viernes, 6 de mayo de 2011

Capitulo 5 Fire Girl

Caminamos en silencio esta las habitaciones, Leo me había permitido quedarnos mas de lo debido en el tejado y ahora ya era muy tarde. Nadie estaba en los pasillos y estos ya no estaban iluminados, solo nos guiamos por la pequeña llama que tenia Leo en la mano derecha.
- Esa de allá es tu puerta, crees que puedas llegar sola?
- Claro que si – respondí contando instintivamente las 4 puertas que me faltaban para llegar hasta mi nueva habitación.
- Perfecto, adiós.- dijo y dio media vuelta sin decir mas o despedirse de mejor manera pero era lógico, no podía esperar mucho de Leo, en verdad no debía de esperar nada de el.
- Espera- hable mientras le tomaba de la mano libre y lo paraba en seco sin ni siquiera pensarlo, fue algo así como un auto reflejo que apenas sucedió me arrepentí. Leo se tenso al instante. Suspiro con amargura y volteo a verme.
- No me toques, ya te dije que…
- Lo se, lo siento- hable con rapidez y lo solté algo avergonzada- por favor, necesito que me prometas algo.- El enarco una ceja y se acercó mucho mas a mi. Sentí ese aroma de colonia mezclada con ceniza que ya comenzaba hacerse tan típico en el.
- Mira niña, no creo que estés en condiciones de pedirme algo así. – hablo el con seriedad pero no se alejo de mi solo se quedo mirando directamente mis ojos.
- Por favor, no me compares con mi madre, todos lo hacen, tu no.- hable en susurros, la verdad no se por que se lo dije solo se que quería que por lo menos el no me comparara con aquella mujer que decían era mi madre y yo aun no conocía, ni en fotos.
- Es inevitable Alicia, tus ojos son un recuerdo permanente de ella. Tienen la misma intensidad, el rencor, la melancolía y la malicia….todos esos sentimientos se ven impregnados en tus ojos igual que en los de tu madre.- dijo y apago la llama mientras sentía como su calor se iba alejando de mi.- adiós niña y recuerda nuestro trato.- hablo y desapareció por completo en la oscuridad.
- Lo recordare- dije triste, nada había cambiado, seguía siendo el mismo chico que me odiaba, solo que por un instante se había apiadado de mi.

Me dirigí con cuidado y silencio a mi habitación, inhale antes de entrar. Trate de llenarme de fuerza recordando lo hermoso que había estado esta noche Londres y me metí a mi habitación. Había una pequeña velita prendida aun que Scarlett ya no estaba despierta, la había dejado para que pudiera guiarme. Me metí a la cama sin ni siquiera ponerme el pijama nuevo que estaba encima de esta, escondí mi diario debajo del colchón, justo cerca a la cabecera y apague la luz con un rápido soplido para tratar de dormir.
Mi sueño no duro mucho, como si solo hubiera pasado un minuto, sentí las manos calientes de alguien. Me levante sobresaltada y observe a Scarlet muy cerca de mi, al parecer me había trato de levantar.

- Lo lamento, creo que te asuste- hablo ella tímidamente
- Es solo que estas muy caliente- hable con sinceridad.
- O lo lamento- dijo ella y se agarro las manos nerviosa. Me quede en silencio recordando lo sucedido la noche anterior- mira Alice- dijo ella mirándome nuevamente a los ojos- disculpa la actitud de mi padre, el no debió de decírtelo de esa forma, fue muy descortés.- no dije nada, solo asentí con la cabeza y me levante de la cama. – no quiero que nuestra relación se afecte por ello, por favor, es la primera vez que tengo una compañera y…
- No te preocupes, tampoco quiero estar en una situación incomoda con tigo- hable rápidamente y le sonríe débilmente. Aun que me dolía profundamente lo que había dicho Magnus anoche, sabia muy bien que si quería sobrevivir aquí tenia que tener mas de un aliado de mi parte a pesar de que Leo me hubiera advertido de todos.
- Perfecto entonces- dijo ella con esa amplia sonrisa que le dejaban mostrar todos sus dientes perlinos. – por favor, que no se te haga costumbre dormir con la ropa de cena puesta, tienes muchas mas en el armario y una pijama también.- hablo y yo me ruboricé un poquito.
- Lo siento, era demasiado tarde y no tenia ganas de nada.

