- Es un gusto conocerla con su nuevo cargo, señorita Jena- hable con un tonito burlón y una sonrisa se dibujo en mi rostro.
- Y es un gusto conocer a la libra Alice- hablo ella con la misma sonrisa.
- Felicitación Alicia- hablo la voz fría de Leo. Gire para verlo y le sonreí con algo de nostalgia. Tenia caso seguir molesta con el y guardarle rencor? Talvez no pero aun no podía evitar tratarlo diferente. Simplemente estar cerca a el me ponía incomoda y nerviosa.
- Gracias- hable casi inaudiblemente. Al mismo tiempo que sentía una mano pasarse por mis hombros.
- Al fin, al fin, al fin- hablo con total normalidad David
- Al fin- repetí con alegría y le di un besito en la mejilla, lo que hizo que el me mirara con un extraño brillo en sus ojos llenos de felicidad. Observe sin querer a Leo que estaba justo frente a nosotros y nos miraba con seriedad, pensé que diría alguna broma molesta o seria malcriado pero al contrario solo me miro directamente a los ojos, tomo una de las copas con champaña que nos entregaban los mozos y me sonrío con ligereza.
- Un brindis por la libertad de Alicia y el asenso de Jena- hablo y en ningún momento dejo de mirarme con esa intensidad que poco a poco había perdido el efecto en mi.
Los brindis siguieron por unos interminables minutos mas y aun que me sentía feliz prefería irme lo mas antes posible pero David y los demás me lo impedían.
- Supongo que ahora que estas libre tendremos que salir a divertirnos no?- pregunto Jena con una sonrisa cómplice.
- Eso me parece genial!- hablo David- después de todo hoy es sábado y hace mucho que…
- Lamentablemente el deber les espera jóvenes soldados- habló un hombre. Y no era cual quiera, al girar todos hacia el descubrimos que era Daniel Wong. Hombre de rasgos achinados, talvez de la edad de Charlie o un poco mayor, actualmente era el general de las tropas. Vestía un traje militar elegante con un montón de insignias que reconocían su talento como tal.
- Perdón General?- pregunto Jena.
- Usted y el señor David están en la misma tropa señorita Jena así que será mejor que me acompañen.- hablo y la alerta en nuestros rostros debió de ser evidente por que Daniel prosiguió- el señor Magnus dice que usted Alicia debería de tomarse un descanso por lo menos por hoy, ya se ha esforzado demasiado estos últimos meses- hablo y me sonrío calidamente cosa que no me hizo ninguna gracias, por que se los llevaban tan pronto?
- En una hora, espérame en el comedor, quiero decirte algo importante- susurró David a mi oído y yo asentí ligeramente con la cabeza. Me dio un beso fugaz en la mejilla y camino detrás del general igual que Jena que con un ligero movimiento de hombros y una mueca nos demostraba que ya estaba resignada a seguir las ordenes y la responsabilidad de su nuevo puesto.
- Sabia que esto pasaría- hablo Charlie mientras nos separábamos de los demás para estar más cómodos, solo Leo nos acompaño.
- Tranquilo, van a estar bien- hablo Leo sin perder de vista la conversación privada que tenia un grupo minúsculo con Daniel Wong al fondo de la estancia.
- Eso espero- hable y tome un sorbo de la champaña que me quedaba- a ti no te llamaron?
- No, mi grupo patrullará la próxima semana así que esta la tengo libre- hablo el. Leo era por el momento solo soldado pero estaba segura de que pronto lo ascenderían a un puesto mayor y al fin comenzaría a buscar a su madre. Y bueno cabe recalcar que esta era la conversación mas larga que me había dado fuera del entrenamiento.
- Que suerte- hable sin ánimos aun preocupada por mis amigos.
La conversación siguió, aun que en la mayoría Leo y yo nos limitamos a responder las preguntas que hacia Charlie en vez de hablar entre nosotros. lo dije antes y lo vuelvo a recalcar, nuestra situación era tensa e incomoda.
- Charlie, todo esto…ya sabes, me a dejado exhausta, puedo….
- Ve a tu encuentro con David- hablo el con una sonrisa y me sonroje ligeramente
- Gracias- hable y salí de allí sin ni siquiera despedirme de Leo.
Camine por los pasillos con rapidez hasta llegar al comedor y antes de llegar a la puerta sentí una mano tocar la mía y llevarme a otro lado.
- David- hable algo sorprendida mientras David me redireccionaba hacia otro lugar.
El solo me dedico una sonrisa y siguió corriendo. Pronto descubrí con sorpresa y algo de melancolía que comenzábamos a subir por las gradas de caracol. Subíamos al techo, como la primera vez que Leo me llevo. Al llegar me hice la sorprendida y maravillada con la hermosa vista solo para que David no sospechara nada.
- Es hermoso- hable con una sonrisa recordando aquel lugar, no había subido desde el día de la remembranza allí y era lindo volverlo a ver, observar desde arriba tan hermosa vista de todo Londres
- Si, la madre de Leo lo traía aquí, el me lo enseño cuando, ella murió. Es como nuestro lugar secreto y especial- dijo observando el lugar y ajustando un poco mas nuestras manos.
