Alejandra Cap. 2

Eran las 10 de la noche y acabábamos de llegar a Volterra, era noche sin luna, el cielo estaba muy nublado y caía una ligera llovizna que te congelaba hasta los huesos pero yo no sentía nada. Al llegar al castillo Jane toco la puerta 2 veces y Félix nos abrió rápidamente, al verme sonrío pero luego vio el rostro de Jane y de Alec que no mostraban felicidad alguna y volvió a ponerse serio.

- bienvenidos- dijo con mucha cortesía
- hola Félix- dije con una ligera sonrisa que demostraba tristeza, deje mi casaca allí ya que estaba totalmente empapada y seguí camino al lado de Alec que también hizo lo mismo.
- El señor Aro los espera abajo pero les recomiendo que primero se cambien en su cuarto- dijo el
- Ok- respondió Alec y los dos caminamos hacia nuestro cuarto, al abrir la puerta me di cuenta que todo estaba como lo habíamos dejado ecepto por los dos trajes que estaban enzima de la cama
- Ajj no pretenderán que me ponga su uniforme o si- dije observando un vestido negro
- Al parecer si- dijo Alec viendo sus antiguas vestimentas
- Jamás lo hice- dije viendo el feo vestido
- Siempre hay una primera vez…..además te verías sexy- dijo Alec y rápidamente me dio un beso
- Sonreí- creo que me quedo con esta ropa amor- dije y poco a poco la fui calentando con fuego control hasta que el agua se evaporo y quede semiseca.
- Me encanta esa ropa pero quisiera que te pongas esta, por mi- dijo el y se acerco mucho a mi rostro quise besarlo pero ligeramente me esquivo- lo harás?
- Esta bien- dije quitándole el vestido y poniéndomelo rápidamente, cuando termine de hacerlo fui hacia donde estaba Alec- ahora si mi besito- dije y el me dio un apasionado beso que pedí que no terminara nunca pero el lo termino después de unos minutos
- Ya ves te ves muy sexy- dijo y con delicadeza me llevo hasta un espejo. El vestido era negro con algunos encajes color rojo, me llegaba hasta enzima de la rodilla, las mangas eran largas y el cuello eran en forma de media luna dejando ver una parte de mis hombros, si, el vestido era lindo pero no era mi tipo. – ahora ponte esto Mimi, sin el tu vestido no esta perfecto- dijo Alec y me puso el collar con la insignia de los Volturis
- Gracias- dije agarrando la insignia, luego voltee a ver a mi querido Alec y le di un pequeño beso en la comisura de los labios antes de salir rápidamente del cuarto, el me siguió al instante por los pasillos de piedra. Llegamos al pasillo que nos llevaba a el gran salón y vimos al nuevo “postre” era un chica alta de rasgos latinos muy hermosa, el cabello de color café le caía en ondas hasta la cintura y sus ojos de color negro resaltaban con sus labios color rojo escarlata.
- Buenas noches señor Alec, señora Mía- dijo ella cordialmente. Se me escapo una pequeña risita al escuchar el termino señora seguido de mi nombre pero no hice comentario alguno.
- Hola- saludamos los dos y entramos rápidamente al gran salón. Vimos a los tres Volturis, cada uno con su respectiva esposa ecepto Marcus que siempre tenia una mirada ida y melancólica, pensaba en ella era mas que obvio su vida estaba sumergida en los recuerdos donde solo aparecía Didyme pero al verme su rostro cambio y una pequeña sonrisa apareció en el, le devolví la sonrisa y luego vi con seriedad a los otros.
- Mia, Alec!!- dijo entusiasta Aro y se levanto de su trono
- Buenas noches señores- dijo Alec como siempre muy educado e hizo una reverencia a la cual yo solo sonreí
