Serré los ojos tratando de recordar eso que tanto me inquietaba y cuando lo hice me arrepentí de ello. Estaba en una fabrica, el olor a sarro y a metales oxidados se colaban en mi nariz. Pero eso no fue lo mas inquietante sino los que me tenían prisioneros. Estaba parado y no podía mover las piernas, en un segundo recordé que Mía acaba de esfumarse junto a Jack y que yo hasta hace unos segundos luchaba sin control con los neófitos para liberarme y salvar a Mía, pero alguien había echo que me paralizara por completo. Me ordeno que me arrodillara y aun que no quería mi cuerpo obedeció.
- mi querido Alec, al fin juntos- dijo Diana con sorna
- basta de fingir!!- grite- Mía ya se fue, no finjas mas!- dije con mucha rabia. Tratando de moverme pero era inútil solo mi cabeza estaba libre.
- Me pareció cómico es todo- dijo Diana y se acerco a mi, tomo mi barbilla e hizo que la mirara.
- Que quieres? nosotros no te hacemos nada, que quieres!- grite desesperado, en mi cabeza retumbaba una y otra vez el nombre Mía, lo único que quería era saber si estaba bien. Diana negó con la cabeza.
- Te equivocas en eso, ustedes si hacen mucho…….hacen mucho daño y sabes que!..... ya no mas.
- A que te refieres.
- Me refiero a que tu y tu estúpida corte deben de desaparecer ya!- chillo Diana. Su mirada era sombría e inquietante.
- Quieres venganza, eso es lo que quieres! Por que mataron a tu querido Jonathan?!- pregunte desafiante escupiendo las ultimas palabras con odio y rencor. Diana me miro con cólera.
- No te permito que digas su nombre!- grito ella y me lanzo una cachetada que hizo que mi rostro se moviera brutalmente hacia un costado. Mi mejilla ardía así que supuse que sus uñas habían penetrado mi piel pero tan pronto como la reacción de Diana las heridas serraron. La volví a mirar, esperando a que dijera algo. Ella por un instante estuvo en silencio como si quisiera tranquilizarse, cuando ya lo había logrado me miro otra vez, con el mismo rostro de sorna.- alguna vez, te conté la verdadera historia de John?- pregunto. Yo no dije absolutamente nada, solo la miraba a los ojos con todo el odio y repudio que tenia.-contesta- dijo ella pero no conteste. La rete con la mirada- Sandra- dijo con toda normalidad y una de las neófitas que estaba a unos cuantos metros detrás de ella se acerco con una sonrisa malévola.- enséñale que me tiene que responder cuando le hablo
- Con gusto jefa- dijo Sandra, se acerco a mi. Hasta que estuvo muy cerca no me di cuenta que tenia un cuchillo en la mano. La mire extrañado. Con un cuchillo no me haría nada, pero entonces al contacto con mi cuello sentí una descarga tormentosa y agobiante que hizo que diera un grito desgarrador de dolor.
- para- dijo Diana y en ese momento el dolor seso. Sandra se alejo un poco mas- y bien alguna vez te hable de John?- volvió a preguntar
- no- dije exhausto
- eso pensé- dijo ella. Entonces para que diablos me preguntas!!!- quise gritar pero me contuve. No quería volver a sentir ese horrendo dolor, que aun hacia que mi cuello ardiera como si lo hubieran puesto a las brasas calientes. – hace mucho- inicio su relato- en los años 1600 o talvez mas, yo ya había sido convertida en vampira y vagaba por las ciudades sin rumbo alguno, lo único que quería era morir pero por mas que lo intentaba no sabia como y no conocía a vampiro alguno que me ayudase ya que, mi creadora había sido asesinada en una batalla de territorios y yo huía de sus asesinos. Vague y vague hasta llegar a un pueblo de Gran Bretaña es ahí donde conocí a John, al principio quería divertirme con el y comerlo pero me enamore, Alec en verdad me enamore. El tenia 17 en ese entonces y ya a su edad tenia que hacer de padre por que su familia había muerto a causa de la peste dejando a su hermana de 14, a un pequeño bebe de 3 y a él en la orfandad.
- Porque me cuentas eso- dijo fríamente Alec, que ya se recuperaba
- Porque tienes que saber las razones que me llevaron a tomar esta decisión- dijo Diana, parecía mas tranquila, hablar de John la relajaba.- el punto es que comencé a salir con el. era agradable y me aceptaba tal y como era. Un día regrese a la ciudad después de alimentarme. Había un gran incendio, que provenía de la zona en donde vivíamos. Corrí hacia casa. Había algo malo, sabia que ese incendio solo era una distracción porque sentía el aroma de mas vampiros allí, entonces…entonces lo vi. Marcus, tu asqueroso líder había ya bebido toda la sangre de John y lo lanzaba hacia una casa que ardía en llamas. Quise correr y matarlo en ese momento que estaba tan vulnerable pero la voz de Daniela me detuvo. Pedía ayuda, tenia a el bebe en sus manos y me pedía ayuda. Sabia que era mi deber, sabia que aun que tenia todo el dolor que tenia mi deber era cuidarlos. Eso hubiera querido John no?- pregunto ella. Parecía ida, estaba sumergida en esos recuerdos.