- Solo ustedes dos lo conocen?- pregunte con algo de curiosidad
- También Lilian.
- No te creo, de seguro que Leo a traído ya a Jessie por aquí.
- No, claro que no, ese fue el pacto. Eso es solo un lugar especial para la familia o para las personas muy, muy especiales- hablo y me miro de frente. Sentía su respiración algo agitada, su corazón acelerado cerca al mío, quise ver a otro lado pero solo podía ver su rostro, ese rostro al que tanto me había acostumbrado.
- Jessie es importante para el- hable bajito tratando de quitar algo de importancia a nuestro acercamiento pero al parecer no lo había logrado.
- Talvez….- hablo el y me quito los cabellos de la cara con mucho cariño- pero no te he traído aquí para hablar de él sino de nosotros…
- Y que quieres saber de nosotros?- pregunte algo nerviosa.
“Por favor no lo digas, por favor no lo digas” pensaba una y otra vez.
- Ali…yo…yo te quiero mucho- hablo el y me acaricio el rostro
- Yo también David…
- Entonces te das cuenta que tenemos algo especial? Algo que esta mas haya de la amistad verdad? – asentí con la cabeza, era cierto y todo un hecho pero...- hace mucho que quiero preguntar esto pero no me atrevía, ya saber por lo que hablamos ese día pero hoy…
- Cambio algo?…
- Ya te graduaste, estas libre y sin presiones así que, me preguntaba si…tu….si tu ya estarías dispuesta a estar con migo.
Lo mire totalmente pasmada, me lo había dicho, me lo había dicho y sin embargo no me salía el “no” por respuesta, talvez…. “Es momento” me dije a mi misma “da el gran paso y sigue con tu vida” ,“Leo lo hizo, por que tu no?”
- Si- dije en un susurro y rodeé su cuello con mis brazos.
No sentía por el lo que una persona siente al estar enamorada pero sabia que lo haría, sabia que aprendería a quererlo de la misma forma que el lo hacia. Me acerqué mucho mas a el y el me atrajo con sus manos sobre mi cintura.
- si quiero estar con tigo- dije con una sonrisa, mas decidida que nunca y David unió nuestros labios en un tímido beso que fue subiendo y subiendo de intensidad. No era Leo, claro que no pero tampoco besaba mal, es mas, me gustaba. Apegue nuestros cuerpos mucho mas y comencé a revolver su cabello con las manos, nuestra respiración era entrecortada, de alguna manera habíamos esperado esto desde hace mucho.
- Te quiero…- dijo mientras apegaba nuestras frentes.
- Hay pero que entretenido…- hablo Leo con frialdad. Di un respingo y me aleje de David mientras observaba a Leo perpleja. Pero que hacia aquí?
- Leo vete…- hablo David mientras entrelazaba nuestras manos.
- No, ustedes lárguense de aquí este es mi lugar. No tenias derecho a traerla David!- grito furioso Leo
- Pero con que derecho dices eso!- le dije molesta y le rete con la mirada.
- David, prometimos traer solo a las personas que nos importaban mas en este mundo- hablo Leo obviando totalmente lo que le había dicho.- Alicia a mi no me importa en absoluto así que si quieres quedarte con ella, lárguense de aquí!- grito.
- A mi si me importa idiota- hablo David tan molesto como jamás lo había visto. – lamento que siempre Leo lo arruine.- dijo furioso y fulmino a su hermano con la mirada pero este no se resquebrajo.
- No te preocupes, vámonos de aquí, después de todo ahora soy libre y puedo ir a donde quiera- hable y salimos de allí.
[…]
- Estamos tan cerca de tenerla- hablo el muchacho mientras observaba la discusión que acontecía en el techo de una de las zonas del palacio Westminster. La muchacha que estaba a su costado regocijada por las sombras asintió con la cabeza y sonrío con malicia.
- Será fácil ahora que nos quitamos de encima a León y tenemos a ese debilucho de David Herion como su acompañante.
- Y si así no fuera- hablo el muchacho con tranquilidad recordando las visiones que había tenido de Alicia- recuerda que siempre estas tu para ayudarme.
- Lo se…lo se. – hablo ella con una sonrisa mas grande aun y le mostró a aquel muchacho la bolsita que tenia entre las manos. – jamás se resistirá a estas.- concluyo y los dos sonrieron con complicidad.
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El capitulo esta muy largo, jamás había hecho uno tan largo y hubiera seguido escribiendo sino me hubiera dado cuenta de que eran ya 13 hojas!! Bueno respecto a lo que puse en el anterior capitulo, si estaba algo cabreada por que no sabia que ocurría pero ya me di cuenta que fue por la música que había puesto u.u lastima, en verdad me gustaba pero si la quieren escuchar, esta en el índice. O por cierto, alguna de ustedes lo ha visitado ya? Sin mas que decir me despido. Espero que comenten. Y de ninguna manera cerrare el blog.
Lu