Estaba sentada en el pasillo del sótano del castillo, donde solían llevar a los sospechosos para interrogar y a los criminales sin suerte que terminaban olvidados si no eran muy importantes. Mire las luces blancas, cualquiera pensaría que este seria un lugar muy oscuro y tenebroso pero la verdad era todo lo contrario, es más hasta tenia pinta de hospital, lleno de puertas blancas con un pequeño vidriecito para poder ver a los criminales en sus habitaciones blancas y vacías. En una de esas salas estaba Aurora, Leo, Lilian ese tal David y otros cuantos acusados más.
Cerré los ojos por un instante y sin querer recordé el rostro de Michelle al decir que Leo había pasado la noche con su hija. Vi la expresión de Leo, nuestras manos entrelazadas aun y sentí unas ganas infinitas de mandar todo a la mierda en ese instante pero luego como un baldazo de agua fría entro Sebastian a la habitación diciendo que Lilian estaba arrestada por la muerte de su madre y ya estaba siendo llevada al sótano. En ese instante supe que el tema “Aurora” tendría que esperar y que solo me quedaba apoyar a Leo. Así que aquí estaba, esperando y rebanándome los sesos para encontrar una repuesta lógica para todo lo que estaba ocurriendo.
- Puedo ayudarte- dijo Faride en mi cabeza.- di un ligero respingo al sentir su gélida voz dentro de mi cabeza.
- En que?- pregunte mentalmente
- Puedo decirte la verdad de Leo y Aurora.- dijo y yo me quede en silencio- toda la verdad- insistió. Lo medite un poco, quería que Leo me lo dijera pero sabia que si me había mentido lo podía hacer de nuevo, así que…
- Habla- dije con la voz fría y casi sentí como Faride sonreía pero claro no podía verla solo sentirla dentro de mi.
- Prefiero no hablar sino mostrarte- dijo ella y inconcientemente cerré los ojos con fuerza. Sentí como algo frío se apoderaba de mi cabeza, tan frío que dolía un poco.
Como Aurora lo habia hecho antes al mostrarme a mi madre, ahora queria mostrarme el pasado de Leo. Vi el lugar en la que me encontraba, era un pasillo lleno de antorchas, lo reconocia, estaba en la urbe de Londres.
- Ven- dijo Faride y me tomo de la mano.
Corrimos por los pasillos como un suspiro, era tarde por que no estaba nadie y las antorchas tenian poca intensidad. Por un instante crei que subiriamos por las gradas de caracol que nos llevarian al lugar secreto de Leo pero entonces recorde que él aun no lo conocia, por que aun su madre seguia junto a él. Entramos a una habitacion, se escucho un solloso, era triste y lleno de dolor, por la agudez de los llantos supe que pertenecian a una chica, me acerque para ver más aun que sin querer, presentia lo que me esperaba.
Vi a un Leo de 14 años, aun flacucho y más pequeño pero con los mismos ojos azules y ese cabello rubio que ahora lo tenia ligeramente largo, tapando sus orejas. Abrasaba a una muchacha mas pequeña que él, delgada, muy delgada y rubia, supe que era Aurora sin verle el rostro que tenia escondido en el pecho de Leo. Observe la cama, habia una maleta llena de ropa. Ya estaba alistandose para irse.
- Nos comunicaremos, no nos separaran Aurora, nuestro amor es más grande que eso- dijo Leo y al escuchar su voz, llena de dolor mezclada con impotencia supe que realmente sufría.
- Me ire a Nueva York Leo, es muy lejos- dijo ella y por un instante se miraron a los ojos, un instante en el que vi los ojos de Leo, esa mirada que demostraba que para él, Aurora era lo más importante en su vida. Sus ojos brillaron y pequeñas lagrimas cayeron por sus mejillas. Estaba llorando! Observe sorprendida sin poder creer que Leo lloraba de esa manera por esa niña.
- Es injusto- dijo con la voz resquebrajada. Aurora tomo el rostro de Leo entre las manos y lo beso. Gire el rostro y mire a Faride.
