miércoles, 27 de julio de 2011

Hola chicas!



Este no es un capitulo pero les tengo buenas noticias para las lectoras de Blood Games:

1. Ya hay un nuevo capitulo escrito por mi :)
2. Tenemos nueva escritora y es Dany!!!


Y bueno por fiestas patrias me iré de viaje cuatro días y no podré publicar ni nada por el estilo pero apenas tenga tiempo arreglare el blog de Blood Games y le pondré las fotos de los personajes.


Lu!!


Pdt: A las lectoras de Perú, felices fiestas patrias y que la pasen súper híper genial estos días de feriado!

lunes, 25 de julio de 2011

Capitulo 21- Fire Girl

Mire a Sebastian a los ojos y supe que el pensaba lo mismo que yo.

- Oh no…Alice no- susurro pero yo ya había saltado de mi asiento y corría a abrir la puerta.

No pensé en las consecuencias de ese acto o en lo estúpida que estaba siendo, solo quería abrir la puerta y encontrar a Leo. La abrí con una gran sonrisa pero no encontré a Leo sino a mi madre junto a Milos y una cara más que furiosa.

- Alicia!- grito molesta y yo di dos pasos para atrás.- como se te ocurre escapar!
- Mejor no me digas nada por que todo es por tu culpa!- dije igual de molestas.

Los demás aparecieron detrás de mi. Sebastian puso sus manos sobre mis hombros. Cosa que me pareció asombrosa por que creí sinceramente que apenas apareciera mi madre, el simplemente se iría a su lado como suele hacerlo.

- Madre por que le ocultaste eso. Ella tenia el derecho de saber igual que todos nosotros de que Leo esta vivo.- hablo con suma frialdad y mi madre abrió ligeramente los ojos.
- Así que ya lo sabes.- dijo dirigiendo su mirada a mi.
- Y por que más hubiera venido?- pregunte y ella lanzo una mirada a Charlie.
- Por que no te lo cuenta Charlie o Jena?- mire a Charlie y a Jena algo extrañada, también me ocultaban cosas? Jena se me acercó mientras Milos y Fox cerraban la puerta y se quitaban los abrigos.
- Con todo lo de Leo, lo que ocurrió esta noche paso a segundo lugar- hablo Jena y me condujo a la cocina.
- Que pasa?
- Hemos estado observando a la urbe de Scarlett, tu ya sabias eso.
- Si
- Bueno, están pasando cosas muy raras.
- Como que? al punto Jena! estoy preocupada, es algo con David?- Jena me miro un instante a los ojos y luego comenzó a buscar cosas en la refrigeradora que para mi sorpresa tenia comida.
- La corona real les a quitado parcialmente la protección, los ha echado de la antigua cede y los a reubicado en dos casas continuas que están frente al río Thames.
- Scarlett debe de estar furiosa…
- Y si que lo esta pero eso no es lo más raro.
- Sino?
- La madre de David tiene un nuevo bebe que protege con su vida. No entiendo de quien puede ser por que- titubeo un poco- bueno sabes que Jocelyn ya es mayor como para tener un bebe además Jonathan no a regresado a la urbe, así que…
- Entiendo el bebe no es suyo y David, lo has visto?- Jena suspiro con fuerza.
- Esta saliendo con Scarlett
- Que!- grite y tuve que sentarme por que eso no podía asimilarlo con normalidad. – pero….pero ella es mucho mayor, como es que….- la voz se me fue apagando, con que derecho preguntaba esto? Después de todo el daño que le había hecho a David estando con su hermano.
- Alice- hablo Jena y se sentó frente mío mientras abría un yogur y se lo tomaba de un tiro- David a cambiado muchísimo, ahora es la mano derecha de Scarlett. Del David que conocías ya no queda nada. Es mas, hoy hizo llorar como un bebe a Lilian, sabes lo difícil que es hacer llorar a esa niña?- asentí triste con la cabeza.
- Lilian sabe lo de Leo, me pregunto si ahora David también lo sabe.- Jena frunció el seño y para que no estuviera muy perdida, tuve que contarle mi visión completa. Ella lo medito bien antes de responder.
- De seguro por eso discutieron hoy. El estaba tan fuera de si que la golpeo en medio de la calle.
- Pero Lilian esta bien?- pregunte asustada, no podía creer que David estuviera tan cambiado.
- No lo se, entro a su casa y bueno, ya no pudimos ver nada más.
- Eso es lo que mi madre quería que me contaras?
- Si, creo que si.- dijo ella frunciendo el seño.
- Alice!- grito con voz autoritaria mi madre- ven inmediatamente.- suspire y me encogí de hombros.
- Es hora de la regañada- dije rendida


[…]


Me aliste como para una operación: Me bañe, me puse una bata blanca que me había entregado Jay y fui hacia donde estaba el. Me eché en una camilla de metal y deje que el hiciera lo suyo.

- Nos vemos pronto- fue lo ultimo que le escuche decir por que me fui adormeciendo hasta que ya no podía abrir los ojos, solo sentía vagamente que Jay seguía en la habitación por que por instantes mis oídos podían captar sonidos. – si me escuchas, estoy a punto de ponerte las intravenosas.

Al instante sentí un pinchazo en el brazo derecho, luego de un minuto otro pinchazo en el brazo izquierdo y el tercero? Donde estaba el tercero? Me pregunte pero se me olvido en tan solo un instante ya que, sentí que dos líquidos completamente diferentes entraban por mis brazos. Uno era caliente, tan caliente que quemaba y el otro era tan frío pero tan helado que hacia mas daño que el otro.

- Aquí viene el de tus padres- hablo Jay y con un certero golpe me inyecto directamente al corazón un liquido extraño.

El pinchazo me dolió terriblemente pero no pude moverme ni decir nada, luego el liquido comenzó a aliviar ligeramente el dolor general que mi cuerpo estaba sintiendo hasta que se unió a los otros dos líquidos y el verdadero infierno apareció dentro de mi. Sentía como violentas convulsiones surcaban mi cuerpo como estocadas. Escuche como Jay se movía de un lado a otro, los sonidos de las maquinas que median mi presión y mis latidos se desbordaban en sonidos extraños y poco alentadores.

- Mierda, mierda- habla una y otra vez Jay. – Sofi, quédate con migo, Sofi quédate con migo!!!- fue lo ultimo que escuche de el, luego de eso me sumergí en un silencio y una oscuridad perpetua. Ya no había dolor, ya no existía nada a mi alrededor. Estaba muerta?
- No, no lo estas. – hablo la voz de Alexander y yo me quede petrificada- estas en como, si así estas.- dijo y se dejo ver. Me pare de un respingo y lo mire. Seguía con esa chompa color granate y sus jeans gastados.
- Alex…- dije en un ligero susurro y me acerqué a el. Alexander me sonrío calidamente y acorto nuestro espacio. Me abrazo con cariño y fuerza pero a la vez con delicadeza como solo el lo sabia hacer.- te he extrañado- susurre débilmente.
- Y yo…
- Jamás debí dejar que manejaras solo y en ese estado, yo….- ya no hable más. Alexander me beso de improviso y sentí una explosión de emociones dentro de mi, quise seguir el beso, estaba necesitada de el pero me alejo ligeramente.
- No estoy muerta?
- Nop, ya te lo dije, estas en un estado de coma profundo. Al parecer Jay hizo algo mal…el siempre hace algo mal aun que sea crea un súper cerebrito.- se burlo pero yo no estaba para eso.
- Entonces si no estoy muerta como puedes estar aquí? O…- me aleje de el con tristeza- todo esto esta en mi mente verdad?
- Sofi- dijo el y se acerco nuevamente a abrazarme.- yo siempre estaré aquí- dijo y me señalo el corazón- y aquí- dijo tocando mi cabeza.- ahora tienes una parte de mi dentro de tu sangre así que será divertido.- concluyo con una ligera sonrisa.
- Y Leo?- pregunte con timidez.
- El no esta muerto, puede aparecerse en vida no crees?- asentí con la cabeza.- estas molesto?
- Con tigo? Por estar con el?- pregunto y yo asentí con la cabeza.
- Ya no estoy con el- agregue rápidamente. El me tomo con cariño de las mejillas he hizo que lo mirara.
- Tonta- hablo con cariño- no podría estar molesto por que estas feliz con alguien más. Estoy molesto por que lo dejaste así, sin ninguna explicación, solo escapaste como una cobarde…y tu no eres una cobarde.
- Era lo correcto…
- Lo correcto? Sofi crees que alguien en su sano juicio, va despertar, leer una nota, luego leer el folder y regresar como si nada con una chica que ni siquiera ama? Hazme el favor- ahora Alexander parecía algo molesto. Me soltó y se fue para un costado.
- Si la ama, estoy segura de eso. Lo he visto en sus ojos, tienen la misma intensidad que los tuyos tenían cuando me mirabas.
- Talvez la amó pero tu le gustas ahora y también estas segura de eso.- hablo Alexander sin verme.
- A todo esto, como sabes tanto de mi si tu…- no pude decir todas las palabras, parecía tan vivo en estos momentos.
- Pues bueno, también suelo ser tu conciencia- hablo con una sonrisa y yo suspire con fuerza.- te dije que estoy iba a ser divertido.
- Estoy loca…- hable y me senté en el piso oscuro
- Como todos, solo que tu un poco más, pero cuando no lo has estado? Además…
- Para Alex! No ayudas…- dije furiosa y el desapareció. Estoy loca? Eran palabras realmente extrañas para mi, pero la verdad no podía definir lo que me estaba pasando, solo podía indicar que era locura y mucha pena y soledad lo que ocasionaba que Alexander apareciera como mi conciencia.

No se cuanto tiempo paso, pero Alexander ya no apareció aun que lo llame una y otra vez. En un momento de completo silencio pude escuchar lo que ocurría afuera o talvez también era parte de mi locura. Lo cierto es que la habitación estaba ahora llena de ruido y ya no estaba segura de nada.

- No!! No puedes dejarla aquí!- gritaba una y otra vez Jay con una desesperación que asustaba.- Maldito miserable, ella confiaba en ti!- grito nuevamente. No estaba segura que si lo que decía eran frases corridas o simplemente algunas frases desconectas por que ahora si que me sentía muy desorientada.
- Son ordenes del consejo- hablo una voz que no pude reconocer muy bien aun que sabia perfectamente que era conocida.
- Por lo menos déjame despedirme de ella- dijo Jay, ahora parecía muy triste y rendido.
- Tienes un minuto.- dijo el otro hombre. Sentí como Jay tocaba mis muñecas y se acercaba a mi oído.
- Puedes despertarte- dijo la primera vez y arranco ligeramente una de las intravenosas.- solo concéntrate- volvió a decir y arranco la otra
- Apura!- grito otro hombre
- Un segundo mas por favor- suplico Jay.- suerte Sofi- dijo una vez mas y arranco la que tenia en el pecho, conectada a mi corazón.

Sentí como un dolor punzante e indescriptible rodeaba mi cuerpo y con el ligeramente regresaban las sensaciones del exterior. Sentí ahora como arrancaban a Jay de mi lado y se lo llevaban quien sabe quienes. En perpetuo silencio otra vez, me quede confundida y aterrada por lo que acaba de pasar.

- Tienes que despertar- dijo Alexander y apareció de nuevo
- Alex, que pasa? Yo…
- No hay tiempo. Concéntrate, lo sientes?- pregunto y pude percibir que en la habitación había un calor sofocante.
- Que es?- pregunte asustada
- Están quemando todo, despierta! Despierta!- gritaba una y otra vez Alexander.

