sábado, 24 de diciembre de 2011

Capitulo 40 - Fire girl



En tan solo un segundo todo había cambiado. Conocer la verdadera identidad de Julia había alertado a toda la urbe. Tanto así que los soldados comenzaron a desfilar por todos lados. Ahora era ella la principal sospechosa de los asesinatos. David negaba que eso fuera así ya que, según él los dos habían estado de camino a la urbe cuando ocurrió eso. A consecuencia de esas palabras David también estaba siendo acusado.

Leo ya no sabia que pensar, la confusión había invadido su cabeza por completo. Inconcientemente se culpaba por haber dejado tanto tiempo al enemigo cerca de nosotros.

- No es tu culpa- le dije mientras caminábamos hasta las mazmorras. Allí es donde Sebastian habían llevado a David y a Julia después de que Sofía la dejara inconciente.
- Es mi culpa, ella estuvo aquí tanto tiempo y yo no la reconocí!- dijo el con impotencia- sabes lo que hubiera podido pasar si ella atacaba a Lilian o a ti?- pregunto casi con dolor
- Leo, no te culpes, tu casi no recuerdas nada de ese día- hablo Sofía que caminaba a mi costado. Leo se quedo en silencio y solo le dedico una mirada fugaz. Estaba segura de que él ya sentía que algo andaba mal con Sofía.

Llegamos hasta las mazmorras de color blanco. Leo entro a ver la interrogación de Julia al igual que los hermanos de Sofía que no querían estar implicados en absoluto con ella así que prefirieron declarar. Sofía y yo nos quedamos al margen, Leo no quería que nos diera un nuevo ataque como el del comedor así que nos pidió quedarnos afuera. Aun que yo acepte su decisión con tranquilidad Sofía pararía furiosa al no poder entrar.


- Que crees que vayan a hacer con ella?- le pregunte a Sofía tratando de romper el hielo
- No se, de seguro la van a tener en un calabozo.- dijo Sofía furiosa. – sin darse cuenta Faride a complicado más las cosas al guardar este secreto- concluyo en un ligero susurro. Me tense de improviso, no podíamos hablar de ella aquí.- Pude haberla matado en ese momento. Por que demonios Faride no dijo nada?!- pregunto elevando la voz.
- De seguro tiene alguna explicación razonable- dije al fin y espere a que Faride me diera una respuesta pero se mantuvo en silencio.- Faride- la llame dentro de mi- Como demonios se te ocurre hacer esto?- le pregunte furiosa y ella al fin se pronuncio.
- Las cosas tienen que pasar por algo- susurro Faride.
- Trajiste a la que ocasionó la muerte de Leo!- dije con suma impotencia
- Y es por eso que no les dará remordimiento cuando ocupe su cuerpo. Que no lo vez?- pregunto y yo me quede en silencio.
- Como es que David logro traerla aquí?- pregunte con frialdad, poco a poco me iba dando cuenta de lo que hacia Faride para obtener todo lo que ella quería.
- No lo tomes a mal Alice, yo solo quiero recuperar mi vida- dijo ella – tanto como tu quieres estar bien. Estoy segura que harías cualquier cosa para obtener lo que yo estoy buscando si estuvieras en mi posición.
- Ya, entonces, que hiciste- dije impaciente.
- Urge en los pensamientos de David, fue fácil encontrar que su deseo mas grande era ir a la universidad. Le pedí a Lidia que le dejara una nota con los papeles de la universidad. Luego de eso fue cuestión de mover algunas influencias humanas para que David se encontrara con Julia.
- Faride!-dije sin poderlo creerlo, había manipulado completamente a David.
- Entiéndeme…era el único que podía confiar en una desconocida.- hablo.- además tenia que tener cerca a Julia, tenia que vigi…..
- Cállate! No quiero saber nada mas! - dije y Faride no volvió a hablar.

Sofía me miro algo extrañada pero no dijo nada. Caí en la cuenta de que Lidia solo se había acercado a David por conveniencia y eso además de dolerme me enfureció. Hasta donde planeaban llegar por obtener lo que querían? Me pregunte con amargura. Cuanto más soportaría esto?


[…]
- Puedes imaginarlo?- le pregunte a Josep mientras le daba un mordisco a la manzana verde que siempre me daba cuando entraba a su habitación, según el por que no comía muy bien.
- Todo este tiempo estuvieron tan cerca del enemigo- dijo Josep preocupado.- como es que Leo no se dio cuenta de que era ella?
- Bueno, según lo que escuche Julia se ha teñido el cabello y Leo jamás ha tenido muy claro lo que ocurrió antes de….de que muriera- dije con algo de tristeza.
- Ya veo por que Sofía fue la única que la reconoció
- Y también su hermana, aun que nadie le hizo mucho caso.
- Vaya! y que es lo que quería aquí?
- Nadie lo sabe, Sofía la dejo inconciente antes de que lo dijera y bueno no me han dejado entrar al interrogatorio.
- El que me preocupa es tu hermano, David. No puedo creer que crean que mato a tu madre- mire sus ojos y suspire ligeramente.
- Si, estoy mas que segura que el no lo hizo sabes? Pero es bueno que pase por esta experiencia.
- Por que lo dices?- pregunto Josep con el seño fruncido.
- Josep, mi hermano confía mucho en las personas, ya vez lo que ha ocurrido hoy. Estoy segura que esto le servirá de aprendizaje.
- Un aprendizaje muy cruel no crees?- pregunto y yo asentí mientras me encogía de hombros ligeramente.
- Créeme conozco a mi hermano, es la única manera de que aprenda algo- dije y suspire.

Lo cierto es que me dolía mucho que David estuviera siendo acusado pero tenia que aparentar ser fuerte. Josep se dio cuenta de mis verdaderos sentimientos, tomo mi mano y me sonrío ligeramente. Me puse tan nerviosa que deje caer la manzana que llevaba en la otra mano. Debido a que estábamos en el alfeizar de su ventana, cayó hacia la callecilla golpeando a un señor en la cabeza.

- Hey!- grito el hombre mirando hacia arriba. Josep y yo nos miramos, sonreímos y sin mas nos lanzamos hasta dentro de la habitación para no ser vistos. Caímos al suelo de madera entre risas.
- Estas bien?- me pregunto Josep y yo asentí mientras lo miraba a los ojos y sonreía otra vez. Estaba tan cerca de el y el de mi. Por que no acortaba el espacio? Tomo mi mano con cariño y entrelazo nuestros dedos – sabes… hace días que creo que debería besarte- dijo el con nerviosismo, mi corazón comenzó a palpitar desbocado- pero luego pienso,- hablo y se sentó mientras soltaba mi mano- que pasaría si no me correspondes… malograría nuestra amistad y….- lo mire extrañada, me senté y rápidamente y me acerque a el. Acaricie su mejilla y vi sus ojos celestes.
- Sabes Josep, a veces piensas mucho las cosas- dije, cerré los ojos y acerque mis labios a los suyos. Después de unos segundos casi interminables nos separamos. Los dos nos miramos a los ojos y sonreímos.
- Qui…quieres salir a caminar?- pregunto. Asentí con la cabeza mientras él me tomaba nuevamente de la mano.

[…]

Pasaron un par de horas hasta que los hermanos de Sofía salieron de la habitación.

- Que novedades?- pregunto Sofía.
- David es completamente ingenuo pero inocente- dijo Amelia
- Estará un rato más y luego lo sacaran- recalco Alonzo
- Y Julia?- pregunte rápidamente
- Pues aun no dice nada.- dijo Amelia
- Al parecer va enserio eso de estar muda- dijo Alonzo. Sofía y yo suspiramos.
- Por cierto Alice, no sabia que te podías mover así, realmente hoy te luciste como un felino- dijo Amelia con una sonrisa cordial. Sin poder evitarlo sentí como mis mejillas se sonrojaban ligeramente.
- Creo que fue todo instinto- dijo Sofía
- Aun así, se vio su capacidad letal, estuviste estupenda- hablo Alonzo
- Gracias.
- Bueno, nos vamos ya? Los otros miembros humanos de la corte de los acuerdos están por venir así que nos tenemos que ver presentables.- dijo Amelia- Nos acompañas Sof?- le pregunto con una mirada de esperanza. Sofía asintió con la cabeza.
- Tenemos tanto que hablar- dijo con una ligera sonrisa- además tengo que decirles mi opinión respecto a los acuerdos- hablo ahora con completa seriedad. Me miro por ultima vez y me guiño el ojo.

Comprendí que Sofía pondría en contra de los acuerdos a sus hermanos para que así estuvieran a nuestro favor. Ellos se fueron y me dejaron sola pero no fue por mucho tiempo. Leo salio después de unos minutos.

- Podemos salir de acá? Este lugar me enferma- hablo sin muchas ganas. Asentí con la cabeza.
- No esperaremos a David?- pregunte al percatarme que en verdad no estábamos yendo con prisa.
- No, quiero estar solo con tigo- dijo con esa mirada tan penetrante que me erizó la piel. Le acaricie el rostro y le sonreí ligeramente.
- No importa en que situación estemos- susurre acercándome a su oído al entender la intensidad de esa mirada- estas horas serán solo nuestras.- concluí, lo volví a mirar y le sonreí ligeramente. Su rostro rudo se suavizó un poco.

Caminamos por las callecillas y mientras lo hacíamos compramos algo de comer. Leo estaba muy callado, a pesar de lo que hiciera siempre estaba así. Su semblante demostraba que esta preocupado, talvez no tenia el don de una hija de la luna pero sabia que algo andaba mal, no solo con migo sino con los demos. Me apegue a su pecho tratando de calmar esa inquietud y el me abrazo con fuerza.

- Al cuarto?- pregunto y yo negué con la cabeza.
- A nuestro lugar secreto- susurre.

Pronto habíamos llegado hasta el lugar que Leo había construido, el pequeño invernadero. Seguía con las flores de todos los colores aun que algo más marchitas y descuidadas por la falta de atención. Aun seguían los cojines y la alfombra mullida de color negro. Por un instante cerré los ojos y respire el aroma a flores, a libertad. Desee con todas mis fuerzas retroceder el tiempo, regresar un año atrás cuando mi relación con Leo estaba en el punto de la perfección. Gire para observar a Leo, aun tenia esa mirada triste y preocupada. Suspire y me quite el saco, luego la chompa. Me acerque más a el y le di un beso en los labios mientras sentía como mi piel a pesar de la ropa de Leo ya comenzaba a calentarse.

- Olvida, por estos segundos que nuestra vida se esta yendo a la mierda- dije y le fui quitando la ropa poco a poco. Cuando ya no tenia nada arriba me tomo de la cintura y me apego mas a el.
- Temo perderte Ali- susurro y yo lo bese con mas vehemencia que antes.
- No, no pienses en eso ahora, por favor- susurre y le volví a besar. Poco a poco me dejo caer con suma delicadeza en la alfombra. Me quito los cabellos del rostro y me sonrío con tristeza.
- Es inevitable cuando sabes que los resultados salen el martes- dijo el con pesar.

El pequeño momento de felicidad que trataba de crear se vio resquebrajado con lo que acababa de decir, comprendí que a Leo no le preocupaba, David, Julia o hasta Sofía, todo el tiempo había estado preocupado por mi. Trate de hacer oídos sordos, no seguiría con esta conversación.

- Por favor…-susurre- en este momento no hay enfermedad ni traición ni nadie ni nada en este mundo que nos pueda separar, solo estamos tu y yo, esta bien?- pregunte casi rogando que aceptara. El asintió con la cabeza y me dio un beso en los labios tan fugaz que pareció el viento.
- Esta bien- susurro. Su semblante cambio radicalmente, su mirada de estar tensa y preocupada paso a ser de una persona hambrienta de deseo. Sonreí y solo me deje llevar.