Scarlett me entrego nueva ropa y me indico que la ducha tenia unos baldes de agua caliente, eran provisionales pero al bañarme me sirvieron de mucho. Me vestí con la ropa que me había dado. Unos jeans algo sueltos, un polo negro y una sudadera del mismo color. Al estar lista salí de la habitación y descubrí que Scarlett estaba muy bien vestida, llevaba un traje rosa algo corto pero que quedaba perfecto con su cuerpo y tamaño, el cabello lo tenia recogido en un moño y usaba tacones en punta de color rosa palo, tenia el aspecto de una secretaria o algo así.

- Y eso?- pregunte mientras me terminaba de secar el cabello
- Pues no todos tenemos tu suerte. Yo tengo que ir a trabajar señorita- hablo mientras se terminaba de arreglar el maquillaje.
- Trabajar? Cuantos años tienes?- pregunte pero luego caí en la cuenta de que era mucho mayor que Leo aun que no lo pareciera.
- 25 y tu?
- 17, no puedo creer que me lleves tantos años, pareces mucho mas joven.
- Gracias- dijo una linda sonrisa. Bueno Alice, ya que yo no estaré en tu primer día de entrenamiento será mejor que te apures por que David se encargara de llevarte con tu tutor.
- Tengo un tutor?
- En realidad 3. Una de ellas, es Jena, te enseñara todo lo que tengas que saber sobre nuestra naturaleza, enseña a los mas pequeños pero estuvo encantada de que te les unieras.
- Genial, estudiare con niños- dije con total ironía.
- El siguiente es el señor Adams, en un hombre cascarrabias y algo estúpido pero te va a enseñar a sacar el fuego que llevas dentro. Y pues el tercero no es tanto un tutor- hablo algo dudosa de decirme quien seria.
- Por que?
- Por que solo te lleva 4 años de diferencia y no tiene la experiencia de un tutor.- hablo con el seño fruncido y reviso la hora en su celular- pues ni modo, es Leo- hablo con una sonrisa- me tengo que ir, David ya esta fuera.- hablo mientras salía por la puerta.

Es demasiado raro como algo así me pudo dejar pasmada y a la vez acelerar mi corazón pero allí estaba yi, totalmente quieta, recordando el aroma de Leo a la perfección y también la promesa que le había hecho.

- Puedo pasar?- pregunto David que tocaba la puerta y metía parte de la cabeza al cuarto.
- Claro- dije mientras comenzaba a peinar mi cabello alborotado y mojado.
- Buenos días Alice, lamento no haberte acompañado anoche es solo que…- hablo algo avergonzado pero preferí que no concluyera.
- Ey ya fue, no te preocupes, pude llegar bien.- hable rápidamente y algo molesta al entender que nunca fue a recogerme.
- Quien te ayudo?- pregunto el
- Recordé como habíamos ido al comedor, créeme no fue tan difícil- mentí
- Valla, a mi me a costado un año aprender a recorrer estos pasillos laberintosos, veo que aprendes rápido.
- Así es….- hable mientras dejaba el cepillo en el velador y me acercaba a David.- ya estoy lista vamos?- pregunte cortante al ver que el seguía viendo mis ojos.
- Si , si, claro- dijo algo nervioso y me dio la mano.
- No me voy a perder- hable y salí de la habitación
- O si, claro- hablo apenado.

Caminamos en silencio, talvez si todo lo de ayer no hubiera ocurrido estaría mas alegre y hasta hablaría con David, pero ver que no me defendió y luego me abandono, me dejo con una sensación extraña de decepción. Era como si en verdad David fuese una simple marioneta de la urbe o talvez peor, no tuviera valor.