Estaba desesperado y yo igual, no quería quemarme viva y sentía como ya la camilla de metal en la que estaba echada ardía debajo de mi. Me concentre con todas mis fuerzas y trate de mandar ordenes a mi cuerpo para que este despertara y después de un instante surtió efecto. Mis ojos se abrieron, el lugar estaba lleno de humo, tanto que hacia que lagrimeara. Moví ligeramente mis brazos, no se cuanto estuve en este estado pero se que fue bastante tiempo por que mis brazos estaban flácidos y no respondían correctamente a mi. Poco a poco y con mucho esfuerzo y desesperación me arranque el respirador artificial de mi, tan toscamente que me hizo daño y arroje sangre. Luego comencé a toser frenéticamente por el humo y las heridas que me había producido por sacarme ese horrible tubo, pero no había tiempo para esperar, nadie me rescataría, tendría que salir de aquí sola. Sin que tuviera mucho control de mi cuerpo hice que este cayera con pesadez a las losetas frías que ahora estaban muy calientes.

- Estaré a tu lado hasta que ya no me necesites- hablo Alexander que se materializaba a mi costado y trataba de ayudarme para que me parara pero era inútil, el era simplemente una ilusión de mi imaginación.

Comencé a avanzar a cuatro patas hasta que pude apoyarme en una pared y me pare con algo de debilidad. Todo estaba completamente destrozado, las cosas de Jay se quemaban por todas partes y se desmoronaban a mi paso. Llegue hasta el ascensor con algo de más fuerza pero este no funcionaba así que subí por las escaleras, aun no podía correr pero si caminaba ya casi sin tropezar. El calor era sofocante y el humo no me dejaba ver mucho pero gracias a que había vivido mucho tiempo allí, descubrí que ya estaba en el primer piso. La visión de este fue mucho más terrible que el laboratorio de Jay, ya casi ni se podía distinguir nada por tanto fuego que había en este lugar que había destrozado las paredes, los muebles…

- Alexander….- susurre y el como si fuera un ente se acercó a mi.
- Que pasa Sofi?
- Por donde puedo salir?- pregunte con debilidad.
- Por la puerta trasera… ellos deben de estar en el patio delantero aun esperando a que todo se queme o a que tu salgas- se que Alex era mi subconsciente pero aun así ahora esa idea no se me hubiera pasado por la cabeza.

Me guíe, gracias a las paredes hacia la puerta de la cocina y con algo de dificultad logre salir de allí. Recibí contenta el aire sin humo, mi garganta aun estaba herida y dolía tremendamente pero el aire fresco alivio algo el dolor, vi ligeramente mis pies descalzos, no les había tomado mucha importancia pero estaban algo sangrantes. Sin alejarme mucho de la pared me fui acercando con lentitud hasta la zona que me pudiera permitir ver donde se encontraban los que me habían traicionado y sobre todo donde probablemente estaba Jay.

- No es una buena idea Sofi- hablo Alexander.
- Necesito salvar a tu hermano.- susurre pero no era necesario, el incendio hacia ya un gran barullo.
- Si pero no sola- hablo el y miro hacia otra zona, gire la cabeza y del bosque aparecieron dos muchachas de cabellera rubia. Traian trajes totalmente negros, eran cazadoras y venían hacia mi.
- Mierda me han atrapado- dije en un ligero susurro.
- Nop, mira bien- hablo Alexander y pude observar que las dos chicas eran mis conocidas. Sky la de la melena rubia y desaliñada y Henea la de la cabellera completamente lacia y perfectamente peinada. Las dos eran totalmente opuestas y por eso eran las manos derechas de Francisco mi hermano mayor.
- Sofía…ven, ven. Que no te vean- hablo Henea, la rubia mas pequeña y dulce.
- No, Jay esta allí…y a todo esto que a pasado?- pregunte en un susurro cuando ellas ya estaban a mi lado. Sky suspiro por que entendía que yo no me iría sin una explicación por que sabia que era igual que Francisco en ese aspecto.
- El consejo se a sublevado, tenían infiltrados en las cinco cedes y cuando a llegado el momento han atacado con todo lo que han tenido.- hablo rápidamente Sky.
- Mis hermanos….
- Amelia les puso al tanto de la locura que habías hecho!- me regaño Henea.- Alonzo y ella lograron escapar...- Francisco y Alfonso no corrieron con la misma suerte.- dijo con tristeza y bajo ligeramente la cabeza.
- Oh no…ellos…ellos están muertos?- pregunte con la voz entrecortada sin poder creer aun que todo esto estaba sucediendo.
- Lo lamento pero si.- dijo con tristeza Henea y me puso la mano en un hombro mientras que Alexander agarraba el otro.
- Antes de morir Francisco nos pidió que te protegiéramos pasara lo que pasara y así lo haremos.- dijo Sky
- Gracias- susurre débilmente. Luego serré los ojos por instante llena de dolor.
- Se fuerte por tus hermanos Sofi- susurro a mi oído Alexander entonces abrí los ojos con más fuerza que antes. No me resquebrajaría, ahora no.

Vi ligeramente el patio delantero para observar como estaba la situación. Habían cinco soldados arrodillados en el, entre ellos Jay así que supuse eran los que aun estaban de mi lado. Cada uno tenia frente suyo a otro soldado de la corte con rifle apuntándoles la cabeza. Con asombro pude percibir que el hombre que le apuntaba a Jay era Olaf.

- Maldito bastardo – masculle pero seguí viendo lo que ocurría. De aquí no podía escuchar muy bien lo que decía Jay pero si observe a quien le hablaba: Paúl, uno de los miembros del consejo. Detrás de el habían muchos mas soldados talvez unos 50, entre ellos pude reconocer a algunos de mis hombres. Infelices traidores los matare a todos. Pensé mientras se me ocurría un plan. Gire para ver a Sky y Henea que esperaban mis instrucciones.
- Cuantos soldados tenemos en estos instantes?- pregunte y Sky sonrío con malicia mientras Henea me miraba algo asustada.
- No tenemos más de 20 soldados Sofía, salvar a esos 5 hombres seria un suicidio- dijo Henea y yo la mire con mayor seriedad. No me importaba la idea de vivir si perdía a Jay aquí, el era mas que un amigo, era mi hermano y lo necesitaba con migo si quería estar algo lucida en esta batalla.
- Escúchenme bien por que solo lo diré una vez, jamás dejo a mis hombres, oyeron?- las dos muchachas asintieron con la cabeza. – cambio de planes, alguna de ustedes tiene un encendedor?- pregunte y Sky comenzó a sacar algo de sus bolsillos.
- Una fumadora compulsiva jamás camina sin uno- se lamento Henea mientras yo sonreía.
- Perfecto
- Y para que lo necesitas?- pregunto Sky
- Ya verán, ustedes solo estén listas para correr y si hay alguna forma de decirles a tus hombres que se preparen…- ni siquiera termine y Henea ya les estaba dando indicaciones por el intercomunicador que tenia pegado a la oreja. Espero que funcione. Pensé mientras me preparaba para lanzar el encendedor a las manos de Jay.
- Funcionara- dijo Alexander que corría hasta estar cerca de su hermano.

Solo abría una jugada y estaba lista para hacerla. Uno, dos, tres…

- Jay!- grite con todas mis fuerzas mientras me dejaba ver por todos los soldados.

Escuche como Sky y Henea gritaban detrás de mi para que me metiera pero eso ya no importaba. En un segundo llame la atención de todos hacia mi, al mismo instante que lanzaba el encendedor por los aires y Jay lo tomaba con una mano y con un movimiento casi felino creaba una barrera entre los atacantes y los que estaban de mi lado. La muralla de fuego azul se extendió alta e impotente, como si hace mucho Jay hubiera estado esperando sacar su flama interna.

- Corran, corran, corran!- decía Jay una y otra vez mientras los cuatro soldados algo atontados comenzaban a correr hacia mi.
- Sky ahora a donde?- le pregunte y ella señalo el bosque.
- Tenemos un avión- hablo con una sonrisa, esa sonrisa perversa que pocas veces se le borraba. Jay llego hasta mi y tomo mi mano.
- Sabia que lo lograrías- dijo mientras corríamos por el bosque.
- Aun no estamos a salvo- hable y le sonreí ligeramente a Alexander que en ningún instante se había alejado de nosotros.

[…]

Ya habían pasado tres semanas desde la noche que vi a Leo y no había vuelto a verle más.
Después de la discusión que tuve con mi madre esa misma madrugada, ella entendió dos cosas: uno, jamás me volvería a hacer de lado. Dos, era tan capaz como ellos. Gracias a eso ahora salía con Jena o a veces con John para observar lo que pasaba con los Anastie. No había novedad, es como si todo estuviera muy tranquilo, tan tranquilo que era extraño y preocupaba.
Una de las noches que yo estaba de descanso, desperté de la nada en medio de la noche con un extraño presentimiento, no había tenido ninguna visión pero sentía que debía de salir de allí. Como si no fuera yo misma, me vestí con rapidez y salí de la casa sin hacer ningún ruido. Camine por las callecillas, tome un taxi y me dirigí al centro. Llegue al bar The Cardinals, ya había pasado tanto desde que estuve aquí por primera vez pero parecía tan poco tiempo. Estaba a punto de entrar cuando vi como uno de los grandes ventanales que el local tenia se rompía en pedazos por el cuerpo de un muchacho que caía al suelo con fuerza, en segundos apareció otro hombro mucho más musculoso y comenzó a darle, golpes, una y otra y otra vez en el rostro. La gente se amontonaba y por alguna razón, yo también quise ver, no por que soy una morbosa y me gusta ver como pegan a un muchacho, en si no se por que quise ver , solo tenia que tener la certeza de que ese muchacho no era Leo. Me hice espacio entre la multitud y con asombro vi que efectivamente, el muchacho era rubio pero no era Leo. Sangraba, el rostro lo tenia con múltiples heridas y ya ni siquiera parecía vivo, lo peor de todo es que nadie quería ayudarlo. Me arme de valor, prendí mi puño en llamas y me abalancé al hombretón que pegaba al muchacho.

- Suéltalo!- grite y le di un golpe en la quijada con la mano en llamas.

El hombre me miro lleno de furia, parecía que acaba de despertar a la verdadera bestia. Di dos pasos para atrás mientras el hombre se paraba y dejaba del lado al otro muchacho. Observe con el rabillo del ojo a aquel chico que en vez de ayudarme se escapo por entre la multitud.
Maldito cabrón. Pensé pero seguí allí, lista para atacar a ese hombre.

- Ahora vas a ver lo que realmente le pasa a las chicas entrometidas como tu- grito el furioso y estuvo a punto de darme un golpe en el rostro. Serré los ojos esperando el impacto pero este nunca llego.
- No me digas que enserio vas a pegar a una chica…- hablo sarcásticamente alguien.

Abrí los ojos y pude observar aun que no me lo creía que era Leo, estaba alli intersectado aquel golpe con uno de sus manos, me miro ligeramente por detrás de su hombro. Serio como siempre, estaba allí para protegerme. Después de un segundo le dio al hombre que había intentado pegar un golpe tan fuerte en el rostro que lo dejo tirado en el suelo. Se oyeron las sirenas de los policías y toda la gente salio corriendo de allí. Con todo el alboroto no sabia muy bien donde estaba Leo hasta que vi como se escabullía por una de las callecillas oscuras. Corrí tras el y antes de que pudiera escapar le tome de la muñeca.

- Espera- le dije y nuestros ojos se encontraron por fin.
- Que quieres?- pregunto hostil y se soltó de mi mano. Entonces toda la rabia y las dudas explotaron dentro de mi.
- Una explicación?!- pregunte furiosa.
- Alice todo es muy complicado…- se limito a decir el.
- No, no lo es, el amor existe o no existe…ahora tienes una respuesta para darme, alguna vez existió entre nosotros o no?


..........


Y que tal? Les gusto? Se que la parte de Sofía es muy larga y a muchas de ustedes no les cae pero ella ahora es muy importante en esta historia. Desde el siguiente capitulo habrá más Alice- Leo por que como ven ya se encontraron, estoy muy feliz por eso aun que se que será algo mmm como decirlo complicado ^^.
Por otro lado, si se que Sofía es rara y la cosa es que sea así ^^, ella tiene conflictos de otro tipo como ya se habrán dado cuenta. Y bueno, ya les deje a los nuevos personajes. Que les parecen?

Bueno espero que sigan comentando y así pondré el siguiente capitulo pronto.