[…]

- Antes de que me vaya, quiero hablar con ella- dije, Rin que en ese momento era la encargada de cuidar a Julia asintió con la cabeza aun que no se veía convencida.
- Has visto que yo he tratado de interrogarla, nada de lo que hago parece funcionar, no quiere hablar. Que harás tu?- pregunto
- No es que quiera faltarte el respeto pero ella suele hablar mas con migo- dijo David
- Es verdad Rin, ella habla mas con el que con cualquier otro- dijo Eve que no se había alejado de mi ni un solo segundo desde que me trajeron a las mazmorras.
- Entonces adelante- dijo Rin. Salí de esa habitación que solo nos separaba por un vidrio opaco de la habitación en donde estaba Julia.
- Hola- le dije al entrar. La muchacha me miro con rabia. Tenia las manos y los pies aprisionados con grilletes. A pesar de estar sentada veía como se sentía muy incomoda.
- Por que dejaste que me hicieran esto?- pregunto sin ni siquiera mirarme
- Atacaste a Alice, ella te trataba de defender- dije con paciencia y me senté frente a ella, lo único que nos separaba era una mesa rectangular de color plateado. Me miro con miedo.
- Tenia que hacer algo- dije conteniendo las lagrimas- sino Sofía me iba a matar.- dijo ella y a pesar de que ver su rostro tan triste y lleno de miedo me conmovió, saber que ella era la causante de la muerte de Leo no me hizo resquebrajar.
- Es natural que ella reaccionara así- dije sin expresión alguna- tu trataste de matar a mi hermano.- ella suspiro furiosa y dio un golpe a la mesa con sus dos manos.
- Estas de su lado!- grito con rabia.
- Es mi hermano- dije sin levantar la voz- pero puedo ayudarte…solo dime que tratabas de hacer aquí.
- No creo que me ayudes!- dijo ella y me reto con la mirada
- Confía en mi, dime para que viniste, como es que llegaste a Oslo…jamás te he mentido, siempre te he ayudado, ahora ayúdame tu. Te están tratando de inculpar en un crimen que no hiciste, dime la verdad.- ella suspiro con fuerza y supe que había ganado, me lo diría.
- Cuando mi abuela me pidió huir solo lo hice sin mas, sin pensar en que no tenia dinero o que solo tenia 16 años, solo quería huir. No sabia que la vida en las calles era tan difícil sabes? Trate de camuflarme en Londres, comencé a robar para sobrevivir y fue entonces cuando llegue a una calle en la que había mucha gente que jugaba con fuego. Supe que eran ellos, eran Anastie, escuche por horas sus conversaciones. Decían que en Oslo estaba la urbe mayor y que allí es donde se encontraban los héroes. Claramente se referían a Sofía y a todos los que habían participado en esa masacre.
- Entonces solo viniste por ella o por todos?- pregunte
- Por ella!- dijo con esperanza en la voz y sus ojos brillaron- pensé que la urbe quedaba en la misma ciudad de Oslo pero cuando llegue me di cuenta que estaba mas perdida que nunca es por eso que me metí a ese burdel- hablo ella- luego tu me encontraste y supe que era mi oportunidad. David tienes que creerme yo no quería hacerle daño a tus hermanos o Alice solo quería a Sofía. Matarla- hablo con mas rabia en la voz.- hacerle pagar el sufrimiento que le hizo pasar a mi abuela. – sus manos se hicieron puños, volvió a dar un fuerte golpe a la mesa. – yo no tuve nada que ver con esos asesinatos solo la quería a ella.
- Eso es todo, sal de hay David- dijo Rin por los parlantes. Me pare y la observe impávido.
- Una cosa más, todo lo que me dijiste de tus abuelos y padres es mentira?
- Si- susurro ligeramente.
- Me mentiste entonces - dije al fin y me retire. Escuche el grito desgarrador de Julia pero no me inmute y seguí mi camino.
- Dijiste que me ayudarías. Mentiroso!- fue lo ultimo que escuche. Al salir de la habitación Eve me esperaba. Sin decirme nada me abrazo con fuerza.
- Lo hiciste bien.- susurro a mi oído.
- Me siento como la peor basura del mundo- hable con sinceridad.

[…]


Abrí los ojos y observe a Leo dormía boca abajo pero aun así su rostro daba al mío. Su respiración era pausada y tranquila, estaba en un sueño profundo que seria muy difícil de despertar. Yo solo podía observarlo, pasar mi mano por sus cabellos y pensar en todo lo que estaba sucediendo tan rápido.

Después de comprender lo que estaba dispuesta hacer Faride con tal de recuperar su vida me di cuenta que no la podía culpar y que esa era la fuerza que me faltaba. No importaba si su integridad como persona se desmoronaba con las decisiones que iba tomaba, ella estaba dispuesta a todo por encontrarse nuevamente con Leif por luchar contra Astrid, por tener su vida de regreso. Eso es lo que me faltaba, ser una luchadora, por que de querer quería seguir viva, para tener muchos momentos como este pero no daba casi nada de mi para hacerlo. Extrañamente me sentí decepcionada de mi misma, tratando de hacerme la persona mas moral del grupo estaba descubriendo que en verdad era una persona que quería todo fácil, sin meterse en problemas por no hacer nada malo, esperando a que otras se metan y luego juzgándolas. Eso no estaba bien, tenía que ser yo la que tome ese tipo de riesgos, por que después de todo era mi vida la que estaba en juego.

Las luces de la calle ya comenzaban a prenderse y el cielo cada vez se hacia mas oscuro. Había dejado de nevar hace rato pero sabia que si me separaba un poco de Leo el frío comenzaría a calar mis huesos.

- Leo- le susurre. El abrió sus ojos con pesadez- creo que es momento de que nos vayamos, es tarde.- dije con una ligera sonrisa y le bese en la frente
- O podríamos quedarnos aquí y disfrutar un poco mas- hablo, se veía mucho mas relajado. Eso de alguna manera apaciguó mis pensamientos pero le dio más fuerza a la decisión que había tomado. Le di un beso en los labios y me recosté a su lado.
- Me encantaría pero recuerda que yo tengo toque de queda- dije refiriéndome a que debía de estar en el hospital. Suspiro con fuerza
- Veo que regresamos a la realidad- dijo con mas seriedad.
- Cuando quieras podemos regresar aquí y olvidar todo lo que esta pasando- dije y le di un beso fugaz, enseguida a eso me vesti y le lance su ropa para que hiciera lo mismo.
- Leo…- pregunte mientras observaba la ciudad desde los ventanales del invernadero.
- Si?- pregunto mientras me abrasaba por la cintura.
- Que pasaría si los acuerdos se firman? Te irías o quedarías?- pregunte sin verle el rostro.
- Me quedaría aquí- dijo mientras me abrasaba aun más
- Por que?- pregunte con asombro
- Por que aquí están los mejores médicos- dijo y yo suspire
- Y si no tuviera nada?- pregunte y el apoyo su quijada en mi hombro
- Me iría a donde tu quisieras. Con tal de estar con tigo, hasta Londres seria un lugar acogedor para mi.

Leo me llevo a mi habitación y después de ver unas horas la televisión mientras yo cenaba él tuvo que irse. Unas horas después de que salio y que las enfermeras ya había apagado mis luces comencé a alistarme en silencio. Faride no se pronunciaba pero sabia que ella estaba al tanto de mi decisión. Ahora daría todo de mi parte para que esto terminara pronto.

- Faride, toma control de mi cuerpo y llévame hasta ellas- hable.

Sentí pronto una sensación extraña en mis extremidades, como un ligero hormigueo que luego hizo que me sintiera mas liviana. Pronto me vi saltando por la ventana de mi habitación y trepando hasta los tejados. Corrí entre las sombras como un felino sigiloso y en menos de 10 minutos de saltos y piruetas ya estaba en el lugar de las estatuas olvidadas. Sofía, Rin y Lidia ya estaban presentes cuando yo llegue. Le dedique una mirada lasciva a Lidia. A pesar de que Faride lo hizo para tener a Julia cerca de nosotros, jamás perdonaría a Lidia por usar de esa manera a David.

Las mire a todas con seriedad y suspire con fuerza, sabia lo que tenia que hacer y aun que no me gustara era el único modo de acabar esto rápido.

- Tenemos que sacar a Julia y Fox antes del martes- hable y todas me observaron estupefactas. Era la primera vez que yo daba una iniciativa de esa forma, tan decidida.
- Por que tan rápido?- pregunto Sofía
- El martes me darán los resultados, todas sabemos que serán positivos y si es así Leo ni los doctores me quitaran la vista de encima.
- Tiene razón -dijo Rin – aun que seria mejor sacarlas el mismo martes, ese día según tengo entendido Michelle y los humanos tendrán una auditoria con tu madre. - “Quieren inculparla de todo” pensé furiosa.
- Alice, puedes escapar definitivamente el martes en la madrugada. Sabes que cuando saquemos a Julia y Fox ya no habrá vuelta atrás- hablo Sofía y yo asentí con la cabeza. Aun que me doliera separarme de Leo esto era por el bien de los dos.
- Ahora, puede decirnos Faride que pensaba al no contarnos sobre Julia?- pregunto furiosa Rin
- Yo ya lo sabia- dijo Lidia. Todas la miramos inquisitivas- aun que no sabia que era July- recalco - Sabia que no era en vano que me pidiera engatusar a David para que fuera a Oslo.
- Diles, que las cosas tienen que pasar por algo, que ahora toda la urbe esta más tensa y que no se van a fiar fácilmente de los humanos ahora- dijo Faride. Les di el mensaje y al parecer todas entendieron ese razonamiento.
- Ahora vas ser mas fácil germinar la semilla de la duda en las cabezas de los demás- dijo Sofía.- sobre todo en la de los humanos.
- Así es.- dije. Faride realmente pensaba en todo.
- Hoy debido a que estuvimos con el problema de Julia no pudimos observar a los recién llegados. Vinieron representes de casi todos los países aliados, como Alemania, Rusia, Inglaterra, Estados Unidos, Japón, China y Brasil. Solo faltan los de Australia e Irlanda. – dijo Rin
- Entonces comenzamos con el plan?- pregunto Lidia y Rin asintió.
- Faride, ahora tendrás que encargarte de entrar a la cabeza de cada uno y hacer que cambien de opinión.
- Se que en esta noche no podré hacer que todos cambien de opinión pero haré lo posible.- dijo Faride dentro de mi cabeza y yo les transmití el mensaje.
- Algo mas por hoy?- pregunto Lidia impaciente.
- No te vas a escapar muy fácilmente- dije con frialdad- tenemos que planear muy bien como sacaremos a mi madre y a Julia de allí. No puede haber ningún error.

[…]

- Entonces oficialmente soy tu primer enamorado verdad?- pregunto con felicidad después de decirle “si”.
- No te pases de listo- dije y le di un ligero golpecito en el hombro. Me sonrío y me abraso ligeramente.
- Cuantos enamoradas has tenido tu?- pregunte y el se puso algo tenso.
- La verdad. Solo dos.- dijo el y yo lo mire algo sorprendida. Lo ideal hubiera sido que me dijera “solo tu” pero eso era tan perfecto que solo podía anhelarlo.
- Yo y….
- Tu e Isabela- dijo con algo de tristeza en la voz al nombrarla.
- Le paso algo?- pregunte observando sus ojos. El negó con la cabeza- entonces por que nunca he sabido de ella?
- Por que ella no vive aquí por lo menos ahora no…- susurro.
- Por?- pregunte muy curiosa y el suspiro
- Quería ser una buscadora. – hablo, caí en la cuenta que los buscadores eran la gente que iba alrededor del mundo buscando mas sobrevivientes para traerlos aquí.- Así que apenas cumplió 15 y tubo la aprobación de su hermano, se fue con la tropa de tu amiga Jena hace solo unos meses y…
- Y terminaron y ahora estas con migo- dije malhumorada mientras me cruzaba de brazos.
- No nada de eso Lily. – dijo el y se puso frente mío. - Yo ya había roto con ella muchos meses atrás por que se unió al grupo de mi hermano. Pero…-

“El primer amor nunca muere” pensé malhumorada. Josep no dijo nada por un instante, comprendí que le era muy difícil expresarse. Pero que mierda! Si era difícil decir lo que sentía es que aun sentía algo fuerte por ella, aun así guarde todos mis celos lo mas profundo de mi ser. Ahora él estaba con migo no? Me pregunte mientras me destensaba y el me tomaba de las manos.

- Quieres comer algo?- le pregunte mas relajada mientras cortando el silencio, el asintió con la cabeza. Nos acercamos a una pequeño café y tomamos el té en silencio.