- Te noto algo extraña, estas bien?
- Pues además de todo lo que me paso anoche creo que lo estoy llevando bien- dije molesta. Como decirle que me molestaba que fuese un cobarde?
- O ya veo- se limito a decir el, sin darse cuenta de mis verdaderos pensamientos.
- Primero con quien iremos?- pregunte cortante aun que no quise que sonara así. El me vio algo sorprendido pero se limito a contestar.
- Donde el señor Adams.
- Perfecto, quiero aprender a sacar el fuego de mi interior sin herir a nadie.
- Así será Alice, ya lo veras – dijo con una ligera sonrisa y me sentí algo culpable al tratarlo como lo estaba haciendo. Aun así no le devolví la sonrisa y seguí caminando.
Después de unos minutos de incomodo silencio llegamos a una habitación con una puerta de metal.
- Pasa- hablo mientras la habría con cuidado. Entre pero me di cuenta que el se quedaba atrás.
- No vienes?- le pregunte con indiferencia pero el negó con la cabeza
- Las clases con el señor Adams son personales, yo esperare aquí.
- Bueno- hable y David cerró la puerta dejándome en completo silencio y oscuridad.
- Hola?- pregunte algo temerosa mientras caminaba a lo que creía era el medio.
- Quédate quieta- hablo un hombre de no se donde por que se escucho como si el sonido viniera de todas partes.
- Señor Adams?- pregunte con cautela
- No hables, solo respira profundamente y sierra los ojos- hablo, quise replicar pero me contuve he hice lo que me pidió. Cerré los ojos aun que de nada servia ya que todo estaba igual de oscuro, y comencé a respirar pausadamente, exhalando e inhalando grandes bocanadas de aire.
- Concéntrate he imagina que por tu piel recorren grandes surcos de fuego, son ríos y ríos de el. estas llena de ellos, pertenecen a ti pero te queman. Queman tanto que quieres sacarlos de ti….
Trate de imaginar lo que el me dijo, poco a poco imagine que mi cuerpo estaba lleno de lava caliente, deseosa de salir de mi.
- Sientes el calor?- pregunto nuevamente la voz
- Si, lo siento- dije con una ligera sonrisa, sintiendo levemente que el fuego calentaba mis extremidades y dejaba a su paso un extraño cosquilleo
- Ahora dirige todo ese calor a la palma de tus manos, hazlo con cuidado no queremos que quemes tu ropa.- escuchar eso me hizo abrir instintivamente los ojos.
- No los habrás!- grito el hombre pero era inevitable ya los había abierto y lo que estaba viendo me sorprendió.
Mis manos y lo que podía ver de mis brazos parecían brasas ardientes, justo de ese color algo rojizo y sin aun prender una llama en si. Estoy segura que cualquiera se hubiera asustado con esa escena pero yo no, mas bien me gusto lo que veía, era la primera vez que observaba con detenimiento como estaba a punto de prender el fuego entre mis manos y era simplemente sorprendente.
Antes de que perdiera toda la concentración hice lo que el señor Adams me había pedido, direccioné el calor a mis manos. Sentí como todas las rutas de lava ahora se iban directamente a ellas y poco a poco y con mucho esfuerzo logre que una ligera llama saliera. Como por arte de magia estaba una pequeña flama de fuego rojo en la palma de mi mano derecha. Lo he logrado.- pensé con una sonrisa mientras veía el fuego parsimonioso.
- Excelente!- escuche mientras alguien aplaudía en la oscuridad.
Se escuchó un clic y luego vi por fin al señor Adams, con una ráfaga de fuego que lo radiaba por completo, prendió con un solo movimiento las velas que estaban instaladas en la estancia y me miro con una ligera sonrisa. Era pelirrojo y tenia un pequeño bigote, una gran cicatriz surcaba su rostro, exactamente en diagonal y por la nariz. Cualquiera pensaría que “el señor Adams” seria un viejito regordete y malhumorado, cascarrabias , como bien lo dijo Scarlett pero este señor Adams era todo lo contrario, hasta estaba convencida que parecía estar sonriendo y viéndome divertido.
- Acabas de crear fuego querida Alice!- hablo el con una amplia sonrisa y yo lo vi algo desconfiada, aun esperaba que saliera ese viejo cascarrabias.- que pasa? Por que me estas mirando como si algo sorprendente pasaría en mi rostro?
- Pensé que seria diferente- hable con total sinceridad.
- Valla, es sorprendente que hables sobre mi apariencia sabiendo que acabas de creer fuego- hablo y yo no pude evitar ruborizarme y sonreír ligeramente.- pero bueno, si eso es lo que te importa y comprendiendo que la primera chica que te hablo de mi debió de ser Scarlett supongo que tienes una descripción errónea de mi.- hablo y se acercó mas. – mi nombre es Charlie Adams, tu puedes llamarme Charlie.
- Por que todos lo llamas señor Adams?
- Por que solo permito que mis amigos me llamen Charlie. Sabes, para los demás soy un loco cascarrabias que solo desea beber licor- hablo mientras sacaba del bolsillo de su saco una pequeña botellita plateada, hacia un movimiento de “salud” y tomaba un largo trago.- hacerle la vida agria a todos y sobre todo dicen que soy un bueno para nada- hablo y sonrío ampliamente.
- Genial!- dije con ironía y molestia, acababa de entender que me dieron al peor profesor que podía existir en este lugar.
- Crees que soy malo Alice?
- No lo se, acaba de decir…- negó con la cabeza.
- Que crees tu?- pensé un instante y luego la respuesta vino a mi muy fácilmente
- Que no, me ha enseñado a sacar mi flama en menos de 10 minutos sin hacer daño a nadie. Eso es sorprendente, usted no puede ser malo- el sonrío nuevamente, era una sonrisa algo extraña por que estaba mezclada de tristeza, algo de locura y también alegría.
- Aun que me encantaría que todo reconocimiento fuese mio, también es tuyo. Eres hija de dos grandes maestros del fuego.- bufe y la sonrisa se esfumo de mi rostro, que acaso no había conversación en la que no salieran mis padres?
- Alice….sabes por que me consideran una persona totalmente deplorable aquí?
- No…
- Por que fui muy amigo de tu madre, conocí a tu padre y lo defendí cuando estuvo vivo.
- Y a que viene esto?
- Que no todo te lo pintan como debería de ser. Se mas analítica cuando escuches de tu madre o de otras personas y no te molestes.
- Mato a gente, Magnus lo dijo en el comedor y nadie lo refuto por que es verdad.
- Bueno, si mato a parte de los padres de aquella gente, gente que ya es mucho mayor como para seguir aquí y lo hizo por una buena razón, tu! Y eso, para Fox valía cualquier muerte.
- No fue solo por mi…- insistí
- También fue por tu padre. Pero eso ya no importa.
- Como se llamaba el, todos dicen que mi madre era Fox pero hasta ahora no se como se llamaba el.
- Oliver Liftwood, asi se llamaba el- hablo con una melancólica sonrisa y con la mirada perdida como si estuviera recordándolo. No podía creer que todos los de la urbe tuvieran una perspectiva tan equivocada del señor Adams, decían que era un cascarrabias a pesar de que la mayor parte del tiempo sonreía, una sonrisa extra talvez pero igual sonreía.
- Quisiera conocerlos, por lo menos ver una foto o algo así.
- Prometo buscarte una si prendes nuevamente el fuego en tus manos, pero esta vez trata de hacerlo con un chasquido de dedos. Lista?- pregunte el y yo asentí con la cabeza.
Lograr que el fuego prendiera de nuevo fue mucho mas difícil, después de varios intentos fallidos supe que algo faltaba, tenia la necesidad de volver a sentir algo especial para que se prendiera nuevamente la llama de fuego en mi.
- No puedo, siento que necesito algo…- hable frustrada
- A veces cuando no se prende la chispa es preferible pensar en algo que te provoque sentimientos fuertes, ya sabes a lo que me refiero no?- pregunto con una semi sonrisa algo picara.- pero en fin, quiero que lo practiques mas tarde, ahora las clases han terminado.
- Que? Ni siquiera tardamos media hora.
- Así de rápido puede aprender además muero de hambre y supongo que tu también- hablo y recordé que aun no había desayunado.
- Esta bien, vendré mañana.
- Practica esa chispa si quieres la foto de tus padres- hablo el y salió de la habitación mientras apagaba el fuego con un simple movimiento de mano.