Lu!!

domingo, 24 de julio de 2011

Capitulo 20- Fire Girl

El silencio reino desde ese momento. Estoy seguro que Leo estaba muy confundido y molesto, tenia sentimientos encontrados y lo comprendía. Llegamos al hotel, Leo se dio una larga ducha mientras yo observaba sin saber que hacer el folder color naranja. Yo estaba ya dentro de mi cama y solo podía ver ese folder, muchas veces trate de abrirlo pero me aterraba lo que dijera allí. Leo salio de la ducha con la parte baja de la pijama puesta mientras se secaba con una toalla los cabellos.

- Ni se te ocurra leer eso- hablo Leo con total seriedad.
- Leo no te parece raro que ella haya escrito esto si se supone que te estaba engañando?- pregunte mientras ligeramente me mordía una uña, estaba algo, mejor dicho muy nerviosa.
- Sofi….no quiero que lo leas, Alice ya no me importa!- dijo y se sentó a mi costado, mientras se metía en la cama disimuladamente. Lo mire algo extrañada pero le hice un espacio. Me quito de las manos el folder y lo puso en el velador que estaba a su lado.
- Sabes, tienes una cama- dije en broma mientras le mostraba su cama intacta.
- Si, pero no me gusta. Además estarás caliente a mi lado- hablo con una ligera sonrisa cansada, me abrazo y me dio un beso en la frente.
- Vale, pero no te acostumbres- dije y me acurruque a su lado. Me abrazo con cariño y suspiro con fuerza. – lamento que todo terminara así.- dije después de un rato.
- No te preocupes, paso lo que tenia que pasar. De todos modos gracias por sacar tu látigo extraño.
- Todo era para protegerte, no les hubiera hecho daño.
- Lo se Sofi, tu eres diferente…

Desperté y aun era de noche, Leo estaba completamente dormido a mi lado, su cuerpo desprendía tanto calor que estaba sofocada. Tome el celular y vi que aun eran las 3 de la mañana, entonces instintivamente vi el folder de Alice, ya no había quien me impidiera leerlo y aun que tuviera temor y nervios sabia que era lo correcto. Lo tome con suma cautela para que Leo no se despertara y me metí al baño. Eran más de 200 paginas así que fui de frente al final. Aun las hojas estaban escritas en borrador, se notaba por que Alice había tachado algunas cosas y otras las había subrayado. Suspire profundamente y comencé a leer.

[…]

- Déjame Sebastian!!!- grite furiosa y me solté de sus brazos.- todo es por tu culpa!- le grite pero el me siguió viendo con frialdad.

Estábamos en nuestra casa antigua solo que esta vez estaba sucia y totalmente silenciosa. Aun tenia todas las cosas pero estas estaban empolvadas. Sebastian me había llevado hasta mi antigua habitación y de alli no me dejaba salir por temor a que fuera a buscar a Leo.

- Talvez me odies ahora pero te darás cuenta que lo he hecho todo por amor Alice!- grito el furioso
- Si, te odio con todas mis fuerzas!- grite nuevamente – esto es todo por tu culpa! Si tan solo me hubieses dejado hablar con Leo, el no estaría tan confundido! Y no es amor es egoísmo!!- grite nuevamente.- tu no tenias que hacer nada aquí! Nadie te llamo! Como siempre!
- El ya tomo una decisión, que no te das cuenta?!- me grito el, impidiendo que pudiera salir de la habitación. Lo fulmine con la mirada y le di un golpe en el pecho.- y vine por que vi la misma visión que tu! Que no te das cuenta que si yo no hubiera estado allí, tu hubieras podido morir?
- A claro y tenias que sacrificar a John para salvarme?- pregunte entre lagrimas- Te odio!
- El no me dejo Ali- hablo John tranquilamente detrás de mi hermano y me sonrío ligeramente.
- John!- dije y por un instante la amargura se me fue. Tan solo verlo allí vivo, hizo que olvidara a Leo y su extraña chica por un instante. Empuje a Sebastian y abrase a John con todas mis fuerzas.
- Perdón…jamás debí exponerte así! No quería dejarte pero Sebastian…
- El tomo la mejor decisión, sacarte de allí aun que…- dijo y miro a Sebastian con cara de pocos amigos- me debes una, me dejo el cuello algo magullado- dijo mientras se frotaba el cuello.
- Averiguaste algo?- pregunto Sebastian y John asintió con la cabeza mientras una ligera sonrisa aparecía en su rostro.
- Es cazadora, Leo la llama Sofi así que debe de ser Sofía. De seguro tiene un rango muy alto por que están hospedados en el hotel más caro de todo Londres y tienen un carro espectacular.
- Los seguiste hasta allí?- pregunte algo asombrada.
- Pues claro, para eso me quede no?- asentí algo triste.

Estaba más que confundida, estaba segura que había reconocido a aquella muchacha, yo misma había visto como acababa sin piedad con la vida de un hijo de Fleaur. Por que no había hecho lo mismo con John? Porque Leo creía que lo había engañado con Sebastian?! El era mi hermano pero….Leo no lo sabia. Me senté en mi cama empolvada mientras sentía como todas las piezas se iban formando en mi cabeza.
- Leo cree que tu y yo tenemos algo- le dije al fin a Sebastian y el se hecho a reír.
- Estas loca no? Somos hermanos!
- Yo se eso idiota pero el no.- dije algo irritada- Estoy segura que eso es lo que le molesta tanto- hable casi ida. Pero que idiota que había sido, tan solo debí decirle que el era mi hermano y todo se hubiera solucionado y ahora el estaría aquí con migo y no con ella.
- Pero le diste el folder, de seguro que lo va leer…- dijo John y yo hice una mueca.

Conocía a Leo, era tan obstinado que no lo haría. En ese instante se escucho que alguien entraba a la casa. Sebastian nos hizo una señal con los dedos para que estuviéramos en silencio mientras prendía su flama en las dos manos.

- Alguien ha estado aquí- escuche decir a alguien abajo. Sonreí de oreja a oreja. No había por que temer era Jena pero al parecer no fui la única que se dio cuenta de eso.
- Jena!- grito John y salio corriendo de allí.
- Pero y ha este que le pasa?!- bufo Sebastian mientras corría tras el.

Al bajar pude ver que Jena y Charlie nos sonreían amablemente. Se veían muy cansados y estaban algo sucios. Sin decir nada John abrazo a Jena, entonces comprendí que no solo había venido para ayudarme sino para encontrarla a ella. Desde la lucha que tuvo Jena con Scarlett, tuvo un extraño lazo con John puesto que, el había sido quien la salvo de las garras de Scarlett y posteriormente Jena también lo salvo de otros cazadores. Es por eso que su relación era muy estrecha, se podría decir que eran mejores amigos pero su relación no solo era eso, iba más haya pero aun así era algo extraño que no se podía definir.

- Alice? Pero que haces aquí pequeña?- pregunto Charlie, me acerqué a el para darle un gran abrazo.
- Supongo que ya todos saben que Leo sigue vivo. – hable algo molesta y Charlie y Jena me miraron sorprendidos
- Que? sigue…
- No lo sabían?- pregunte
- Pues claro que no lo sabían, ni yo lo sabia!- grito Sebastian.

[…]

Al terminar de leer lo que había ocurrido, las lagrimas cayeron por mis mejillas sin poderlo evitar. Esta era la verdad, Sebastian era su hermano, ella había querido salvarlo esa noche y yo sobraba en esta historia. Ahora entendía el presentimiento que sentía cada vez que estaba cerca a Leo o cuando lo besaba, él siempre había pertenecido a Alice, jamás a mi. Trate de calmarme pero era extraño, el dolor que sentía en el pecho era tan parecido al que sentí cuando supe que Alexander había muerto. Di un golpe sordo a la pared, llena de rabia y dolor. Siempre que estaba a punto de ser feliz algo pasaba y malograba todo. Me mire en el espejo y me quede un segundo allí, talvez eso es lo que quería el destino y si así era, tendría que acatar esos deseos, me lavé el rostro, me peine un poco y cure mi puño que estaba algo sangrante por el golpe a la pared. En silencio regrese a la habitación, me vestí con suma cautela para que Leo no se despertara, tome el lapicero y el cuadernillo de notas del hotel que estaba al lado del teléfono y comencé a escribir:

Leo:

La vida no es siempre como tu la percibes y aun que me hiciste sentir cosas que hace mucho no sentía, es momento que vallas con la persona que en verdad mereces. Lee esos papeles te darás cuenta de que mi despedida no es en vano.

Te quiero y espero que hagas lo correcto,

Sofía


Pdt: Se que regresaras con ellos, solo quiero que sepas que puedes decirles todo lo que creas conveniente.



Aguante las lagrimas al máximo y antes de que comenzara a llorar de nuevo, salí de la habitación y suspire con fuerza. Soy fuerte, dije una y otra vez antes de llamar a Vladimir.

- Vladimir?- pregunte con suma frialdad.
- Señorita Sofía.- contestó este.
- Encontraste alguna información?- pregunte mientras bajaba por el ascensor.
- Creemos que Fox esta escondida en la casa de Milos aun que sabemos muy bien que sus dos hijos están aquí.
- Vaya, supongo que pronto regresara. Quiero que encuentren un lugar donde almacenar todas sus municiones de preferencia que sea cercana a donde estas sus hijos, vigílalos constantemente y apenas este lista yo misma acabare con ella.
- Si señorita Sofía, algo más?
- Pase lo que pase quiero que tu tropa se quede aquí, me oíste?
- Por su puesto señorita, soy fiel ha usted y por ello hasta daría mi vida si me lo pidiera.
- Gracias Vladimir. Pronto estaremos en contacto.

La frialdad se había apoderado de mi y talvez eso era mejor por ahora. Leo había sido solo un pequeño estorbo en mis planes y ahora que los tenia claros nada ni nadie me pararía. Y no es que odie a Alicia pero si odio con todas mis fuerzas a su madre y haré que pague cada una de las consecuencias que provocó al matar a mi padre.

[…]

Les conté todo lo que había acontecido desde que ellos se fueron. Como mi madre se había alejado de mi, la reunión secreta que había tenido y la visión de Leo que ahora tanto le preocupaba.

- No se que mas vio, por que no escuche más.- dije tristemente- lo único que se ahora es que Leo esta con la misma cazadora que vi en la batalla.
- Pobre muchacho debe de estar muy confundido- hablo Charlie
- Confundido? El es un traidor!- grito furioso Sebastian.
- Talvez no…- hablo John que estaba sentado junto a Jena.
- A que te refieres?- pregunto Jena
- A que Leo puede estar recolectando información.- dijo y se encogió de hombros.

Estuve a punto de contestar pero el sonido de que alguien tocaba la puerta hizo que los cinco nos quedáramos en total silencio. Podía ser posible que mis suplicas se hicieran realidad y Leo apareciera por la puerta?

[…]


- Y Leo?- pregunto Jay, yo negué ligeramente con la cabeza y lo mire con algo de tristeza.

Después de un viaje larguísimo al fin había llegado de nuevo a casa y toda mi fuerza se había ido nuevamente. Apenas me acordaba de el y ya perdía toda la calma, la tristeza me invadía de nuevo y se me desgarraba el alma por que no solo lo extrañaba a él sino también a Alexander. Los recuerdos de los dos se mezclaban dentro de mi cabeza haciendo que todo esto sea insoportable. Las lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas otra vez y Jay me abrazo con fuerza.