Después de un rato, comenzó a hablarme de otro tema y yo supe entonces que aun le costaba hablar de ella. Que lo que le hubiera hecho realmente le dolió en el alma y que talvez si…aun le gustaba o sentía algo por ella. Sentí miedo o talvez estaba pensando demasiado en ese tema pero lo cierto es que no me quitaba de la cabeza a Isabela.

- Oye, te vez muy pensativa.- hablo Josep y yo negué con la cabeza mientras le sonreía ligeramente. En ese instante se escucharon los repetidos campanazos. Pagamos la cuenta y salimos rápidamente para ver lo que ocurría afuera. Muchas personas iban corriendo hacia la puerta de occidente.
- Señora sabe quien ha llegado?- le pregunte a una mujer que iba con mas tranquilidad
- Que no saben?- pregunto sorprendida. Los dos negamos con la cabeza.- han llegado los últimos buscadores con mas de 100 personas nuevas.
- Isabel- susurro Josep y a mi se me erizó la piel.

[…]

Aquí esta el capitulo!, se que hoy es víspera de navidad y que muchos de ustedes celebran este día así que feliz navidad para todas ustedes! Espero que la pasen muy bonito y hasta la próxima!Por cierto, gracias por los comentarios. No importa si son en la propia historia o en el chatbox por que se que por alguna razón ha estado fallando u.u pero bueno, comentar es lo que cuenta. Sigan comentando y como ya lo dije, feliz navidad!Saludos,Lu.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Capitulo 39 - Fire Girl

Los juegos artificiales iniciaron pero no me intereso. Yo solo estaba allí, parada sin moverme, observando a Sofía, Rin y Lidia. Trataba de comprender como ellas darían tanto por Faride pero simplemente no me cabía en la cabeza.

- Dicen que para salvarla tienen que dar sus dones!- dije con impotencia. No importaba lo que les dijera, ellas ya estaban decididas.- saben la locura que están diciendo?
- Que no has escuchado?- pregunto Lidia con molestia. – no daremos todo nuestros dones, tan solo será parcialmente.- hablo como si eso fuera bueno.
- Ya no podrán crear fuego!- recalque- ahora no serán especiales serán como cualquiera que tiene el don!
- Y eso no importa!- grito Rin- si es necesario daría mas, entiende que es por una causa justa!- negué con la cabeza y observe a Sofía.
- Tu no podrás dar tus dones parciales, serás humana otra vez- hable y ella asintió con la cabeza.
- Como antes- dijo con una ligera sonrisa. Sus ojos demostraban dolor pero ella no quería demostrarlo.
- Pero Sofía.
- Alice, se que puede ser duro comprender como se hace el ritual pero entiende que yo daría todo lo que conservo por saldar la deuda que tengo con Faride.- hablo Sofía. Suspire con fuerza y me apoye en una de las estatuas.
- Según lo que entendí para que Faride reviva con sus dones tienen que haber 6 donantes verdad?
- Exacto- dijo Rin – pero las hijas de Fleaur y Anastie tienen que ser especiales, tienen que crear su propio fuego- asentí, “elegidas” pensé.
- Pero aquí solo hay la mitad de las personas, eso significa que yo también tendré que hacerlo?- pregunte muy asustada.
- No Alice, tu ya estas haciendo mucho por mi al alojarme en tu cuerpo- se apresuro a decir Faride con calma. Yo asentí con la cabeza.
- Entonces quienes son las otras?- pregunte en voz alta y las demás entendieron que Faride ya me había contestado.
- Faride conoce a mucha gente, ya encontró a dos muchachas que nos pueden ayudar. Una es una hija de la luna que desconoce su realidad así que nos ayudara.- hablo Sofía, me pareció muy egoísta de su parte pero decidí no decir nada. Quería mantenerme al margen por que sabia que lo que dijera no cambiaria en nada las cosas.
- La otra muchacha es Gabriela amiga de la infancia de Faride, ella si sabe que es una hija de Fleaur pero esta dispuesta a darle lo que quiere con tal de que la libere- dijo Rin
- Liberarla de que?- pregunte
- Ya te darás cuenta cuando la conozcas- hablo Lidia. Asentí con la cabeza a regañadientes. Era terrible ser la ultima en enterarse de las cosas, casi nadie quería explicarme nada y hasta parecía que les molestaba de sobremanera que preguntara.
- Aun así falta una persona, una Anastie- dije y las tres me miraron.
- Será mejor que te agarres- dijo Lidia con burla y con una mirada que era casi malvada.
- Porque? –pregunte algo asustada. No podía ser yo, ya me lo había dicho Faride entonces….- mi madre!- dije furiosa.- no, no lo voy a permitir!- dije rehusándome a que le quitaran su don.
- Alice tu no eres su madre!- dijo Sofía
- Pero…
- Ella ya tomo su decisión- dijo Faride en mi cabeza.
- Tu la influenciaste, como lo has hecho con las demás- dije amarga dentro de mi. Poco a poco me estaba dando cuenta de lo que podía llegar a hacer Faride por regresar a la vida y no era nada bueno.
- Alice no es eso- dijo ella con tranquilidad- le dije que la liberaríamos y que con su ayuda, evitaríamos muchos problemas además de estar junto a ti. No se negó y es la verdad! He visto el alma de tu madre, piensa que estar encerrada es la mejor solución para apartar todos esos remordimientos pero lo cierto es que, es una gran mentira. Le están consumiendo poco a poco.

Lo que ella decía era cierto, pero me resistía a pensar de que mi madre perdería ese esencia tan importante que le hacia ver con tanta vitalidad.

- No te engañes tu también Alice, sabes que es lo mejor.- hablo Faride.

Imaginé a mi madre encerrada en ese cuarto, sin poder ver a nadie por la estúpida de Michelle. En como pasaba todas las noches preguntándose por que no podía visitarla. Era completamente injusto, lo sabia bien pero tenia miedo. Talvez mi comportamiento era sobre protector pero es que ahora la veía tan frágil e indefensa. Sin embargo me vi obligada a aceptar, era lo mejor para ella, Fox siempre había sido así, libre y tener a mi madre en esta travesía era el mejor apoyo que podía pedir a pesar de nuestras diferencias.

- Ya, Faride tiene razón y si mi madre esta de acuerdo acepto su decisión- dije con algo de miedo.
- Y eso es lo único que podías hacer- aclaro Rin. La mire desafiante pero no dije nada.
- Hay algo mas…. Faride necesita un cuerpo para la transmutación, quien es?- pregunte. Las tres negaron ligeramente con la cabeza.
- Diles que se quien es, que pronto se enteraran. Todo a su tiempo- hablo Faride. Les transmití el mensaje y sin mas que decir nos despedimos.
- Nos veremos mañana en este mismo lugar- recalco Rin mientras se iba corriendo.
- Alice- dijo Sofía y se acerco a mi mientras las otras se iban por distintos lugares para no ser vistas.
- Que?- pregunte sin muchas ganas de hablar, todo lo que me habían dicho hoy era realmente mucha información que procesar ya no quería saber más.
- Mañana me presentare oficialmente. Rin me ha dicho que Eve esta preparando un desayuno con mis hermanos así que creo que esa es la mejor ocasión. Por favor ve, según lo que me dijo todos ustedes también están invitados y seria bueno tenerte a pesar de guardar las apariencias.

Asentí con la cabeza y antes de que ella dijera algo me lance por los tejados hasta caer como un gato en la calzada de una callecilla desierta. Camine en silencio, tenia mucho frío y sin darme cuenta ya estaba calentando mis manos con mi fuego. Se sentía bien, hace tanto que no lo utilizaba por temor a que se acabara mas rápido que había olvidado lo viva que me hacia sentir esta sensación. Una pulsada de culpa apareció en mi corazón, por Faride ellas darían eso que tanto les gustaba y hacia que se sintieran especiales y vivas.

- No es solo por mi- dijo ella algo irritada.
- Ok y por los demás- hable a regañadientes.
- Quiero pedirte algo- hablo Faride.
- Que cosa?- pregunte con el seño fruncido, la idea de hacerle un favor en estos instantes no me apetecía.
- No discutas con Leo que ya viene- susurro y luego mi cabeza se quedo en un silencio perpetuo.
- Que?- pregunte algo extrañada, levante la vista y observe la silueta de un hombre acercarse con rapidez entre la oscuridad. Apague rápidamente mi fuego y trate de caminar hacia el. Su postura algo encorvada y su caminar rápido demostraba que estaba preocupado y que buscaba a alguien, a mi? Paso rápido a mi costado, sin percatarse ni siquiera quien era yo.
- Leo-susurre y el se quedo paralizado por un instante luego giro su cuerpo y me miro.
- Alice?- preguntó. Prendí una de mis manos en fuego para que pudiera ver mi rostro.- Alice- dijo el y suspiro. -A pesar de que estuviera molesta me abrazo con fuerza. Tomo mi mano con fuego y la cerro con suavidad.- No gastes tu flama- me susurro mientras acercaba su rostro al mío. Lo mire a los ojos, a pesar de la oscuridad que nos albergaba podía verlos con claridad.
- Por que me mentiste?- le pregunte
- Se que no hay escusa para mentirte, se que debería confiar plenamente en ti pero…-negó con la cabeza nervioso.- temía que supieras que un día fui muy débil, temía que creyeras que al haber tenido algo tan fuerte con ella, fuese un obstáculo entre nosotros ahora, como lo fue Sofía.

Me mordí el labio pensativa. Era horrible ser tan desconfiada pero no podía hacer nada con mis sentimientos. Amaba a Leo eso lo sabia bien pero también sabia que jamás lograría confiar plenamente en el por todo el daño que me había hecho antes. Aun, no podía disculparle del todo y que el me mintiera andaba ese surco de resentimiento que tenia hacia él. Era difícil y complicado pero eso es lo que sentía y me entristecía saberlo.

- Esta bien, los dos tenemos secretos- dije con tristeza.
- Lo lamento Alice, desde hoy en adelante te contare todo…-lo acalle con un dedo el boca.
- No Leo, no quiero que te sientas presionado. Creo que…creo que en parte es mi culpa. Si no fuera tan desconfiada tu jamás hubieras temido decirme esto. Soy yo la que tiene que aprender a confiar en ti.- hable y me separe ligeramente de el. Comencé a caminar hacia la dirección en la que Leo había venido. Lo mire ligeramente y le tendí la mano. - Será momento de que comience no?- le pregunte con una ligera sonrisa un tanto melancólica. El entrelazo sus dedos a los míos. – Y Leo…- dije mientras levantaba la vista. El me miro expectante. - Ya no lo lamentes tanto, son cosas que pasan y fortalecen nuestra relación- hable y apegue mi cabeza en su brazo. Leo paro y me abrazo con fuerza.
- Eres única Ali, quiero que entiendas que no te cambiaria por nadie, por que yo te amo.

[…]

Había dejado a Julia en su habitación de hospital no sin antes decirle que mañana la recogería para ir al desayuno. Fui con rapidez a mi habitación esperando que Lidia ya se encontrara allí pero lamentablemente no estaba. Me di una ducha rápida y me metí a la cama, ya era tarde así que supuse ella no vendría y se quedaría con Aurora. Apague las luces ya rendido y estuve a punto de dormir cuando escuche que la puerta de mi habitación se abría.