- Y donde están?- se me escapo decir
- El pequeño no soporto a la peste y me daba mucho temor convertirlo así que no pude…... no pude salvarlo. Daniela en cambio si fue convertida. Allí esta- dijo mostrando una pequeña joven. La misma que había roto el campo de fuerza de Mía.
- Y si tu plan es matar a Marcus, para que lastimarme a mi, a Mía- dije con pesar- Nosotros no te hicimos nada, es mas yo! En un momento te ame!
- Lo se Alec- dijo con una sonrisa maliciosa. Su rostro nuevamente regresaba a ese malvado y lleno de burla acida- pero mis planes ya no son solo venganza. – me quede atónito por unos segundos, tratando de saber lo que pensaba- el tiempo a cambiado muchas cosas en todos estos años sabes, demasiado para ser verdad, los vampiros ya no necesitan esconderse! Somos lideres, somos los mas grandes depredadores, por que no solo tomar nuestro lugar?
- Estas loca- se me escapo
- Loca por poder- dijo ella, su mirada se había puesto fría y seria- lo único que me impide tener el control de todo!! son los anticuados vulturi pero ya no es problema, los mataremos a todos!- dijo con una sonrisa y los neófitos de atrás rugieron de alegría.
- No podrás!- grite
- Si, si que podré.
- Los vulturi los mataran a todos, ellos no son tontos!- grite.
- Ellos no esperan que yo tengo a 30 neófitos entrenados- dijo Diana
- créeme ya se a intentado hacer eso y no funciono- dije recordando como los Cullen habían matado al ejercito de Victoria.
- Cullen?- pregunto una vocecilla de niña pequeña. Pero como demonios sabia eso? Me pregunte pero no dije nada Diana sonrío como si hubiera esperado que dijeran eso para comenzar con su “gran plan”.
- El problema con el caso Cullen pequeña Alejandra- dijo Diana con toda la serenidad posible- es que los neófitos que los atacaron pensaban por si mismos, los nuestros en cambio estarán manejados por mi.- concluyo. La piel se me escarapelo.
- Y donde están tus neófitos, yo no veo mas que 9 vampiros aquí- dije tratando de que no se diera cuenta de mi nerviosismo
- Escondidos claro…. Esperando su momento, para ser exactos el día de luna llena, tengo un regalito especial para Caio que solo ese dia puede abrirse - dijo ella con una sonrisa. El silencio se apodere de la estancia por unos minutos. Para esa fecha faltaban unos 9 días, pensé mientras trataba de esconder mis miedos, no quería que ellos me vieran atemorizado.
- No me has dicho hasta ahora para que me quieres- dije. Pero al instante me arrepentí. Los ojos de Diana brillaron llenos de malicia.
- Para que acabes tu mismo con tu hermana- dijo y una sonrisa apareció en su rostro de porcelana.
- Ni hablar, ni hablar- grite. Diana vio su reloj.
- Falta poco para que Jack regrese con tu noviecita, que de seguro también nos servirá de algo así que comencemos. Alejandra, necesito que veas su peor temor- dijo Diana, la angustia se apodero de mi, el terror de lo que podían hacer con tal información. En esos momentos una pequeña niña de apenas trece años se me acerco, presentí que era la misma niña que había pregunta sobre los Cullen . Parecía dulce pero su ojos carmesí demostraban todo lo contrario. La niña asintió con una sonrisa, me miro por un interminable minuto y comencé a sentir un dolor incesante en la cabeza.
- Muéstrame, muéstrame y dolerá menos, te lo prometo- dijo una voz en mi mente. Yo serré los ojos con todas mis fuerzas tratando de serrar mi mente.
- Nunca!- grite y sentí otra oleada de dolor. Los minutos pasaron. Sentía que la niña dentro de mi cabeza ya comenzaba a irritarse así que sentí una oleada más de intenso dolor y de pronto puff. El dolor desapareció
- Lo tengo- dijo la niña en voz alta.
- Y que es?
- Su peor temor es odiar tanto a Mía que deseara matarla- concluyo la niña y yo grite de ira.
- Patético- dijo Diana- pero aun así perfecto, ahora ya sabemos para que nos servirá ese chica, será tu sacrificio de iniciación.
- Jamás le haría daño prefiero morir antes de eso.