- Ese maldito que te ha hecho?- pregunto Jay furioso
- Nada…yo lo he dejado.- susurre y Jay me alejo un poco para ver mi rostro pero ni soportarle la mirada podía.
- No entiendo.
- Le bese y recordé y sentí todo lo que había sentido por Alexander.- hable y Jay suspiro con molestia.
- Sofi…- inicio con su regañada
- Duele…- dije antes de que me regañara y comencé a llorar más pero al parecer Jay no se inmuto.
- Sabes lo que duele? Recordar todas las noches que no fuiste querido. Eso es lo que duele de verdad. Tu Sofi, has sido amada muchas veces y por eso no tienes que ponerte triste. Vamos!- dijo animoso- si en verdad lo quieres y aun sigue vivo lucha por él.- Lo mire algo extrañada, Jay jamás había sido así.
- Por que estas siendo así? Leo no te cae…
- Por que no quiero verte rendida otra vez, no quiero que estés como cuando Alexander murió. La Sofi que recuerdo siempre se reponía de una caída, mucho mas fuerte, quiero a esa Sofi de regreso.- le sonreí ligeramente y lo abrase de nuevo.
- Jay…mi hermana siempre estuvo enamorada de ti así que no quiero que creas que nadie te quiso.- hable y lo abrase con mucha mas fuerza mientras Jay se quedaba cayado. Suspire y me aleje de Jay. – ahora si, vasta de cursilerías y a trabajar que me tienes que poner un suero no?
- En verdad tres, el primero es de Alexander, el segundo es Leo y bueno el tercero es la unión de la sangre de tus dos padres.
- Que?!
- Lo siento, se que no lo sabias, ni yo lo sabia. Mi padre lo mando apenas te fuiste ayer. Dice que si queremos crear una nueva raza, esto es muy necesario.- asentí con la cabeza. – Sofi quiero que sepas que esto es una hipótesis, no sabemos si va funcionar. Aun quieres hacerlo.- pregunto y yo asentí con la cabeza más que decidida.
- Dolerá?- el me miro con seriedad.
- No quiero mentirte.
- Entonces?
- Lo mas probable es que si, por eso es que primero tendré que inducirte a un coma para que no puedas moverte y luego te las pondré.
- Eso no significa que no me duela!- se encogió de hombros.
- Es lo máximo que puedo hacer.
- Ok, puedo resistirlo. Adelante…

............

Espero que el capitulo les haya gustado, desde la próxima semana las cosas se pondrán mucho más intensas :). Por otro lado se que muchas han preguntado sobre lo que ha pasado con Blood Games pues bien, Mapa era la escritora que me ayudaba con esta historia pero justo estaba en el proceso de entrar a la universidad y la verdad es que no se nada de ella desde hace mucho pero yo tengo la idea de esta historia en mi cabeza y estoy segura que a Mapa le encantaría que más autoras talentosas nos pudieran ayudar mientras ella se hace un poco de tiempo, así que si alguna de ustedes tiene las ganas de escribir, solo contácteme al correo lucianablancov@hotmail.com, con sus datos, ya saben, nombre, país y pagina de Blogger. Yo me pondré en contacto con ustedes para así poder seguir con esta asombrosa historia. Ojo! No es necesario que hayas leído los libros de los juegos del hambre para ayudarme a escribir ya que esta historia será diferente. Espero que se animen y bueno ahora si las dejo.

Lu!!

miércoles, 20 de julio de 2011

Capitulo 19- Fire Girl

Faltaban pocos segundos para que mis hombres de confianza entraran a mi despacho. Me mire una ultima vez en el espejo del baño. Tenia el cabello arreglado, mis ojos pintados de color negro para que resaltaran más de lo habitual. Me había puesto el vestido morado que caía como campana hasta encima de mis rodillas, ese que tanto le gustaba a mi padre y decía que parecía una pequeña niña con el. Me puse el sujetador de cuchillas en la pierna y lo arregle para que no se notara. Tome el látigo de electro entre las manos y con delicadeza lo enrollé en mi muñeca para que pareciera una pulsera más. Encima de todo me puse mi casaca negra infaltable y ya estaba lista.

Me mire una vez mas al espejo, el juego había iniciado y no podía resquebrajarme, ahora tenia que ser más fuerte que nadie por que ya no había vuelta atrás. Me alise el vestido una vez más, tome aire y salí del tocador. Al entrar a mi despacho vi a mis 3 soldados más importantes esperando por mi. Me hicieron una reverencia de respeto y yo los salude con un movimiento de cabeza mientras me posicionaba delante suyo. Los tres hombres esperaron pacientes a que comenzara hablar pero no podía tardar mucho tiempo, pronto Leo terminaría de hacer sus cosas y vendría para ir juntos a Londres y por el momento no quería que se enterara de esto.

- Señores los he citado aquí por que ustedes son mis mejores hombres y además les tengo mucha confianza. – los tres soldados asintieron con la cabeza.
- Estamos a su entera disposición señorita Sofía- hablo Olaf, el del centro. Aquel hombre que le había servido tantos años a mi madre y ahora estaba aquí para servirme a mi.
- Olaf, estoy al tanto que el consejo a regresado a Roma, necesito que tu vayas a ver como va su situación. Quiero que seas mis ojos allí, me entendiste.
- Si señorita- hablo el hombre y yo le sonreí ligeramente mientras su mirada me demostraba algo de complicidad. Luego dirigí mi mirada al soldado de la derecha.
- Erik, te caracterizas por ser el mejor de los recolectores de información, siempre tan discreto y cauteloso. Tu tropa y tu jamás me han decepcionado, por ello he tomado la decisión de que iras a Rusia, quiero que averigües todo lo que oculta Jonathan Herion.- los ojos de los tres soldados se encontraron por un instante y luego me miraron algo sorprendidos.
- Es el padre de Leo?- se atrevió a preguntar Olaf y aun que eso era una falta de respeto, lo pase por alto esta vez y asentí con la cabeza.
- Ese hombre no se presento en la lucha que acabo con mi padre y con su líder Anastie. Trama algo y necesito saber que es para poder actuar sin errores.
- Si señorita, haré todo lo que esta a mi alcance- hablo Erik
- Y más- le corregí con total seriedad- necesito esa información.- el hombre asintió con la cabeza y su mirada se quedo gacha. Por ultimo mire a Vladimir que se encontró con mi mirada al instante.- iras a Londres con nosotros, necesito que averigües donde esta ahora Fox, crees que podrás hacerlo?
- Por su puesto- dijo con un acento noruego. Vladimir había sido el hombre mas eficiente que había tenido a mi mando en toda mi historia.
- Entonces pueden retirarse- dije con una ligera sonrisa.- me estaré comunicando con ustedes por los celulares- dije mientras les mostraba el mío.- cualquier información valiosa que encuentren me la dicen al instante.- los tres hombres asintieron al mismo tiempo y salieron de la habitación al mismo instante que entraba Leo algo desconcertado por la situación.
- Y eso?- pregunto Leo. Lo mire y al instante mi seriedad desapareció.
- Me estaban poniendo al tanto de todo lo que me he estado perdiendo.- mentí
- Algo nuevo?-pregunto mientras se acercaba a mi mientras que yo ligeramente tapaba mi látigo de electro, ahora pulsera con la manga de mi chaqueta para que fuera imperceptible.
- Nada, todo esta muy tranquilo- dije con una ligera sonrisa y me acerqué un poco más a el aun que talvez eso fuera peligroso por lo que sentíamos cada uno ahora.- enserio quieres ir a Londres?- le pregunte una vez más, mientras que miraba sus ojos con suma precisión.
- Te vez hermosa- hablo sin hacerme caso.
- Leo…
- Si- respondió a mi pregunta anterior- te dije que quería rehacer mi vida, seguir adelante y para eso tengo que concluir con algunos asuntos pendientes.
- Como?
- Mis hermanos….mi padre.- hablo el y sentí una ligera punzada en el pecho que trate de disimular.
- Alice.- dije rápidamente para ver su reacción. Leo tenso el cuerpo.
- No, con ella ya todo a terminado.- dijo con pura frialdad. Negué ligeramente con la cabeza.
- Ella es el principal obstáculo que no te deja seguir adelante y a mi parecer el más grande. Tienes que hablar con ella, saber lo que en verdad paso.- Leo negó ligeramente con la cabeza y agacho la mirada. Le toque la mejilla con la palma de mi mano izquierda.
- Se lo que paso…
- No soy adivina para decirte que lo viste era enserio eso o no lo único que puedo decirte es que necesitas aclarar las cosas con ella.
- No estoy listo- hablo después de un rato.
- te prometo que te ayudare con eso- hable y vi como el me miraba con una intensidad que hace mucho no había visto en los ojos de un chico.- ahora vamos que se hace tarde- dije rápidamente y le di dos palmaditas en la mejilla mientras tomaba mi cartera y salía de allí.

[….]

Apenas termine de hacer mi mochila trate de salir por la puerta pero John me lo impidió con la mano. La mire algo desconcertada.

- Estas loca si piensas salir por la puerta.
- Entonces sugieres?- pregunte con algo de sarcasmo y él me mostró la minúscula ventana y me sonrío con algo de burla.
- Obviamente que para algo esta el tejado no?- pregunto y yo lo observe de pies a cabeza.
- Y tus cosas? No piensas llevar nada? – le pregunte con cara de pocos amigos aun desconfiada de su buena actitud.
- Lo único que necesito esta aquí- dijo mostrándome un puñado de billetes.- no pretendo que crean que me fugue con tigo, simplemente no eres mi tipo.- Lo mire con cara de pocos amigos y camine hacia la ventana.
- Tu tampoco eres mi tipo- aclare, antes de salir por ella.- ni siquiera se por que tocaste ese tema- refunfuñe algo indignada pero al parecer el solo escucho lo primero que dije.
- Ya…te creo- dijo sin mucha convicción. Bufe molesta y sin decir nada más salí hacia la cornisa.

Era algo delgada pero podía caminar despacio por ella. Me pare con algo de dificultad y vi la parte de abajo, la ciudad estaba en pleno apogeo nocturno. Estábamos en el cuarto piso y al ver todo eso debo admitir que me dio vértigo. Trate de no ver y tomar fuerzas para seguir caminando.

- Apúrate- insistió John sacándome de mi concentración. Inconcientemente mire nuevamente abajo y los nervios se apoderaron de mi.
- Mierda….Ya va, ya va- dije molesta y camine poco a poco.

No tardamos mucho en llegar a la zona aledaña a otro edificio que por suerte tenia un pequeño balcón. Sin mucho esfuerzo salte con agilidad y John me siguió de la misma manera. El no era un Anastie, claro esta, no podía saltar grandes distancias pero si que era rápido así que pronto me tomo la delantera y observo por donde podíamos escapar sin muchos riesgos. Por suerte solo tuvimos que saltar dos edificios más haya, para encontrarnos con una escalera de incendios que nos ayudo a bajar. Lo demás fue toda una carrera maratónica. Llegamos a la estación de tren, compramos lo mas rápido posible dos tickets de tren que nos llevarían hasta Londres . Al entrar al tren prácticamente me desplome en uno de los asientos, me sentía todo una fugitiva y lo peor es que no sabia si esto era realmente lo correcto, trate de quitar ese pensamiento con rapidez de mi cabeza, claro que era lo correcto, estaba yendo a buscar a Leo. John se sentó a mi costado, el parecía mucho más tranquilo que yo y sin previo aviso posó una de sus manos sobre la mía.

- Lo hicimos, mira que no fue nada difícil.-hablo con una ligera sonrisa, quite disimuladamente mi mano, me molestaba esa clase de contacto, era extraño pero de todos modos mire sus ojos claros.
- Dilo por ti, para mi fue un gran desafío- hable exhausta.
- Ali por que haces esto?- pregunto después de un largo rato en el que el tren ya había iniciado su marcha.
- Porque? por que es Leo….lo quiero más que a mi vida- hable algo extrañada y el suspiro ligeramente.
- No te has puesto a pensar que si tu fueras igual de importante, él ya habría venido a buscarte?- pregunto John mas serio que nunca.- digo y no te molestes pero hacerse pasar por muerto por casi dos años no me parece nada bueno.- Me quede un instante en silencio, no lo había pensado con claridad pero tenia razón. Porque Leo se había hecho pasar por muerto tanto tiempo? que es lo que le había impedido regresar? Y lo mas importante, que hacia en Londres?
- Talvez…- se me resquebrajo la voz y no supe que responder. Me apoyé en el vidrio de la ventana y mire el paisaje nocturno.- lo descubriremos cuando lo encuentre- dije al fin y me deje llevar por el cansancio.


[….]