- David…-susurro Lidia. Gire rápidamente y prendí las luces de la mesa de noche.
- Donde estabas?- pregunte y ella me miro algo disgustada
- No soy tu novia ni esposa ni nada para que me pidas explicaciones- dijo molesta. La mire algo extrañado, jamás me había tratado así por que ahora se ponía de esa manera tan reacia.
- Lo lamento, pero estabas con migo y luego desapareciste…pensé que te había pasado algo malo.
- No, solo tenia que hablar con mi familia- dijo ella aun molesta aun que eso parecía mas un berrinche. Me pare de la cama y la abrase, ella giro su rostro.
- Ni siquiera me buscaste…
- Claro que te busque, pero creía que estabas con Aurora así que…
- Desististe- dijo ella con el seño fruncido. Sin poder evitarlo sonreí.
- Pareces una niña pequeña- dije y la apegue mas a mi cuerpo, ella aflojo ligeramente los brazos y los entrelazo en mi cuello.
- Que soy?- me pregunte y yo la mire extrañado. A que venia todo esto? Como no recibió respuesta prosiguió- me refiero a que somos?- pregunto nuevamente.
- No se, creo que me dejaste en claro que solo querías pasar el rato- dije con algo de frialdad, frialdad que no quise demostrar.
- El David que yo conocía jamás hubiera permitido eso.- hablo con seriedad- quería ver hasta donde llegabas pero ya me canse, no eres el mismo.
- Claro que no lo soy Lidia. Todo lo que me ha sucedido ha cambiado mi forma de pensar.
- Es triste que todo lo que te ha sucedido ya no te haga un caballero- dijo ella y me dio un ligero empujoncito
- Si querías pelear por que viniste?- le pregunte furioso
- Por que quería sacar mis cosas imbécil!- grito ella. Abrió mi armario, saco su mochila, me lanzo una mirada asesina y salio de allí dando un portazo.
Suspire furioso. Pero que había pasado que de estar bien ahora estábamos en esto? Di un golpe a la mesa lleno de rabia, apague la luz y sin mas trate de dormir pero Lidia aparecía en mi mente y no solo ella sino lo hermosa que había estado esta noche Eve. “Como me hubiera gustado pasar mas tiempo con tigo Eve”. Pensé mientras el sueño me vencía.

[…]

Al día siguiente desperté en la fea cama del hospital. Sentía que alguien me estaba observando y cuando gire observe que Leo ya estaba en la puerta de la habitación.

- Esta nevando- dijo Leo.

Como una niña pequeña me levante de la cama y abrí las cortinas para ver. Efectivamente toda la plaza estaba completa de nieve y aun pequeños copitos caían silenciosamente.

- Viene hoy- dije girando ligeramente para ver el rostro de Leo. Los dos sabíamos que me refería a Sofía. No era necesario decir su nombre, siempre estaba presente entre nosotros.
- Si tus predicciones son ciertas, si.- dijo el con la voz neutral y dejo ropa limpia en la cama.– cámbiate que llegaremos tarde.

Se veía tenso, muy tenso, era extraño por que creí que ya habíamos aclarado todo la noche anterior pero al parecer aun había algo que le preocupaba.

- Sofía- susurro Faride que ya despertaba dentro de mi.
- lógico- susurre.

Era lógico que Leo se pusiera tan tenso al volver a verla. Después de cómo habían terminado las cosas, supongo que el se sentía culpable por no haberla ayudado a pesar de que se lo prometió. Y a eso teníamos que agregarle la inseguridad que el creía que yo sentía.

- Que?- pregunto Leo y yo negué con la cabeza.
- Nada, pensaba en voz alta- dije mientras agarraba las prendas que me trajo y me metía al baño para alistarme. Me di una buena ducha de agua caliente y me puse lo que Leo me trajo. Pantalón negro, chompa gris, saco negro y unas botas del mismo color.
- Gracias por la ropa- dije al ver que había combinado bien. Se encogió de hombros.- Leo- dije mientras me acercaba y veía sus ojos.
- Sofía no cambiara las cosas, por lo menos de mi lado no- hable con completa seguridad. Leo me miro con seriedad sin creer muy bien lo que yo decía
- Enserio?- pregunto y yo asentí con la cabeza.
- Enserio- repetí y salimos de allí

[…]

David había venido muy temprano con esa chica tan extraña llamada Julia. Juntos caminábamos hasta el departamento de Eve por que si! Ella al ser parte importante de la corte tenia un departamento completamente amoblado para ella. Vi de reojo a Julia, siempre tan junta de David me parecía sumamente empalagosa y molesta, como David no lo veía? Ya comprendía a la perfección por que Lidia había discutido con el, era simplemente por Julia.

Llegamos a la casa de Eve, David quería llegar algo mas temprano por que sabia que Eve estaba preparando todo eso sola. Tocamos la puerta dos veces y Eve abrió sin hacernos esperar. Tenia a Yue en sus brazos y vestía un hermoso vestido verde mientras que Yue tenia un enterizo blanco muy bonito. Eve nos vio algo sorprendida.

- Donde esta Lidia?- pregunte con amabilidad
- No preguntes….-dije con un tonito burlón mientras entraba a la casa.
- Ho! Ya veo- dijo con una sonrisa disimulada y me entrego a Yue. La pequeña al verme sonrío radiante y me abrazo con fuerza.
- Hemos venido temprano para ayudar, no te molesta no?- pregunto David que se sacaba el saco y lo ponía en el perchero. Julia hizo lo mismo y descubrí el traje que llevaba puesto. Un pantalón caqui con una chompa marrón. - Julia, por que no te quedas con Lily mientras ayudo a Eve- dijo David demostrando que quería estar solo con ella. Julia asintió con la cabeza pero su rostro se mostró furioso. Se sentó a mi costado y me miro con molestia.
- A mi tampoco me agrada estar junto a ti- respondí al ver su rostro. Esa muchacha no me inspiraba confianza y el estar casi muda le bajaba mil puntos. Nos quedamos en un perpetuo silencio por unos largos minutos hasta que tocaron nuevamente la puerta.- yo abro!- grite, y camine con Yue en brazos hasta la puerta, la abrí y descubrí que era Leo y Alice.
- Hola chata- hablo Leo que entraba y revolvía mis cabellos.
- Leo!- dije con un tonito de molestia fingido pero realmente me agrado que hiciera eso, hace mucho que no me molestaba.
- Hola Lily, hola Yue- hablo Alice siempre tan gentil. Debo admitir que se veía mucho mejor, ya no estaba tan pálida y lo mejor de todo, las ojeras habían desaparecido de su rostro. Dejaron sus sacos y entraron a la sala donde aun seguía Julia.
- Y tu eres….Julia verdad?- pregunto Leo y Julia lo miro con susto, casi miedo. Asintió con la cabeza y la agacho.
- Pero que rara es- balbucee

[…]

Me senté al costado de Julia para tratar de conocerla mejor. Era una muchacha muy tímida ya que, evitaba mirar a Leo a los ojos pero por que? Faride dentro de mi se mostraba muy inquieta pero no quería hablar al respecto.

- Y de donde vienes?- le pregunte pero no recibí respuesta
- No te molestes en preguntar solo habla con David- dijo Lily que jugaba en ese momento con Yue y Leo.

Lo observe, tan feliz con la pequeña Yue. Me lo imagine como papá, seria un buen papá en el futuro, pensé y luego una punzada en el corazón me recordó que para eso tenia que sobrevivir.

Tocaron el timbre y algo dentro de mi me dijo que eran los parientes de Sofía. Eve se encargo de recibirlos. Creí que con sus hermanos también llegarían Jay y Vladimir pero al parecer estos dos no estaban invitados. Amelia y Alonzo entraron con trajes totalmente negros, Amelia un vestido muy pulcro y Alonzo con un terno. Me sentí algo desentonada por que mi ropa al igual que la de Leo (jeans y chompa azul) era muy casual.

- Buenos días- dijo Alonzo y su hermana solo se limito a observar a todos con suma precisión. Su mirada recayó en Julia quien la esquivo con rapidez.
- A ti te conozco de algún lado?-pregunto Amelia.
- No…no lo creo- tartamudeo Julia. Y esquivo su mirada, mostrándose muy reacia y sumisa. Amelia frunció el seño no muy convencida, giro a verme a los ojos.
- Espero que estés en lo correcto y que mi hermana aparezca hoy- hablo con suma frialdad al mirarme.
- Amelia, por favor no seas tan cortante, somos invitados- dijo su hermano.

Volvieron a tocar la puerta, todos en la sala se pusieron muy tensos pero algo dentro de mi me decía que aun Sofía no llegaría. Leo abrió la puerta y observe como Sebastian entraba con una gran casaca negra.

- Haya afuera hace un frío de mierda- dijo al verme pero se quedo algo atónito al percibir que estaba Alonzo y Amelia, les sonrío a manera de disculpa.

Eve pidió que todos fuéramos a la mesa, el desayuno ya estaba servido y así lo hicieron todos excepto yo y Sebastian, algo en su mirada me dijo que tenia que quedarme. Apenas todos se fueron, me abrazo con mucha fuerza.

- Por que te pierdes así? – me pregunto al oído.- tengo novedades
- Cuales?- pregunte
- Milos llega hoy pero no esta solo viene con John, Jena y toda su familia.- dijo y una sonrisa se esbozó en mi rostro
- Enserio?- pregunte con mucha ilusión al saber que mi mejor amiga y el hermano de mi padre llegarían.
- Enserio- dijo el y camino hacia el comedor.

Aun que ya lo había visto antes esta vez si que Eve se había lucido al poner la bajilla y el mantel nuevo. Todo era muy refinado, desde el mantel dorado hasta las piezas de porcelana china. Me senté al costado de Leo, frente mío estaba Julia junto a David y Lilian. Los demás estaban acomodados en la gran mesa dejando siempre un lugar para Sofía. Comenzamos a desayunar, hablábamos de cosas banales pero aun así se sentía mucho la tensión. Estábamos a punto de acabar de comer cuando el timbre sonó. Eve salio casi corriendo a la puerta.

- Es ella- susurro Faride, me puse algo nerviosa e instintivamente tome la mano de Leo.

Después de unos segundos entro Sofía, vestía una ropa muy parecida a la de ayer, totalmente pulcra y formal. Sus hermanos no pudieron evitar pararse al instante y abrasarla con mucho cariño

- Pensamos que Alice mentía- dijo Amelia
- Ella predijo que vendría?- pregunto con asombro- que ironía- añadió y yo la mire con cara de poco amigos.

Ella sonrío, pero esa sonrisa no era dedicada a mi sino a Leo que le sonrío de igual manera, esa sonrisa cómplice que nunca lograría comprender. Inevitable, pensé. Después del efusivo rencuentro Sofía se alejo de sus hermanos y comenzó a ver a todos con precisión entonces paro en seco al observar a Julia. La joven miraba su plato, se notaba tan nerviosa como nunca lo había estado, entonces levanto la vista y miro a Sofía con una intensidad que jamás había creído que ella lograría con esos ojos verdosos.

- July!- grito con repugnancia Sofía y se abalanzó a Julia.
- No dejes que la mate, ella es la elegida- susurro Faride con desesperación en mi cabeza.

Entonces todo ocurrió tan rápido. Sofía se abalanzó a Julia, Julia tomo uno de los cuchillos que estaban en la mesa y se paro de un brinco. Faride tomo control de mi cuerpo y como un gato muy ágil me vi lanzándome por la mesa y saltando entre Julia y Sofía ante la estupefacción de todos.
- Alto Sofía!- grite y Sofía paro en seco.

Me observo a los ojos y yo trate de explicarle quien era ella. Ese solo fue un segundo, segundo en el que me descuide y sentí como Julia ponía el gélido cuchillo en mi cuello. Leo y los demás gritaron, aun no entendían lo que sucedía ni yo lo entendía bien, solo sabia que no le podían hacer daño, ella seria el nuevo cuerpo de Faride.

- No se muevan o la mato- dijo Julia
- Pero Julia que haces?- pregunto David con total asombro.

Faride tomo nuevamente control de mi cuerpo. Giro en un movimiento muy rápido, sentí como el cuchillo rozaba mi cuello sin hacerme daño. En un abrir y cerrar de ojos era yo la que tenia apresada del cuello a Julia. Julia asustada soltó el cuchillo entonces, Faride hizo que mis manos tocaran una parte del cuello de Julia, lista para matarla si se movía un poco aun que realmente Faride no lo haría.

- Si te mueves te mato- dije pero en realidad era Faride la que decía eso.
- Por eso se me hacia conocida- dijo Amelia saliendo del asombro- es la nieta de Murcia.
- Así es- dijo Sofía con frialdad- Leo que no la recuerdas?- pregunto pero Leo la miro con incredulidad- es por ella que Murcia te asesino. Como es posible que lo olvidaras?
- Eras rubia entonces…ya veo por que me pareciste conocida- dijo Leo sin salir del asombro.

Todos estaban asombrados al igual que yo pero el asombro se transformo en rabia, tanta rabia que introduje mis uñas en el cuello de Julia. Ella grito de dolor pero no me importo.