- No entiendo para que me muestras esto- dije molesta
- Para que te des cuenta que Leo te mintió, el si estaba enamorado Alice, fue ella quien le rompió el corazón, fue ella quien no respondió las cartas. Por ella Leo es como es.- suspire mientras mi corazón se llenaba de amargura y tristeza. Me había mentido de nuevo, otra vez lo hizo. Quería salir de allí, correr y correr como antes, para tratar de olvidarme de todo esto, para llorar en silencio sin nadie pero sabia que ese era un lujo que ya no podia tener.
- Sácame de aquí!- le grite con fuerza y en ese momento abrí los ojos, nuevamente estaba en el pasillo pero no estaba sola.
- Pensé que te habías desmayado- dijo con preocupación Sebastian que ya estaba de cuclillas a mi lado y me observaba con preocupación.
- No, solo me quede dormida- dije con una ligera sonrisa.- Seb, por que tienen aquí a Lilian- pregunte antes de que las ganas de hablar de Leo me ganaran y comenzara a descargar toda mi furia con Sebastian.
- Una muchacha escucho cuando Lilian decía que estaba aliviada por la muerte de su madre.
- Pero quien no lo estaría?- pregunte algo molesta- digo, ella quiso matarla!
- Pero esas no son maneras de expresarse Alice, por eso es una sospechosa mas. – hablo Sebastian casi regañándome- Aun que… no se, siento que Lily no tiene nada que ver.
- Eso es mas que obvio, como una niña de 14 va matar a 3 personas?
- Eso y que al parecer esa chica lo hizo en venganza- respondió algo pensativo y se sentó a mi costado.
- A que te refieres?
- Recuerdas a Nicholas? El que salvo a Lily
- Si- y como olvidarlo, es apuesto y tiene embobada a Lilian pensé.
- Bueno también es un sospechoso.
- Que?!
- Se descubrió que fue el que inicio un pequeño incendio a las afueras de la urbe y que tenia droga y licor, talvez esté relacionado con los asesinatos. – suspire, ninguno de los dos me parecía un asesino. Lily era una niña y Nicholas era un niño bonito que lamentablemente estaba metido en vicios pero nada más.
- Para mi que es otra persona, talvez Aurora.-dije con asco al pronunciar su nombre.
- Talvez….hablando de otro tema, te vez mejor, mamá se alegrara al respecto.- dijo y yo di un ligero saltito al recordarla.
- Mamá!!! Como esta?
- Bien y preguntando por ti, le he contado lo que te ha pasado y esta preocupada.
- Tengo que ir a verla.- en ese instante vi el rostro de Sebastian, se puso realmente serio y supe que algo andaba mal.
- Nadie puede verla desde el día en que enfermaste. Solo los soldados como yo y eso que es muy restringido.
- Porque!- dije algo indignada y me trate de parar pero Sebastian me tomo de la mano
- Ordenes de Víctor hasta que Michelle hable con ella o desista.
- Maldita bruja si le pone las manos a mi….- no termine la frase por que las puerta de una de las habitaciones se abrió y de ella salio Michelle y Aurora. Ella me miro con superioridad. Me pare al instante sin quitarle la mirada mientras desaparecía por el pasillo.
- Es buena chica si no esta cerca de Leo-dijo Sebastian con un tono picaro, lo fulmine con la mirada.
- Ni lo pienses. – hable y comencé a caminar.
- A donde vas?- pregunto mi hermano
- Al baño- mentí, la verdad quería ir a cualquier lado en el que pudiera conversar nuevamente con Faride.
- Puedes hablar con migo cuando desees- dijo ella al instante
- Dime más, dime que es lo que hacia Aurora con Leo anoche. – Faride se quedo en silencio un largo rato.- Faride!- insistí.
- No paso la noche, fue en la madrugada para tratar de divertirse con Leo pero él ya estaba por ir a verte y se negó. Alice, él realmente te ama.- concluyo
- Entonces por que mintió?- pregunte mientras subía las gradas apresurada.
- Por que sabe como eres- concluyo.
[…]
Estaba en esa fea habitacion blanca, caminando de un lado para otro como un gato encerrado. Habia una mesa en centro y dos cillas de metal, en una estaba sentada el padre de Nicholas y en la otra se suponia que deveia estar yo, pero me reusaba a hacerles caso despues de cómo me habian tratado.
Me preguntaron una y otra vez lo que habia hecho la noche anterior y yo solo podia decir una cosa “dormir” repetia una y otra vez pero al parecer no me creian. Si no me creian como demostraria que soy inocente?