- Hasta puedo oler la asquerosa humedad- hable mientras abría el balcón de la habitación doble que teníamos en el hotel Mandarin Oriental. Observé una vez más el gran parque Hyde que estaba frente a este y suspire. Como odiaba Londres.
- Enserio puedes pagar esto?- pregunto Leo que posaba uno de sus brazos encima de mis hombros
- A veces hay que darse algunos mimos, sobre todo en una ciudad que te trae tan malos recuerdos- dije con una semi sonrisa llena de tristeza.
- Malos recuerdos?- pregunto Leo con el seño fruncido sin darse cuenta de la gravedad de esa pregunta.
- Mi madre murió aquí, Alexander, mi padre…me separaron de mis hermanos. – dije y me encogí de hombros ligeramente- creo que por eso odio tanto a esta ciudad, me hace sentir insegura.- Leo me abraso con toda la fuerza y cariño que pudo.
- Lo lamento- susurro a mi oído. Me aleje ligeramente de el y observe sus ojos.
- No hay problema, lo pasado, pasado es- hable con una ligera sonrisa y seguí viendo el paisaje.
- Como lo haces?- pregunto después de un rato
- Hacer que?- pregunte observando sus ojos.
- Sonreír a pesar de todo lo malo que te ha pasado, es como que si dejaras de lada tus problemas, tus temores y solo siguieras adelante.- concluyo. Lo mire por un instante a los ojos y lo tome de las dos manos.
- Sonríe mientras puedas y así por lo menos la vida te habrá servido de algo. Eso es lo que creo, para que seguir lamentándose? Si el pasado es pasado. Talvez este triste por dentro de vez en cuando pero se que cada vez que sonrío una sonrisa aparece en tu rostro y eso me vasta para ser feliz y saber que sigo para adelante.
- Eres lo máximo sabes- hablo Leo y me sonrío ligeramente. Lo abrase una vez mas con cariño y suspire ligeramente.
- Bueno pretty boy, creo que es momento de que trabajemos- hable y rápidamente me metí a la habitación.

Observe la que seria mi cama por esta noche, amplia y con una colcha crema. Me eche en ella y tome mi cartera que estaba puesta en el velador del costado. De ella saque el portafolio de Leo. Tenia todo lo necesario para encontrar a su familia, era un informe extremadamente detallado sobre su vida y todos los que estaban a su alrededor así que seria tarea fácil si aun seguían sus rutinas.

- Según esto tus hermanos siempre seguían una rutina los domingos.
- Si, primero iban al London Eye y luego…
- A este parque- dije con una ligera sonrisa. - No podremos interceptarlos en el London Eye por que podríamos ser vistos por su madre pero si que podremos encontrarlos aquí sin muchos problemas. Solo tendremos que esperar…

Almorzamos tranquilos y cuando ya se acercaba la hora nos fuimos al parque y comenzamos a caminar por los caminos empedrados, por un lado habia una gran zona llena de árboles frondosos, por el otro una zona plana en la que la gente se echaba o paseaba a sus perros. Era un parque muy parecido al central park de Nueva York solo que este era un poco más reducido sin embargo, no estaba muy segura de encontrar a sus hermanos por aquí.

Leo tapaba parcialmente su rostro con la capucha de su casaca negra para no ser reconocido mientras entrelazaba nuestros brazos para que estuviera caliente a su lado. A simple vista hubiésemos parecido una pareja feliz que sonreía con normalidad pero lo cierto es que nosotros jamás lograríamos ser eso. Leo comenzó a narrarme lo que se supone hacían cada domingo con sus hermanos y Jocelyn, al parecer recordaba muy bien la ruta.

- Entonces supones que pueden estar muy cerca de aquí?- pregunte mientras Leo se paraba y observaba todo a su alrededor.
- Exactamente. Creo que deberíamos de esperar aquí- hablo y de la nada se hecho en el gras. Había mucha gente dispersa por todos lados, me quede observándolas por un instante hasta que Leo me jalo de la mano e hizo que cayera a su costado.
- Oye!- grite y me quede prendida de sus ojos azules por un largo segundo.
- Tranquila. Mis hermanos vendrán por haya así que solo esperar- dijo señalando la senda que teníamos cerca de nosotros. Desde donde nos habíamos echado podíamos observar un gran tramo así que cualquier persona que pasara por allí seria vista por nosotros.
- Ok
- Trata de relajarte
- Como puedes estar relajado en una situación como esta Leo?
- Porque se que aun falta para que vengan?- me pregunto nuevamente y cerro los ojos pero yo no podía estar igual de tranquila. Me senté y comencé a observar el camino. Entonces apareció, a lo lejos se veía a una jovencita correr muy rápido.
- Leo…Leo…Leo- dije mientras lo sacudía- es ella, es Lilian!!- el se sentó en un segundo y observo a la niña.
- Es ella…que hacemos?- pregunto algo nervioso. Lo mire un instante, hace un minuto estaba tan tranquilo y ahora parecía tan nervioso que no podía pensar en un plan.
- Espérame en los árboles de allí. Yo la llevare- hable mientras nos parábamos. Ni siquiera espere a que Leo pudiera decirme algo solo me lance a la carrera para atraparla.
La intersecte muy cerca y antes de que siguiera corriendo la tome del brazo he hice que volteara. La niña me miro algo sorprendida, su rostro estaba rojo y tenia algunas lagrimas en las mejillas.

- Pero que quiere?- me pregunto indignada
- Creo que allí hay alguien que quiere verte Lilian- hable algo agitada y le mostré los árboles cercanos. La niña me miro algo extrañada y saco su encendedor disimuladamente.
- Eso no hace falta Lily- hablo Leo con fuerza y la niña se quedo prácticamente estática.
- Apura, no hay tiempo- dije y la lleve del brazo hasta entrar en el pequeño bosque. Leo se quito la capucha y se dejo ver el rostro. Lilian se quedo en silencio total, sin saber que hacer o que decir, dejo caer su encendedor al suelo y las lagrimas silenciosas comenzaron a caer por sus mejillas.
- Hola Lily…- dijo Leo cortando el silencio. La niña lo miro con sorpresa como si acabara de darse cuenta que no era mentira, que ver a su hermano era totalmente real. Me acerque a e Leo y le dije al oído.
- Los dejo solos, te avisare cuando los otros se acerquen- le tome ligeramente la mano para darle fuerza y me aleje de ellos para darles privacidad.

Me posicione en un lugar alejado pero aun podía verlos con claridad igual que al camino por donde transitaban muchas personas entonces, observe a David, era inconfundible y aun que jamás lo había visto cara a cara conocía muy bien sus fotos. Caminaba al lado de su madre pero esta no estaba sola, tenia un cochecito de bebe. Mire instintivamente a Leo y vi como la pequeña Lilian le daba un golpe en el estomago y le gritaba algunas cosas que no podía llegar a escuchar. No podía imaginar cuanto dolor y confusión sentía esa niña pero sabia que a Leo se le acababa el tiempo. Como si pudiera leer mis pensamientos volteo repetidas veces a verme y yo comencé a asentir con la cabeza para decirle que se acercaban. Leo comprendió. Le dio un ligero beso en la frente y vino hacia mi, mientras la niña se reencontraba con David y Jocelyn. Leo no aguanto más, apenas estuvo frente a mi, me abrazo con fuerza y yo hice lo mismo. Nos quedamos hacia mucho tiempo y en silencio, después de ese momento, Leo me alejo ligeramente de él con las dos manos sosteniendo cada una de mis mejillas.

- Gracias por hacer todo esto por mi…significa mucho- hablo y pego nuestras frentes mientras yo lo abrazaba con mucha más fuerza.
- Las gracias tendría que dártelas yo, por no odiarme por todo lo que te he hecho pasar…- dije con lagrimas contenidas en los ojos. Al ver el rostro de esa niña, la tristeza e impotencia unidas a la vez, me hicieron dar cuenta que raptar a Leo no fue la manera correcta de hacer las cosas. El no se lo merecía ni tampoco su familia.


[…]


Me dolía el cuerpo por haber dormido casi toda la noche en un tren y ahora esto? Una habitación con solo una cama en el peor estado que había podido ver jamás en medio de el centro de Londres. Hacia un frío de la patada, estaba con la ropa humedad por que había estado caminando en la lluvia y no tenia ni la menor idea de donde comenzar a buscar a Leo. John, al parecer mas acostumbrado a esta penosa situación se hecho en la cama con las manos detrás de la cabeza.

- Hogar dulce hogar- hablo con una sonrisa gigante que me dio nauseas
- Esto es horrendo!- dije furiosa.
- Oye, oye! No es mi culpa que solo tuviéramos poco dinero ok? Además debes de estar acostumbrada…según lo que escuche vivías en lugares parecidos.- lo mire con cara de pocos amigos y me senté en la cama. Era cierto, me estaba comportando como una niñata quejumbrosa.
- Mira John no me importa si duermes a mi lado pero si me tocan un centímetro juro que te quemo, me oíste?- el muchacho sonrío de oreja a oreja
- Pues claro que te oí- dijo mientras se quitaba los zapatos y se iba a un costado. – ahora hasta mas tarde- hablo una vez más, se volteo de costado para no verme y se quedo en silencio. Suspire con pesadez. Me quite la ropa mojada y me puse la nueva. En silencio me metí a la cama y caí rendida.


- Solo hay una palabra para definirte: Cabron!- grito Lilian y empujo a alguien o algo con toda la fuerza que puede una niña tan frágil.
Su rostro estaba lleno de lagrimas, congestionado y rojo. Sus ojos demostraban un dolor indescriptible y por un instante me pregunte si le habían hecho daño. Pero luego observe como la niña abrazaba a lo que era un muchacho.
- Por que hiciste esto…por que?- pregunto en un llanto doloroso.
- Solo tenia que hacerlo si?- hablo la voz de Leo , entonces pude ver su rostro con claridad. No había cambiado en nada, pero sus ojos estaban llenos de tristeza.
- Necesito respuestas Leo!- grito furiosa Lilian
- Yo también quiero dártelas pero no es el momento ni el lugar…- dijo Leo mientras mirábala repetidas veces a un costado. Yo no podía ver lo que el veía pero sabia que estaba nervioso y algo me decía que la conversación ya llegaría a su final.- Mira Lily solo vine para decirte que estoy bien …ahora no puedo darte mas detalles pero si quieres nos veremos pronto. Solo trata de llevar a David si?
- No creo que el quiera….sabe lo de Alice, Leo lo destrozaste…ahora es otro- dijo ella con un seño fruncido y con una mirada que demostraba que David también la había lastimado.
- Por favor, trata de llevarlo hoy a las 8 de la noche a Niki’s los esperare allí una hora. Y nada de decírselo a los demás ok?- la niña asintió con la cabeza y Leo le dio un beso en la frente antes de alejarse de ella.

Desperté agitada, con las manos apretando fuertemente las sabanas. John me miraba algo sorprendido pero a la vez fascinado. Mire la minúscula ventana, ya había amanecido por completo.

- Pero que te ha pasado!?
- Tuve una visión, ya se donde buscar a Leo.

[…]

Toda la tarde prácticamente habíamos estado en la habitación en completo silencio. Sabia que Leo estaba molesto y dolido y no podía hacer nada al respecto por que todo había sido mi culpa. Arrancarlo de su vida para llevarlo junto a mi, pero que egoísta que había sido. Estaba echada en la cama, triste y sola por que Leo seguía en el balcón pensando. Sin darme cuenta me quede dormida, no se por cuanto tiempo pero el calor corporal de Leo apegarse al mío hizo que despertara. Gire con algo de temor y me encontré con sus ojos y su cuerpo pegado al mío, me miraba con seriedad.

- Perdón, jamás debí de alejarte así…no me di cuenta de las consecuencias…- trate de seguir disculpándome pero Leo me puso la mano en los labios y se acercó un poco mas a mi, dejándome paralizada por completo.
- No fue tu culpa…de todos modos para ellos yo ya era un traidor.
- Leo…- trate de suplicar pero Leo hizo más presión en mis labios.
- Shu…todo esta bien. No podría molestarme con tigo después de saber cual es el verdadero fin de todo esto.- dijo y me sonrío ligeramente.