- Fue por su culpa- pensé furiosa
- Por favor, no la mates, por favor- dijo Faride con completa desesperación.
- Fue por ella….por ella casi pierdo a mi Leo- dije en voz alta y las lagrimas comenzaron a caer. Mis manos seguían apresando el cuello de Julia y adentrándose cada vez mas, sentía como respiraba con mucha dificultad pero no me importo.
- Alice!- hablo Leo cortando mis pensamientos. No se como lo hizo pero ya estaba detrás mío y tomaba mis manos con suma delicadeza. – déjala, ya paso.- susurro a mi oído y aun que la habitación estuviera llena de personas solo lo escuchaba a el y veía a Sofía.

Ella comprendió lo que trate de decirle con la mirada. Solté a Julia ligeramente y sentí como respiraba nuevamente con normalidad entonces Sofía se movió como si fuera un felino. Tomo su cabeza y sin que nadie pudiera hacer nada la chanco con fuerza en una de las sillas. Julia calló inconciente al suelo. Todos la miraron estupefactos ecepto yo que por primera vez le sonreía ligeramente pero con total franqueza.
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Espero que el capitulo les haya gustado y bueno solo espero que comenten más.
Leo va hablar más pero faltan unos cuantos capítulos.
Para los que le gusta Lilian, ya se acerca una gran aventura para ella :)

Saludos,

Lu.

COMENTEN!

lunes, 12 de diciembre de 2011

Capitulo 38 - Fire Girl


Mis ojos tardaron unos segundos en adecuarse a la oscuridad y ver lo que me rodeaba por completo, grandes piedras estaban puestas por do quier, como si se las hubiera olvidado allí, visualicé mejor, no eran piedras eran extrañas estatuas rotas y abandonas. Mire entonces a Sofía, comenzó caminar hacia mi. Algo en ella había cambiado. Talvez que su cabello ya estaba corto y ligeramente ondulado o que vestía con ropa muy fina y tacones altos o que talvez su cabello tenia un ligero brillo inusual casi blanco aun que en su totalidad era marrón, lo mismo sucedía con sus ojos color caoba que ahora parecían tener un extraño alo plomo que brillaba a pesar de la oscuridad a la que estábamos sometidos. Sin darme cuenta ya había dejado de mirarla y ahora buscaba algún indicio de que también estaba presente Alexander pero lo único que vi fue otra sombra de mujer que se movía y venia hacia mi con más tranquilidad. Me puse tensa, Sofía siempre me ponía de esa manera y ahora era peor, algo en ella había cambiado.

- A quien buscas?- pregunto mientras seguía mi mirada
- A nadie- dije cortante.

Las luces de la plaza la iluminaron parcialmente y supe entonces que lo que había visto no era una ilusión óptica, efectivamente ella si había cambiado. Se veía mas refinada y su mirada era mas glacial que nunca, además de el brillo que tenían sus ojos y su cabello. Era extraño ver a una Sofía así, tan refinada y seria. Con una mirada glacial que jamás había visto en sus ojos.

- Parece como si no me conocieras- dijo ella con el seño fruncido.
- Y no te reconozco, tu cabello, tus ojos. Hay algo diferente en ti ademas de la ropa. – hable y di dos pasos para atrás mientras miraba de soslayo como la sombra de la otra mujer se acercaba. Sabia que era una mujer, no solo por su forma de caminar sino por su esbelta silueta. Sofía sonrío.
- Veo que tener dentro a Faride te da algunos privilegios que como simple Anastie o hija de Fleaur no tienes.- hablo y se apoyó en una de las tantas estatuas que tenia el techo del castillo. La mire extrañada ¿a que se refería?
- ¿A que te refieres con eso?- pregunte rápidamente
- A que efectivamente estoy cambiada.- respondió.
- Aun que te parezca extraño Alice, ella ahora es solo una hija de la luna.- hablo la otra mujer, entonces pude verla con precisión. Me quede como piedra al descubrir que se trataba de Rin. Una de las sacerdotisas y miembro de la corte. Aquella que me había salvado y también había votado a favor de que las tías de Leo hablaran con mi madre.
- Que es esto!?- pregunte confundida. – ustedes….tu!- tartamudeé mirando a Rin. – eres parte de esto también?
- Tranquilízate- Hablo Faride dentro de mi cabeza
- Como pides que me tranquilice, jamás me dijiste nada, ni un indicio de que ellas eran las supuestas aliadas!- grite casi fuera de mis cabales. Sofía y Rin me miraron sin inmutarse, al parecer comprendían que estaba hablando con Faride.
- Yo…- troto de excusar esa falta tremenda pero no la deje.
- No le culpes a ella, fuimos nosotras las que le pedimos que no te dijera nada- hablo Rin
- Por que?- pregunte furiosa.- yo soy una de las mas implicadas en esto, tenia que saberlo.
- Hay por favor, tu eres solo la punta del iceberg – hablo Sofía.- cada una de nosotras va dar más que tu para revivir a Faride así que no te pongas susceptible.- dijo. La mire con furia, no comprendía y ella precisamente no quería explicarme. La rabia se apodero de mi cuerpo, aun que Faride trataba de retenerme la mande a una esquina de mi cabeza mientras sentía la sensación caliente en mis venas. Mis manos se prendieron en un fuego salvaje de color rojo intenso. Sin pensarlo dos veces me abalanza a Sofía. Ella me esquivo con un saltito rápido.
- Pero que haces?- pregunto Rin molesta pero Sofía le hizo un gesto para que parara en seco y no se entrometiera.
- Siempre crees que tienes la razón!- le grite furiosa.- pero no es que la tengas, yo también estoy dando mucho de mi!- le grite y la volví a atacar. Ella volvió a esquivarme agachándose con gracilidad para que mis manos de fuego no la tocaran. Apenas lo hizo, alargo su pie he hizo que tropezará. Caí al suelo de espalda mientras ella se paraba de un salto rápido.
- Y tu siempre crees ser el centro de atención- dijo molesta- pero la verdad no es así! Aquí esta en juego no solo tu vida sino la de toda tu raza y tu eres tan egoísta que no lo vez.- hablo furiosa. Me quede en silencio mientras me paraba sin quitarle la mirada.
- Alice por favor, no pelees necesito que estén unidas. Necesito que confíen entre ustedes, por favor. – dijo Faride dentro de mi
- Pídeme lo que sea- hable - menos que confíe en ellas dos.- concluí con frialdad. Sofía y Rin me miraron en silencio.
- Alice, te estas cerrando. No sabes las razones por las que ellas también van a luchar a nuestro lado, no podemos hacer este viaje solas, las necesitamos- hablo casi desesperada Faride.
- Faride- pensé ya mas tranquila- una de ellas quiso quitarme a Leo y la otra esta contra mi madre.
- Ali- dijo ella con mas cariño y paciencia- Sofía esta aquí solo para rescatar a Alexander, ella no quiere a Leo, sabe que el siempre estará con tigo y Rin, Rin hizo eso para que nadie sospechara nada. Dales una oportunidad, escucha lo que tienen que decirte…
- Y bien?- pregunto Sofía.- ya se te fue la pataleta?- pregunto con sorna. La fulmine con la mirada. Antes, por lo menos trataba de disimular que yo no le caía, aparentaba por Leo pero ahora ya no le importaba, había comprendido igual que yo (tarde pero lo hice) de que Leo me había preferido a mi y no se iría con ella.
- Explíquenme- dije evitando la mirada de Sofía.

[…]

La plaza estaba totalmente adornada como si fuera realmente un carnaval, había gente por do quier. Fuego, música, comida, era toda una festividad. Lidia me tomo de la mano con mas fuerza y apoyó su cabeza sobre mi hombro.
- Esto es increíble, no se parece a nada de lo que he visto ya- dijo ella sonriente pero la sonrisa se le borro al ver a Julia entrelazar su brazo con el mío. Resoplo con fuerza. - No entiendo por que la traes, David- dijo en un susurro furiosa. Sonreí algo nervioso y le dije al oído.
- No podía dejarla, estar sola en un cuarto de hospital a estas horas…no seas mala Lidia.- Lidia me soltó la mano y entrelazo sus brazos a la altura de su estomago.
- Ire a comer algo, ahora regreso- dijo Julia con tanta ingenuidad que parecía no saber lo que ocurría. Mire a Lidia y la abrase por la cintura.
- Por favor Li, solo será hasta que encuentre a alguien que pueda cuidarla, luego estaremos al fin solos- me miro a los ojos.
- Me lo prometes?- pregunto
- Te lo prometo- dije ella me abrazo.
- Esta bien- susurro y se alejo de mi.
- Será mejor que pagues lo que quiere comer- hablo sin ganas. Gire y vi como Julia trataba de llamar mi atención para que pagara su carne asada.
- Ya regreso.- susurre.

Camine hasta Julia y le sonreí ligeramente mientras sacaba la billetera. Era una jovencita muy tierna, parecía no hacer daño a nadie, como no le podía caer a Lidia, talvez si le daba una oportunidad se volvían amigas pero lo cierto era que Julia no hablaba con nadie que no fuera yo. Julia me sonrío de igual manera y le dio un gran mordisco a su carne asada.

- Lo lamento- dijo con la boca aun llena- no quería incomodar, creo que no le caigo muy bien.
- Nada que ver- mentí- solo hay que darle algo de tiempo.- Julia se encogió de hombros.
- Si tu lo dices- hablo.
- David!- dijo una voz conocida. Gire la cabeza con rapidez y observe a Eve. Vestía un hermoso traje marrón. Era mas un top que dejaba ver su vientre plano y una falda larga del mismo color además de tener un chaleco de piel que la cubría del frio, su cabello estaba suelto y le caía hasta los codos con algunas trencitas. Se veía simplemente hermosa y por un segundo olvide que llevaba en brazos a Yue que trataba de acercarse con las manitas a mi para que la cargara.
- Eve, Yue!- dije con felicidad al verlas. Lo cierto es que no las había visto desde lo que ocurrió con mi madre. Cargue a Yue que abrazo mi cuello con cariño al instante.
- Al parecer te ha extrañado- dijo Eve con una sonrisa un tanto melancólica- igual que yo- dijo casi en un susurro que logre distinguir. Levante la mirada que hasta ese instante solo tenia ojos para Yue y mire a Eve. Me sonrío ligeramente con una mirada cómplice. – Mañana estoy organizando un desayuno con los hermanos de Sofía, ya sabes para limar algunas impurezas. Seria bueno que vinieras con Lilian- dijo ella obviando totalmente a Julia.
- Claro, seria un placer- dije algo tenso al sentir la mirada penetrante de Julia a mi costado- puedo llevar acompañantes?- me obligue a preguntar. Eve frunció ligeramente el seño.
- Por que no? Puedes traer a Lidia y a Julia- dijo y sonrío ligeramente, una sonrisa que descubrí era totalmente falsa. Cargo rápidamente a Yue se despido y salio de allí.
Me sentí culpable, comprendí por su voz que ella ya sabia lo que tenia con Lidia.

[…]

Revivir a una persona sin darle los dones que tenia antes de morir es muy complicado pero posible. Primeramente, tienes que ser una hija de la luna que canalice las fuerzas. Segundo, tener donantes de dones, en si dos donantes que den fuego azul y rojo. Y tercero pero no menos importante un cuerpo que sea compatible con la alma que querías regresar a la vida. Una transmutación tan difícil y complicada que era casi imposible de hacer pero Sofía lo había logrado. Consiguió el cuerpo donante de un muchacho que estaba al borde del suicidio, los donantes de dones no existieron y fue por ello que ella tuvo que dar los suyos. Ahora entendía por fin el hecho de que ella solo fuera una hija de la luna y la relación que tenia con Faride. Ya que, Faride la había ayudado.

- Déjame mostrarte como llego ella, como fue todo- me pidió Faride y yo acepte. Cerré los ojos instintivamente para observar lo que había ocurrido. Al abrirlos me quede casi con la boca abierta. Estaba al frente de un templo inmenso en medio de la selva.
- Donde estamos?- pregunte
- En Camboya- dijo Faride y comenzó a caminar rápidamente con dirección al templo.
- Aquí es donde vivías?- pregunte mientras nos adentrábamos en la jungla
- Si, Astrid prefería mantenernos alejados de la civilización para ser totalmente puros. – me quede en silencio mientras caminábamos hasta llegar a las puertas de aquel templo de piedra.- mira- susurro y observe que al frente de la gran puerta estaban dos personas.