- Esta bien!- grite llena de furia. Ya me había artado de este jueguito.
- Confesaras, confesaras que las mataste!- pregunto el padre de Nicholas. Me senté con brusquedad frente a el y golpe la mesa mientras acercaba mi rostro al suyo.
- Claro que no idiota- dije y lo rete con la mirada- dije todo eso por que odiaba a mi madre y le temía también. Fue un alivio que muriera por el hecho de que ya no terminara con su trabajo, ya no me matara, ni a mi ni a Yue así que si! Por eso estaba aliviada, no es un pecado, el pecado es que ella quiso matarme y ustedes cree que yo soy la mala!- grite furiosa y al concluir tome una bocanada de aire y me apoyé en la silla. - Y algo más, dudo que Nicholas sea el asesino, el no es capaz de hacer algo tan terrible a pesar de ser como es.
- Como estas tan segura?- pregunto su padre.
- Por que estaba con el síndrome de abstinencia igual que Dariana. No tenia fuerzas ni cabeza para pensar en asesinar a alguien- hable y una ligera sonrisa salio de mi rostro al escuchar el pitido que decían que saliera de la habitación.- una cosa más…- hable antes de que las puertas se abrieran. – yo inicie el incendia haya afuera…pero no por que soy pirómana sino por que quería que su hijo ya no se hiciera más daño con eso. Si quiere levantar cargos contra mi, lo comprenderé.- dije triunfante. El padre de Nicholas palideció y salio de allí sin decirme nada, supe que había ganado, en verdad lo había hecho.
Minutos despues Leo entro y dijo que ya podiamos irnos. Sali triunfante y en la puerta del castillo me encontre con Josep. Me sonrio ligeramente.
- Te dejo, tengo que buscar a Alice- dijo Leo
- Ok, nos vemos luego- hable.
[…]
Llegue al pabellon de fuego, trate de abrir la puerta de mi habitacion pero estaba cerrada, maldita sea! No tenia la llave. Me sente en el piso apollada en la puerta de mi habitacion y abrase mis piernas con los brazos.
- Dime mas- le dije a Faride
- Ya no tengo que decirte mas, tu ya tomaste tu decisión.
- Leo me ama?- le pregunte
- Claro que si! De eso no hay duda, nunca lo dudes, su amor es puro igual que lo que sientes por él.
- Pero me mintió…-sollocé
- Por que sabe como eres, te conoce bien.
- Y como soy?!- pregunte ahora molesta
- Sueles molestarte de cualquier cosa.- dijo ella y yo me quede en silencio.- se que no es una buena ocasión para pedirte algo, pero ya te necesito- dijo después de un largo rato.
- Habla- pensé, era mejor despejar mi mente de Leo con otros temas.
- Sabes que es lo que esta buscando Víctor con los acuerdos?- lo medite un poco.
- La verdad no- dije llena de asombro, como era posible que no lo supiera?
- La corona inglesa ha dejado de apoyar a los Anastie igual que los rusos a los hijos de Fleaur. Los humanos están presionando, sobre todo los americanos. Víctor quiere mantener a todos los hijos de Fleaur y Anastie que aun siguen vivos aquí, dentro de la urbe para demostrar que su raza no es una amenaza.
- Nos quiere aprisionar aquí?
- Si.
- Pero no puede hacer eso!- grite dentro de mi cabeza.- el no es quien para hacernos esto, no tiene el poder!
- Si que lo tiene- dijo ella casi con tristeza.- dentro de dos días comenzaran ha llegar de todo el mundo y el domingo, llegaran también los humanos. Se hará una gran junta y casi todos votaran a favor, tenemos que evitarlo. Tu no has visto lo que yo, las cosas se pondrán muy feas si tratan de mantener aquí a toda la gente con dones.
- Esa es la primera parte de tu plan? Antes de encontrarte un nuevo cuerpo?
- Se podría decir que la causa justifica los medios.- dijo ella con total seguridad.- me apoyarás?
- Si cumples tu promesa si pero que planeas hacer?
- Solo te diré algo, tenemos mas aliadas, las conocerás en tres días así que recuerda, esa noche tienes que estar sin Leo. Te hablare entonces, ahora trata de no esforzarte mucho por que no estaré en tu cuerpo por algunos días, suerte en todo.