El hecho que había logrado canalizar el fuego entre mis manos simplemente me hizo feliz, tanto que no podía seguir molesta con David. Salí de la habitación y vi a David, parado y tenso frente a mi.

- Pasa algo?- le pregunte ya mucho mas cortes
- Me preguntaba si saldrías viva de ese lugar, ya sabes el señor Adams es…
- Una muy buena persona, me ha caído bien- dije con una sonrisa y comencé a caminar.
- No te a gritado? O algo así?
- No, solo me a ayudado a canalizar la chispas.- hable y David se quedo en silencio.
- Se por que estas molesta. He sido un tonto, un cobarde. Devi de ayudarte… por lo menos quedarme allí y en cambio preferi seguir a mi madre. Ya no soy un crio, no debería de hacer eso….yo….

David no paraba de hablar, lo mire y el ni siquiera podía mirarme, solo estaba mirando al piso. Pobre, si que le faltaba confianza aun que en verdad se estaba esforzando y había que darle crédito. Suspire ligeramente, sabia que esto talvez se malinterpretaría pero lo menos que quería era escuchar mas disculpas o ver como su poca confianza se desmoronaba a pedazos. Le tome la mano y pare en seco, entrelacé nuestros dedos y cuando el levanto la mirada para encontrarse con la mía, le espere con una cálida sonrisa.