Reconocí rápidamente a Sofía, vestía un traje rojo algo desgastado y sucio, no llevaba zapatos y el cabello lo tenia largo, como el ultimo día que la vi en la urbe. A su costado había un muchacho, sorprendentemente era casi traslucido y parecía flotar, alto con el cabello castaño, no observaba su rostro perfectamente pero sabia que era el.

- Alexander- susurre.
- No se como Sofía pudo encontrarnos pero allí estaba, sola y desesperado con solo una idea en la cabeza.
- Salvar a Alexander. – volvi a susurrar.
- Astrid se reuso a abrirle las puertas sin saber ni siquiera lo que ella quería o lo que ella era. Fui yo la que los vio primero- hablo Faride y en ese instante salio la verdadera Faride del gran templo.

Vestía un vestido blanco que caía hasta el suelo, ese con el que me había venido a visitar las primeras veces y ahora había cambiado por uno completamente negro. Al ver a Alexander su rostro mostró verdadera sorpresa y quien no lo haría si ve a un fantasma errante al lado de una muchacha.

- Me sorprendió de sobremanera verlos allí, Sofía estaba desesperada…las leyes eran las leyes, se suponía que no debía de ayudarlos, estaba prohibido.
- Pero viste sus miradas- hable observando esos rostros que demostraban total devoción el uno al otro- y no pudiste evitarlo.
- Si. No pude evitarlo, el amor que se tenían era tan poderoso como el que yo sentía por Leif. Les dije que les ayudaría sin que nadie se enterara. Ni siquiera Leif lo sabría pero tenia que hacer una cosa.

En ese instante Faride tomo mi mano, sentí nuevamente que mi cabeza se enfriaba hasta doler ligeramente y ahora al abrir nuevamente mis ojos estábamos en un lugar oscuro. Solo pude observar las estrellas del cielo y algunos árboles, seguíamos en la selva y talvez aun estábamos cerca de ese templo. Caminábamos entre la oscuridad, pronto comencé a visualizar algunas antorchas de fuego verde. Caminamos en esa dirección y al llegar observe a un muchacho echado en la hierba. No podía observar bien sus facciones, lo único que sabia es que estaba inconciente. Faride y Sofía parecían concluir el ritual. No observaba a Alexander por ningún lado así que supuse ya estaba dentro de ese cuerpo. Escuche el grito desgarrador de Sofía y como todas las llamas verdes se apagaban y nos quedábamos en una completa oscuridad.

- La transformación fue un éxito aun que no puedo negar, Sofía sufrió mucho dolor. Lamentablemente nos descubrieron, le rogué a Sofía que escapar, si ella lo hacia no matarían a Alexander, estaba segura de eso.
- Lo tendrían como carnada- hable con tristeza.

La oscuridad reinaba pero aun así puede escuchar el llanto de Sofía, los gritos de Astrid y a Faride tratando de hablar con Leif.

- Exactamente, lo tienen como carnada, ya vez cuan importante es para Sofía terminar este ritual? Recuperar a Alexander es todo para ella ahora- dijo Faride y me regreso a la realidad.

Abrí los ojos y le dedique una mirada de disculpa a Sofía.

- Lamento haber sido tan egoísta- dije con pesar.- ayudare en lo que pueda ahora que se tus intenciones. Pero aun no entiendo que haces aquí Rin. – Sofía me miro con una ligera sonrisa llena de tristeza y compromiso, Rin solo me miro con seriedad.
- Supongo que estas al tanto de los acuerdos- dijo Rin y yo asentí con la cabeza- si se llegan a cumplir no solo estaremos a completa merced de Víctor sino que habrá una rivalidad entre gente con dones y lo humanos que terminara en grandes guerras. Quiero evitarlo, por eso cuando Faride vino a mi no dude en ayudarla.
- Pero como hará que cambien de opinión?- pregunte no muy convencida
- Es la única que al estar en ese estado que puede meterse a la cabeza de los humanos- hablo Rin pero yo la mire algo extrañada aun no entendía bien.
- Los humanos son débiles Alice, Faride puede meterse y hacer que cambien de opinión como si fuera su conciencia.
- Ha, ese es un buen plan- dije. Sin muchas peleas, solo cambiar lo que los humanos pensaban para que hiciéramos lo que queríamos, eso era mejor de lo que pensaba.

Escuchamos unos sonidos provenientes de los tejados vecinos. Las tres nos pusimos en guardia mientras nos ocultábamos entre las sombras.

- Lamento la tardanza, no encontraba la forma de desligarme de David- dijo Lidia que se materializaba entre las sombras. Me quede atónita al descubrir que ella también estaba en esto. Salí de las sombras y la mire asombrada.
- Tu también estas en esto?- pregunte y ella asintió con la cabeza.
- Pensé que ya se lo habían dicho- dijo algo irritada.
- Estábamos por hacerlo- dijo con calma Rin
- Hablan como si se conocieran- dije sin salir del asombro.
- Duh! Ya nos conocemos, hace unos días que nos estamos reuniendo- dijo Lidia. La mire con molestia, al parecer no le caía bien. Me pregunte si era por como había tratado a David en el pasado.
- Es por eso, pero dale tiempo- susurro Faride dentro de mi. Suspire
- Aun no me ponen al tanto- dije lo mas neutral que podía ser. – y tu por que estas aquí? En que te ayudara Faride.
- No solo ella sino ustedes- hablo con voz retadora- terminare con Michelle, se cree la líder del clan de Londres ahora que Scarlett no esta pero lo cierto es que yo soy la elegida de sangre- hablo y en ese instante me percate de que sus manos se prendían en fuego rojo sin ayuda de un encendedor. Talvez ya no tenga ese puesto después de ayudar a Faride pero por lo menos acabare con Michelle.-dijo ella muy decidida, nunca la había visto así, es más, la única vez que la vi parecía muy tranquila y tímida.- haré lo que sea para que mi gente no se someta a esto- hablo con firmeza refiriéndose a la urbe.
- A todo esto, que es lo que ustedes harán por Faride?- pregunte y por primera vez las tres se miraron a los ojos antes de responder.

[…]

- Quieres?- le pregunte a Josep mientras le entrega un poco de carne asada. El negó con la cabeza.
- Lily, no como carne- hablo y yo hice una mueca de mala cara aun que la verdad me gusto que me dijera “Lily” con tanta normalidad, era como si ya me tuviera cariño y eso me agradaba.
- Como es que no comes algo tan rico!- dije y di una gran mordida. El jugo de la carne me hizo recordar aquellos tiempos en los que mi padre hacia asado en la terraza de la que un día fue nuestra casa. Suspire y lance la carne aun tacho de basura. Josep me miro totalmente extrañado. – ya no quiero- dije algo molesta y volví a suspirar.
- Que sucede?- pregunto Josep.- a veces creo que tu cabeza va a mil por hora y no puedo seguir la línea de tus pensamientos- dijo
- Es por que aun no conoces mi pasado, no sabes cuales son los recuerdos que me atormentan- dije con algo de tristeza.

Josep me miro a los ojos y luego tomo mi mano con cariño. Los dos agachamos la vista para ver como nuestros dedos se entrelazaban. El corazón me comenzó a palpitar muy fuerte, parecía desbocarse. Me sonrío ligeramente, una sonrisa franca.

- Debes dejar ir esos recuerdos Lily, nada de eso regresara a atormentarte de nuevo. Eso te lo puedo asegurar- hablo y me sonrío mas. Le sonreí de igual manera y le abrase con fuerza.
- Gracias por estar aquí Josep. Gracias de verdad- dije con completa sinceridad.

En ese instante los juegos artificiales comenzaron sonar con fuerza. Los dos levantamos la vista y vimos como el hermoso cielo azul se iluminaba de colores. Le sonreí y el como si fuera lo mas natural del mundo tomo mi mano de nuevo.

[…]


- Leo!- grito Eve desde la multitud. Camine hacia ella con completa naturalidad. Obviando que estaba casi desesperado por encontrar a Alice.
- Hola Eve, hola Yue- dije al ver a la pequeña niña en los brazos de su madre.
- Vez el cielo?- pregunto ella.

Los juegos artificiales ya habían culminado pero el cielo no estaba con humo a causa de eso sino mas azul que nunca. Las estrellas brillaban y una ligera brisa helada enfriaba el lugar haciendo que al hablar un ligero vaho se presentara. Aun así Eve estaba con esa ropa que tan solo verla te daba frío.

- Que sucede con el cielo?- pregunte algo extrañado.
- Se acerca la primera nevada Leo.-dijo ella- y ya sabes, según lo que dijo Alice...- trato de buscarla con la mirada- a todo esto donde esta?- pregunto y yo negué con la cabeza.
- Quería estar sola- me obligue a decir.
- Leo!- dijo ella con tono de regañada. -Sabes que esta enferma, no la hagas enfadar
- Ya se! Por eso la estoy buscando, pero en fin a que va todo esto del cielo.
- Según lo que dijo Alice, Sofía llega en la primera nevada y si mis predicciones no están mal, mañana será la primera nevada, el cielo esta muy azul. Así que quería adelantarme y reunir a su familia con nosotros.
- Enserio? Y ellos aceptaron?- pregunte escéptico.
- Claro que si, son gente muy amable, así que quiero que vayas tu y Alice, no hay excusas.- concluyo y salio de allí.
- Quien mas ira?- le pregunte casi gritando, ella giro para verme.
- Todos los que conocen a Alice, mejor dicho, nuestra familia- concluyo y desapareció.

“Nuestra familia” pensé con tristeza. Mi única familia se esta desmoronando y es que desde que llegamos aquí nos habíamos separado. Ya no veía a mis hermanos, Alice se estaba muriendo…que más podía salir mal?

[...]

Chicas! Ese es el capitulo que esperaban, espero publicar más seguido ahora que salí de vacaciones y no jale ni un curso :)

Por otro lado quería recomendar dos historias:

Ya les dije que no se pueden perder “Si cada historia se volviera realidad” de Rebeca creo que el book trailer lo explica todo así que anímense a entrar, ya les deje el link al costado.

Por otro lado esta “Cazadora errante”, escrita por Nessy. Esta historia es fascinante, cautiva desde el primer momento en que la lees. Solo va en el capitulo 2 pero realmente promete! En ese blog también encontraras otra historia, si no me equivoco se llama “Almas gemelas” y es muy buena, esta va ya por el final. Espero, realmente espero que lean “Cazadora errante” es una de las pocas historias que ha llamado mi atención por lo diferente que es. El link también esta al costado, solo pinchen las imágenes.


Saludos,

Lu.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Novedades!

Chicas! Recuerdan el concurso gato negro? pues Rebeca (una de las ganadoras) me pidió como premio que le creara un video, pueden verlo aquí! Y pasar por su historia que por cierto, esta muy buena y es diferente a las que ya han leído, se los aseguro, les gustara!




Por otro lado quería comunicar que lamentablemente la otra ganadora no se ha puesto en contacto con migo, por tal motivo he decidido darle el premio al segundo puesto (recuerden que el primer puesto fue empate) así que el premio, (claro esta si aun lo quiere) es para Ga!!

Ga!! tu historia me fascino, era una de mis preferidas por que además de tener al gato negro tenia ese toque que da mucho miedo. Cuando la leí estaba sola en mi casa y juro (no es broma) me imagine todito y me dio miedito jaja. Bueno, si aun quieres el premio, ya sabes tu elijes cual, me puedes mandar un correo, sino, no hay problema.

Saludos,

Lu.


Pdt: aun sigo en finales así que talvez no pueda publicar este domingo pero de hecho que a la siguiente semana si por que ya estaré libre!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capitulo 37 - Fire Girl


Estaba sentada en el pasillo del sótano del castillo, donde solían llevar a los sospechosos para interrogar y a los criminales sin suerte que terminaban olvidados si no eran muy importantes. Mire las luces blancas, cualquiera pensaría que este seria un lugar muy oscuro y tenebroso pero la verdad era todo lo contrario, es más hasta tenia pinta de hospital, lleno de puertas blancas con un pequeño vidriecito para poder ver a los criminales en sus habitaciones blancas y vacías. En una de esas salas estaba Aurora, Leo, Lilian ese tal David y otros cuantos acusados más.
Cerré los ojos por un instante y sin querer recordé el rostro de Michelle al decir que Leo había pasado la noche con su hija. Vi la expresión de Leo, nuestras manos entrelazadas aun y sentí unas ganas infinitas de mandar todo a la mierda en ese instante pero luego como un baldazo de agua fría entro Sebastian a la habitación diciendo que Lilian estaba arrestada por la muerte de su madre y ya estaba siendo llevada al sótano. En ese instante supe que el tema “Aurora” tendría que esperar y que solo me quedaba apoyar a Leo. Así que aquí estaba, esperando y rebanándome los sesos para encontrar una repuesta lógica para todo lo que estaba ocurriendo.