- Faride!- le llame- Faride!- grite esta vez en voz alta pero ya no estaba. Sentí como ligeramente mi cuerpo se debilitaba.
- Quien es Faride?- pregunto Leo. estaba parado en el pasillo, no se desde que hora estaba allí pero al parecer se veía preocupado y algo cansado.
- Pensaba en voz alta, eso es todo- hable con frialdad mientras me paraba con algo de dificultad. El cuerpo me pesaba ahora que Faride se había ido pero no lo sentía tan enfermo como antes, hasta lo podía sentir normal pero claro esta cuando esta Faride dentro es mucho mas liviano.
- Alice…- Leo me miro y frunció ligeramente el seño- creo que te debo una explicación.
- Sobre Aurora?- pregunte y el asintió- no hace falta, confío en ti. – me acerque mas a el y toque su pecho- se que no pasaste la noche con ella, lo veo en tus ojos. - Leo me miro con intensidad.
- Enserio?- asentí con la cabeza y le tome el rostro con las manos, como Aurora lo había hecho hace años.
Lo mire a los ojos, ahora era tan diferente a ese muchacho de 14 años optimista y rebosante de ideales nuevos. La vida habia cambiado a Leo le habia hecho pruebas muy difíciles pero el habia salido adelante a pesar de todo y yo no lo dejaria ahora por ver ese instante de su pasado en donde quisas fue mas feliz.
Apartir de ese dia todo paso muy rapido. Como Faride lo dijo, la gente comenzo a llegar, de todas las partes del mundo. Niños, adultos y hasta ancianos, todos se estaban reuniendo con grandes expectativas por lo que ocurriria. Los hermanos de Sofia seguian sin querer hablar con nadie hasta que apareciera ella. Leo pasaba casi todo el tiempo junto a mi y yo, como Faride lo habia dicho, trataba de mantenerme tranquila, sin salir mucho de mi habitacion y sin hacer muchos esfuerzos, solo salia a comer y regresaba al hospital a dormir. Dos noches largas y solitarias pero por suerte ya habia llegado el añorado dia, hoy al fin conoceria a los aliados.
- Alice- susurro Leo y se sentó a mi costado. Cada vez que lo miraba, automáticamente y sin querer lo veía abrasando a Aurora y eso me ponía mal. A pesar de que el me amara, me dolía que no confiara en mi lo suficiente para decirme la verdad de su pasado. Le sonreí ligeramente y me abrase los brazos.
- Hace frío- dije y mire la ventana, el cielo estaba gris. “Sofía llegara en la primera nevada” pensé y se me escarapelo el cuerpo.
- Parece que nevara, aun así hoy será el carnaval.
- Carnaval?- pregunte
- De aquí dos días llegaran los humanos y con ellos se habrá completado el consejo para las alianzas y las cosas estarán más tensas así que antes de ello se ha planeado hacer un gran carnaval.
- Valla, parece divertido, iremos?
- Por su puesto, pero ya que no puedes hacer mucho esfuerzo, lo veremos desde otro ángulo.
- El doctor Mark te dijo algo?- pregunte con nerviosismo
- Los resultados recién saldrán el martes, con todo lo que sucedió se a retrasado un poco por dar prioridad a lo otro.
- Esta bien, mejor para mi- dije con una sonrisa alentadora.
- Alístate.- dijo algo tenso.
[…]
Me habia despertado hace casi una hora pero no podia despegar los ojos del cuerpo de Lidia. Veia su espalda desnuda y su cabellera rubia, era perfecta. Como habia podido olvidar tan grande bellesa? Dos dias, solo eso habia vastado para sucumbir ante ella y aun que al principio senti que traicionaba a Eve luego me di cuenta que no podia sufrir para siempre por ella. despues de tantas penurias, la vida me divia algo bueno de verdad y ahora si que lo estaba disfrutando. A su lado, olvidandaba la muerte de mi madre, los problemas que tenia mi familia, la enfermedad de Alice, la tension, de todos a escepcion de ella. Con el dedo indice recorri su espalda por completo. Lidia desperto y me miro con una ligera sonrisa, mientras se recostaba y me mostraba su cuerpo escultural entre las sabanas blancas. Se mordio el labio.