Sin pensarlo dos veces lo abrase con toda la fuerza que pude. Estuvimos así un instante hasta que me aleje ligeramente de el y me encontré con sus ojos, Leo se acercó un poco a mi y yo igual, estábamos tan cerca. Mi cuerpo lo deseaba tanto pero mi cabeza me decía que todo esto seria un grabe error. Voltee el rostro y sin decir nada me pare sin poder mirarlo.

- Leo solo somos amigos, esto no puede suceder…- hable aun sin poderlo mirar. Sentí como el se acercaba y se paraba detrás de mi. Me rozó las manos con las suyas y se acercó a mi oído.
- Tus ojos me miran demasiado, mi boca se acerca cada vez más a ti y nuestros brazos están en contacto constante. Nunca hemos sido solo amigos Sofi. Por favor comprende eso tu.- gire repentinamente y me encontré con sus ojos azules a centímetros de los míos.
- Tengo miedo, miedo de perder todo esto cuando te bese, cuando retomes tu vida, cuando encuentres a Alice…. Tu no me perteneces Leo….ni yo a ti.- dije con tristeza y le seguí mirando los ojos.
- Alexander y Alice ya no están…solo nosotros dos- susurro y aun que quería besarlo, me aleje ligeramente de el.- solo intentémoslo una vez – susurro nuevamente y unió sus labios a los míos.

Besarlo era como regresar a aquellos tiempos donde era muy feliz con Alexander. Serré los ojos y solo me deje llevar, poco a poco hice que se echará de nuevo a la cama. Lo besaba con vehemencia, como si mi vida se fuera en ello y el me correspondía de igual manera. Lo único malo de todo esto es que estaba consiente que no era Alexander y que el no regresaría jamás. Mi celular sonó, lo que hizo que saltara ligeramente.

- Puede esperar- hablo Leo entre besos mientras trataba de sacar el celular de mi chaqueta para apagarlo.
- Puede ser importante- dije, le di un beso suave y conteste el teléfono.
- Señorita Sofía.- hablo Erik.
- E..Erik- tartamudeé y me levante de la cama.- han encontrado algo?- susurre mientras Leo entraba al baño.
- Las murallas son difíciles de penetrar pero hemos podido ver algo desde el techo.
- Y que es?- pregunte rápidamente.
- En el patio central, por solo unos 20 minutos dejaron pasear a una muchacha de cabellera blanca, tan blanca como la nieve. Le he mandado fotos al respecto.
- Gracias Erik, sigue investigando por favor- hable y rápidamente colgué el teléfono para ver las fotos.

En ellas se veía claramente a una muchacha de cabellera blanca, una hija de la luna pero esta agarraba su vientre, lo abrasaba como si hubiera perdido algo muy preciado o como si estuviera protegiéndolo de los demás. La pobre mujer estaba rodeada de soldados entonces ahora comprendía que ella les temía. Eso era lo que ocultaba y protegía Jonathan Herion, una hija de la luna que posiblemente estaba embarazada, pero de quien? Y para que la querían ellos?
En ese instante Leo salio del baño con una sonrisa radiante, le respondí con una semi sonrisa y me acerque a el.

- Ahora que?- pregunte con timidez
- Cité a mis hermanos a las 8 en Niki’s ,es un bar restaurante en el centro de la ciudad.
- Entonces supongo que te veré más tarde.- hable. Leo negó con la cabeza
- Nada de eso, quiero que me acompañes.
- Hablas enserio Leo?
- Si, quiero que estés a mi lado cuando les cuente todo.
- O ya veo quieres que yo…
- Solo quiero que estés a mi lado- hablo el y me dio un beso en los labios.- ahora arréglate que aun tenemos que tomar un taxi para ir hacia haya.
- He…no creo que eso sea necesario. Tenemos un automovil alquilado abajo.- dije con una ligera sonrisa.

Eran las 7 y 45, Leo había aparcado el auto color negro a tres cuadras del restaurante, en un lugar poco transitado ya que no había otro lugar para estacionar. Al caminar hacia el restaurante me sentía algo extraña, por el beso, por lo que estaba a punto de suceder, no me sentía cómoda en esta situación, me daba mala espina. Entramos a Niki’s y pedimos una mesa para 4 cerca a la ventana para poder ver si David y Lilian se acercaban. Pasaron los minutos pero ellos nunca llegaron. A eso de las 8 y 45 cuando ya habíamos acabado lo que habíamos pedido para comer salimos de allí. Estaba vez entrelacé mi brazo al de Leo para darle algo de apoyo.

- De seguro que no les dejaron salir- dije para tratar de animarlo
- O talvez David ya no me quiere ver ni en pintura- hablo Leo con tristeza. Sentí un extraño presentimiento y gire ligeramente la cabeza, vi como dos personas nos seguían o eso es lo que parecía.
- Leo…- susurre ya cuando estábamos cerca al carro y las personas se habían acercado mucho mas a nosotros.
- Que pasa?- pregunto el extrañado por mi voz.
- Alguien nos sigue.- susurre y los dos giramos al mismo tiempo para ver a aquellas personas.

No los había visto con claridad antes pero ahora que la luz de un farol los iluminaba pude ver a Alice y otro muchacho.

- Leo…- dijo Alice con los ojos llenos de lagrimas. Me solté ligeramente del brazo de Leo para que pudiera ir con ella pero en vez de eso Leo entrelazó sus dedos a los míos con firmeza.
- No te voy a dejar Sofi entiéndelo ya- me miro a los ojos por un instante y luego miro con frialdad absoluta a Alice.- que quieres Alice?- pregunto con total frialdad. La chica me miraba a mi y otra vez a Leo sin entender muy bien lo que sucedía.
- He venido a buscarte…- dijo ella con la voz resquebrajada.- pero veo… veo que estas muy bien acompañado.
- Igual que tu supongo, ya veo que te conseguiste a otro en poco tiempo. Tan rápido de aburriste de Sebastian? Pero que p…- hablo Leo con todo el odio del mundo.
- No te atrevas a decirle nada!- le interrumpió el otro muchacho que con un movimiento casi imperceptible prendía su flama color azul y se disponía a atacar a Leo.

Lo mire por un instante y supe lo que tenia que hacer. No tenia un encendedor y Leo menos así que si ese tipo lo agarraba realmente le haría daño. Me aleje de Leo con rapidez y con un movimiento casi felino desenrolle el látigo de electro y se lo enrolle en el cuello de aquel muchacho justo antes que atacara a Leo.

- John!!- chillo Alice y quiso acercarse para defenderlo pero otra persona apareció y la tomo de los brazos. –Suéltame Sebastian! Lo va matar! Lo va matar- gritaba ella y en sus ojos pude vero como su miedo reflejaba que me había reconocido.
- Cállate!- le dije con frialdad y todos me miraron, hasta Leo que estaba completamente sorprendido.- nadie lo va matar si se queda quieto- proseguí y tense ligeramente el látigo para que John cayera de rodillas. El muchacho bufo lleno de dolor y me miro con odio cosa que a mi no me importo en absoluto.
- Sofi…- susurro Leo mientras se acercaba a mi. Me encogí de hombros
- No iba permitir que te hiciera daño Leo- dije y le indique con la mirada que observara a nuestros nuevos invitados.- Que es lo que quieren?
- Que queremos?!- grito Alice con lagrimas en los ojos y se safo de los brazos de Sebastian. Con un movimiento rápido saco algo de su mochila, un folder color naranja.- que recuerdes quien eres!- grito nuevamente y lanzo el folder que cayó a los pies de Leo.
- Se quien soy Alice y también se quienes ustedes!
- Estas con una cazadora Leo! sabes lo que es eso!? Te matara!- grito Alice y Leo rió con maldad, como jamás lo había visto.
- Matarme? Alice, ella me salvo el día que tu preferiste estar con Sebastian...- las lagrimas de Alice comenzaron a caer y Sebastian la tomo nuevamente de los brazos.
- Vamos Alice, vámonos ya!- dijo Sebastian.

La chica se quedo callada, solo podía ver los ojos de Leo, trataba de decirle algo pero Leo solo la podía ver con todo el rencor guardado que tenia. Después de unos segundos Sebastian se la llevo por donde había venido. Me puse de cuclillas para ver a mi prisionero.

- Si quieres matarme cuando te suelte hijo Fleaur juro que la matare a ella sin importarme quien es, me oyes?- le pregunte a John.
- Si..- hablo con voz gutural.

Le solté y desapareció al instante, recogí el folder del suelo y mire a Leo que estaba paralizado. Enrolle nuevamente mi látigo y acaricie el hombro.

- Vámonos- dije en un susurro.

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Bueno con todo lo que paso se que ha muchas no les habrá gustado el capitulo, solo quiero decirles que la vida no puede ser siempre perfecta y solo pido paciencia a las que adoran la relación Alice & Leo por que aun que la vida no sea perfecta tampoco quiero que esto sea un drama.


Lu!!!

viernes, 15 de julio de 2011

Capitulo 18- Fire Girl

Ya que a algunas no les gusto mucho la idea de una nueva narradora se me ocurrió otra idea que creo es mucho mejor. Espero que les guste! Ha hecho un giro de 180 grados en mi historia pero creo que ha sido la mejor decisión, ahora estará mucho más entretenida y emocionante :)


[…]

Camine por los pasillos oscuros, la madera vieja crujía bajo mis pies ligeramente, un paso en falso y se darían cuenta que quería espiarlos. Me acerqué lo más que pude a la puerta, oculta por la oscuridad, ya estaba lista para escuchar todo lo que me estaban ocultando.

Desde lo ocurrido en la batalla vivía en casa de Milos. Era una casa grande pero vieja, no, mejor dicho era un edificio de 5 pisos gigante y viejo. Su familia era realmente numerosa, no solo por que tenia 5 hijos con su esposa humana llamada Clara sino por que se había encargado de adoptar a todos aquellos hijos de Fleaur y algunos Anastie que habían quedado huérfanos por las constantes batallas. Así que ya vete tu a saber cuantos chicos en total hay en esta casa, siempre veo nuevos muchachos y muchas veces ya no veo más a algunos. La mayoría son problemáticos así que vienen y van cuando se les apetece. A pesar de eso la casa es muy acogedora y siempre se siente un aire de paz excepto cuando los Anastie e hijos de Fleaur se pelean pero eso ya es otra historia.

La verdad es que desde hace unos meses todo esta algo raro. Charlie y Jena han ido a averiguar lo que trama Scarlett mientras que Sebastian, bueno Sebastian casi siempre para perdido. Al parecer no puede estar en un solo lugar mucho tiempo así que va de un lado a otro recolectando información que puede servirle a Fox. Yo en cambio, no sirvo de nada, estuve casi todo un año llorando por Leo y ahora que lo he superado nadie me toma en cuenta. Mi madre creía que era débil ahora me cree mucho más frágil que nunca, tanto que ahora me ha obligado a trabajar como una humana normar en una cafetería. Y ya estoy harta de que me subestimen, de que me mantenga alejada de casa y sobre todo de sus secretos. Si soy parte de esta familia y tengo la misma edad que Sebastian ya me deberían de tomar en cuenta.

Me apegue mucho mas a la puerta para escuchar mejor. La reunión no había comenzado aun pero estaba segura que pronto iniciaría. Estaba tan concentrada en tratar de oír lo que ocurría en la habitación que no me di cuenta cuando alguien pasó por el pasillo y se tropezó voluntariamente con mi cuerpo, apegándose completamente a mi.