- Puedo ayudarte- dijo Faride en mi cabeza.- di un ligero respingo al sentir su gélida voz dentro de mi cabeza.
- En que?- pregunte mentalmente
- Puedo decirte la verdad de Leo y Aurora.- dijo y yo me quede en silencio- toda la verdad- insistió. Lo medite un poco, quería que Leo me lo dijera pero sabia que si me había mentido lo podía hacer de nuevo, así que…
- Habla- dije con la voz fría y casi sentí como Faride sonreía pero claro no podía verla solo sentirla dentro de mi.
- Prefiero no hablar sino mostrarte- dijo ella y inconcientemente cerré los ojos con fuerza. Sentí como algo frío se apoderaba de mi cabeza, tan frío que dolía un poco.

Como Aurora lo habia hecho antes al mostrarme a mi madre, ahora queria mostrarme el pasado de Leo. Vi el lugar en la que me encontraba, era un pasillo lleno de antorchas, lo reconocia, estaba en la urbe de Londres.

- Ven- dijo Faride y me tomo de la mano.

Corrimos por los pasillos como un suspiro, era tarde por que no estaba nadie y las antorchas tenian poca intensidad. Por un instante crei que subiriamos por las gradas de caracol que nos llevarian al lugar secreto de Leo pero entonces recorde que él aun no lo conocia, por que aun su madre seguia junto a él. Entramos a una habitacion, se escucho un solloso, era triste y lleno de dolor, por la agudez de los llantos supe que pertenecian a una chica, me acerque para ver más aun que sin querer, presentia lo que me esperaba.

Vi a un Leo de 14 años, aun flacucho y más pequeño pero con los mismos ojos azules y ese cabello rubio que ahora lo tenia ligeramente largo, tapando sus orejas. Abrasaba a una muchacha mas pequeña que él, delgada, muy delgada y rubia, supe que era Aurora sin verle el rostro que tenia escondido en el pecho de Leo. Observe la cama, habia una maleta llena de ropa. Ya estaba alistandose para irse.

- Nos comunicaremos, no nos separaran Aurora, nuestro amor es más grande que eso- dijo Leo y al escuchar su voz, llena de dolor mezclada con impotencia supe que realmente sufría.
- Me ire a Nueva York Leo, es muy lejos- dijo ella y por un instante se miraron a los ojos, un instante en el que vi los ojos de Leo, esa mirada que demostraba que para él, Aurora era lo más importante en su vida. Sus ojos brillaron y pequeñas lagrimas cayeron por sus mejillas. Estaba llorando! Observe sorprendida sin poder creer que Leo lloraba de esa manera por esa niña.
- Es injusto- dijo con la voz resquebrajada. Aurora tomo el rostro de Leo entre las manos y lo beso. Gire el rostro y mire a Faride.
- No entiendo para que me muestras esto- dije molesta
- Para que te des cuenta que Leo te mintió, el si estaba enamorado Alice, fue ella quien le rompió el corazón, fue ella quien no respondió las cartas. Por ella Leo es como es.- suspire mientras mi corazón se llenaba de amargura y tristeza. Me había mentido de nuevo, otra vez lo hizo. Quería salir de allí, correr y correr como antes, para tratar de olvidarme de todo esto, para llorar en silencio sin nadie pero sabia que ese era un lujo que ya no podia tener.
- Sácame de aquí!- le grite con fuerza y en ese momento abrí los ojos, nuevamente estaba en el pasillo pero no estaba sola.
- Pensé que te habías desmayado- dijo con preocupación Sebastian que ya estaba de cuclillas a mi lado y me observaba con preocupación.
- No, solo me quede dormida- dije con una ligera sonrisa.- Seb, por que tienen aquí a Lilian- pregunte antes de que las ganas de hablar de Leo me ganaran y comenzara a descargar toda mi furia con Sebastian.
- Una muchacha escucho cuando Lilian decía que estaba aliviada por la muerte de su madre.
- Pero quien no lo estaría?- pregunte algo molesta- digo, ella quiso matarla!
- Pero esas no son maneras de expresarse Alice, por eso es una sospechosa mas. – hablo Sebastian casi regañándome- Aun que… no se, siento que Lily no tiene nada que ver.
- Eso es mas que obvio, como una niña de 14 va matar a 3 personas?
- Eso y que al parecer esa chica lo hizo en venganza- respondió algo pensativo y se sentó a mi costado.
- A que te refieres?
- Recuerdas a Nicholas? El que salvo a Lily
- Si- y como olvidarlo, es apuesto y tiene embobada a Lilian pensé.
- Bueno también es un sospechoso.
- Que?!
- Se descubrió que fue el que inicio un pequeño incendio a las afueras de la urbe y que tenia droga y licor, talvez esté relacionado con los asesinatos. – suspire, ninguno de los dos me parecía un asesino. Lily era una niña y Nicholas era un niño bonito que lamentablemente estaba metido en vicios pero nada más.
- Para mi que es otra persona, talvez Aurora.-dije con asco al pronunciar su nombre.
- Talvez….hablando de otro tema, te vez mejor, mamá se alegrara al respecto.- dijo y yo di un ligero saltito al recordarla.
- Mamá!!! Como esta?
- Bien y preguntando por ti, le he contado lo que te ha pasado y esta preocupada.
- Tengo que ir a verla.- en ese instante vi el rostro de Sebastian, se puso realmente serio y supe que algo andaba mal.
- Nadie puede verla desde el día en que enfermaste. Solo los soldados como yo y eso que es muy restringido.
- Porque!- dije algo indignada y me trate de parar pero Sebastian me tomo de la mano
- Ordenes de Víctor hasta que Michelle hable con ella o desista.
- Maldita bruja si le pone las manos a mi….- no termine la frase por que las puerta de una de las habitaciones se abrió y de ella salio Michelle y Aurora. Ella me miro con superioridad. Me pare al instante sin quitarle la mirada mientras desaparecía por el pasillo.
- Es buena chica si no esta cerca de Leo-dijo Sebastian con un tono picaro, lo fulmine con la mirada.
- Ni lo pienses. – hable y comencé a caminar.
- A donde vas?- pregunto mi hermano
- Al baño- mentí, la verdad quería ir a cualquier lado en el que pudiera conversar nuevamente con Faride.
- Puedes hablar con migo cuando desees- dijo ella al instante
- Dime más, dime que es lo que hacia Aurora con Leo anoche. – Faride se quedo en silencio un largo rato.- Faride!- insistí.
- No paso la noche, fue en la madrugada para tratar de divertirse con Leo pero él ya estaba por ir a verte y se negó. Alice, él realmente te ama.- concluyo
- Entonces por que mintió?- pregunte mientras subía las gradas apresurada.
- Por que sabe como eres- concluyo.

[…]

Estaba en esa fea habitacion blanca, caminando de un lado para otro como un gato encerrado. Habia una mesa en centro y dos cillas de metal, en una estaba sentada el padre de Nicholas y en la otra se suponia que deveia estar yo, pero me reusaba a hacerles caso despues de cómo me habian tratado.

Me preguntaron una y otra vez lo que habia hecho la noche anterior y yo solo podia decir una cosa “dormir” repetia una y otra vez pero al parecer no me creian. Si no me creian como demostraria que soy inocente?

- Esta bien!- grite llena de furia. Ya me había artado de este jueguito.
- Confesaras, confesaras que las mataste!- pregunto el padre de Nicholas. Me senté con brusquedad frente a el y golpe la mesa mientras acercaba mi rostro al suyo.
- Claro que no idiota- dije y lo rete con la mirada- dije todo eso por que odiaba a mi madre y le temía también. Fue un alivio que muriera por el hecho de que ya no terminara con su trabajo, ya no me matara, ni a mi ni a Yue así que si! Por eso estaba aliviada, no es un pecado, el pecado es que ella quiso matarme y ustedes cree que yo soy la mala!- grite furiosa y al concluir tome una bocanada de aire y me apoyé en la silla. - Y algo más, dudo que Nicholas sea el asesino, el no es capaz de hacer algo tan terrible a pesar de ser como es.
- Como estas tan segura?- pregunto su padre.
- Por que estaba con el síndrome de abstinencia igual que Dariana. No tenia fuerzas ni cabeza para pensar en asesinar a alguien- hable y una ligera sonrisa salio de mi rostro al escuchar el pitido que decían que saliera de la habitación.- una cosa más…- hable antes de que las puertas se abrieran. – yo inicie el incendia haya afuera…pero no por que soy pirómana sino por que quería que su hijo ya no se hiciera más daño con eso. Si quiere levantar cargos contra mi, lo comprenderé.- dije triunfante. El padre de Nicholas palideció y salio de allí sin decirme nada, supe que había ganado, en verdad lo había hecho.

Minutos despues Leo entro y dijo que ya podiamos irnos. Sali triunfante y en la puerta del castillo me encontre con Josep. Me sonrio ligeramente.

- Te dejo, tengo que buscar a Alice- dijo Leo
- Ok, nos vemos luego- hable.

[…]

Llegue al pabellon de fuego, trate de abrir la puerta de mi habitacion pero estaba cerrada, maldita sea! No tenia la llave. Me sente en el piso apollada en la puerta de mi habitacion y abrase mis piernas con los brazos.

- Dime mas- le dije a Faride
- Ya no tengo que decirte mas, tu ya tomaste tu decisión.
- Leo me ama?- le pregunte
- Claro que si! De eso no hay duda, nunca lo dudes, su amor es puro igual que lo que sientes por él.
- Pero me mintió…-sollocé
- Por que sabe como eres, te conoce bien.
- Y como soy?!- pregunte ahora molesta
- Sueles molestarte de cualquier cosa.- dijo ella y yo me quede en silencio.- se que no es una buena ocasión para pedirte algo, pero ya te necesito- dijo después de un largo rato.
- Habla- pensé, era mejor despejar mi mente de Leo con otros temas.
- Sabes que es lo que esta buscando Víctor con los acuerdos?- lo medite un poco.
- La verdad no- dije llena de asombro, como era posible que no lo supiera?
- La corona inglesa ha dejado de apoyar a los Anastie igual que los rusos a los hijos de Fleaur. Los humanos están presionando, sobre todo los americanos. Víctor quiere mantener a todos los hijos de Fleaur y Anastie que aun siguen vivos aquí, dentro de la urbe para demostrar que su raza no es una amenaza.
- Nos quiere aprisionar aquí?
- Si.
- Pero no puede hacer eso!- grite dentro de mi cabeza.- el no es quien para hacernos esto, no tiene el poder!
- Si que lo tiene- dijo ella casi con tristeza.- dentro de dos días comenzaran ha llegar de todo el mundo y el domingo, llegaran también los humanos. Se hará una gran junta y casi todos votaran a favor, tenemos que evitarlo. Tu no has visto lo que yo, las cosas se pondrán muy feas si tratan de mantener aquí a toda la gente con dones.
- Esa es la primera parte de tu plan? Antes de encontrarte un nuevo cuerpo?
- Se podría decir que la causa justifica los medios.- dijo ella con total seguridad.- me apoyarás?
- Si cumples tu promesa si pero que planeas hacer?
- Solo te diré algo, tenemos mas aliadas, las conocerás en tres días así que recuerda, esa noche tienes que estar sin Leo. Te hablare entonces, ahora trata de no esforzarte mucho por que no estaré en tu cuerpo por algunos días, suerte en todo.
- Faride!- le llame- Faride!- grite esta vez en voz alta pero ya no estaba. Sentí como ligeramente mi cuerpo se debilitaba.
- Quien es Faride?- pregunto Leo. estaba parado en el pasillo, no se desde que hora estaba allí pero al parecer se veía preocupado y algo cansado.
- Pensaba en voz alta, eso es todo- hable con frialdad mientras me paraba con algo de dificultad. El cuerpo me pesaba ahora que Faride se había ido pero no lo sentía tan enfermo como antes, hasta lo podía sentir normal pero claro esta cuando esta Faride dentro es mucho mas liviano.
- Alice…- Leo me miro y frunció ligeramente el seño- creo que te debo una explicación.
- Sobre Aurora?- pregunte y el asintió- no hace falta, confío en ti. – me acerque mas a el y toque su pecho- se que no pasaste la noche con ella, lo veo en tus ojos. - Leo me miro con intensidad.
- Enserio?- asentí con la cabeza y le tome el rostro con las manos, como Aurora lo había hecho hace años.