- David, no pasa nada.- hable y le sonreí otra vez.- esta bien?- el asintió con la cabeza confundido. Era gracioso verlo confundido.- vamos que tengo hambre.- hable decidida y comenzó a hablar como si nunca hubiésemos discutido, como si me conociera de años y tuviera la suficiente confianza de hablar de cualquier cosa con migo.
Desayunamos algo rápido puesto que la hora de desayuno estaba a punto de culminar y ya casi no había nada. Observe de reojo que Charlie estaba sentado junto a una mujer rubia, muy bonita con aire de niña, inspiraba confianza de solo verla pero nadie se les acercaba o saludaba. Comenzaba a entender que aquellos que talvez habían sido amigos de mi madre antes ahora estaban sentenciados a la marginación. Al concluir de desayunar David me llevo a mi siguiente clase, defensa.
- Se molestara- hablo David entre dientes y aun tomándome de la mano
- Quien, Leo?- pregunte y el me miro asombrado.- Scarlett me dijo que era mi tutor- dije rápidamente
- Si, y estas llegando a tu primera clase, tarde.
- Bahh no importa.- hable y entre a una puerta finamente tallada. El cuarto era amplio y estaba iluminado por luces blancas, tenia un sin fin de arcos de piedra al alrededor de lo que parecía una zona de batalla. Allí estaba Leo, observándonos con molestia, tenia los brazos cruzados en el pecho y un traje totalmente negro.
- Tarde- hablo con frialdad.
- Lo se es solo que…- trato de excusarse David
- No te hablo a ti David- dijo Leo y me reto con la mirada
- No se cuanto me tarde pero prometo que no volverá a pasar- dije, me solté de la mano de David y me dirigí a Leo.
- Eso espero niña. Y ahora, David puedes salir
- O quedarte aquí- dije retando con la mirada a Leo.
- Yo…- hablo David algo confundido
- Bien, quédate si eso es lo que la niña quiere. Aun que va ser triste que mi hermano te vea morder el polvo niña.
- No soy una niña! Y no importa, confío en el – hable, David sonrío pero Leo me miro algo extrañado, no pude definir bien su mirada pero parecía decirme que no había entendido la charla de anoche.
- Vendré enseguida, lo prometo Alice- hablo David que acaba de recibir un mensaje al móvil. Esperamos en silencio a que saliera para hablar como la noche anterior o sobre como era en verdad el señor Adams pero lo que me dijo Leo me dejo pasmada.
- Te digo algo, eres mas parecida a tu madre de lo que pensaba.
- Que?- pregunte algo confundida
- Engatusas a la gente…
- Tu prometiste…-dije dolida
- La manipulas a su antojo, mira al pobre David, ya lo tienes a tus pies.
- Basta Leo!
- NO! no voy a parar por que sabes que es la verdad. – hablo y recorto el espacio que nos mantenía alejados- Te gusta manipularlos, es como un juego para ti verdad?
- No….- dije llena de rabia, cerré los ojos, contuve la respiración pero mi cuerpo ya estaba ardiendo.
- Sabes por que a tu madre le decían Fox?- pregunto el y eso fue la gota que derramo el baso. Abrí los ojos llena de furia y empuje con todas mis fuerzas a Leo.- arde..- hablo el en casi un susurro y salto como un felino para que ya no lo pudiera tocar mas. Mis manos habían dejado una marca chamuscada en su polo. Pero antes de que pudiera hacer algo o pudiera calmarme Leo se lanzó a mi haciendo que yo cayera al suelo de espaldas. Aprisionó mi cuerpo con el suyo y se acercó cada vez mas a mi rostro mientras sujetaba con fuerza mis muñecas a la altura de mi cabeza. Sentí como mi respiración se agitaba, mi corazón palpitaba cada vez mas rápido. Comprendí algo extrañada que solo quería tenerlo mas cerca a mi.
- Primera regla del combate jamás….
- Pierdas el control- concluyo David con mucha seriedad mientras aparecía desde la penumbra de uno de los pilares de piedra. Desde cuando había estado allí?
- Exacto….- hablo Leo mientras sentía como iba aflojando mis muñecas. Algo tenso por la situación en la que su hermano nos había encontrado. Entonces supe que era el momento indicado. Me concentre y con todas mis fuerzas empuje a Leo que al no esperar un golpe como ese cayó al suelo sin oponer resistencia. Sin ni siquiera pensarlo me puse en la misma posición que el se había puesto minutos antes sobre mi.
- Segunda regla…. Jamás subestimes a tu adversario- dije con una amplia sonrisa. Leo se quedo totalmente serio y el único que pareció alegrarse de mi hazaña fue David que aplaudió unas cuantas veces.
- Eso fue fantástico- hablo y me ayudo a parar.
- Gracias.
- No fue nada, suerte de principiante – hablo Leo que también se paraba – quien te llamo?- le pregunto rápidamente a David para darle menos importancia a lo que había hecho yo.
- Era papá, quiere verte antes de irse.
- Que se joda, no iré- hablo Leo con brusquedad
- No te comportes como un niño pequeño, Leo, ve. Además creo que Alice ya tuvo mucho entrenamiento por hoy.
Leo bufo pero tomo sus cosas y salio de allí.
- Alicia mañana no estará mi hermano para ayudarte así que prepárate.- dijo sin ni siquiera mirarme, como siempre lo hacia.
- David?- le pregunte después de unos minutos de silencio
- Si?
- Por que le decían Fox a mi madre?
- Por que lograba prender su cabello en llamas, y al hacerlo tenia una especie de cola roja. Cuando corría era muy parecida un zorro rojo. Era muy hermosa.
- Pensé que le decían así por otra cosa.
- O no, quien te hizo creer eso?