- Pero que haces!- dijo aquel muchacho mientras me sonreía con algo de malicia.
- Cállate!- susurre mientras giraba y le tapaba la boca a John.- por favor no digas nada- dije con el mismo tono. En asintió con la cabeza y yo lo solté débilmente.
La historia de Jonh había sido complicada, si bien el era un hijo de Fleaur jamás perdió a su familia por culpa de la guerra, su madre lo abandono cuando apenas era un bebe en un basural. Creció en un orfanato hasta los 7 cuando logro fugarse y vivir de la calle. No hace caso a nadie, es el chico mas problemático que he visto en mi vida, viene y va cuando le da la gana y a pesar que se lleva bien con migo y Sebastian hay veces que lo vi pelear con mi hermano y es la primera vez que vi como alguien más le ganaba. La vida a hecho de John un chico fuerte y serio pero por alguna extraña razón con migo siempre es algo cómico y simpático. Talvez se identifica con migo o que se yo! Pero lo cierto es que me gusta tener su compañía.

- Pero que estas haciendo…si te atrapan…
- Shuu nadie se va dar cuenta sino abres esa bocota.- susurre, otra vez di media vuelta y puse el oído bien pegado a la puerta.
- Para que nos has llamado tan preocupada- pregunto un Anastie llamado Arpagón que se había unido a nuestra causa meses antes.
- He tenido una visión muy reveladora…

[…]

antes de llevarle a la zona mas secreta del castillo decidí llevarlo primero a mi despacho y a puerta cerrada comencé a hablar con el, en un pequeño sofá marrón para dos personas que estaba cerca a una de las estanterías de libros. Leo parecía algo inquieto sin saber que pensar y dudo yo que supiera lo que en verdad sucedía así que inicie.

- Leo, que es lo que entiendes por hijas de la luna?- le pregunte observando sus ojos. Me miro con el seño fruncido sin saber que responder.- dime…
- Según las leyendas solo podían ser mujeres por que estas tienen la esencia más pura de la vida. Su poder se centraba en la luna, no eran destructivas sino curativas. Se dice que aparecían de vez en cuando para salvar a gente necesitada pero no se quedaban por mucho tiempo.
- Por que son almas libres- conteste con una ligera sonrisa.
- Si. –dijo con frialdad.
- Que más sabes de ellas?
- Están extintas.- afirmo con la misma frialdad. Negué con la cabeza.
- Te equivocas. Hay algo que debí de contarte hace mucho y estoy seguro que ninguno de los de tu raza sabe hasta ahora. Hace mucho tiempo existió una mujer de cabellera blanca y ojos tan azules como el mar oscuro. Nadie había visto mujer tan hermosa como ella pero allí estaba, se había presentado en la misma cede de los Ignis Vinati y no se iría hasta hablar con su líder. El líder, que en esa época se llamaba Federico V se enamoro perdidamente de aquella muchacha y aun que la orden era muy cerrada y no aceptaba a gitanos o a personas de otras razas, no podían evitar sentir una extraña atracción por esa mujer tan especial, tan hipnotizarte y a la vez tan extraña. Federico V se caso con ella sin saber realmente lo que le atraía de esa mujer, no sabia si era su carácter fuerte o su belleza exuberante, solo estaba seguro de que estaba totalmente hipnotizado. Tuvieron 5 hijos, una tras uno la mujer los observaba y se ponía a llorar cada vez que veía que no eran igual a ella, que no eran mujeres. Es así como una noche ella desapareció sin dejar rastra alguno, dejando como muestra de que en verdad estuvo allí a cinco huérfanos de madre y a un padre furioso que juro venganza. Pocos años después de eso Federico V se entero que aquella mujer no era más ni nada menos que una hija de la luna, para él una bruja maldita que tenia que morir. Dio caza a muchas mujeres, buscando a esa hija de la luna, acabaron con muchas otras de la misma raza pero jamás la encontraron a ella. Muchos dicen que estaba embarazada de una niña y por eso escapo, otros dicen que ya se había dado por vencida, lo cierto es que al pasar los años acabaron con todas las hijas de la luna que existían en este mundo pero jamás la encontraron a ella.
- Pero por que me dices eso?- pregunto Leo aun confundido. Tenia el seño fruncido y se movía algo inquieto en el sofá. Le tome las manos y le mire directamente a los ojos. Leo se tranquilizo por completo y solo me miro a mi.
- Por que hace algún tiempo mi padre era el menor de 5 hermanos fuertes y poderosos, tan solo tenia 16 y los otros ya eran tan mayores que ya tenían hijos de su misma edad. Ocurrió una gran batalla en la cual todos los herederos y los lideres lucharon contra un grupo de hijos de Fleaur. Fue una masacre, todos murieron excepto mi padre. Cuando él despertó, estaba en otro lugar. Según él, apenas abrió los ojos una joven de cabellera blanca y ojos azules como el mar lo estaba curando. Pronto perdió la conciencia nuevamente, estaba a punto de morir, por todas las heridas que tenia pero al despertar vio a la misma muchacha con cabellera oscura y ojos marrones. Ella le dijo con voz dulce que todo estaría bien, que a él no le pasaría nada y así fue, mi padre se sanó y esa muchacha se convirtió en mi madre. Aurora.
- Insinúas que…
- Leo, aun que mi padre jamás lo supo con certeza, mi madre si era una hija de la luna y decidió entregarle la mitad de su esencia para que el pudiera vivir.
- Porque si el era un asesino? Acaso tu madre era una suicida?- agache la cabeza llena de tristeza y algo de vergüenza por mi padre.
- En mi padre vio algo diferente que los demás lideres no pudo ver, algo que talvez terminaría con la guerra pero se confundió rotundamente por que apenas mi padre regreso a la vida, quiso venganza, quería matar a todos los que mataron a su familia. A pesar de eso mi madre se quedo con el y tuvo 5 hijos.
- Tu….tu tienes esa esencia verdad, eres una hija de la luna.- negué con la cabeza
- Ya quisiera yo Leo, pero la verdad es que se necesita mucho más que solo una madre hija de la luna con la mitad de su esencia para ser una de ellas.
- Entonces que eres? Y que tiene que ver esto con migo? Y…y donde esta tu madre?
- Al entregarle la esencia a mi padre, sus años de vida se acortaron. Mi madre jamás le dijo a mi padre que era una hija de la luna por que había visto en el monstruo en el que se había convertido sin embargo, lo amaba tanto que se quedo con él. Mi padre estaba tan desesperado por que Aurora cada vez se debilitaba más y más que la mando con un montón de médicos tratando de buscar una solución pero no había solución a su mal, su esencia estaba dentro de mi padre, todos los años de vida que hubiera tenido por delante se lo obsequio a él. Cuando mi padre ya había perdido las esperanzas, un miembro de la orden llamado Barrabas le dijo que la solución de cualquier enfermedad en estas tierra estaba en la esencia de los divididos. Es así como comenzaron los raptos y las experimentaciones con ellos.
- Y encontraron la cura?- pregunto Leo con los ojos muy abiertos, realmente me estaba prestando mucho atención y eso me gustaba a pesar de los hechos tan tristes que le estaba contando.
- Jamás!- dije con frialdad y molestia al recordar la corrupción que había sucedido en todos estos años.- Barrabas solo lo hizo para que mi padre diera la orden de mandar a cazar a los divididos, luego de eso él hizo de las suyas. Crearon tres cosas a causa de esos experimentos, los látigos de electro que te quitan por un instante tu esencia y te la devuelven con tanta violencia que te mata, un antídoto según Barrabas pero lo que es en verdad es un liquido que quita y elimina toda la esencia de un Anastie o hijo de Fleaur.
- Entonces si me pongo ese antídoto seria un humano normal?- pregunto y yo negué tajantemente con la cabeza.
- Claro que no Leo y jamás lo pienses- dije mientras apretaba más sus manos- por que la tercera cosa que consiguieron fue la muerte, un Anastie no es una persona enferma como creen los de la orden, es otra raza que no puede vivir si el fuego, es parte de ti.- Leo asintió con los ojos cerrados.
- Lo se.- dijo al fin.- tu padre supo que Aurora es una hija de la luna?- pregunto después de un largo silencio. Lo mire a los ojos y negué ligeramente con la cabeza mientras instintivamente agachaba la mirada y trataba de ser fuerte por lo que se me avecinaba contar.
- Jamás lo supo y mi madre jamás quiso contárselo, quería morir con el secreto para que mi padre no nos hiciera daño. Recuerdo que tenia 12 años cuando ella me contó todo lo que te estoy contando a ti. Estábamos en el patio de la casa, ella me tomaba de las manos con mucha debilidad y me fue narrando todo, al principio no le creí y fue cuando con sus ultimas fuerzas cambio el color de sus ojos y vi el dolor perpetuo que había estado guardando durante mucho tiempo. Me di cuenta entonces, que lo que a ustedes les hacían y lo que le habían hecho a las hermanas de mi madre era totalmente injusto, no somos quienes para juzgarlos por ser diferentes y matarlos! – ahora era yo la molesta y mi voz cada vez se elevaba más y más. Leo me toco la mejilla y trate de calmarme. Cerré los ojos y suspire fuertemente, después de ese instante lo mire y le sonreí con tristeza- mi madre murió horas después de lo ocurrido pero su secreto ya estaba seguro con migo.
- Pero para que te contó eso? no puedes hacer nada con esta información…
- O claro que puedo y es por eso que tu estas aquí. Primero, acompáñame a un lugar más seguro y te terminare de contar todo- hable, lo tome de la muñeca y salimos a los pasillos lo conduje a un lugar mas profundo que Leo jamás había conocido. – mi madre no solo se casó con mi padre por que lo quería sino también por que quería acabar con los asesinatos y tenia un plan, el mismo plan que tuvo esa hija de la luna hace muchos años.
- Y cual es?
- Crear una nueva raza o mejor dicho revivir a las hijas de la luna - Leo me miro como si estuviera totalmente chiflada y aun que talvez tuviera razón, en este momento tenia algo de cordura. Lo mire con severidad y continúe- no me crees?
- Pues claro que no, es una locura!- hablo y se toco la cabeza con las manos.- todo esto lo planeaba hacer sola?- pregunto mientras seguíamos caminando por las gradas de caracol.- como se supone que quería revivir una raza casi extinta sola!
- No estaba sola, se alío con dos hijos de Fleaur que bueno…eran científicos muy destacados en la universidad de Columbia y se hacían pasar como humanos normales. Gracias a eso lograron infiltrarse en la cede y mientras otros científicos trataban de buscar una cura para mi madre, ellos trataban de encontrar la forma de hacer reaccionar la esencia que mi hermana y yo tenemos dentro de nuestros cuerpos pero esta dormida.
- Para…- hablo Leo y se quedo quieto- esto es mucha información para mi.
- Lo se, también para mi lo fue pero tienes que confiar en mi- hable y le tome de la mano otra vez mientras observaba sus ojos celestes.
- Dime, que tengo que ver yo en esto?- pregunto después de un rato en silencio en el que lo conduje de la mano hasta una sala color blanca. Me pare al frente de un escáner de cuerpo completo antes de responder y cuando la puerta se termino de abrir, volví a tomar su mano y le dije:
- Los científicos llamados Daniel y Deborah descubrieron que necesitaba la esencia más pura que podía encontrar de un hijo de Fleaur y un Anastie. Se que suena una locura Leo pero creemos que funciona, en verdad al unirlas en mi cuerpo…
- No!- me interrumpió tajante y me tomo de los hombros haciendo que lo mirara de frente.- que no entiendes, esto es una locura! Si te ponen mi esencia o algo de mi, te haré daño. Eres muy diferente a mi!- dijo casi gritando.

Sentí su calor traspasar mi chaqueta, cada vez se hacia más intenso pero me quede allí, mirando sus ojos, recordando que Alexander me había dicho exactamente lo mismo. Por su puesto que en esa circunstancia lo abrase, bese y le dije que confiara en sus padres pero a Leo, una persona que acaba de enterarse de todo esto no podía pedirle tanta fe. Suspire ligeramente y le sonreí con nostalgia.

- Es la única forma que podremos terminar con esta guerra, solo necesito hacerlo. Por favor confía en mi, se que te pido mucho pero por favor, confía en mi.- Leo cerró los ojos y me abraso con fuerza.
- Estas loca.- susurro sin soltarme y yo le respondí el abrazo.
- Gracias- respondí creyendo que eso era una afirmación y al parecer lo era.
- Interrumpo?- pregunto una voz muy familiar. Me aleje ligeramente de Leo y vi a Jay observando la escena con seriedad.
- Para nada, justo quería presentarte a Leo- hable con entusiasmo y sonreí ligeramente para demostrarle que todo iba bien pero Jay no hizo lo mismo.