- Alec, siempre tan ingenuo, yo no te estoy dando a elegir- dijo ella, se acerco a mi en un segundo. Levanto mi rostro para que la viera a los ojos.- mírame- dijo ella con voz tranquilizadora y algo hipnotizante, yo la mire, ahora sus ojos ya no eran rojos eran completamente negros. Me perdí en su mirada….
Al terminar el recuerdo tome una bocanada de aire y abrí los ojos. Mía me miraba inquieta.
- Los vulturi están en peligro- dije con la voz temblorosa al caer en la cuenta que ya solo faltaba menos de dos días para que fuera luna llena.
- Que?- pregunto ella y yo le conté todo el relato mientras nos vestíamos apresurados para luego ir a advertirles a los demás. - No puedo creerlo Alec, pero por que no nos contó Jack lo que tramaba Diana?- pregunto ella
- No lo se, creo que no confiaba en el. En los días que estuve allí, sin recordar nada tampoco me hablaron sobre los neófitos ni de sus planes. Nada.- dije mientras bajábamos las gradas de caracol para llegar a la zona donde estaban todos. Yo tenia la mano de Mimi entrelazada con la mía, así me sentía mas seguro al igual que ella que en ningún momento quiso separarse de mi.
Sabia que faltaba poco para llegar, sentía los movimientos abajo y también sabia que apenas llegáramos abajo ya no habría tiempo para estar solos, así que ahora o nunca. Para en seco y voltee a ver a Mía que estaba ligeramente una escalera mas arriba que yo. Me pare frente a ella y la mire a los ojos.
- Que pasa?- pregunto observándome. A la altura en la que estaba era exactamente de mi tamaño.
- Te amo- dije y la abrase por la cintura. Sabia que había poco tiempo y que cada segundo contaba pero necesitaba hacerlo. Necesitaba sentir y estar seguro que confiaba en mi después de todo el daño que le había echo.
- Yo también te amo- dijo ella en un susurro. Sonrío levemente y tomo mi rostro con las dos manos para acercarlo al suyo. Nuestros labios se fundieron en un tierno y corto beso. Pero fue solo ese pequeño beso el que me demostró que Mía ya me había disculpado por completo.
- Jure protegerte Mimi…- dije después de unos segundos de silencio en donde me debatía como se lo diría-…pero es inevitable que tenga que ponerte en riesgo ahora, amenos de que…. -me acalló con un beso
- Iré de todos modos porque también es mi familia- dijo ella con una sonrisa alentadora. Le sonreí de igual manera. Por un lado quería que me acompañara pero por otro me daba terror. Solo yo sabia cuan poderosos eran los ayudantes de Diana porque le había pedido a cada uno de ellos que me mostraran su don, por curiosidad claro, y temía que le hiciesen daño, ahora ese era mi peor temor. – además- continuo- no te voy a volver a dejar solo.- dijo ella, la abrase con toda la delicadeza posible y reinicie la caminata.
Llegamos en menos de 5 minutos a la zona donde ya todos desayunaban. El primer rostro que vi fue el de Abigail, me miraba con sorpresa pero yo esquive su mirada, me daba tanta vergüenza haberla visto con deseo antes.
- Mía, pensé que te habías ido- dijo Jack y sin darse cuenta de nuestras manos entrelazadas la abrazo con cariño. Un dolor punzante de celos paso por mi columna vertebral a la velocidad de un rayo.
- No me fui porque Alec recordó todo- dijo Mimi alegre, se alejo de Jack con una sonrisa y me abraso cariñosamente.
- En hora buena!- dijo Z. Jack se alejo y me miro con una sonrisa forzada. Se notaba que después de mi actitud no le caería bien.
- Que bueno- dijo Jack. Mire a Abigail para ver su expresión. Me miro fugazmente y luego sin decir nada comenzó a tomar nuevamente su café, como si nada hubiera pasado. Parecía demacrada, como si hubiese estado llorando toda la noche pero dude que fuera por mi.
- No vinimos a anunciar exactamente eso- dije y Mía, se alejo de mi por unos instantes. Desapareció entre los pasillos y regreso con el celular que le había dado Lía.
- Ya esta llamando- dijo ella al entregarme el celular. Dio varias timbradas hasta que Jane contesto.
- Mía, que pasa?- pregunto con frialdad
- No soy Mía, soy Alec- dije apresurada – donde están?- pregunte
- Ya estamos por los bosques de Volterra pero ni creas que puedes….
- Jane, Jane! Escúchame con atención- la corte y le conté todo lo que había descubierto en mis recuerdos. Al principio pareció alegre porque había recuperado la memoria pero luego su voz comenzó a tornarse seria y hasta algo preocupada. –tienen que ir por una zona mas transitada, es probable que se estén ocultando en el bosque.