- Estas muy hermosa pequeña, ese traje te queda esplendido!- dijo agarrandome las manos, deleitándose de todos mis recuerdos y a la vez viendo como me quedaba el traje negro- a que no Alec?- le pregunto cuando había terminado de deleitarse con mi memoria
- Si, le queda hermoso- dijo el y me dedico una sonrisa de apoyo
- A que vienen?- pregunto con una sonrisa maliciosa Caio
- Supongo que ya lo sabes- respondí
- Yo?- se pregunto Caio- solo se que Alice mando un recado
- Entonces estas enterado de todo por que también se que leyeron esa carta- dije seriamente- lo cual creo que fue muy descortés, por que era dirigida especialmente para mi
- No leímos nada, acaso no te dijo Pascal que desde que llego el y Jane no le quitaron el ojo- dijo Aro y sonrío como si fuera inocente
- O!! como si eso les hubiera detenido- dije con sarcasmo- pero no importa, supongo que saben que no dice nada que no deban de estar enterados.
- Pues al parecer no, pero es muy preocupante y ahora que piensas que ese joven también es tu hermano…..- hablo Aro
- Como que su hermano?- pregunto Marcus que hasta entonces no había dicho nada
- Si Marcus, el joven que esta al costado de Ali al parecer es Dylan- dije y mi rostro se entristeció un poco
- Pero eso es….
- Casi imposible lo se, además que muy extraño, por que el creció pero Ali no. – Aro se sentó nuevamente en su trono y se agarro el mentón en forma pensativa
- Pero bueno no hagas conclusiones son solo especulaciones- dijo Marcus y yo asentí con la cabeza
- Aun así tendrás que averiguar por que algo malo traman y tu estas implicada- dijo Aro
- Lo se- respondí
- Por eso hemos venido aquí Aro- dijo Alec
- Para que querido amigo?- pregunto el
- Queremos que nos proporciones gente
- Por su puesto que si- dijo Caio que por primera ves no nos llevaba la contra
- Como?- pregunte confundida
- Que si, lo que dice en la carta es muy serio Mia, en Paris existe un grupo de vampiros no registrados y estos tienen que ser asesinados por la orden- dijo Caio y entonces entendí sus intenciones
- No…..no insinúas que mataran también a mis hermanos o si?- pregunte aun que ya sabia su respuesta
- Si son culpables de su delito claro que tendrán que morir no tienen ninguna corona Mia- dijo el muy serio, yo suspire no me gustaba pelear con Caio y sobre todo en estas circunstancias donde dependía de la corte pero no podía hacer mas nada, el quería matar a mi familia y yo no lo permitiría
- Ni hablar, en primero lugar de que delito hablas y en segundo jamás dejare que les toquen ni un pelo!- dije ya furiosa y Alec se irguió mas, un leve gruñido salio de su garganta y miro a Caio con mucho desprecio- solo yo puedo hacerlo!- concluí
- Solo así accederemos a darles mas personas- dijo Caio- y según lo que Alice dice en esa carta ellos mataran a gente
- Pero….
- Hermano mío estas en todo tu derecho y tienes toda la razón de decir esto pero no crees que primero tienen que ser juzgados?- pregunto Aro y Caio asintió de mala gana. Un suspiro de alivio se me escapo y Alec sonrío para darme apoyo y agarro mi mano con delicadeza.
- Entonces? En que quedamos?- pregunto Alec
- Pues van, llevaran a los que crean necesarios, máximo 7 no quiero que me dejen sin protección aquí.- dijo Aro
- Y traerán a los sobrevivientes para ser juzgados aquí- dijo Caio
- Esta bien- respondimos al unísono Alec y yo
- Entonces que esperan, vayan a practicar solo les queda 12 días- dijo Aro y los dos salimos en silencio. Pero antes de que saliera por completo del cuarto voltee a verlos
- Gracias- dije con una pequeña sonrisa