Lo mire a los ojos, ahora era tan diferente a ese muchacho de 14 años optimista y rebosante de ideales nuevos. La vida habia cambiado a Leo le habia hecho pruebas muy difíciles pero el habia salido adelante a pesar de todo y yo no lo dejaria ahora por ver ese instante de su pasado en donde quisas fue mas feliz.

Apartir de ese dia todo paso muy rapido. Como Faride lo dijo, la gente comenzo a llegar, de todas las partes del mundo. Niños, adultos y hasta ancianos, todos se estaban reuniendo con grandes expectativas por lo que ocurriria. Los hermanos de Sofia seguian sin querer hablar con nadie hasta que apareciera ella. Leo pasaba casi todo el tiempo junto a mi y yo, como Faride lo habia dicho, trataba de mantenerme tranquila, sin salir mucho de mi habitacion y sin hacer muchos esfuerzos, solo salia a comer y regresaba al hospital a dormir. Dos noches largas y solitarias pero por suerte ya habia llegado el añorado dia, hoy al fin conoceria a los aliados.

- Alice- susurro Leo y se sentó a mi costado. Cada vez que lo miraba, automáticamente y sin querer lo veía abrasando a Aurora y eso me ponía mal. A pesar de que el me amara, me dolía que no confiara en mi lo suficiente para decirme la verdad de su pasado. Le sonreí ligeramente y me abrase los brazos.
- Hace frío- dije y mire la ventana, el cielo estaba gris. “Sofía llegara en la primera nevada” pensé y se me escarapelo el cuerpo.
- Parece que nevara, aun así hoy será el carnaval.
- Carnaval?- pregunte
- De aquí dos días llegaran los humanos y con ellos se habrá completado el consejo para las alianzas y las cosas estarán más tensas así que antes de ello se ha planeado hacer un gran carnaval.
- Valla, parece divertido, iremos?
- Por su puesto, pero ya que no puedes hacer mucho esfuerzo, lo veremos desde otro ángulo.
- El doctor Mark te dijo algo?- pregunte con nerviosismo
- Los resultados recién saldrán el martes, con todo lo que sucedió se a retrasado un poco por dar prioridad a lo otro.
- Esta bien, mejor para mi- dije con una sonrisa alentadora.
- Alístate.- dijo algo tenso.

[…]

Me habia despertado hace casi una hora pero no podia despegar los ojos del cuerpo de Lidia. Veia su espalda desnuda y su cabellera rubia, era perfecta. Como habia podido olvidar tan grande bellesa? Dos dias, solo eso habia vastado para sucumbir ante ella y aun que al principio senti que traicionaba a Eve luego me di cuenta que no podia sufrir para siempre por ella. despues de tantas penurias, la vida me divia algo bueno de verdad y ahora si que lo estaba disfrutando. A su lado, olvidandaba la muerte de mi madre, los problemas que tenia mi familia, la enfermedad de Alice, la tension, de todos a escepcion de ella. Con el dedo indice recorri su espalda por completo. Lidia desperto y me miro con una ligera sonrisa, mientras se recostaba y me mostraba su cuerpo escultural entre las sabanas blancas. Se mordio el labio.

- Ayer fue fantástico- dijo con una ligera sonrisa y se acerco un poco mas a mi.
- Si que lo fue, deberíamos de repetirlo mas seguido- susurre. Me sonrío mientras apoyaba su pecho sobre el mío y prendía sus manos en llamas sin necesidad de un encendedor. Lo había olvidado por completo, ella era una elegida y la legitima heredera al puesto que había dejado Scarlett. Comenzó a pasar uno de sus dedos en llamas por mis labios, demostrándome que confiaba absolutamente en mi.
- A mi me encantaría – susurro- y si por mi fuera pasaría todo el día junto a ti, en esta cama- hablo y me dedico una mirada llena de pasión.- pero tu…- suspiro y se hecho nuevamente en la cama, apagando sus manos- tu tienes que ir donde esa tal Julia y pasar casi toda la tarde con ella.
- Se siente sola- replique.
- Igual que yo- dijo indignada y se sentó, su cabellera larga tapo sus senos como la melena de una sirena, solo dejando partes de piel para el deleite de la imaginación.
- Celosa?- pregunte con una sonrisa picara.
- He esperado mucho tiempo David Herion, no quiere que una mocosa o la madre de una niña me quite lo que es mío- susurro casi con malicia. Se paro de la cama y como una diosa entro al baño.

[…]

- Te das cuenta que gracias a la rehabilitación ya puedes caminar bien- dijo Josep orgulloso por mi tobillo.
- Basta de alardear por tu trabajo- dije con una ligera sonrisa y le di un golpecito en el hombro. Josep me miro con intensidad, intensidad que jamás había visto en los ojos de alguien.
- Me encanta hacer bien mi trabajo- dijo y sonrío de oreja a oreja. Ahora, quieres alistarte para ir al carnaval, estas que buscas y buscas ropa y al parecer nada te convence.

Naturalmente, eso hubiera sido una completa blasfemia dias antes pero ahora, por alguna extraña razon queria verme bonita y ya no era por Nicholas, era por…era por Josep?

- Gira tu cochina cabeza para que pueda ponerme este polo y juro que cera el ultimo- dije y el suspiro
- Dijiste eso hace mas de 1 hora, pero esta bien, confiare en ti.
- Gracias- hable y Josep giro. Confiaba en el, tanto que sabia que no giraría. Es raro como en tan poco tiempo alguien puede confiar tanto en una persona que antes no significaba nada para ti.

[…]

Observe desde el alfeizar de la ventana de mi habitación de hospital la fiesta que se vivía allí abajo, como todas las culturas se juntaban y comenzaban a bailar al son de la salsa. Me imagine por un instante que no existían problemas y que yo solo podía mover mi cuerpo con tanta gracilidad al compás de esa música tan alegre.

- Soñando despierta?- pregunto Leo, lo mire por un instante y asentí con una ligera sonrisa mientras me acomodaba mas cerca suyo para que mi cabeza pudiera recostarse en sus hombros. Habían pasado ya dos días y ya casi no aguantaba el hecho de saber la verdad de Aurora y no poder decirle nada.
- Un poco- dije y seguí viendo aquella gente que bailaba tan bien y tan alegre sin ni siquiera saber lo que pronto ocurriría.

De que pronto los enserrarian aqui para que estuvieran aislados de sus paises, costumbres y sobre todo seres queridos. Por que eso es lo que significaban los acuerdos, encerrarnos para que asi los humanos no se sintieran amenasados. Por que ellos temen todo lo diferente a ellos y así por el simple hecho de temer tambien lo odian y destruyen.

- Que soñabas?- pregunto y me saco de mis pensamientos.
- Me veía bailando salsa- dije con total franqueza.
- Pero a ti no te gusta la salsa.
- No me gusta escucharla pero por un instante quisiera que mi cuerpo la sintiera y bailara igual que todas ellas. Parecen flotar y olvidar todo lo que esta a su alrededor…
- Si- susurro no muy convencido, talvez para el hubiera sido mejor utilizar el termino de bailar ballet por que ellas si que flotan pero las chicas que bailan salsa también lo hacen solo que con mucha mas vida, su cuerpo y sus sentimientos se fusionan en uno solo por esos preciados instantes. O talvez es solo cosa de desear mucho algo y no tenerlo.
- Me encantaría bailar pero mi cuerpo parece no ser flexible. - dije y le sonrei ligeramente. Leo me observo con esos ojos azules que penetraban mi alma.
- Que sucede?- susurro
- No sucede nada.- mentí con una ligera sonrisa de extrañeza pero la rapidez al responder me delato.
- Te conozco como la palma de mi mano, se que sucede algo, lo puedo percibir en tus ojos.- insistió. suspire
- Talvez sea la enfermedad, ya sabes falta muy poco para saber los resultados- Leo me abrazo con mas fuerza.

Estuvimos en silencio por un largo periodo de tiempo en el que el único ruido de fondo era la música y las personas en la plaza, totalmente felices, casi eufóricos, habían olvidado los cuerpos que se encontraron hace tres días, habían olvidado ya todo. Solo disfrutaban no controlar sus dones por que ahora por solo este día todos eran iguales.

- Leo- dije sin mirarlo a los ojos- por que me mentiste sobre Aurora?
- Que?- pregunto sorprendido y me miro a los ojos.
- Creíste que no me enteraría?- pregunte aun calmada. Me miro por un instante callado pero con total asombro. Lo mire ligeramente con tristeza. Suspire con fuerza-tu dices que me conoces, pero si me conocieras tan bien como dices sabrías que odio que me mientan y sabrías que nuestra relación nunca va ha llegar a nada si sigues desconfiando- le bese la mejilla.- te amo Leo, pero con desconfianza nunca se llega a nada.- dije al fin y salte del alfeizar hasta llegar al primer piso.

No dolía en absoluto, talvez por la presencia de Faride que ya había regresado de su misterioso viaje o por que hace mucho que no utilizaba el fuego azul y por lo tanto ya me parecía más a un Anastie, lo cierto es que no dolía. Camine con rapidez entre la multitud, mezclándome en ella para que Leo no pudiera encontrarme.

- El no te seguirá- dijo Faride.
- Lo se- pensé con tristeza
- Te dará espacio, eso es bueno no? Necesitamos espacio para hacer lo que queremos.- dijo con mas seriedad
- Aja.- dije sin ganas y seguí caminando. Ya estaba frente al castillo central de la urbe. Grande e imponente, se suponía que era la parte más segura de toda la urbe pero irónicamente, era el lugar perfecto para conocer a los aliados de Faride. – por donde entro?
- Subiremos por los techos aledaños, no quiero que nadie nos vea.- dijo ella
- Me vean- corregí algo incomoda. Desde que regresó me sentía incomoda, como si nuevamente mi cuerpo se rehusará a aceptarla.

Faride no dijo nada hasta que llegué a un callejon pequeño y empedrado que quedaba a un costado del gran castillo, era tan oscuro que facilmente logria subir por alli aun que la altura era tal que no sabia si lo lograria. Mire lo alto que estaba el alfeisar de la ventana de la que me cogeria y supe que era casi imposible.

- Relájate, yo lo haré por ti- dijo Faride.

Hice lo que me dijo sin mayor remedio, sentí como el frío se apoderaba un instante de mi y después de ese segundo, mi cuerpo ya no era totalmente mío. Vi como si fuera un sueño como mis piernas saltaron y como mis manos agarraron el alfeizar a casi 3 metros del piso. Trepe como si fuera lo mas fácil del mundo y luego volví a saltar, hasta llegar a lo mas alto de la casa, corrí con sigilo por los techos, era fácil saltar gracias al control de Faride, llegamos hasta la gran muralla de una de las paredes del castillo. Faride tomo impulso y como si fuera un gato logro trepar agorándose ligeramente de las piedras que sobresalían de la pared hasta llegar al gran techo de este. Corrí en silencio hasta donde estaban las campanas y allí pude observar esa silueta. Sentada dando la espalda a la plaza y a la fiesta había alguien aun que la oscuridad no me dejaba ver bien.

- tarde- dijo una voz que me helo la sangre. Rápidamente tome el control de mi cuerpo y me quede paralizada.
- No te hará daño- dijo Faride pero yo estaba allí quieta observando a Sofía.


Ya se, hace mucho que no publico pero es por dos cosas, ya casi no hay comentarios y si no hay comentarios no publicare y segundo que esta semana estoy en finales.

Lu