El muchacho tenia 19 años, era flacucho, tenia el cabello enrulado y enmarañado y unos grandes lentes de nerd. Y bueno su bata blanca confirmaba que era sumamente nerd aun que también debía de admitir que era sumamente dulce y muy serio y sarcástico con aquellos a los que no aprobaba, aparentemente en este caso Leo.

- Mucho gusto mi nombre es Leo- hablo el joven Anastie, le entrego la mano en forma de salido y me lanzo miradas de desconcierto.
- Oh, oh el es Jay- dije con una ligera sonrisa nerviosa mientras Jay lo observaba de pies a cabeza con el seño fruncido y le daba la mano con recelo.
- Mucho gusto- hablo con pura frialdad y yo lo mire con severidad.
- Leo, Jay no ha querido conocerte hasta que estés listo por que creímos que descubrirías que es un hijo de Fleaur.
- Si, lo note al contacto con su piel pero no que me dijiste que eran dos científicos mayores?- pregunto Leo algo desconcertado.
- Daniel y Deborah son mis padres- dijo Jay haciendo una mueca de: este tipo no me cae y que tonto es. Otra vez lo fulmine con la mirada pero este la ignoro por completo.
- O entiendo…
- Daniel y Deborah se fueron con mi hermana Amelia a Australia, su hijo se quedo con migo. Créeme Jay es tan inteligente como sus padres.
- Perfecto- dijo Leo uniendo las manos, al parecer muy incomodo- que tengo que hacer?
- Lo primero es sentirte como en casa en mi humilde habitación- hablo Jay mostrándole la enorme habitación blanca que tenia desde una cama, una pequeña sala, hasta un gran laboratorio. Todo en el mismo cubito blanco. Leo me miro como si quisiera mi aprobación y yo asentí con la cabeza ligeramente . Apenas Leo fue a la pequeña sala yo me acerqué a Jay.
- Pero que sucede con tigo. Se supone que tenemos que tratarlo bien!- le dije en voz baja mientras el arreglaba algunos tubitos de ensayo.
- No me da buena espina…viste…viste como te abrasó?- pregunto Jay furioso pero casi en un susurro
- Es mi amigo.- dije con total certeza. Jay puso los ojos en blanco e hizo un gesto con las manos, como si le pidiera a Dios algún favor.
- Hazme el favor Sofi! Este tipo quiere algo más con tigo y tu lo sabes!
- Esta confundido es solo eso y te recuerdo que yo…- la voz se me resquebrajo al ver que Leo estaba tomando un cuadro de la pequeña sala y lo veía con algo de confusión. En 4 zancadas yo ya estaba frente suyo y le quitaba el cuadro de las manos.
- Jamás toques este- hable mientras abrasaba el cuadro con cariño y no permitía que Leo viera la foto.
- Quien es ese chico? Se ven muy feliz juntos- dijo y yo mire por un instante la foto en donde Alexander y yo sonreíamos abrazados.
- Se llama Alexander y es una foto personal así que te pido que no toques nada- hablo con hosquedad Jay
- Tu fuiste el que me dijo que me sintiera como en casa pequeño nerd- respondió molesto Leo y miro con puro odio a Jay.
- Vasta! Vasta!- dije mientras me ponía entre los dos y miraba a Leo. – estas fotos son algo personales. Me entiendes?- le me miro suplicante por un instante a los ojos y después de un rato el asintió con la cabeza.

Después de aquel incidente hice que Leo y Jay se sentaran en los sofás mientras yo ponía la foto de Alexander en el buró. Luego de ello me senté al costado de Jay, frente a Leo y espere a que Jay le explicara todo lo necesario.

- Ahora si me pueden decir exactamente por que me eligieron a mi?- pregunto con hosquedad Leo- sin rodeos esta vez Sofía.- asenti ligeramente con la cabeza. Quise hablar pero Jay me toco la pierna para que le diera la palabra.
- Aurora dijo que era necesario dos personas que demostraran la verdadera esencia pura de un hijo de Fleaur y un Anastie además de tener la sangre limpia. En este caso tu tienes la sangre de Magnus un líder innato, por asares de la vida no tuviste la flama de un elegido pero tienes la sangre de este. Me entiendes?
- Si, soy la descendencia de un elegido pero yo no puedo creer mi propia flama- dijo con cara de pocos amigos.
- Exacto, cabe la casualidad que eres igual que yo o Alexander así que con tigo ya teníamos la ultima pieza del rompecabezas.
- Pero eso no era suficiente, primero necesitaba que no me temieras o me vieras como una amenaza por que todo eso se reflejaría en tu esencia. Ahora que confías en mi, estas listo para entregármela.
- Eso inquiere que yo salga herido?- pregunto Leo y Jay se puso a reír
- Claro que no imbécil! Solo te sacare sangre!- dijo con mofa Jay y vi como en un solo segundo Leo se levantaba de su asiento y se abalanzaba a Jay que estaba a mi costado.
- Leo!!- le grite mientras trata de separarlos pero Leo estaba a punto de propinarle un golpe en la cara y Jay solo lo miraba aterrado.
- Jamabas me vuelvas a decir imbécil, cretino!- grito él mientras se alejaba con brusquedad. Jay se arreglo el mandil y fulmino con la mirada a Leo mientras se iba ofendido a preparar todo.
- Estas loco!- le grite a Leo.
- El me insulto!- grito Leo con indignación
- Pero hay otras formas de reaccionar, no atacándolo como un animal Leo!- dije furiosa. Leo desvío su mirada y bufo molesto. Lo tome del rostro y le obligue a que me mirara- mírame cuando te hablo.- le exigí y el clavo sus ojos en los míos.
- Por que no me dijiste que estabas con otro?- pregunto furioso. Así que eso es lo que más le molestaba. Suspire ligeramente, era Leo, que más podía esperar de el?
- No estoy con nadie.
- No mientas, y ese tal Alexander?- suspiro- si querías que te ayudara debiste de aclararme las cosas desde un principio!- hora no sabia si se refería a todo el secreto o en si a que mantenía una relación con alguien pero lo cierto era que ya me había fastidiado.
- Quiero ser tu amiga!- le grite- No entiendo por que crees que cualquier chica con la que tienes una conexión especial tiene que ser algo más que eso!- seguí gritando completamente furiosa y sin importarme que Jay escuchara y luego me dijera “te lo dije” como siempre solía decir. – Además para tu información Alexander esta muerto!- concluí y las lagrimas comenzaron a caer por mis ojos- eso es lo que querías oír?- pregunte furiosa y con la voz resquebrajada mientras me dejaba caer en el sofá. Me apoyé en mis rodillas con los codos y sostuve mi cabeza con las manos, ya sin fuerzas para más. Las lagrimas comenzaron a caer mientras recordaba el día en el que Alexander se había ido con tanta claridad que dolía igual que aquel día. Leo se sentó a mi costado y me abraso por los hombros.
- Lo lamento…yo no sabia….
- Tu no sabes nada!- afirmo con frialdad Jay.- y no pienses saltarme de nuevo encima por que tengo un látigo de electro y no dudare en usarlo!- amenazó Jay. En ese instante me seque las lagrimas y lo miro con los ojos entrecerrados y con total seriedad.
- No seas ridículo por favor- dije mas serena que nunca y observe a Leo.- lo lamento, debí decirte todo esto desde un principio pero aun es muy difícil para mi. A pesar de eso aceptarías ayudarnos?- Leo asintió con la cabeza y tomo una de mis manos entre las suyas.
- Hare todo lo que este a mi alcancé, lo prometo- al concluir le mostró el brazo a Jay y este sonrío con frialdad mientras dejaba el látigo de electro a un costado y le sacaba sangre con una jeringa un tanto grande.
- Lamento si duele un poco- dijo de mala gana al ver que Leo hacia una mueca de dolor- tengo que sacar mucha sangre para esto y tu piel es más gruesa que la normal.

Después de unos minutos yo ya estaba completamente calmada y un poco avergonzada por llorar en frente de Leo, era una chica fuerte no debía de resquebrajarme de esa manera frente a el ni frente a nadie.
Jay le quito por fin la aguja y Leo comenzó a mover la mano una y otra vez para que esta no se le adormeciera mientras me sonreí con algo de arrepentimiento y yo le respondía con una sonrisa cansa pero satisfecha. Pronto iniciaría el verdadero plan y al fin cumpliría la misión de mi madre.

- Sofi el suero estará concluido en unas semanas.- hablo Jay mientras se encogía ligeramente de hombros.
- No importa, me da tiempo suficiente para salir un rato a pasear- dije con una gran sonrisa ya con mucho más ánimos al darme cuenta que todo acabaría pronto. Apreté ligeramente la mano de Leo el cual me sonrío de la misma manera.

Nos quedamos unos minutos más con Jay por que el detestaba ser molestado cuando trabaja así que, después de un rato salimos. Leo, apenas se cerraron las puertas de la habitación de Jay me abraso por los hombros y yo me apoye ligeramente en su pecho.

- Fui un cretino verdad?- pregunto después de un rato.
- Eso ya no importa. Hablemos de cosas más importantes.
- Como que?
- Como a donde quieres ir de viaje? Tenemos dinero suficiente para ir a donde quieras.- Leo me miro por un instante y sonrío con algo de complicidad.
- Londres.


[…]

John prácticamente tuvo que llevarme en brazos hasta mi habitación. Me dejo en la cama como si fuera una muñeca sin sentimientos y de trapo, me senté y mire a la nada, esta en shock.

- No entiendo que pudiste escuchar que te impresionara tanto! Casi nos atrapan!- grito John pero para mi eran ligeros susurros.- Alice!- grito nuevamente
- Leo…- fue lo único que me salio.
- Si, yo también escuche sobre ese tal Leo pero no entiendo que es lo especial en el!
- Leo…- volví a decirle y le mostré el folder que tenia todo lo que había escrito sobre el hasta este momento. Los ojos de John se abrieron de par en par.
- Ese Leo…esta vivo!- dijo con entusiasmo
- E ira a Londres…tengo que ir allí!- hable y de pronto regrese en mi. Talvez era un milagro que Leo estuviera vivo, no entendía nada, ni siquiera Fox lo entendía por que solo lo había visto caminar por las callecillas de Londres pero de algo si que estaba segura, iría en su búsqueda, quisieran o no los demás.

Me pare rápidamente y comencé a alistar una pequeña mochila. Algo de ropa, todo el dinero que había ahorrado gracias a mi trabajo en la cafetería y el folder lleno de hojas sobre la historia de Leo. No entendía muy bien por que lo llevaba con migo pero era algo que de una manera simbólica me hacia sentirme más cerca a el.

- Que estas haciendo?- pregunto algo alterado John
- Me largo de aquí John, ellos no planean decirme nada sobre Leo. Oíste a mi madre, tuvo la premonición hace algunas semanas y no me dijo nada! Estoy harta de que me tengan al margen…digo, es mi Leo no? Tengo derecho…
- Ya entendí…- dijo algo cansado- te acompaño.
- Como?
- No puedes ir sola y tu hermano me mataría si te dejo hacerlo, además ya era momento de salir un tiempo de aquí.
- No planeas decirle nada a Sebastian verdad?
- Pues claro que no! Me crees aguafiestas?
- Entonces vamos que de seguro las visiones de Fox no tardan en hacerse realidad.

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Y que les pareció? Ahora no solo verán la parte de Alice sino también la de Sofía. Por otro lado, ya les puse las fotos de John, Sofía y Jay. Espero que les agraden los nuevos personajes.

Y publicare 2 veces a la semana no se exactamente que días, depende de mi inspiración y de los comentarios que hayan dejado pero de hecho que tendrán 2 por semana solo esta tuvo 3 :)

Lu!!