- Ayer fue fantástico- dijo con una ligera sonrisa y se acerco un poco mas a mi.
- Si que lo fue, deberíamos de repetirlo mas seguido- susurre. Me sonrío mientras apoyaba su pecho sobre el mío y prendía sus manos en llamas sin necesidad de un encendedor. Lo había olvidado por completo, ella era una elegida y la legitima heredera al puesto que había dejado Scarlett. Comenzó a pasar uno de sus dedos en llamas por mis labios, demostrándome que confiaba absolutamente en mi.
- A mi me encantaría – susurro- y si por mi fuera pasaría todo el día junto a ti, en esta cama- hablo y me dedico una mirada llena de pasión.- pero tu…- suspiro y se hecho nuevamente en la cama, apagando sus manos- tu tienes que ir donde esa tal Julia y pasar casi toda la tarde con ella.
- Se siente sola- replique.
- Igual que yo- dijo indignada y se sentó, su cabellera larga tapo sus senos como la melena de una sirena, solo dejando partes de piel para el deleite de la imaginación.
- Celosa?- pregunte con una sonrisa picara.
- He esperado mucho tiempo David Herion, no quiere que una mocosa o la madre de una niña me quite lo que es mío- susurro casi con malicia. Se paro de la cama y como una diosa entro al baño.
[…]
- Te das cuenta que gracias a la rehabilitación ya puedes caminar bien- dijo Josep orgulloso por mi tobillo.
- Basta de alardear por tu trabajo- dije con una ligera sonrisa y le di un golpecito en el hombro. Josep me miro con intensidad, intensidad que jamás había visto en los ojos de alguien.
- Me encanta hacer bien mi trabajo- dijo y sonrío de oreja a oreja. Ahora, quieres alistarte para ir al carnaval, estas que buscas y buscas ropa y al parecer nada te convence.
Naturalmente, eso hubiera sido una completa blasfemia dias antes pero ahora, por alguna extraña razon queria verme bonita y ya no era por Nicholas, era por…era por Josep?
- Gira tu cochina cabeza para que pueda ponerme este polo y juro que cera el ultimo- dije y el suspiro
- Dijiste eso hace mas de 1 hora, pero esta bien, confiare en ti.
- Gracias- hable y Josep giro. Confiaba en el, tanto que sabia que no giraría. Es raro como en tan poco tiempo alguien puede confiar tanto en una persona que antes no significaba nada para ti.
[…]
Observe desde el alfeizar de la ventana de mi habitación de hospital la fiesta que se vivía allí abajo, como todas las culturas se juntaban y comenzaban a bailar al son de la salsa. Me imagine por un instante que no existían problemas y que yo solo podía mover mi cuerpo con tanta gracilidad al compás de esa música tan alegre.
- Soñando despierta?- pregunto Leo, lo mire por un instante y asentí con una ligera sonrisa mientras me acomodaba mas cerca suyo para que mi cabeza pudiera recostarse en sus hombros. Habían pasado ya dos días y ya casi no aguantaba el hecho de saber la verdad de Aurora y no poder decirle nada.
- Un poco- dije y seguí viendo aquella gente que bailaba tan bien y tan alegre sin ni siquiera saber lo que pronto ocurriría.
De que pronto los enserrarian aqui para que estuvieran aislados de sus paises, costumbres y sobre todo seres queridos. Por que eso es lo que significaban los acuerdos, encerrarnos para que asi los humanos no se sintieran amenasados. Por que ellos temen todo lo diferente a ellos y así por el simple hecho de temer tambien lo odian y destruyen.
- Que soñabas?- pregunto y me saco de mis pensamientos.
- Me veía bailando salsa- dije con total franqueza.
- Pero a ti no te gusta la salsa.
- No me gusta escucharla pero por un instante quisiera que mi cuerpo la sintiera y bailara igual que todas ellas. Parecen flotar y olvidar todo lo que esta a su alrededor…
- Si- susurro no muy convencido, talvez para el hubiera sido mejor utilizar el termino de bailar ballet por que ellas si que flotan pero las chicas que bailan salsa también lo hacen solo que con mucha mas vida, su cuerpo y sus sentimientos se fusionan en uno solo por esos preciados instantes. O talvez es solo cosa de desear mucho algo y no tenerlo.