- Tienes razón, pero tenemos que avisarle a Aro cuanto antes para que vaya preparando a la gente que esta en el castillo- dijo ella apresurada. Pero Mimi ya se había adelantado a ello y ya estaba conversando con Aro gracias al teléfono de Jack.- Mía ya lo esta hacinado
- Vendrán?- pregunto
- Eso esta en duda?- pregunte con un tono mas juguetón. Ella se relajo un poco al contestar.
- Obviamente que no- dijo ella. Nos despedimos y colgó. La hora siguientes fue prácticamente una discusión acerca de cómo atacaríamos. Sabia que teníamos que estar yendo ya! Pero Mía, prefirió quedarse un rato mas para ver si alguien se nos unía a la causa. Claro que Fred se reuso rotundamente apelando que los vulturis tenían que probar de su propia medicina. Yo quise contraatacar diciendo que si Diana ganaba el mundo se convertiría en un perfecto caos pero Mía me detuvo. Le dijo algo tranquilizador a Fred y este, junto a la pequeña Bree se retiraron de la estancia. El primero en animarse a venir fue Jack:
- Yo voy- dijo él, que hasta ese momento estaba sentado a un costado de Abigail. Se paro y quiso venir hacia nosotros.
- Jack- dijo Abi en un susurro y tomo su brazo para que parara. El la miro con ternura y le acaricio el rostro con su mano libre.
- Estaré bien- dijo él, le sonrío calidamente y se puso al costado de Mía que lo animo con una sonrisa.
- Yo también- dijo Z, rara iniciativa en ese chico algo delgado y débil pero que aceptamos con mucho agrado. Cual quier ayuda nos vendría muy bien ahora.
- Gracias Z- dije mientras el se acercaba hacia nosotros.
Al parecer el grupo de licántropos sopesaba las cosas y no los culpaba, después de todo los Vulturi jamás habían sido amables con los de su raza. Después de un rato Will su líder nos miro seriamente.
- Abraham y yo también iremos- dijo el, su hija Sam contrajo su rostro en una mueca de disgusto pero no replico. Clara y Ariel también se acercaron y nos ofrecieron su ayuda.
Paso media hora mas, la gente comenzó a despedirse de los que se quedaban pero en ningún momento vi al verdadero líder de ese clan, Leo no estaba por ningún lado y temí que por mi actitud con Abigail el se abría ido y dejado en ese estado tan triste a la pobre hermana de Mimi. Entonces cai en la cuenta de que yo si era el responsable del problema y que lo menos que le debía era una disculpa.
- Mimi, hablare con tu hermana- le dije mientras soltaba su mano casi con dolor, detestaba dejarla tan solo un segundo.
- Ve creo que necesitan conversar- dijo ella con una sonrisa alentadora, me beso en la mejilla y se fue junto a Jack. Yo, me acerque a Abigail que limpiaba en la cocina. Hablaba algo con su hermano pero apenas me vieron se quedaron callados.
- Abigail, puedo hablar con tigo?- le pregunte con tranquilidad. Derek me miro un segundo y luego se retiro.
- Que pasa?- pregunto mientras esquivaba mi mirada.
- Lo siento- dije. Ella levanto la vista, no era por comparar pero en su mirada se veía la inseguridad que nunca tubo Mía.
- Lo sientes, fui yo la que metió la pata, así que la que debe de disculparse aquí soy yo, en verdad complique mas las cosas y le hice daño a Mía, por un simple capricho. –dijo con un tono de reproche en su voz, el silencio se apodero de la estancia por unos minutos.
- Borrón y cuenta nueva?- pregunte estrechando mi mano. Ella sonrío débilmente.
- Borrón y cuenta nuevo, Alec- dijo y nos saludamos con las manos.
Hola!!! Aquí les dejo el capitulo que sigue, espero que les guste. Respecto a los comentarios anteriores =) me encantaron y me conmovieron, no puedo creer que lloraran, enserio me hicieron sentir muy feliz por que en verdad estoy haciendo que la historia si les llegue al corazón. Gracias por todo y bueno yo en verdad si pensé en ser escritora, juro que le he dado mil vueltas al asunto pero hay un pequeño obstáculo, mis padres. Bueno no es un pequeño obstáculo es grande y se que he dicho que ellos me apoyan y quieren que saque un libro pero temen que si estudio esta carrera pues al final termine pateando latas, no se si me entienden jeje pero bueno en Perú no hay muchas oportunidades para los escritores nuevos, aun así seguiré escribiendo siempre como un hobbie hasta que se presente la oportunidad de mi primer libro y pues ya veremos que pasa xD
Las quiero un montón!!!
Ahhh y recuerdan que gane el concurso de mejor blog del mes pues el premio era una foto editada y una entrevista que al fin fue publicada, es corta, si quieren leerla este el link:
http://cazadoradeblogs.blogspot.com
Lu
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