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Charlie Elizondo caminaba asustado por las callecillas de Paris, lo que acaba de ver había sido realmente sorprendente y escalofriante, a pesar de ser un empresario amante del terror eso le había asustado, sus manos sudaban, su rostro estaba pálido como el de ellos y tenia un mal presentimiento. Corrió lo mas que pudo para llegar a la comisaría pero faltaba mucho para llegar, tomo un atajo, una callecilla transversal muy bacía, sin luz y húmeda que en otra situación le abría parecido peligrosa y jamás la hubiese tomado pero en ese momento no le pareció peligroso, tan solo rememorar los gritos en su mente le daban la fuerza para seguir adelante, tenia que avisar lo que había visto aun que lo creyeran loco.

- Charlie- dijo una voz de niña en un susurro. Charlie paro en seco, se quedo petrificado y voltio varias veces para ver si alguien lo seguía, pero la callecilla estaba mas desolada que nunca.
- Charlie!- volvió a decir esa vocecilla que estaba aun mas cerca
- Quien anda allí?- pregunto Charlie
- Estoy aquí- dijo de nuevo la vocecilla y un escalofrío recorrió su espalda y se dio cuenta que la vocecilla estaba mucho mas cerca de lo que el creía a un principio.
- Donde?- siguió preguntando Charlie que ahora estaba mas desesperado que nunca y daba vueltas para ver si localizaba a esa niña
- No me podrás ver, estoy en cabeza- dijo ella y se le escapo una risita escalofriante, Charlie se quedo paralizado y no pudo articular palabra alguna, acaso se estaba volviendo loco?
- No, no estas loco- dijo esa vocecilla que cada vez era mas espeluznante
- Que quieres!- pregunto Charlie que recobraba el aliento y comenzaba a caminar desesperado para finalizar el estrecho camino que le faltaba
- Aun que corras no te vas a escapar de mi- dijo la vocecilla- sabes Charlie hay veces que no debes de estar en algunos lugares.- dijo ella y Charlie supo al instante a que se refería, ese día, había peleado con Clarisse, su novia y decidió salir a dar un paseo por el río Sena, era casi la una de la mañana y aun que Clarisse le imploro que no saliera el tenia que salir a despejar su mente, pero que caro le había costado, había visto como unos extraños humanoides desgarraban los cuellos de otros en una feroz caza donde las pobres personas normales no podían hacer nada contra ellos.
- Yo…..yo no vi nada- dijo Charlie ya tartamudeando
- No mientas Charlie- dijo la voz, puedo ver en tus recuerdos todo lo que viste y también tus intenciones
- Pro…prometo no decir nada- dijo el desesperado hombre
- Lo se, se que no dirás nada- dijo esa voz muy confiada.
- Poco a poco el cuerpo de Charlie ya no le fue respondiendo, sentía como sus extremidades se adormecían, aun que Charlie quiso mover sus piernas y dirigirse al final de la callecilla sus piernas actuaron solas y lo llevaron hasta unas bolsas negras, allí sus manos comenzaron a buscar algo pero el no supo que hasta que vio algo brillante.
- O no, o no!!!- grito el desesperado al ver que su mano derecha agarraba fuertemente un vidrio muy filudo, poco a poco la mano se fuer acercando al cuello de Charlie y aun que el quiso detenerla no pudo, grito de dolor cuando el vidrio penetro su yugular, de ella salio a borbotones un liquido tibio y rojizo. Después de 5 minutos Charlie callo desangrado, muerto por su propio cuerpo y nunca pudo decir lo que vio.
- Después de unos instantes salio una niña de las sombras junto a un joven alto y de cabellos castaños.
- Muy bien echo Alejandra- dijo el joven y vio el cuerpo sin vida de Charlie, aun que le apeteció la sangre de ese pobre parisino se abstuvo y vio como reaccionaba la nueva, Alejandra no se había movido ni un centímetro, tenia mucho control, solo sonreía al ver el cuerpo, parecía satisfecha por su trabajo.
- Te dije Jack, te dije que lo haría bien- dijo ella y sonrío angelicalmente
- Si, ahora perteneces a nosotros- dijo Jack y palmeo la espalda de Alejandra.
- Entonces que esperamos- dijo la niña entusiasmada y jalando la mano de Jack hasta la salida de la callecilla- vamos a decírselo a diana, vamos, vamos
- Esta bien vamos- dijo Jack asombrado por el cambio radical en el carácter de la niña pero después de todo era solo una niña.

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Hola!! Este capitulo es dedicado a mi amiga Ale, espero que te guste el cap y a todas ustedes, ya estoy poniendo las fotos de los nuevos personajes y un pequeño comentario.
Ale o Mapa como algunas la conocen es la autora de una hermosa historia llamada un hermosos rayo de luz, si no la han leído aun, espero que la lean, es muy buena:

http://unhermosorayodeluz.blogspot.com/

A y bueno también esta haciendo una historia con migo, trata sobre semidioses recién esta en el primer cap, escrito por mi, espero que se pasen y nos den su opinión:

http://this-is-my-world-lu.blogspot.com/

las quiero, Lu