- Me encantaría bailar pero mi cuerpo parece no ser flexible. - dije y le sonrei ligeramente. Leo me observo con esos ojos azules que penetraban mi alma.
- Que sucede?- susurro
- No sucede nada.- mentí con una ligera sonrisa de extrañeza pero la rapidez al responder me delato.
- Te conozco como la palma de mi mano, se que sucede algo, lo puedo percibir en tus ojos.- insistió. suspire
- Talvez sea la enfermedad, ya sabes falta muy poco para saber los resultados- Leo me abrazo con mas fuerza.
Estuvimos en silencio por un largo periodo de tiempo en el que el único ruido de fondo era la música y las personas en la plaza, totalmente felices, casi eufóricos, habían olvidado los cuerpos que se encontraron hace tres días, habían olvidado ya todo. Solo disfrutaban no controlar sus dones por que ahora por solo este día todos eran iguales.
- Leo- dije sin mirarlo a los ojos- por que me mentiste sobre Aurora?
- Que?- pregunto sorprendido y me miro a los ojos.
- Creíste que no me enteraría?- pregunte aun calmada. Me miro por un instante callado pero con total asombro. Lo mire ligeramente con tristeza. Suspire con fuerza-tu dices que me conoces, pero si me conocieras tan bien como dices sabrías que odio que me mientan y sabrías que nuestra relación nunca va ha llegar a nada si sigues desconfiando- le bese la mejilla.- te amo Leo, pero con desconfianza nunca se llega a nada.- dije al fin y salte del alfeizar hasta llegar al primer piso.
No dolía en absoluto, talvez por la presencia de Faride que ya había regresado de su misterioso viaje o por que hace mucho que no utilizaba el fuego azul y por lo tanto ya me parecía más a un Anastie, lo cierto es que no dolía. Camine con rapidez entre la multitud, mezclándome en ella para que Leo no pudiera encontrarme.
- El no te seguirá- dijo Faride.
- Lo se- pensé con tristeza
- Te dará espacio, eso es bueno no? Necesitamos espacio para hacer lo que queremos.- dijo con mas seriedad
- Aja.- dije sin ganas y seguí caminando. Ya estaba frente al castillo central de la urbe. Grande e imponente, se suponía que era la parte más segura de toda la urbe pero irónicamente, era el lugar perfecto para conocer a los aliados de Faride. – por donde entro?
- Subiremos por los techos aledaños, no quiero que nadie nos vea.- dijo ella
- Me vean- corregí algo incomoda. Desde que regresó me sentía incomoda, como si nuevamente mi cuerpo se rehusará a aceptarla.
Faride no dijo nada hasta que llegué a un callejon pequeño y empedrado que quedaba a un costado del gran castillo, era tan oscuro que facilmente logria subir por alli aun que la altura era tal que no sabia si lo lograria. Mire lo alto que estaba el alfeisar de la ventana de la que me cogeria y supe que era casi imposible.
- Relájate, yo lo haré por ti- dijo Faride.
Hice lo que me dijo sin mayor remedio, sentí como el frío se apoderaba un instante de mi y después de ese segundo, mi cuerpo ya no era totalmente mío. Vi como si fuera un sueño como mis piernas saltaron y como mis manos agarraron el alfeizar a casi 3 metros del piso. Trepe como si fuera lo mas fácil del mundo y luego volví a saltar, hasta llegar a lo mas alto de la casa, corrí con sigilo por los techos, era fácil saltar gracias al control de Faride, llegamos hasta la gran muralla de una de las paredes del castillo. Faride tomo impulso y como si fuera un gato logro trepar agorándose ligeramente de las piedras que sobresalían de la pared hasta llegar al gran techo de este. Corrí en silencio hasta donde estaban las campanas y allí pude observar esa silueta. Sentada dando la espalda a la plaza y a la fiesta había alguien aun que la oscuridad no me dejaba ver bien.
- tarde- dijo una voz que me helo la sangre. Rápidamente tome el control de mi cuerpo y me quede paralizada.
- No te hará daño- dijo Faride pero yo estaba allí quieta observando a Sofía.
Ya se, hace mucho que no publico pero es por dos cosas, ya casi no hay comentarios y si no hay comentarios no publicare y segundo que esta semana estoy en finales.
Lu