Horas antes….

El muchacho de cabellos negros observo la torre Victoria y vio con sumo cuidado como la muchacha observava hacia donde estaba él pero aun así no lo veia gracias a la oscuridad de las sombras que lo protegían. Vio con celos como Leo le ponía su chaqueta encima y desde ese preciso momento supo que aquella muchacha seria para el, Leo ya no podia quitarle mas cosas y menos a la elegida. Era una promesa que se había hecho algunos años atrás y pretendia cumplir, ya no perderia ante Leo Herion. Como un felino salto de su escondite hacia otra zona donde no podría ser visto ni oído. Marco un numero por su celular y espero que respondieran la llamada.

- Ya la encontre- hablo el muchacho
- Y que esperas traila aquí- hablo una voz femenina
- Tardare mas de lo esperado, esta con Leo.
- Entonces se paciente muchacho- hablo aquella mujer y concluyo la llamada.

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Hola, bueno solo decirles que espero les guste el capitulo y que se animen a concursar. Estoy segura que hay muchas de ustedes que son muy buenas. Hasta ahora los relatos que me han mandado están geniales y espero recibir mas, recuerden que solo queda una semana!!. Además, también las quería invitar a la pagina de Alec Vulturi and you. Se que es algo tarde pero ya la cree y espero que muchas de ustedes se apunten =)

Las quiero,

Lu!!

9 comentarios:

  1. :O ojala el muchacho del final del cap no sea david! me encanto el cap! haha y me rei cuando alice derribo a leo hahaha

    Adios,
    A. J.

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  2. holaa luu (:
    mee gusto cuando dijo regla numero 2: nunca subestimes a tu adversario jajajaj (: tome chichi (:
    yy yy mee gustaa el caap escriibe (:
    quieroo saber qwuiien era el que narra al finall o.o

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  3. WaaAAAA!!!
    qHe GeNeAl!!!
    QhIeRo sAvEr qHEn s
    eL mUcHChO De Al UlTiMo!!!
    & ChArLiE mE cAllO MuY bIeN
    Me AgRaDa.
    PlEaSe EsCrIbE pRoNtO.
    ByE =D

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  4. A mi cae muy bien David .Nosé la historia tiene un patron extranyo no se puede intuir la trama.... mmm. Awesome.

    P.D:Lu ,yo te comento cada entrada y te digo amablemente "pasate por mi blog" y tu pasas de mi de mala manera . Joeeer!

    Besos!

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  5. Y te has pasaaadooo ,,AAAAH!!! que feliz que sooy :)I encima me has comentado ...jolin

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  6. me encantooooooo!!!!!!!!! siguela

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  7. Está increible :D Participaré en tu concurso (: Adios, no tengo un blog pero cree mi cuenta para poder ser mejor comentar tus entradas :D
    Saludos! Sigue asi<3

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  8. quien sera ese chico?????
    pd: me gustaria haber participado en el concurso :$
    me encanto el cap!!!!!!!!!

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  9. Cuidado con las faltas de ortografía...

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